lunes, 30 de mayo de 2016

LA OFENSIVA CONTRA VENEZUELA

LA OFENSIVA CONTRA VENEZUELA 
Por: Gilberto López y Rivas | Domingo, 29/05/2016 04:59 AM | 

Después de que se denunciara el documento del almirante Kurt W. Tidd, nuevo jefe del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos, hemos observado un silencio total de los grandes medios de comunicación en torno al comprobado injerencismo estadunidense como mentor de la derecha golpista venezolana y actor intelectual de la guerra declarada contra la revolución bolivariana, en particular contra el presidente constitucional Nicolás Maduro Moro. En la orquestada campaña del terrorismo mediático planetario han proliferado cientos de notas informativas y editoriales que destacan el carácter dictatorial y represivo del régimen de Maduro, y que coinciden plenamente con las recomendaciones del almirante Tidd de “mantener la campaña ofensiva en el terreno propagandístico, fomentando un clima de desconfianza, incitando temores, haciendo ingobernable la situación… reforzando la matriz mediática…” [TV, prensa, redes, circuitos radiales], y donde afirma que “en las actuales circunstancias, posicionar que Venezuela entra en una etapa de CRISIS HUMANITARIA [en mayúsculas en el original] por falta de alimentos, agua y medicamentos, hay que continuar con el manejo del escenario donde Venezuela está cerca del ‘colapso y de implosionar’ [sic], demandando de la comunidad internacional una intervención humanitaria para mantener la paz y salvar vidas.” Incluso la supuestamente aséptica agencia de televisión francesa TV Cinco se ha sumado servilmente a esta campaña, repitiendo cada noche en sus noticiarios las alarmantes, tergiversadas y editorializadas notas informativas sobre la proyectada catastrófica situación venezolana.
Por su parte, y cumpliendo el libreto del almirante Tidd, el patético secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro (que por lo que se observa busca retornar esta institución bajo su mandato al papel de ministerio de colonias de Estados Unidos, como identificara a esa organización en su momento Ernesto Guevara), lanzó sus encendidas diatribas contra el presidente Maduro, a quien acusó de traidor a su pueblo, reivindicando sin rubor las demandas de la oposición venezolana, en una acción de injerencia directa en los asuntos internos de Venezuela, totalmente impropia del máximo funcionario de una organización política regional, aun cuando se trate, en este caso, de la desprestigiada OEA. Como se desprende del documento del almirante Tidd, el secretario general ya había recibido surecomendación de viva voz, como se constata en el punto ocho del documento citado, que asienta: hay que insistir en la aplicación de la Carta Democrática [de la OEA], tal y como lo hemos convenido con Luis Almagro Lemes. Resulta paradójico, tras esta confesión del jefe castrense de Estados Unidos, que semejante personaje se atreva a concluir su diplomática declaración, dirigida coloquialmente a Nicolás Maduro, un jefe de Estado, con la siguiente bravata: Sé que te molesta la OEA y mi trabajo porque entre los Ceibos estorba un Quebracho. Lamento informarte que ni me inclino ni me intimido (sic). Un bravucón dirigiendo la OEA no disimula el alcance que tiene su encomienda, pues nunca los gamberros se han destacado por la delicadeza de sus expresiones.
Asimismo, varios solícitos ex presidentes han estado muy activos en la campaña en curso. Ya en abril de 2015, 26 ex presidentes de varios países deIberoamérica, en una llamada Declaración de Panamá, considerada junta de la dignidad, con la presencia de las esposas de confesos delincuentes, como Leopoldo López y Antonio Ledezma, calificados presos políticos, se entrometieron de igual forma en la situación interna de Venezuela, criticando unagrave crisis de derechos humanos. Entre los firmantes estaban Felipe Calderón, de México; Álvaro Uribe, de Colombia, y el neoencomendero José María Aznar, de España, quienes, eso sí, son reconocidos violadores de los derechos humanos de sus respectivos pueblos, e incluso con graves acusaciones en su contra como criminales de guerra, y, claro, vasallos de los intereses de Estados Unidos y de las corporaciones capitalistas, que ahora mantienen a muchos de ellos en sus nóminas. Así, por ejemplo, Álvaro Uribe, paladín de la democracia [en Venezuela], con un entorno familiar vinculado directamente al narcotráfico, reconocido organizador y cómplice de grupos paramilitares, tiene en su haber al menos 261 procesos penales. Otro de los jefes de Estado firmantes de la declaración fue Mireya Moscoso, ex presidenta de Panamá, quien horas antes de salir de su puesto decretó el indulto de tres terroristas de origen cubano y uno panameño, entre quienes se encontraba Luis Posada Carriles, autor intelectual del atentado contra un avión de Cubana de Aviación, en el que perdieron la vida 73 personas. En particular, el caso de México ilustra nítidamente el doble rasero de almirantes, gobiernos, ex presidentes y medios de comunicación masiva en el ámbito mundial. Si realmente estuvieran preocupados por la violación de los derechos humanos, ¿por qué no figura en sus documentos de trabajo, declaraciones y noticieros la catástrofe humana que nuestro pueblo ha sufrido en manos de regímenes represivos, corruptos y delincuenciales, como los del demócrata Felipe Calderón o de Enrique Peña Nieto? Un país militarizado, con crímenes de Estado y lesa humanidad como los de Iguala y Tlatlaya, con más de 160 mil muertos en una década de conflicto interno, disfrazado de guerra contra el narcotráfico, con más de 40 mil desaparecidos forzados, miles de desplazados internos y fuera de las fronteras y centenares de verdaderos presos políticos, no merece la atención mediática, porque este tipo de gobiernos, abogados de oficio de las corporaciones trasnacionales y socios subalternos en las estrategias imperialistas estadunidenses, no representan ningún peligro para la seguridad nacional de nuestros buenos vecinos.

