jueves, 31 de enero de 2013

EE.UU. ES EL PRINCIPAL ESTADO TERRORISTA DEL MUNDO

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31-01-2013

“EE.UU. ES EL PRINCIPAL ESTADO TERRORISTA DEL MUNDO”
Cubadebate

Noam Chomsky, prominente lingüista y activista norteamericano pro derechos civiles, sostiene que EE.UU. sería considerado uno de los principales Estados terroristas del mundo si se aplicara el derecho internacional.
“La definición que hacen EE.UU. y el Reino Unido del terrorismo está bien, pero adolece de un gran defecto, de aplicarse, los EE.UU. se convertirían en uno de los principales estados terroristas”, ha dicho Chomsky en una entrevista concedida este martes a Press TV.
El académico agrega que él predijo, cuando Estados Unidos estaba bajo la férula de Ronald Reagan (1980), la actual llamada guerra contra el terrorismo librada por Washington.
“He estado escribiendo sobre el terrorismo desde 1981, desde que Ronald Reagan asumió el poder y anunció que la base de la política estadounidense se asentaría sobre la guerra y el terror”, declaró.
Chomsky pone en entredicho a continuación la legalidad de la invasión estadounidense de Irak en 2003, pues EE.UU invadió Irak con el pretexto de hallar las armas de destrucción masiva que poseía el régimen de Sadam Husein, las cuales no fueron encontradas, según las mismas autoridades estadunidenses.
De ahí que, conforme a Chomsky, posteriormente “EE.UU. y el Reino Unido trataron de dar cobertura legal a la guerra contra Irak aduciendo que Saddam (el exdictador iraquí) no había concluido su programa para la producción de armas de destrucción masiva”.
Más de 1 millón de iraquíes murieron en la guerra que Washington desencadenó en Irak, y los Estados Unidos gastaron más de 800 mil millones de dólares en la ofensiva.
Fuente: http://japon.cubadebate.cu/noticias/2013/01/30

martes, 29 de enero de 2013

LA CONTRALORÍA GENERAL DEL ESTADO

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29-01-13

LA CONTRALORÍA GENERAL DEL ESTADO
¿se puede confiar en sus auditorias?

La presente denuncia tiene un carácter eminentemente PERSONAL y no compromete en absoluto a mi partido político (PCmlm).

Resulta que contra toda lógica, contra toda realidad y evidencia, la Contraloría General del Estado, ha fabricado una auditoria haciéndome cargo de 72 000 dólares americanos por no haber hecho la retención de los aportes de los trabajadores de la UPEA a las AFPs por las gestiones mías en la UPEA durante los meses de septiembre a diciembre de 2002 y de abril a noviembre de 2003.

A todo el mundo, a los 10 millones de bolivianos les consta que mi rectorado autonomista, fue una gestión revolucionaria y que JAMAS EL GOBIERNO DE SANCHEZ LOZADA RECONOCIO A MI PERSONA COMO RECTOR AUTONOMISTA. Por lo mismo JAMAS TUVE UNA CUENTA FISCAL, JAMAS SALIERON A MI NOMBRE LOS RECURSOS DE LAS CUENTAS DE LA UPEA.

En cambio, quiénes efectivamente administraron todos los recursos de la UPEA, fueron Javier Sebastián Tito Espinoza desde 2000 a 2005, y el señor ministro actual de Minería Mario Virreira de 2004 a 2005. Actualmente el ladrón Tito Espinoza es un alto funcionario del Ministerio de Descolonización

¿Como ha podido afirmarse por parte de la Contraloría que yo debía hacer retenciones de aportes de los trabajadores a las AFPs de las cuentas de la UPEA, si jamás manejé recurso público alguno?

Hago pública esta denuncia de la forma delincuencial que trabaja la Contraloría del Estado que no ha comprendido en lo más mínimo mis argumentos fundados que pueden evidenciarse precisamente por los documentos oficiales de los gobiernos de la época que jamás reconocieron la lucha autonomista de la UPEA contra el neoliberalismo.

En lugar de reconocer esa lucha desigual y revolucionaria que concluyó precisamente con la autonomía y el derrocamiento del neoliberalismo genocida enemigo de la ciudad del Alto, se inventa una auditoría miserable que pretende manchar mi límpida vida universitaria y política. Declaro públicamente que lucharé, como siempre lo he hecho, porque se imponga la verdad de la vida de la UPEA y se sancione como es debido a los verdaderos desfalcadores de los recursos de  esa Universidad.

