domingo, 11 de septiembre de 2011

EL DEBATE. EL PROCESO BOLIVIANO Y SUS CRÍTICOS

07-06-08

EL DEBATE.  EL PROCESO BOLIVIANO Y SUS CRÍTICOS

Como previmos en una anterior respuesta a los artículos de “A Nova Democracia”, consideramos muy conveniente la continuación de un debate que nos permite poner nuestros puntos de vista sobre el proceso de cambio boliviano, frente a las críticas que surgen de todos los costados, incluyendo aquellos que se dicen revolucionarios pero que en realidad lo único que hacen es repetir como papagayos toda la propaganda de la derecha reaccionaria y el trotskismo provocador.

La siguiente es nuestra respuesta al artículo aparecido en “A Nova Democracia” en junio de 2008. Año 6 No. 43, que nos ha sido enviado directamente a nuestra dirección, con el título de “Do processo de mudanza” ao impulsionamento da semifeudalidade”. Hacemos conocer, por otra parte, que “A Nova Democracia” se nos envía directamente para nuestro conocimiento y por lo tanto no se trata de una respuesta comedida de nuestra parte.

Como estamos seguros que “A Nova Democracia” no publicará nunca nuestras respuestas, en imitación de la política de la gran prensa reaccionaria que silencia las respuestas a sus ofensivas mediáticas contrarrevolucionarias, no nos queda otro recurso que mandar esta respuesta por vía Internet.


PUNTO 1.  LAS AUTONOMÍAS.

Efectivamente, el señor Wilson Enríquez toca uno de los problemas más álgidos y controvertidos de la coyuntura política boliviana. Empero su análisis está tan alejado del materialismo histórico que demuestra la inermidad ideológica de los críticos del proceso boliviano, precisamente por su total desconocimiento de la realidad nacional.

El Estado nacional boliviano no pudo en el transcurso de casi dos centurias, constituirse plenamente como tal. Ya en el siglo XX, surgen las oligarquías que provienen de la inmigración fascista europea que hacen su nido en Santa Cruz, reciben de parte de los gobiernos del MNR, de las dictaduras militares y del neoliberalismo, extensas tierras gratuitamente y enormes créditos para la implantación de la actual agroindustria cruceña. Echadas en 2003-2005 de una buena parte del aparato del Estado, estas oligarquías encuentran en el regionalismo provinciano su arma eficaz para oponerse al proceso de cambio gestado en El Alto por parte de las masas populares más explotadas y por las naciones oprimidas de la Formación Social Boliviana.

Enterrados como estaban los viejos partidos tradicionales, la oligarquía asentada en Santa Cruz se atrinchera en el oriente y levanta la bandera “autonomista departamental” en clara oposición al gobierno central. El regionalismo, el racismo, el anti-comunismo y otras expresiones reaccionarias, constituyen las armas preferidas de la oligarquía cruceña que finalmente logra articular, además, la capitalidad de la ciudad de Sucre como otro argumento contra el proceso y el gobierno.

La Agenda de Octubre que había sido concebida por la mayor insurgencia popular y revolucionaria de la historia de Bolivia, no podía menos que provocar la reacción furiosa de la derecha que inmediatamente comenzó a rearticularse ya no en base a partidos políticos sino a regionalismos departamentales donde tenía y tiene apoyo masivo. La lucha de clases en Bolivia, no es como quisiera nuestro buen amigo Wilson, la misma es muy complicada y no merece ser tratada de la forma ridícula como lo hace este sabiondo señor.

Como el mismo lo explicita, en Bolivia NO SE HA PRODUCIDO NINGUNA REVOLUCION, EL GOBIERNO NO TIENE EL PODER POLITICO SUFICIENTE PARA NACIONALIZARLO TODO, PARA EXPROPIAR Y EXPULSAR A LAS TRANSNACIONALES Y MUCHO MENOS PARA DECLARAR LA GUERRA AL IMPERIALISMO YANQUI, como parece desear nuestro crítico. ESTO DEBE SER COMPRENDIDO MINIMAMENTE POR LOS GRATUITOS CRÍTICOS.

