viernes, 9 de septiembre de 2011

MENTIRAS, MENTIRAS Y MÁS MENTIRAS

04-05-11
Comentario Internacional No. 48
MENTIRAS, MENTIRAS Y MÁS MENTIRAS
 


- La primera víctima de la guerra de agresión, es la verdad.
- La mentira como propaganda (Goebbels)
- Todo lo que escuchamos de los dirigentes del Imperialismo son otras de sus mentiras.
- La mentira repetida mil veces, no se transforma en verdad, pero algo queda……
- Las grandes mentiras del Siglo XX
- Las nuevas grandes mentiras del siglo XXI.
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No nos cansaremos de sobresaltar repetidamente el gran cúmulo de mentiras que propaga el imperialismo yanqui para engañar a la opinión pública mundial y para ocultar sistemáticamente sus crímenes e inventando otros supuestos de sus adversarios que siempre son los pueblos oprimidos del mundo.

Las mentiras suman y siguen…..

Mintieron descaradamente cuando hicieron creer al mundo que habían llegado a la luna cuando sus expediciones “espaciales” sólo podían dar un salto mezquino y con varios fracasos, pues se encontraban muy por detrás del adelanto soviético de la época cuando éste ya había puesto al primer hombre (Gagarin), a la primera mujer (Tereshkova) y al primer animal (la perra Laika), en el espacio cósmico. Últimamente se ha conocido el libro de John Logsdon “John Kennedy y la carrera a la luna”, en el que narra la desesperación de Kennedy ante la enorme superioridad soviética en la carrera espacial. En consecuencia precipita un viaje sub-espacial de 15 minutos. En una Junta improvisada Kennedy suplica: “Ojalá alguien pueda decirme cómo compensar el retraso”. Encontremos a alguien, quienquiera que sea, así sea el conserje allí” y “Nada es más importante que eso”. Así surgió la idea del “conserje”, para engañar al mundo. . Como prueba de lo dicho, a casi cincuenta años del pretendido “alunizaje”, el imperio acaba de cancelar todo programa espacial por incapacidad de continuar con su astronómica mentira del Siglo XX.

«Walter A. MacDougall, historiador y autor de: “El cielo y la tierra; una historia política de la era espacial”, ha sugerido que los mensajes periódicos de colaboración espacial de Kennedy “Eran simples ejercicios de consolidación de su imagen…” La meta de Kennedy fue alcanzada el 20 de julio de 1969, cuando Leil Armstrong y luego Buzz Aldrin pisaron la superficie gris del Mar de la Tranquilidad…En el libro y la entrevista Logsdon buscó consuelo (sic) en la idea de que viajar a la luna por lo menos “siempre será un hito en la experiencia humana y particularmente en la historia de la exploración humana y quizás de su expansión ulterior”. Incluso los críticos (sic) como MacDougall reconocieron que “tal vez no existía ninguna justificación posible para Apolo, pero, por Dios, no podíamos no hacerlo….(sic) (The New York Times. Una selección semanal ofrecida por La Razón. Sábado, 4 de junio de 2011.)

Resulta pues que este  “consuelo” y la “ninguna justificación posible para Apolo”, nos está mostrando y revelando que los autores de ambos libros, Logsdon y MacDougall, saben muy bien que tal viaje no existió pero no pueden decirlo por razones obvias.

Mintieron descaradamente cuando imputaron al régimen revolucionario campesino de los Khmeres Rojos de haber perpetrado la masacre de tres millones de kampucheanos durante su régimen, cuando en realidad, la inmensa cantidad de pobladores de Kampuchea fue masacrada por los bombardeos más inhumanos de la historia sobre suelo khmer. Se sabe a ciencia cierta que las bombardeos yanquis lanzados sobre Kampuchea y Laos fueron más intensos y mayores que los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. (Ver el testimonio de Noam Chomsky y Edward S. Herman, “Los Guardianes de la Libertad”. Grijalbo Mondadori. Págs 283 y siguientes. 1995.)

Mintieron descaradamente cuando afirmaron que Irak tenía armamento nuclear de destrucción masiva para justificar su agresión y apoderarse del petróleo irakí, cuando ellos mismos estimularon a Saddam Husein y lo armaron con todo tipo de armamento para atacar al Irán de los Ayatholas en una guerra que duró ocho largos años desangrando a dos pueblos hermanos. Su mentira criminal ocasionó un millón de víctimas al pueblo y país que es cuna de la civilización, de la cultura y de la escritura.

Mintieron descaradamente cuando culparon a los somalíes de ser y desarrollar actividades de piratería cuando los únicos piratas de siempre fueron primero los holandeses, después los ingleses y finalmente los norteamericanos modernizaron esas “hazañas”. ¿No son acaso famosos los nombres del “Pirata Morgan”,  del “Pirata Drake” y otros que asaltaban las flotas españolas que transportaban los minerales del Alto Perú para España? Por el contrario, lo único que hacían los patriotas somalíes pescadores era defender sus recursos marítimos que pretendían ser contaminados con la basura nuclear que oculta sistemáticamente el Imperio en todos los remotos lugares del planeta, algunas veces con la total ignorancia de los países “depósito”.

Mintieron descaradamente cuando fabricaron el famoso “Incidente de Tonkín”, como si Vietnam fuera el agresor,  para justificar su sangrienta agresión contra Vietnam que le costó a ese país asiático 4 millones de víctimas inocentes. Esa gran mentira inició la larga guerra de liberación que dio la victoria al heroico pueblo vietnamita que derrotó al Imperio que tuvo que retirarse con el rabo entre las piernas y llorando como cobardes que son por su derrota.

Mintieron descaradamente cuando acusaron a Corea del Norte de agredir al Sur, cuando en realidad el plan consistía en presentar a Corea Popular como provocadora que justificara un ataque nuclear incluso a la China Popular. Los generales fascistas de la calaña de MacArthur, preparaban a marchas forzadas la agresión nuclear a la China y cuando ésta no tenía todavía el arma atómica.

Una mentira de carácter cósmico resulta ser el gran atentado a las torres gemelas del World Trade Center. Ya no soportan las mínimas críticas las explicaciones oficiales en torno a esos atentados. En primer lugar, no hubo avión alguno que se precipitara sobre el Pentágono, (Revisar el libro de Thierry Meyssan: “La terrible impostura”. 11 de setiembre de 2001. Ningún avión se estrelló en el Pentágono. A Editorial El Ateneo. 2002). Segundo, las torres no cayeron por el impacto de los aviones, por el contrario fueron dinamitadas y demolidas desde dentro por medio de explosivos premeditadamente colocados. Tercero, de los 20 000 personas que ocupaban habitual y diariamente las torres, solamente estaban 3000, lo que significa que las restantes 17000 fueron previamente notificadas de los “atentados” para ausentarse del trabajo.

Mintieron descaradamente cuando afirmaron que Gadhafi bombardeaba a la población civil. Los únicos bombardeos que no dejan duda alguna, porque son trasmitidos directamente por CNN, son las más de 15 000 misiones que siguen aumentando sobre Libia no obstante que la mayor parte del territorio ya se encuentra en poder de la OTAN.

Mienten descaradamente acusando a Siria de “masacrar a su pueblo”,  cuando lo que ocurre en ese país es un enfrentamiento entre sunnitas y chiítas, provocado precisamente por el Imperialismo y la CIA.

Y las mentiras siguen sin prisa ni pausa……………………
 PCmlm.

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