Dr. Jorge Echazú Alvarado

Primer Rector Autonomista de la UPEA

Desconocido por el Gobierno neoliberal de Sánchez Lozada

Reconocido plenamente por la Comunidad Universitaria Alteña

domingo, 27 de enero de 2013

El auge de la lucha socialista en China


El auge de la lucha socialista en China

CEPRID

El XVIII Congreso del Partido Comunista Chino ya es historia. Los análisis que se han hecho del mismo abarcan casi todos los aspectos menos uno: el pueblo chino. Y es que un examen detallado de las resoluciones de este congreso muestra un abierto temor de la dirigencia del Partido al auge de la lucha socialista en el país que, a lo largo de 2012, ha adquirido proporciones desconocidas en los últimos 30 años. Incluso hay quien habla, con más entusiasmo que realidad, de una nueva Revolución Cultural en ciernes y su sola mención hace que recorra un escalofrío por la espina dorsal de la élite china y el capitalismo occidental.
Es un hecho que cada año que pasa crece el descontento social con las medidas económicas capitalistas impulsadas por la dirección del PCCh, el rechazo a la introducción de métodos occidentales de estudio en las universidades, se han multiplicado las huelgas obreras no sólo contra empresas extranjeras sino nacionales (afectando a sectores informáticos o sanitarios), han surgido protestas de los periodistas por el “impacto corrosivo de la comercialización” en el tratamiento de la información y continúa el descrédito generalizado sobre la gran mayoría de dirigentes civiles. Estos son sólo algunos indicativos de que lo mejor está por venir.
Y esto es lo que preocupa tanto al “stablishment” de los nuevos dirigentes como al de los académicos. Los primeros se han visto obligados a realizar una serie de gestos inhabituales en los últimos 30 años. Por ejemplo, publicar su vida familiar (fotos de la infancia, adolescencia y primeros pasos políticos), perfiles en internet o recorrer las zonas más pobres del país (las imágenes del recién elegido secretario general del PCCh en el XVIII Congreso, Xi Jinping, visitando los pueblos de la provincia de Hebei los días 29 y 30 de diciembre (1) y sus dificultades para caminar sobre la nieve y el barro son conmovedoras). Gestos que van acompañados de una machacona insistencia en que se va a combatir la corrupción (Jinping se mostró “indignado” (2) al comprobar en su visita a los pueblos de Hebei la malversación de fondos contra la pobreza) y una insólita exhortación a todos los estamentos del Partido para un comportamiento ejemplar. Los segundos, han publicado una carta abierta advirtiendo que el país “corre el riesgo de una violenta revolución” si el gobierno no responde a la presión pública y no acelera las “estancadas reformas políticas” (3).
Son reacciones derechistas porque son las políticas derechistas y procapitalistas las que se están cuestionando con fuerza. Y son los representantes y defensores de este sector quienes tienen miedo al pueblo chino. En 2011, por primera vez en mucho tiempo, los chinos celebraron el natalicio de Mao con manifestaciones masivas y peregrinaciones a su ciudad natal. Millones de chinos de todo tipo, universitarios, obreros, campesinos celebraron por todo el país reuniones para conmemorar “el legado del presidente Mao” y el 9 de febrero de 2011 (día de entrada del Año Nuevo chino) 700.000 personas acudieron a Shaoshan, la ciudad natal de Mao, para “rendirle respeto y homenaje”. Lo interesante es que fue una celebración espontánea y en muchas ocasiones desafiando a los poderes locales. El hecho fue tan sorprendente para el poder que el Diario del Pueblo tuvo que hacerse eco de este fenómeno (4) no sin cierta sorpresa. Pero el poder ha aprendido desde entonces y ahora se suma al carro sin dejar de hacer una crítica expresa al maoísmo. Así, por una parte, se han mejorado las infraestructuras para facilitar la afluencia de gente a Shaoshan y existe un grupo de voluntarios municipales que atienden a las personas que acudieron al homenaje a Mao en su ciudad –su nacimiento fue el 28 de diciembre de 1893-con platos de fideos y carne (5) mientras que, por otra, se han multiplicado los artículos y conferencias de académicos e intelectuales sobre la “tragedias” que supusieron el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural. Hay que mencionar que estas conmemoraciones pro-Mao tienen lugar durante dos meses, desde la fecha del nacimiento hasta la celebración del año nuevo chino.
Pero el pueblo está dispuesto a sorprender y en cada aniversario surge un nuevo elemento con el que el poder no cuenta. En esta ocasión, los decenas de miles reunidos en Shaoshan el 28 de diciembre entonaron una emblemática canción maoísta, “El Este es rojo” (1965), el símbolo de la Revolución Cultural que muchos han interpretado como un claro desafío a la contra-propaganda oficial ante la celebración popular del natalicio de Mao.
Y es que Mao sigue teniendo un gran predicamento entre una enorme masa de la población china. Tanto que uno de los “principitos” del PCCh, Bo Xilai, no dudó en utilizar elementos maoístas –con lo que se enfrentaba al aparato, puesto que desautorizaba la práctica de Deng Xiaoping- para impulsar su política social y económica en Chongqing. Eso le costó no sólo su defenestración en marzo del 2012, sino su posterior expulsión del Partido (4 de noviembre) tras un proceso que terminó, curiosamente, cuatro días antes del XVIII Congreso.
Hay que detenerse en el proceso a Bo y lo que representaba para entender lo que se ha aprobado en el XVIII Congreso. Bo Xilai era miembro del Buró Político del PCCh y responsable del Partido en Chongqing. Su caída en desgracia ha sido muy similar a la de Lin Biao en 1971 (considerado el heredero de Mao pero que fue distanciándose de éste cuando el “gran timonel” planteó el acercamiento a EEUU frente a la URSS). Pero la diferencia entre uno y otro es que mientras que Lin Biao era un militar preocupado por la geoestrategia, Bo Xilai se había inclinado por la economía y había puesto en marcha el Modelo Chongqing, un sistema económico que contrastaba de forma abierta con el Modelo Guangdong impulsado desde el poder de Beijing. No obstante, tanto Lin como Bo se preocupaban por la ideología y pretendían “revitalizar las ideas socialistas” desde diferentes perspectivas.
En síntesis, el Modelo Guangdong supone un mercado más libre, un aumento de la desigualdad social y un mayor esfuerzo productivo dedicado a la exportación. Es el modelo en que se ha basado el crecimiento anual chino que ha colocado al país ya como la primera economía del mundo, como reconoce el propio FMI al vaticinar que así será sin duda alguna en el 2016. Por el contrario, el Modelo Chongqing recogía medidas económicas con un mayor control de los poderes públicos y medidas populistas para un crecimiento rápido y equilibrado.
Lo sorprendente del caso es que el Modelo Chongqing se aplicaba sólo en una reducida zona de China que, según el censo de 2010, tenía 32 millones de habitantes (una cifra ridícula en un país que roza los 1.500 millones). Luego la explicación de la caída en desgracia de Bo es muy sencilla: evitar que este modelo económico alternativo se consolidase, que su promotor adquiriese más poder en el Buró Político y suprimir la posibilidad de un cambio más igualitario en el “camino al desarrollo” de China.