El proceso de cambio, popular, democrático, progresista que tiene una base revolucionaria porque es el resultado de una lucha abnegada de medio siglo contra la impostura movimientista, las dictaduras militares fascistas y el neoliberalismo genocida y vende patria; es también nuestro como patrimonio de los pueblos, las clases, las naciones y los patriotas bolivianos por que fueron todos ellos los que lo conquistaron y en consecuencia, no pueden menos que sostenerlo, apoyarlo, profundizarlo y radicalizarlo, hasta alcanzar las metas estratégicas de la construcción socialista. Meta ésta que no aparece, efectivamente, en el programa del MAS, pero que está profundamente enraizada en el corazón de todos los bolivianos revolucionarios. Debemos pues luchar en las condiciones concretas que se dan en la realidad objetiva y no en los deseos de unos cuantos iluminados.

La derecha fascista logró amplio apoyo en sus departamentos para la idea autonomista que, en realidad, tiene como objetivo la separación de Bolivia de la llamada Media Luna. Se debe concluir que la idea de una descentralización administrativa es una necesidad de algunas regiones muy apartadas del territorio cuyos habitantes deben ir hasta la ciudad de La Paz para lograr determinaciones menudas de carácter local. Efectivamente, desde el punto de vista revolucionario, lo que corresponde es el fortalecimiento del Estado Nacional para el desarrollo socio-económico del país. Sin embargo, la unidad de Bolivia no puede hacerse realidad sino con el reconocimiento de la existencia de comunidades indígenas que son mayoría poblacional.

Es cierto que la derecha logró imponer con fuerza social el criterio de las autonomías departamentales y que una fracción del propio ejecutivo llegó a una conciliación. Sin embargo el carácter mismo de esas autonomías jamás fue aceptado por las competencias y atribuciones desmesuradas y separatistas que contenían sus documentos.

PUNTO 2.  EL GOBIERNO GAMONAL-SINDICALISTA.

No podemos comprender cómo se puede levantar un cargo tan insólito como el de gobierno “gamonal-sindicalista” para el actual gobierno del MAS. El gamonalismo es equivalente al de terratenientismo o latifundismo y finalmente semi-feudalidad o feudalidad plena. No conocemos en absoluto alguna autoridad del gobierno, de los movimientos sociales que posean grandes extensiones de tierras en el occidente, donde no existen grandes latifundios pues la Reforma Agraria de 1953 extinguió la casi totalidad de los viejos latifundios derivados de la Colonia y la república temprana del siglo XIX.

Por lo mismo resulta sumamente ridículo sostener la idea de una oligarquía gamonal-sindical porque hasta conceptualmente resulta anacrónica.

PUNTO 3.  LAS AUTONOMÍAS INDÍGENAS.

El marxismo-leninismo reconoce desde comienzos del siglo XIX, el derecho que tienen las naciones oprimidas a su autodeterminación que puede incluso llevarlas a la independencia nacional. Es importante estudiar el gran aporte leniniano-staliniano sobre el problema nacional y colonial en los casos austro-húngaro y ruso.

El Estado nacional no tiene futuro y enfrenta una disyuntiva: o se transforma en un Estado Multinacional democrático o se diluye en una balcanización a la que propenden las oligarquías de la llamada “Nación Camba”. Empero, ¿quién o quiénes son los que están trabajando todos los días para desmembrar Bolivia? Para “Enríquez” es el gobierno con sus propuestas de treinta y tantas naciones y nacionalidades indígenas con autonomía e incluso con autodeterminación.

Para dilucidar este problema, es bueno que “Enríquez” estudie a Lenin y a Stalín, en sus trabajos sobre el Estado multinacional soviético y el derecho inalienable de las naciones a su autodeterminación. En el caso boliviano, el viejo Estado nacional no se percataba de la existencia de esas naciones y nacionalidades oprimidas que estaban fuera de toda consideración. Los indígenas y pongos bolivianos eran bestias de carga, podían ser vendidos junto con la tierra a nuevos amos que compraban latifundios, eran sometidos a vejámenes idénticos a los del 24 de mayo de 2008 en Sucre (ver fotografías), se los podía matar sin que nadie reclame por ellos.

En la nueva Constitución Política, las naciones originarias sean mayoritarias como la quechua o la aymará o menores como la guaraní, la guaraya o la moxeña, tienen derecho a la autonomía plena y ese derecho no es “robinsoniana”, sino una atribución legítima reconocida hasta por las NN UU, la misma que reivindicamos los marxistas y maoístas, mientras los trotskistas, como Enríquez, abominan al campesinado y mucho más a los indígenas.