Así, un componente significativo de la crisis venezolana proviene de la ofensiva oligárquico-imperialista desarrollada contra ese pueblo. Por ello, el presidente Maduro declaró al finalizar las recientes maniobras militares: “El pueblo de Venezuela es el único dueño de esta tierra, y más nunca esta tierra será esclava ni colonia de nadie… La decisión de combatir y defender la patria con la vida misma tiene que ser un mensaje claro ante los imperios del mundo”.

jueves, 26 de mayo de 2016

Vietnam: La matanza de My Lai realizada por los imperialistas-terroristas yanquis

29-05-16
  
Como recordatorio y muestra de los crímenes cometidos por el imperialismo yanqui en Vietnam la masacre de My Lai:

Vietnam: Tuvimos que destruir la aldea para salvarla


"Tuvimos que destruir la aldea para salvarla".
Mayor del ejército yanqui tras la destrucción de la aldea vietnamita de Ben Tre


El 16 de marzo de 1968, una compañía de soldados estadounidenses entró a la aldea de My Lai  en Vietnam. Más tarde un soldado dijo:
 
"Nos ordenaron matar y destruir todo lo que encontráramos en la aldea. Nos dijeron claramente que no debíamos tomar presos".

Otro soldado describió lo que pasó:
 
"No hubo resistencia. Solo vi tres armas y no sufrimos ni una sola baja. Era igual a las demás aldeas vietnamitas: ancianos, mujeres y niños. Creo que en toda la aldea no vimos un solo hombre de edad militar".

Empezaron a masacrar a los aldeanos. Después un soldado dijo: "Había una anciana en una cama y un monje vestido de blanco le rezaba… El teniente Calley lo arrastró afuera y le dijo algo. Parecía que el monje rogaba que no lo matara. Calley lo empujó hacia el arrozal y le disparó a quemarropa".

Les ordenaron empujar a todos los vietnamitas a una zanja. Un soldado explicó: "Empecé a dispararles y creo que maté a unas 25 ó 20 personas… hombres, mujeres y niños. Hasta bebés". A un bebé que salió a gatas de la zanja lo agarraron, lo tiraron de nuevo a la zanja y le dispararon.

Hicieron lo mismo por toda la aldea. Quemaron las chozas y los cultivos, y mataron el ganado. A algunos aldeanos les rayaron "Compañía C" en el pecho; a otros los destriparon. A las mujeres las violaron. Un soldado dijo:
 
"No era difícil encontrar gente para matar, estaban por todos lados. Les corté la garganta, las manos, la lengua y el cuero cabelludo. Muchos soldados lo hacían y yo lo hice también".

La masacre de My Lai solo se filtró debido a unos soldados que se esforzaron por darla a conocer.