Chongqing, la ciudad roja
Chongqing es una ciudad conocida en todo el país y su legado se estudia en los libros de historia pues fue la capital china durante la invasión japonesa y cuna de la lucha antifascista entre 1937-46. También jugó un importante papel en la fundación de la República Popular China en 1949. La historia de la ciudad fue tenida en cuenta por Beijing a la hora de otorgarle el rango de municipalidad dependiente del gobierno central, no del provincial (Sichuan), y más tarde elevarla al rango de provincia en 1997. El historial de luchas obreras en la ciudad es espectacular y ha estado en la vanguardia de muchas de ellas, especialmente contra la privatización de empresas estatales, hasta el año 2000.
Bo Xilai no llegó a la ciudad hasta 2003, pero supo captar muy bien el espíritu combativo de su población y encontró un buen caldo de cultivo para su experimento económico ampliando significativamente el papel local en la economía y tomando en sus manos empresas que iban a ser privatizadas. Al mismo tiempo, otorgó pensiones de jubilación, construyó viviendas públicas de alquiler a precios bajos –lo que favoreció que muchos migrantes rurales encontrasen rápido acomodo en la ciudad, al contrario de lo que ocurre en el resto del país- y desarrolló la educación, sobre todo la infantil, y el cuidado de la salud. Es lo que se conoció como “Los 10 puntos de la vida del pueblo”, sustentados en que el 51% de los gastos del gobierno local iban destinados a la mejora del bienestar público. La izquierda china dice que Bo, entre otras cosas, supo “reconducir” la conflictividad en la ciudad con medidas de este tipo aunque, como luego se verá, apoyó muchas de estas medidas y el Modelo Chongqing.
Eso no quiere decir que Bo Xilai primase este componente frente a otro. Era muy cuidadoso y sabía a qué se enfrentaba. Mientras mejoraba el bienestar de la población en base a esos parámetros, ofrecía facilidades para la instalación de empresas, como la Foxconn, que deslocalizó una aparte de su producción desde Shenzen. Pero mientras que en Shenzen las protestas obreras fueron frecuentes, en Chongqing se evitaron entre otras cosas gracias al programa de viviendas sociales de alquiler, como se recogía elogiosamente en la agencia Xinhua (6) cuando Bo no había caído en desgracia. Cuando en julio de 2010 los viejos revolucionarios, personalidades que participaron en la Larga Marcha y fundadores del PPCh, elaboraron una carta pública en apoyo a las luchas obreras (7) –justo lo contrario que han hecho ahora unos cuantos académicos- se mencionaba sólo el trato que los obreros de la Foxconn recibían en Shenzen, no en Chongqing.
Esta política impulsada por Bo Xilai es lo que se llamó “promover la prosperidad común” y que ahora, tras el XVIII Congreso, se asume oficialmente con un discurso diferente al de Bo pero reconociendo que no iba errado: “China debe ser una sociedad moderadamente próspera”. Pero los matices son importantes y entre “prosperidad común” y “sociedad moderadamente próspera” hay una diferencia que pone en cuestión las esencias del sistema.
La izquierda china entiende que para lograr lo primero se tiene que implementar una serie de medidas por parte del gobierno que vayan destinadas a restablecer los vínculos orgánicos del PCCh con las bases. Traducido, lucha masiva contra la corrupción y no sólo contra la privada, sino también y sobre todo contra la estatal y la aplicación de la “justicia revolucionaria”. Pero no adelantemos acontecimientos.
Bo se había convertido en un problema serio para el Partido. Por eso, cuando fue defenestrado en marzo de 2012, Wen Jiabao –primer ministro- criticó abiertamente el Modelo Chongqing y acusó a Bo Xilai de “revivir la Revolución Cultural”. Curiosamente, mientras que en el interior de China apenas de volvió a hablar de Bo hasta agosto –cuando se inició el juicio contra su mujer y sus prácticas corruptas- toda una maquinaria internacional (Wall Street Journal, New York Times, Financial Times y hasta la secta Falung Gong; todos ellos tienen páginas web en chino y publican suplementos semanales sobre China) hizo leña del árbol caído publicando una saga de corrupción alrededor del ex dirigente de Chongqing. Lo que había que extirpar era un modelo económico que podría comprometer en un futuro no muy lejano el capitalismo realmente existente y que adquiría la fuerza del ejemplo en China y un no oculto temor entre la clase dirigente, corrupta y procapitalista. Y no digamos en Occidente.