PUNTO 4.  LA SEMI-FEUDALIDAD.

Este punto tiene que ver con el Gobierno gamonal-sindicalista. Según el articulista, el gobierno boliviano está compuesto por una oligarquía terrateniente occidental cuyos integrantes serían sindicalistas corruptos (¿Solares?)

Quisiéramos encontrar a esos gamonales masistas con grandes extensiones de tierras en el occidente de La Paz, Oruro y Potosí. Si comprobamos que por ahí se encuentra alguna autoridad del gobierno con tierras en estos departamentos o en el oriente, se nos haga conocer porque de semejante fenómeno no tenemos la menor noticia. Comparemos las propiedades de los croatas, alemanes, y norteamericanos que detentan propiedades de cien mil hectáreas y más en Santa Cruz, El Chaco, Beni y Pando. Sin embargo la crítica de “Enríquez” no va por ese camino. No importa que el gamonalismo cruceño y oriental sea escandaloso, de lo que se trata es de encontrar “gamonales” masistas en el occidente.

PUNTO 5.  LA COSTRA SINDICAL. LA ASAMBLEA POPULAR DE 1971.

Sorpresivamente, aparece una rememoración histórica sobre el gobierno de Juan José Torres, la Asamblea Popular y la resistencia de agosto-21 en la Paz. Resulta que para nuestro crítico, ese hecho constituye la “vergüenza mayúscula” de la historia universal.

Por primera vez en la historia boliviana, un intento tímido de constituir un órgano legislativo popular que reemplace al Congreso tradicional, es interpretado como una “vergüenza” y la causa del ascenso al poder de Bánzer Suárez. El pobre Enríquez no conoce en absoluto los acontecimientos de agosto de 1971, cuando, efectivamente, una Asamblea Popular discutía los problemas del nuevo Estado mientras el fascismo militar amenazaba en el horizonte; son efectivamente errores, pero no por ello se va a descalificar una experiencia que, con deficiencias, constituye un ensayo de estructurar un poder popular. Además la Asamblea y sus integrantes en su mayoría participaron activamente en la resistencia armada del pueblo paceño contra el golpe fascista  y en sus victorias de Laikakota, la toma de la Intendencia de Guerra y otros actos revolucionarios que “Enríquez “ no conoce y califica de vergüenza internacional.  Seguramente para su esmirriada inteligencia, la resistencia anti-fascista de agosto de 71, fue algo vergonzoso.

Pero, por otra parte, “Enríquez”, se introduce en una miserable disquisición sobre las sedes sindicales que tenía y tiene el movimiento sindical boliviano. Increíblemente sostiene el susodicho autor del artículo que la posesión de unos viejos y destartalados inmuebles que efectivamente tiene la Central Obrera Boliviana y el edificio bombardeado de la Federación de Mineros, convierte al movimiento obrero en una costra corrupta y en una burguesía gamonal-sindicalista. Es tan ridículo el cargo que no sabemos cómo refutarlo, pero demuestra hasta qué punto existe en el señor Enriquez la mala intención de criticarlo todo, incluso levantando ridiculeces como su denuncia insulsa contra Abel Mamani y Román Loayza por ocupar el primero un ministerio y el segundo su situación en la Asamblea Constituyente.

PUNTO 6.  LOS ENFRENTAMIENTOS ACTUALES.
                   SUCRE-COCHABAMBA-ALTO PARAPETI-HUANUNI. Etc.

Se insiste en cargar sobre el gobierno la responsabilidad plena de los enfrentamientos sociales y políticos  que se dieron en los últimos tiempos.

Primero está Huanuni.

Los falsos “cooperativistas”, en realidad pequeños empresarios que se dedican a dar ocupación a humildes mineros que trabajan con sus manos, con todos los riesgos, para beneficio de sus patrones; pretendían apoderarse del cerro Posokoni para explotarlo en las mismas condiciones pre-capitalistas más miserables. Los asalariados de Huanuni, plantearon la resistencia y se produjo el enfrentamiento. El gobierno, a la cabeza del compañero Dalence hizo todo lo inimaginable para evitar el encuentro fratricida sin resultados positivos y más bien con muchas bajas de ambos lados. Inculpar al Gobierno por esos hechos es la falacia más grande que repiten todos los días los reaccionarios y manifiestamente también “A Nova Democracia” a través de su corresponsal en Bolivia Saba Calero.