El teniente Calley fue el único condenado por las barbaridades cometidas en My Lai. A pesar de que lo condenaron de asesinar a más de 100 vietnamitas desarmados, ¡solo pasó dos días en la cárcel! El presidente Richard Nixon mandó que pasara el resto de la sentencia bajo arresto domiciliario, en un apartamento en el cuartel Fort Benning, donde cocinaba, recibía invitados, veía la televisión y salía a hacer compras (acompañado de policías militares). Lo pusieron en libertad tres años más tarde y recibió un montón de dinero dando discursos a grupos derechistas.

Más de 500 vietnamitas murieron en My Lai y hoy el nombre de la aldea simboliza el salvajismo de Estados Unidos.

En el 2004, el periódico Toledo Blade ganó el premio Pulitzer por unos artículos sobre las barbaridades cometidas en Vietnam por la unidad Tiger Force. El Blade informó:
 
"En los refugios subterráneos, mataron a propósito a mujeres y niños con bombas. A los ancianos los mataron en los campos. A los presos los torturaron y los ejecutaron, y guardaron las orejas y el cuero cabelludo como recuerdos. Un soldado le sacaba a patadas la dentadura a los cadáveres buscando oro".

En el libro Flower of the Dragon (Flor del dragón), Richard Boyle, un periodista que fue a My Lai para investigar la masacre, escribió:
 
"My Lai no fue el acto de un solo individuo, ni de un solo pelotón o compañía. Fue el resultado de una campaña concebida, ordenada, planificada y dirigida por el alto mando militar para darles una lección a los aldeanos de la provincia de Quang Ngai. Fue parte de una clara estrategia política, descrita como la ‘pacificación’ de los aldeanos vietnamitas".

 "En el pueblo de My Lai hay una larga zanja. La mañana del 16 de marzo de 1968 estuvo llena de cuerpos: decenas de mujeres, niños y ancianos, todos asesinados a disparos por jóvenes soldados estadounidenses", escribe el periodista Seymour M. Hersh . Aquel día, un contingente estadounidense recibió una información errónea de que en el pueblo se encontraban tropas del Frente Nacional de Liberación de Vietnam o sus simpatizantes. Al llegar allí, sólo se encontraron con pacíficos civiles, no obstante, los soldados violaron a las mujeres, quemaron casas y mataron a la gente desarmada.




Imágen de la masacre cometida en  My Lai por los terroristas yanquis

Uno de los líderes del ataque fue el teniente William L. Calley. Además de él, según los testimonios de otros soldados, uno de los atacantes principales fue Paul Meadlo, al que el periodista entrevistó ya cuando había vuelto a EE.UU. Siguiendo la orden de Calley, Meadlo y otros soldados empezaron a disparar a la zanja llena de gente, donde luego tiraron varias granadas. 

"Luego se escuchó un chillido agudo, que se hacía más fuerte mientras un niño de dos o tres años, cubierto de lodo y sangre, trepaba por los cuerpos, gateando hacia el arrozal. Su madre probablemente lo hubiera protegido con su cuerpo. Calley vio lo que estaba pasando y, según los testigos, corrió por el niño, lo echó en la zanja y le disparó", escribe Hersh.

Cuando el periodista entrevistó a Meadlo, no intentó justificar lo que había hecho en My Lai, y dijo que los asesinatos le "quitaron el peso de la consciencia por los compañeros que habían perdido". "Sólo fue una venganza", dijo Meadlo. "Todos pensamos que estábamos haciendo lo correcto. En el momento no me preocupaba", añadió.

Según la información del Museo de My Lai, en el lugar murieron 504 personas. Entre las víctimas hubo 182 mujeres, 17 de las cuales estaban embarazadas, y 73 niños, incluidos 56 bebés. El director del museo, Pham Thanh Cong, es uno de los sobrevivientes de la masacre, que en aquel momento tenía 11 años. Quedó herido en el ataque, pero sobrevivió. Al recobrar la consciencia, se encontró entre los cuerpos de su madre, sus tres hermanas y su hermano pequeño de seis años. "Nunca olvidaré el dolor", confesó el hombre a Hersh.

Documental sobre la Masacre de My Lai:

 "Bombardear hasta hacerlos regresar a la edad de piedra"
"Bombardear hasta hacerlos regresar a la edad de piedra".
General Curtis LeMay durante la guerra de Vietnam

En la guerra de Vietnam, Estados Unidos soltó más de siete millones de toneladas de bombas, o sea, más del doble de lo que recibieron Europa y Asia durante la II Guerra Mundial (en un país del tamaño del estado de Nuevo México). Es un promedio de una bomba de 500 libras por cada vietnamita. Hoy hay unos 20 millones de cráteres en Vietnam, que se llenan de agua y sirven de caldo de cultivo para los mosquitos que transmiten malaria y dengue, dos graves problemas actuales.