La izquierda china: el Colectivo Utopía
Aquí hay que hablar de la izquierda china, agrupada alrededor del Colectivo Utopía (su página web, www.wyzxsx.com, es bloqueada intermitentemente por el poder y en el momento de escribir este artículo era inaccesible). Utopía había manifestado públicamente su apoyo al Modelo Chongqing aunque sus propuestas van mucho más allá como la socialización de la riqueza, la propiedad pública de los medios de producción y el fortalecimiento de la moral socialista. Pero tanto Utopía como Bo Xilai coincidían en impulsar una ampliación del sector público y el bienestar social, así como una recuperación de los valores culturales y morales de la etapa maoísta. Es lo que en Chongqing se denominó “promover la cultura roja” y que consistía en recuperar las expresiones artísticas maoístas –entonar “El Este es rojo” en el aniversario de Mao es una manifestación de cómo ha calado este sentimiento entre la población- y “fortalecer la moral socialista”, para lo que era imprescindible contar con los medios de comunicación. Aquí volvía a haber una coincidencia estratégica entre Utopía y Bo Xilai, puesto que las propuestas de ambos consistían en apuntalar una televisión y radio populares, sin publicidad, y “con orientación didáctica”.
Y, de nuevo, el aparato dirigente junto a blogueros seguidos en Occidente –como algunos casos sonados en Cuba o en Yemen, por mencionar los más llamativos- y los medios occidentales capitalistas volvieron a arremeter contra este “proyecto de renovación socialista” al que equiparaban, lisa y llanamente, con la Revolución Cultural. No obstante, guste o no, en China hay memoria y gran parte de la población continúa considerando que el país era, bajo Mao, uno de los más igualitarios del mundo y ahora es justo lo contrario.
El poder lo sabe, y teme la reacción social. De ahí que, tras el XVIII Congreso del PCCh, “el socialismo con características chinas” comience a abarcar aspectos como la lucha contra la pobreza, la reducción de las desigualdades o el desarrollo sostenible que no habían sido tenidos en consideración en estos 30 años del camino económico ideado por Deng Xiaoping.
Se ha iniciado una tímida rectificación por miedo, no por necesidad y en ella han influido tanto las turbulencias económicas que vive el mundo desde el inicio de la crisis capitalista, en 2008, como las respuestas populares que se están produciendo en todas partes. La actitud del aparato del PCCh frente a las protestas no es muy diferente de las que ofrecen los gobiernos derechistas en Madrid, Atenas o El Cairo: la represión. Como un aviso a navegantes, el 21 de diciembre la policía disolvió con dureza una manifestación de obreros de una fábrica de zapatos en Guangan (Sichuan), la ciudad natal de Deng Xiaoping, que reclamaban el pago de dos meses de sus salarios. El 25 de diciembre la situación volvía a repetirse en Wuhan (capital de la empobrecida Hubei) cuando los obreros protestaban por el impago de salarios y cierre de la fábrica de papel en que trabajaban. Pero los obreros no sólo se manifestaban, sino que habían ocupado el ayuntamiento. Cuatro días más tarde, como se ha dicho antes, el nuevo secretario general del PCCh visitaba varios pueblos de Hubei. Y el mismo día 25 de diciembre en Tongling (Anhui) cientos de médicos y enfermeras de un hospital perteneciente a una importante empresa de propiedad estatal, Tongling Nonferrous Metals, bloquearon todos los accesos a la ciudad demandando el pago de sus salarios.
Se podrían relatar miles de estas manifestaciones y protestas. En muchas de ellas la gente porta los retratos de Mao como bandera, sin otros eslóganes. Hay una suma y sigue de las luchas obreras y, al mismo tiempo, se constata un cierre de filas entre el capital transnacional, el aparato del PCCh, los medios de comunicación y un cierto sector de los intelectuales y académicos (como los del manifiesto citado más arriba) que harán todo lo posible por reconducirlas y/o reprimirlas. El viaje del nuevo secretario general del Partido a Hubei va en esa dirección y, una ironía del destino, es algo que había impulsado Bo Xilai: en Chongqing los funcionarios del Comité Local tenían que realizar dos visitas a la semana a las zonas rurales para observar la situación y recibir las quejas y sugerencias de la población. En esas visitas tenían que vivir en las casas de los aldeanos, no alojarse en hoteles. Justo lo que ha hecho ahora Xi Jinping, que ha compartido comidas con los aldeanos en sus casas.
Es pronto para saber si en esta ocasión el PCCh va aplicar las resoluciones del XVIII Congreso o los gestos que ahora está haciendo van a ser algo más que gestos, un cambio de rumbo. Desde 1996 se viene hablando de la construcción de una “civilización socialista espiritual” que no es más que una denominación cínica de un corrosivo enriquecimiento de la élite política y económica y en el anterior congreso, en 2006, se aprobó una resolución que abogaba por “el sistema socialista como un valor fundamental”. Nada de ello se ha llevado a la práctica hasta ahora, a excepción de un fugaz momento, en 2011, con motivo de la conmemoración del 90 aniversario de la constitución del PCCh. Terminados los fastos, terminadas las intenciones. El PCCh, los líderes civiles, para ser exactos, se encuentran en la tesitura de mantener la promesa de defender la constitución socialista aún vigente –pero apenas aplicada- o caer definitivamente en el capitalismo neoliberal que han venido desarrollando estos últimos 30 años. Enfrente tienen a una base histórica obrero-campesina a la que ahora se suman universitarios y jóvenes que apuestan por un giro a la izquierda y un futuro socialista. Incluso el Colectivo Utopía y sus propuestas de “renovación socialista” han llegado a decir que el Modelo Chongqing era la única esperanza de evitar una “revolución violenta” en China aunque hay quien, como Sima Nan, uno de sus más conocidos integrantes, opina que fue un error estratégico el identificarse demasiado con los postulados de Bo Xilai.
El capitalismo está en fase terminal, pero el proceso se aceleraría si en China hubiese un giro a la izquierda. De ahí el pánico que en Occidente se siente ante iniciativas tan moderadas como las del Modelo Chongqing o ante la cada vez mayor oleada de protestas socio-políticas del pueblo chino contra el modelo impuesto desde Beijing. Una reorientación de este modelo se intuye en las resoluciones del XVIII Congreso, pues no en vano se habla de una reorientación de la economía para dejar de estar centrada únicamente en la exportación y comenzar a tener en cuenta el consumo interno, así como esa mención a una “sociedad moderadamente próspera”. Una curiosidad más que aparece en las resoluciones: resulta que ahora en poder chino se da cuenta que hay que “regular” el papel de los medios de comunicación porque lo que hay “no se ajusta al nuevo entorno” y “no puede separarse de la realidad política del país” (8). O sea, lo mismo que había planteado Bo Xilai, lo que reclama el Colectivo Utopía y lo que critican lo periodistas por el “impacto corrosivo de la comercialización” en el tratamiento de la información.
Si se cumple todo lo acordado en este XVIII Congreso y no es sólo otra muestra más de retórica estaremos asistiendo a un giro gigantesco en lo conocido hasta ahora, así sea moderado puesto que ya no se legislará únicamente para la clase media urbana –y, sobre todo, la ubicada en las ciudades costeras- sino para todo el pueblo. Y eso, en China, es abarcar una enorme masa de campesinos y obreros muy descontentos con el modelo actual puesto que no les ha tenido en cuenta.
Tras este XVIII Congreso del PCCh el país está en una encrucijada: o se convierte en el refugio seguro del capitalismo global o le entierra definitivamente. En el interior del Partido hay varias corrientes que, sin ser expresamente maoístas, sí se oponen a las medidas neoliberales. Algunos de ellos han participado en los actos conmemorativos del natalicio de Mao organizados por el Colectivo Utopía en Beijing -con la asistencia de ex funcionarios del gobierno, generales del ejército y reconocidos maoístas (9)-aunque no está claro lo que supone este paso y si ello es el inicio de una corriente de izquierda dentro del Partido o el anuncio de una mayor resistencia a los neoliberales que siguen desmontando el sistema de bienestar público. Las bases –campesinos, obreros, trabajadores migrantes y pobres- ya han reaccionado y han comenzado a pasar a la ofensiva. Un dato: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que gracias a la lucha obrera los salarios en China se han triplicado en la última década y que para este 2013 subirán otro 9% (10).
Notas:
(1) Diario del Pueblo, 31 de diciembre de 2012.
(2) Ibid.
(3) Reuters, 31 de diciembre de 2012.
(4) Alberto Cruz, “China: ejército, geopolítica y retorno a Mao” http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article1205&lang=es
(5) Diario del Pueblo, 28 de diciembre de 2012.
(6) Xinhua, 27 de julio de 2011.
(7) Li Chengrui, Xiantian Gong, Han Xiya, Rixin Liu y Zhao Guangwu: “China: Los viejos revolucionarios se posicionan sobre la actual proliferación de huelgas de trabajadores”http://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article892
(8) Diario del Pueblo, 5 de enero de 2012.
(9) Global Times, 28 de diciembre de 2012.
(10) OIT, Rapport mundial sur les salaires 2012/13: Salaires et croissance équitable, 7 de diciembre de 2012.
Alberto Cruz es periodista, politólogo y escritor. Su último libro es “La violencia política en la India. Más allá del mito de Gandhi”, editado por La Caída con la colaboración del CEPRID. Los pedidos se pueden hacer a libros.lacaida@gmail.com o bien a ceprid@nodo50.org albercruz@eresmas.com

ELECCIONES EN EL BENI II


28-01-13

ELECCIONES EN EL BENI

II

Una vez conocidas las cifras definitivas del cómputo electoral en el Beni, constatamos que, efectivamente la diferencia entre el MAS y la DERECHA fue de 8 puntos porcentuales. Eso significa que todavía la decadencia y derrota de esa derecha cavernaria de latifundistas y gamonales oligarcas en ese departamento tomará algún tiempo.

Sin embargo lo realmente lo  interesante del proceso electoral beniano, ha sido la catastrófica derrota de la disidencia indígena de los esbirros “originarios” de la derecha como Nuni, Fernando Vargas, Adolfo Chávez y compañía que no han alcanzado los dos puntos porcentuales.

Esta derrota de los “disidentes” indígenas significa que la pretendida “división” indígena no es tal y que pese a toda la propaganda mediática, estos sujetos despreciables no mueven a nadie en sus propios pueblos y que toda la fanfarria del conflicto sobre el TIPNIS no fue sino una gran manipulación mediática.

En realidad los verdaderos derrotados de la elección beniana son precisamente esos traidores de sus pueblos que no han tenido la vergüenza de aliarse con sus eternos e históricos enemigos que son los oligarcas y más aún con la propia embajada de los Estados Unidos como en el caso de Rafael Quispe.

Finalmente, por otra parte, llama la atención el alto nivel de la abstención que ha sobrepasado los 30 puntos. Esto significa que todavía un gran contingente de la clase oprimida y discriminada del campo beniano no ha participado del evento en la convicción de que las elecciones no cambiarán nada en su vida de pobreza extrema.

En conclusión, esa ventaja obtenida con la desaparición de la “disidencia” indígena es mucho más importante que la “derrota” electoral del MAS.


