24-09-12
SOBRE EL CARÁCTER DEL “COOPERATIVISMO” MINERO
El enfrentamiento entre
trabajadores mineros sindicalizados de la minería nacionalizada y los mineros
de las llamadas falsamente “cooperativas”, ha llegado a un nivel intolerable al
desenmascarar completamente el carácter de este llamado cooperativismo minero.
Las manifestaciones de
protesta y de reivindicación de cualquier sector social son indudablemente
legítimas, empero en cuanto se emplean armas letales como son los cachorros y
las dinamitas para intimidar al Gobierno, a la población y a los enemigos del
momento, no pueden ser toleradas en las actuales circunstancias.
Sabemos muy bien que el
sector minero llamado “cooperativista” que existía en muy pequeña dimensión
antes de la vigencia del neoliberalismo, ha ido creciendo de un modo
incontenible a partir de la llamada relocalización de los trabajadores mineros
de COMIBOL. El gobierno neoliberal de Sánchez Lozada dividió todo el complejo
minero nacional entre el sector transnacionalizado (San Cristóbal), las
empresas privadas, sus propias propiedades y un sector llamado “cooperativo”,
reduciendo COMIBOL (sector estatal) a la mínima expresión.
Es éste precisamente el origen de un verdadero
engendro empresarial-sindical que amenaza con agredir directamente a toda la
población en la disputa entre sindicalizados de la minería estatal y los falsos
“cooperativistas”. El “cooperativismo”
minero que crece día a día, amenaza no solamente a sus creadores sino a
toda la población.
Actualmente nos encontramos
con un movimiento enorme que se acerca a los cien mil trabajadores explotados
económicamente por un sector privilegiado de verdaderos empresarios que
contratan mano de obra barata, que
trabaja del modo más primitivo que se puede imaginar, mientras los propietarios
de las “cooperativas”, llamados “cabecillas”, amasan verdaderas fortunas con el
trabajo sacrificado de sus trabajadores.
A decir verdad, la
conducta del Gobierno ha estado completamente desacertada, pues ha ido
concediendo paulatinamente una serie de beneficios y prebendas a ese sector que
ya, a la fecha, tiene una gran capacidad de presión con la movilización de
miles y miles de trabajadores que pueden desestabilizar a cualquier gobierno y
no precisamente en el sentido revolucionario, sino en una ampliación del sector
privado de la minería nacional con posibilidades de desnacionalizar toda la
minería del país.
Sabemos bien que el
sistema general de la cooperación es una forma productiva reconocida plenamente
en la actual Constitución Política del Estado, pero este reconocimiento no
puede alcanzar a falsas “cooperativas” que en realidad no practican la
cooperación, sino un vulgar y corriente sistema capitalista de propiedad
privada pequeña y mediana que desarrolla la explotación del hombre por el
hombre.
El criterio
electoralista que parece conducir la política minera del Gobierno, ha
ocasionado un problema mayúsculo que será difícilmente conjurado. Por de pronto
lo urgente es impedir que el sector privado “cooperativista” siga creciendo en
desmedro de la minería nacionalizada, pues es imposible que, en las actuales
circunstancias, se logre que el “cooperativismo” minero se transforme en un
auténtico sistema de cooperación de acuerdo con la Ley vigente del
cooperativismo en general.
Los acontecimientos
lamentables que ocasionaron estos trabajadores con su criminal lanzamiento
indiscriminado de dinamitas, no puede pasarse por alto y debe ser identificado
el asesino que lanzó dinamitas contra la sede sindical de los mineros
asalariados. La vida del minero Choque debe ser investigada por el Ministerio
Público.
Ahora el
“cooperativismo” minero movilizado, amenaza con un bloqueo de caminos a nivel
nacional que puede ocasionar nuevos enfrentamientos no solamente con el sector
sindicalizado minero, sino con la población en general que tiene el derecho de
circular normalmente por el territorio nacional.
PCBmlm
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