En Vietnam del Sur, la meta de los bombardeos (como las misiones de "búsqueda y destrucción") era desplazar a los aldeanos y desfoliar gran parte del campo para que los luchadores de liberación no tuvieran donde esconderse.

Soltaron bombas antipersonales (con miles de dardos que hacían trizas la carne y el hueso), bombas incendiarias de fósforo blanco, enormes bombas "daisy cutter" que arrasaban con toda la vegetación y bombas de gasolina gelatinosa (napalm). Rociaron millones de hectáreas con el famoso Agente Naranja, que envenenó los cultivos, los bosques y a los seres humanos.

En el norte, atacaron a los civiles con enormes campañas aéreas para quebrantar el espíritu de resistencia. Destruyeron grandes extensiones de ciudades densamente pobladas, como Hanoi, la capital. También destruyeron a propósito los diques para causar inundaciones.

Los estrategas de la guerra escribieron que una meta importante de los bombardeos de Vietnam del Norte era lisiar a la población civil porque era más perjudicial. A los muertos solo hay que enterrarlos, escribieron, pero hay que dedicar una gran parte de la población a cuidar a los heridos.

Hoy a los pilotos que soltaron las bombas, como el senador John McCain, los tratan como si fueran héroes en EEUU. ¿Pero es un crimen de guerra menos serio asesinar desde el aire que matar a quemarropa, como en My Lai?
Nota de Maoístas Bolivianos.

Después de estos horribles crímenes de Lesa Humanidad cometidos en Vietnam, Obama visita Vietnam  y es recibido como un héroe por los infames traidores revisionistas que actualmente gobiernan al heroico pueblo de Ho Chi Ming.

SOBRE EL FRAUDE ZAPATA

26-05-16
N. No.  377.
SOBRE EL FRAUDE ZAPATA
Nuestro Partido (MLM), no se ha pronunciado nunca en torno al fraude Zapata en espera de su proceso y para pisar sobre seguro para dar una interpretación correcta de este hecho que, claramente, ha sido implementado desde las esferas más reaccionarias del país y del imperialismo yanqui para desacreditar la imagen del Presidente Morales, tal cual se ha practicado en la Argentina con Cristina Fernández y en Brasil contra Dilma Rousseff.
Para nadie puede ser un secreto que el Presidente Obama declaró que podía aceptar incluso la anexión de Crimea por parte de Rusia, siempre y cuando Rusia no se oponga a la “reconquista” de América Latina y el Caribe por parte de Estados Unidos.
De este modo se comprueba que si bien la política anti-yanqui de Rusia es favorable a los intereses de los pueblos del mundo, ésta política no tiene carácter  revolucionario, sino solamente una defensa del Estado ruso como tal, al margen de las posiciones ideológicas.
Ahora ya se tiene una claridad meridiana en cuanto al fraude Zapata. Se inició con un documento apócrifo presentado por el fascista Valverde Bravo y la resentida Amalia Pando. El resultado fue que no existía niño alguno y que para salir del apuro se presentó a varios niños que nada tenían que ver y que fueron utilizados maliciosamente tanto por la provocadora Zapata como por sus defensores inmorales, cometiendo el delito de manipulación dolosa de menores de edad, con lo cual se cae completamente toda la macabra manipulación reaccionaria.
Se conoce que los abogados “defensores” de Zapata, como el inefable León, han levantado las manos cuando han comprendido que la maniobra de desprestigio había fracasado dejando en claro la acción delincuencial de Zapata y su séquito.
Ahora bien, todos los involucrados en el fraude Zapata tienen que pagar sus culpas ante la justicia ordinaria que debe actuar dignamente y sin cometer errores que no hacen sino desorientar la investigación.
En síntesis, el fraude Zapata puede ser asimilado a los proyectos imperialistas y de las oligarquías locales para cambiar el panorama político de América Latina. Empero estos proyectos están mostrando su carácter profundamente corrupto como en el Brasil donde por boca propia los manipuladores han develado el misterio sus mismos afanes fraudulentos.
Los juicios penales que se han iniciado deben ser llevados hasta sus últimas consecuencias.

PCmlm.