PCmlm.

miércoles, 23 de enero de 2013

LAS ELECCIONES DEL BENI

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24-01-13

LAS ELECCIONES DEL BENI

I

Todavía no se conocen los resultados oficiales de la elección para Gobernador/a del Beni, aunque los vaticinios, las encuestas de boca de urna y los conteos rápidos ya han dado el triunfo a la candidatura de la derecha oligárquica de los terratenientes, latifundistas y gamonales unidos a los viejos banzeristas, movimientistas, eneferistas y miristas coaligados.

El MAS con su candidata Jessica Jordán ha obtenido una votación por encima del 40%, lo cual significa un significativo aumento en relación a las anteriores elecciones.

No es una novedad que en un departamento (no una región), como el Beni, la dominación política, económica e ideológica de la derecha cavernaria ha sido y es una realidad imposible de negar. Lo difícil será lograr que de una vez por todas el pueblo beniano constituido principalmente por sus campesinos explotados por los ganaderos latifundistas y sus naciones originarias oprimidas, logren liberarse de la coyunda oligárquica y constituir un gobierno local popular y democrático.

Lo que debemos señalar es que, con todos los defectos que se puedan encontrar a la campaña del MAS, los revolucionarios apoyamos firmemente a doña Jessica, criticando duramente la aceptación en el movimiento de viejos oligarcas de la calaña de Guiteras (ADN) y de Majluf (MNR).

Es una política errada y peligrosa la de pensar que “ganando” a unos cuantos conocidos reaccionarios se incrementará el apoyo electoral al MAS. Por el contrario, la presencia de esos elementos infiltrados, no hace otra cosa que desmoralizar a los verdaderos militantes anti-oligárquicos que finalmente deciden incluso por la abstención, la misma que rebasó el 30%.

En una próxima oportunidad y con los resultados oficiales, completaremos nuestro análisis político de las elecciones en el Beni.

PCmlm.

martes, 22 de enero de 2013

MALI Y EL TERRORISMO MADE IN USA


22-01-13.

MALI Y EL TERRORISMO MADE IN USA

La República de Malí es un territorio del Sahel Africano (frontera del Desierto) que ha formado parte durante dos siglos del colonialismo francés que denominó toda la región como el África Occidental Francesa.

En realidad Malí está constituido por dos regiones muy bien diferenciadas, el sur de carácter netamente africano y el norte, un territorio propiamente saheliano con una población también muy diferente y constituida por la nación azul de los TUAREG.

El Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA), tiene o tenía todas las características de un movimiento revolucionario nacional anti-colonialista y es por ello que las potencias occidentales hicieron y están haciendo causa común para aplastar el movimiento revolucionario tuareg que tenía fuertes lazos de alianza con la Libia de Gadafi.

Sin embargo, como no podía ser de otra manera, aparece el imperialismo norteamericano primero para acabar con Gadafi y luego desnaturalizar el movimiento tuareg e infiltrarlo con sus conocidas y brutales  organizaciones terroristas como Al Qaeda y los Salafistas.

A estas alturas, el problema se ha complicado totalmente, pero lo que está completamente claro es que el imperialismo euro-yanqui, esta vez encabezado por la Francia “socialista” de Hollande, pretende destrozar ese país, sembrar la confusión, masacrar mediante bombardeos a la población originaria tuareg y apoderarse de los ingentes recursos mineralógicos del norte Azawad, rico sobre todo en uranio actualmente en manos de transnacionales francesas.

Allá donde encontremos a los bandidos occidentales agrediendo a los pueblos, los revolucionarios condenaremos sus intervenciones abusivas mediante ejércitos imperialistas transnacionales apoyando, en unos casos y combatiendo en otros, a los grupos terroristas creados por ellos mismos, según el interés imperial. Esta vez tomando partido por una fracción malinense que responderá, de todos modos a los intereses imperialistas.

La situación política no puede sino ser de agresión imperialista a un país soberano que tendría que solucionar sus problemas internos soberanamente.

No podemos decir con seguridad actualmente qué ocurre realmente en el frente insurgente por la presencia de aquellas estructuras terroristas  creadas por el propio imperialismo yanqui.

¡Fuera de Malí y del África las potencias colonialistas!
¡¡Fuera del África todos los imperialistas!!
¡¡Fuera del África el AFRICACOM!!

PCmlm.

viernes, 18 de enero de 2013

LUMUMBA Y EL CONGO


LUMUMBA Y EL CONGO
 l Congo me ha hecho;
 yo hago al Congo,
 lo prolongo.
Patrice Lumumba.

1. LA HISTORIA REVOLUCIONARIA DEL CONGO.

El Congo ex-Belga, luego Zaire bajo la dictadura del nefasto Mobutu y nuevamente Congo Democrático bajo la conducción revolucionaria de Laurent Desiré Kabila, protagonizó una de las revoluciones más importantes, heroicas y sacrificadas a mediados de la centuria pasada por lograr su independencia y su autodeterminación. Chocó su indeclinable amor por la libertad con la confabulación más indigna de todo el siglo de parte de los poderes imperiales y del poder colonial belga que, utilizando malignamente las diferencias tribales y la demagogia más desenfrenadas, trataron de impedir que surja en el corazón el Africa una poderosa nación como ejemplo para todos los pueblos africanos.

El drama contemporáneo congoleño se inicia en 1960, cuando los vientos anticolonialistas soplaban vigorosamente en todo el continente negro. Efectivamente, el 1° de julio, Bélgica, a regañadientes, concedía la independencia al Congo en una ceremonia que tenía la presencia del Rey belga Balduino.

Poco a poco se va destacando nítidamente la figura singular y heroica de Patrice Lumumba como líder indiscutible de un Estado y pueblo multinacional que se encontraba en pleno proceso revolucionario con el repliegue del colonialismo. Sin embargo, el Congo tenía un territorio muy rico en materias primas naturales, sobre todo la provincia de Katanga, al sur, donde tenía su base la famosa Empresa multinacional del uranio, La Unión Minera de Alto Katanga. Naturalmente, los poderes mundiales de Occidente, no podían permitir la pérdida de esas riquezas y planearon meticulosamente la agresión al Congo y la transformación de la independencia en un proceso manejado por ellos y lograr la dependencia de nuevo tipo al estilo latinoamericano de democracia e independencia formal y sujeción y dependencia total en lo económico y político.

Inmediatamente después de la declaración de la independencia, se fue desplegando el plan criminal del imperialismo norteamericano y sus aliados: el colonialismo belga y las Naciones Unidas, bajo la conducción de su secretario general Dag Hammarskjold. Reconociendo formalmente la independencia del Congo y la dirección real de Patricio Lumumba, se acordó la presencia en el país de fuertes contingentes de Naciones Unidas para "garantizar" la transición pacífica a la independencia y la "protección" de los europeos residentes en el Congo. Esos contingentes eran precisamente los encargados de escamotear la libertad que había conseguido el pueblo en su lucha heroica.

A los pocos días, el 11 de julio de 1960, continúa el drama con la declaración de "independencia" de Katanga como «estado» al margen del Congo bajo el liderazgo espurio de Moise Tshombe, una miserable marioneta de los poderes imperiales que, traicionando a su pueblo y a su raza, se pone al incondicional servicio de los intereses anti-nacionales de la forma más brutal y cínica. En realidad se declara una verdadera guerra interna porque por arte de magia, Tshombe muestra todo un ejército organizado, naturalmente por los mercenarios belgas que bien pagados por la Unión Minera, comandan destacamentos racistas. Las fuerzas patrióticas que respaldan al gobierno del Primer Ministro Lumumba, tienen el pleno apoyo del pueblo, las masas populares comienzan a comprender que en Lumumba tienen un líder incorruptible que lucha y luchará junto a su pueblo contra sus enemigos. Su prestigio crece como las "sombras cuando el sol se pone" y ése es pues un gran peligro para los espurios intereses de Occidente.

Sin la ayuda o mejor intervención directa de los mercenarios y las tropas de las Naciones Unidas, la guerra civil interna hubiera terminado muy rápidamente dado el enorme prestigio de Lumumba y el respaldo de todos los pueblos congoleños a su conducción y su política. Sin embargo, además de esas fuerzas externas reaccionarias, se contaba con la hipócrita y solapada acción del Secretario de las NNUU, Dag Hammarskjold, que estimulaba y protegía ladinamente a Tshombe mientras saboteaba de todas las formas posibles a la administración legal de Lumumba. He aquí las pruebas:

«En mi conferencia de prensa de ayer expresé las graves razones que impulsaron al gobierno a pedir al presidente del Consejo de Seguridad que examinase el problema del envío inmediato de un grupo de observadores neutrales al Congo para asegurar el control de la aplicación de la resolución del 14 de julio de 1960.....
(La resolución del 14 de julio decidió el retiro de las fuerzas militares de Bélgica del Congo, el envío de tropas de la ONU y la colaboración con el gobierno legítimo de Lumumba. A esta resolución siguieron otras dos en el mismo sentido)
El secretario general de las Naciones Unidas actuó como sí no existiese un gobierno de la república....

El pueblo congolés considera sus contactos y reuniones con Tshombe, así como las seguridades que dio a éste como una pura traición... En el Congo nadie aprueba las medidas que hasta ahora han sido tomadas en cuanto al problema del Congo, por el Secretario General.... Muchos crímenes se han perpetrado en Katanga debido a la demora del secretario General de las Naciones Unidas en cuanto a la puesta en vigencia de las decisiones de las Naciones Unidas... Esos repugnantes crímenes han sido ocultados al público... Todos los días recibo alarmantes noticias de distintas partes de Katanga, y todos los días la población de Katanga pide al gobierno que intervenga y la libre de la opresión del grupo Bélgica-Tshombre... Ha transcurrido más de un mes desde que depositamos nuestras esperanzas en las Naciones Unidas, más de un mes de espera. Hace ya más de un mes que esperamos que su resolución se cumpla.... Somos los amos de nuestro destino y haremos del Congo lo que queremos que sea, y no lo que quieran otros...»     (1).

Lumumba pudo comprobar en la práctica que Hammarskjold, el Consejo de Seguridad y las Naciones Unidas, así como Bélgica y los Estados Unidos, no solamente pretendían derrocar al gobierno legítimo, sino también desmembrar al Congo para convertirlo en una serie de mini-estados más susceptibles de dominación (divide y vencerás).

«Nosotros conocemos los horrores del colonialismo pero éste creo, nunca había llegado a un punto tan bajo y tan vergonzoso. ¿Qué quieren los belgas?. Ellos saben que sin nuestras riquezas, su país y su economía se verán en dificultades. Por esta única razón, por el egoísmo y la ceguera de un grupo de rapaces aprovechadores, de hombres que con sus sociedades anónimas chuparon durante un siglo nuestra sangre, han provocado la crisis congolesa, lanzando al mundo al borde de una guerra...» (2).

«La continuación de la crisis política provocada por el jefe de Estado, señor Kasavubu, el 5 de septiembre de 1960, torna inminente el grave peligro de la total disgregación del Congo. Un régimen de anarquía y dictadura ha reemplazado el régimen democrático establecido por el pueblo congolés el 30 de junio de 1960. Una minúscula minoría asesorada y financiada por ciertas potencias extranjeras, se dedica a una permanente actividad subversiva. La capital de la república es escenario de desórdenes, en los que un puñado de militares a sueldo violan incesantemente la ley y el orden...» (3).

Poco a poco y sistemáticamente la subversión, el sabotaje y la infamia, se van convirtiendo en acciones militares agresivas directas contra el gobierno legítimo y legal. Se trata, para ganar la guerra, de sacar del camino al principal obstáculo, se trata de aniquilar a Patricio Lumumba.  El 23 de julio de 1960, Lumumba emprende viaje al extranjero en un intento de conseguir apoyo internacional a su gobierno. Visita, en primer lugar los Estados Unidos, es decir a las Naciones Unidas y luego varios países africanos de los cuales obtiene apoyo total e irrestricto y entonces nacerá la Conferencia Panafricana de Leopoldville realizada del 27 al 31 de agosto.

El 5 de septiembre se precipita la crisis y naturalmente el enfrentamiento decisivo entre las fuerzas patrióticas y revolucionarias de Lumumba y las fuerzas del imperialismo y sus lacayos de las NNUU y las locales vendidas o compradas. El presidente de la República del Congo, Joseph Kasavubu destituye a Lumumba y el jefe militar, la siniestra figura del futuro del Congo Joseph Mobutu, cierra violentamente el parlamento legítimo que había dado una y otra vez votos de confianza al primer ministro Lumumba.

Un régimen parlamentario, como era el congolés, no permitía ninguna destitución por parte del presidente, ya que el primer ministro tenía respaldo pleno del parlamento. Entonces, se trataba claramente de un golpe militar que desata un gran caos, pues las fuerzas lumumbistas eran muy grandes y emprenden la resistencia y la oposición al régimen ya dominado por la figura siniestra de Mobutu Sese Seko.

El caos total se hace cargo del Congo y en Occidente se extiende, como reguero de pólvora, la versión de las 'atrocidades' cometidas por las fuerzas lumumbistas contra los europeos. Claramente se utiliza la noticia para justificar la intervención armada, con careta de la ONU, de las potencias occidentales, Inglaterra, Francia y Bélgica. Pero, una fuente neutral, señala que los abusos de todas las partes tienen el siguiente carácter:

«Echando una mirada retrospectiva sobre aquellas jornadas, resulta evidente que las violencias no alcanzaron nunca proporciones catastróficas. Los europeos muertos fueron quizá una docena. Las violaciones fueron acompañadas a menudo de actos encaminados a humillar el máximo a las mujeres víctimas. Los malos tratos infligidos a los hombres tendían sobre todo a degradarles. A menudo fueron elegidos sacerdotes y monjas, para hacerles objeto de insultos especiales. Los autores de las violencias fueron casi siempre soldados y policías, los paisanos tomaron raramente la iniciativa de atacar a nadie. En muchos casos, la mera intervención de un solo suboficial africano disciplinado o de un servidor adicto bastó para proteger a los europeos... Ocurrieron algunas cosas terribles..., pero la entidad de las violencias no debe ser exagerada: entre casi ochenta mil belgas residentes en el Congo en el momento de su independencia, menos del uno por ciento tuvo que lamentar auténticos malos tratos. (Colin Legum). Según el libro blanco, el balance de dos semanas de revuelta se resume en quince blancos muertos (diez a tiros, dos quemados y tres lapidados) doscientas cincuenta y una mujeres europeas violadas y doscientas treinta personas gravemente maltratadas. Crawford Young comenta: Aunque se ciertos momentos hubieron podido producirse auténticas matanzas, el número de los muertos europeos fue relativamente insignificante y no sobrepasó las dos docenas...» (4)

Es en esta época cuando surge la intervención abusiva y cínica de los mercenarios europeos utilizados por el colonialismo contra el pueblo congolés. Se abren verdaderas oficinas de reclutamiento de los llamados "perros de la guerra" es decir asesinos profesionales, terroristas de tendencias fascistas y delincuentes comunes que bien pagados por los gobiernos de Bélgica, Francia e Inglaterra, para apoyar a Tshombre y en general a todas las fuerzas reaccionarias del Congo en su infame guerra contra un pueblo pobre y desarmado.

"Para ello (para prever la pronosticada repatriación de los oficiales  europeos) se abrieron en Europa, Suráfrica y Rhodesia diversos centros de reclutamiento; mientras el ministerio katangueño de Defensa  José Yava, en misión especial en Francia, conferenciaba con los círculos militares de aquel país y el coronel Trinquier -un veterano de Argelia pasado al servicio de la provincia secesionista-, se encargaba de seleccionar y enrolar los elementos idóneos. +A través del mundo, desde los bares lóbregos de Johanesburgo, desde los contornos de la plaza Brouckere de Bruselas a los ´pies negros´ de Marruecos y de Tunez, comenzó a correr la voz de que todos los exmilitares podían entrar en servicio en Katanga como instructores... No hacía falta más para que desde Bélgica, Africa del Sur y del Norte, Medio Oriente e incluso Canadá, un río de aventureros... intentase llegar a Katanga... No obstante, la mayor parte eran belgas..."(5)

Los nombres tenebrosos de Guido Weber, Champión, Crevecoeur, Renato Faulques,  Andrés Crémer,  Mike Hoare, Jean Schramme (Black Jack), están estrechamente ligados a los verdaderos crímenes de lesa humanidad que se cometieron en el Congo y que fueron maliciosamente cargados a los luchadores por la independencia. La infamia de los mercenarios, no tiene nombre, sin embargo las famosas Naciones Unidas jamás se dieron por enteradas de las atrocidades cometidas por esta carroña humana que tuvo en el Congo su principal escenario.

Estos mercenarios comandaron las fuerzas de Katanga que intentaron aplastar la revolución, pero fueron sobre todo las maniobras contra Lumumba las que determinarían la derrota temporal de la revolución.

La ayuda militar abierta e ilegal de Bélgica y sus aliados a Tshombe y su "estado" secesionista fluía desde Europa a través de los puentes aéreos establecidos oficialmente por las autoridades y en abierta violación de los acuerdos de las Naciones Unidas:

"El 19 de julio, los efectivos metropolitanos en el Congo sumaban diez mil hombres, ocho mil de los cuales se hallaban en Katanga. Entre el 11 de julio y el 8 de septiembre de 1960, un puente aéreo transportó desde Bruselas a Lubumbashi más de cien toneladas de armas -morteros, ametralladores, carabinas automáticas FN 38-, con sus correspondientes municiones....."(6).

Occidente, representado esta vez por la diminuta y ridícula nación belga, se movía desesperadamente para asesinar a Lumumba y retener el enorme territorio del Congo y sus riquezas naturales. Todos los medios, sin excepción alguna, eran empleados por Bélgica y sus aliados para impedir la libertad del Congo. La historia contemporánea no ha hecho el menor esfuerzo para denunciar esa infamia hecha política el año de 1960 contra el continente negro.

Pero, todavía debía llegar lo peor, es decir el frío y brutal asesinato de Patricio Lumumba el héroe máximo del Africa negra en la lucha por su independencia y libertad.  Bélgica y la administración norteamericana de Eisenhower montaron la siniestra operación "Barracuda" que consistía en la eliminación física de Patrice Lumumba. Desde su ilegal "destitución" por parte del Kasavubu, aquel había permanecido expectante en su residencia para ver cómo reaccionaba el pueblo congoleño respecto de las mutuas "destituciones". Claramente, si se hubiera obrado honrada y democráticamente, el destituido hubiera sido el Sr. Kasavubu y el verdadero poder hubiera pasado al Primer Ministro. Entonces, consciente de que su ruptura con el "presidente" era definitiva, decide trasladarse a Kisangani, la provincia oriental (Antiguo Stanleyville), donde su popularidad era incontestable. Su domicilio, en Kinshasa había estado resguardado por tropas africanas de las Naciones Unidas, pero un círculo exterior tenía tropas gubernamentales, con el claro propósito de impedir los movimientos de Lumumba.

 La noche del 27 de noviembre, Lumumba clandestinamente viaja hacia la provincia oriental desorientando a sus guardianes.

"Un convoy de ocho automóviles salió hacia Port Francqui, sin ser visto ni molestado al atravesar la capital; dicho convoy conducía, con el premier, al vicepresidente del senado, José Okito, al ministro de la Juventud Mauricio Mpolo, al ministro del Interior, Cristóbal Gbenye; y al ministro de Información, Aniceto Kashamura...."(7).

Sin embargo, la confianza de Lumumba era muy grande y en lugar de apresurar su viaje hacia una base segura, se distrajo mucho tiempo para responder a las manifestaciones de apoyo y respaldo entusiastas y calurosos que recibía de todas las poblaciones y comunidades por las que pasaba. El gobierno de Kasavubu y de Mobutu, comprendieron que si Lumumba llegaba a Kisangani, podría fácilmente levantar a todo el país en su respaldo poniendo en serios aprietos a los usurpadores del poder público.

Comenzó una persecución salvaje y brutal contra  Lumumba. Aviones, helicópteros, carros de combate y todos los recursos se emplearon para capturar a Lumumba.

«La CIA y otros servicios especiales extranjeros colaboran en la búsqueda del gran líder: una nave aérea con piloto europeo rastrea la dirección en que se han producido las concentraciones populares espontáneas e inoportunas, lo que facilita la localización del convoy donde viajaban Lumumba, su esposa, un hijo pequeño y varios compañeros.

En la madrugada del 2 de diciembre Lumumba es hecho prisionero en las cercanías de Port Franqui, conducido en avión a la capital y de allí al campamento militar de Thysville...El 17 de enero de 1961, en unión de sus ministros... también prisioneros y torturados como él, es enviado por Mobutu, atadas las manos a la espalda, a Elizabethville, capital de Katanga. La CIA, que cuenta con la luz verde de la administración Eisenhower, quiere dejar este asunto antes del cambio de poderes en los Estados Unidos. Un anterior intento de dos agentes de la CIA por envenenarlo había fallado.

Ese mismo día de su llegada, Lumumba es vilmente asesinado junto a sus compañeros, cerca del aeropuerto, con la participación de Munongo, ministro del Interior del Gobierno secesionista de Tshombe..."(8). 

El asesinato de Lumumba produce una conmoción en todo el mundo. Un líder africano de su prestigio, en el año de Africa (1960), reconocido ampliamente por su propio pueblo, admirado por su dignidad ante los poderes mundiales, es eliminado ante la faz del mundo por un régimen títere de Occidente después de sufrir torturas dignas del Medioevo europeo.

La desaparición de Lumumba marca un hito en la historia de Africa. A partir de entonces, la lucha se profundiza y alcanza los niveles de la guerra popular revolucionaria prolongada no solamente en el Congo sino en una serie de países africanos. Sin embargo no existe ya el líder carismático que conduzca la gran lucha. Occidente puede vanagloriarse de haber ganado una batalla histórica contra un hombre solamente armado por su dignidad.

El movimiento lumumbista se repliega a la provincia oriental bajo la dirección de Antoine Gizenga y comienza la desigual lucha armada contra Mobutu, Tshombe, Kasavubu, el colonialismo belga y su aliado el imperialismo norteamericano. Gizenga y su gobierno reciben el respaldo de los países recién liberados de Africa y del mundo socialista, por lo mismo tiene todas las posibilidades, aún sin Lumumba, de conseguir grandes victorias y la verdadera independencia del Congo. Se inicia una larga lucha con victorias y derrotas de la lucha armada. Gizenga es derrocado por las constantes y permanentes intrigas de Occidente.

Pierre Mulele, toma la posta lumumbista y desarrolla la guerra revolucionaria contra un régimen monstruoso y dinosáurico  que tiene a un tirano despreciable y deforme como Joseph Mobutu Sese Seko. Mulele es, seguramente, el más firme sucesor de Lumumba, tiene concepciones muy claras en cuanto a la revolución y por ello toma contacto con China maoísta en la cual encuentra pleno apoyo para el desarrollo de la guerra popular.

Lamentablemente comete el error de confiar en un acuerdo logrado entre el Presidente progresista de Congo (Brazaville), Marien N'Gouabi y el dictador Mobutu, regresa a Kinshasa, es recibido con honores por el sátrapa, pero pocos días después es apresado y asesinado luego de infligirle brutales torturas pues se dice que fue arrojado a un foso lleno de cocodrilos, como en el caso de Lumumba.

ANEXO.

«LA ULTIMA CARTA DE LUMUMBA A SU MUJER, PAULINE. (*)

Mi querida compañera:

Te escribí estas palabras sin saber siquiera cuándo te llegarán ni si estaré con vida cuando las leas. A lo largo de toda mi lucha por la independencia de nuestro país, nunca he dudado, ni un instante, del triunfo final de la causa sagrada a que mis compañeros y yo hemos dedicado toda nuestra vida. Pero aquello que nosotros queríamos para nuestro país, su derecho a una vida honorable, a una dignidad sin mancha, a una independencia sin restricciones; el colonialismo belga y sus aliados occidentales, que han encontrado apoyo directo e indirecto, declarado y no declarado, entre algunos altos funcionarios de las Naciones Unidas (*) --ese organismo en el que depositamos toda nuestra confianza cuando apelamos a su asistencia--, ellos, nunca lo han querido.

Ellos corrompieron a algunos de nuestros compatriotas y compraron a otros, contribuyeron a deformar la verdad y a ensuciar nuestra independencia. ¿Qué más puedo decir? Que muerto, vivo, libre o encarcelado por orden del colonialismo, no es mi persona lo que cuenta: cuentan el Congo, y nuestro pobre pueblo, con su independencia transformada en una jaula, donde se nos mira desde afuera, ya con cierta compasión benévola, ya con alegría o placer. Pero mi fe seguirá inmutable.

Sé, y lo siento desde el fondo de mí mismo, que tarde o temprano mi pueblo se librará de todos sus enemigos, internos y externos, que se levantará como un solo hombre para decirle que no, al colonialismo degradante y vergonzoso, y para reconquistar su dignidad bajo un cielo puro.

No estamos solos. Africa, Asia y los pueblos libres y liberados en todos los rincones del mundo estarán  siempre al lado de los millones de congoleses, que no cesarán de luchar sino el día en que ni los colonizadores ni sus mercenarios existan ya en nuestro país.

Quiero que a mis hijos, a quienes dejo para no verlos quizá nunca, se les diga que el futuro del Congo es hermoso. El Congo espera de ellos, como de todo congolés, la ejecución de la sagrada tarea de reconstrucción de nuestra independencia y de nuestra soberanía; porque sin dignidad no hay libertad, sin justicia no hay dignidad y sin independencia no hay hombres libres.

Las brutalidades, las sevicias, las torturas, no me han inducido nunca a pedir clemencia, porque prefiero morir con la frente alta, con mi fe inconmovible y mi confianza profunda en el destino de nuestro país, antes que vivir en la sumisión y en el desprecio a los principios que me son sagrados.

La historia dirá un día su palabra, pero no será la historia que se enseñe en Bruselas, en París, en Washington o en las NN UU: será la que se enseñe en los países liberados del colonialismo y de sus títeres. Africa escribirá su propia historia, de gloria y de dignidad, al norte y al sur del Sahara.

No me llores, compañera. Sé que mi país, que sufre tanto, sabrá defender su independencia y su libertad.

! Viva el Congo !       ! Viva Africa !

Patrice Lumumba. 

NOTAS  BIBLIOGRÁFÍCAS
1. Lumumba, Patricio. "Libertad para el Congo". Editorial Platina.  1962. Págs. 90, 91 y 92.
2. Idem.  Pág. 86.
3. Idem.  Pág. 114.
     4. Gianturco, Corrado.  "La Revolución Congoleña". Editorial Bruguera. España 1972. Págs. 184 y 185.
5. En Gianturco. p. 244 y 245.  R. Trinquier, citado por Jules Chomé. Op. Cit. Pág. 353
6. Idem. Gianturco.   Págs. 216 y 217.
7. Idem. Gianturco.  Págs. 242 y 243
8. Lumumba. Citada. Págs. 132 y 133.