Segundo. Sucre. 24 de mayo, el día de la ignominia.

Cuando el gobierno preparaba en Sucre una asamblea con los diversos municipios del departamento para hacer entrega de un lote de ambulancias, la dirigencia reaccionaria de Sucre, aliada del Comité Cívico cruceño y la Unión Juvenil Cruceñista, conocida estructura paramilitar fascista (que no aparece en ningún análisis del Enríquez), organizó una asonada “prohibiendo” al presidente llegar a la ciudad. Las hordas enloquecidas de matones fascistas atacaron brutalmente a los campesinos que ya se retiraban ante la noticia de la suspensión del acto programado. Las escuadras fascistas capturaron a un grupo grande de campesinos, ancianos, mujeres y niños y los condujeron en medio de una lluvia de golpes, patadas, apaleamientos e insultos hasta la Plaza 25 de Mato y la puerta de la Casa de la Libertad. Paradójicamente, el frontis de esa Casa histórica sería el escenario del acto fascista, racista e inhumano más infame de la historia nacional, cometido contra esos humildes campesinos, obligados a caminar de rodillas, desnudos y permanentemente golpeados. Se quemó sus banderas y sus ponchos, se les obligó a vociferar contra el Evo, se les obligó a besar el suelo en “sumisión” a Sucre bajo el alarido de “Sucre se respeta, carajo”.

Las imágenes transmitidas por todos los canales de televisión nacionales y extranjeros mostraron, mal que les pese, la infamia del accionar de bandas de jóvenes drogados y enloquecidos por la demagogia. No pudieron los medios eludir la obligación de hacer conocer a todo el país y el mundo las atrocidades que se cometían en nombre de la “libertad” y la “democracia” y en realidad como comprobación del  nazi-fascismo reinante en la “capital”.

Como se ve, en Bolivia existen ya organismos paramilitares de carácter fascista que tienen como objetivo final o el derrocamiento violento del Gobierno o la división del país para crear un nuevo Estado vasallo del Imperialismo. No podemos perder de vista esta realidad. Por su parte el Gobierno que, a pesar de toda la propaganda, hace todos los esfuerzos para evitar los enfrentamientos, no comprende plenamente que con el fascismo no se dialoga, se lo aplasta o nos aplasta, eso nos enseñó nuestro inolvidable camarada Stalin.

Tercero. El caso del Chaco-Alto Parapetí.

Cuando una Comisión del Instituto Nacional de Reforma Agraria, acompañada por dirigentes de la Asamblea del Pueblo Guaraní, se hacía presente en el Alto Parapetí, un municipio de la región chaqueña, los verdaderos gamonales extranjeros, concretamente la familia Larsen de origen norteamericano, cuyas “propiedades” de miles de hectáreas, son resguardadas por mercenarios colombianos y brasileños armados hasta los dientes; atacaron brutalmente a la Comisión y a los periodistas que la acompañaban. La Comisión fue agredida, los periodistas golpeados y los indígenas conducidos a la plaza de Camiri donde fueron humillados y torturados. La Comisión ante la imposibilidad de cumplir su misión legal de saneamiento de la tierra tuvo que retirarse. Se puede efectivamente criticar al Gobierno por no haber dado protección policial a la comisión, pero la crítica reaccionaria y de nuestro crítico, se dirige contra la Comisión que habría “agredido” a la población civil.

Vemos cómo coincide exactamente la versión de la derecha reaccionaria y la versión que sostiene nuestro amigo Enríquez.

Cuarto. Cochabamba.

El departamento de Cochabamba, lamentablemente ha elegido por voto citadino al señor Manfred Reyes Villa, un paramilitar, edecán del Gobierno de García Meza. Este señor tuvo la desvergüenza de proclamar a voz en cuello: “Adelante Santa Cruz con su independencia”. Dicha proclama sublevó y enardeció a la población trabajadora y campesina de Cochabamba que, efectivamente, tomó las instalaciones de la prefectura y le prendió fuego. Unos días después Reyes Villa organizó a las escuadras fascistas de la ciudad y su complemento las bandas de la Unión Juvenil Cruceñista (que ya actúa a nivel nacional y no solamente en Santa Cruz), agrediendo brutalmente a una concentración de regantes campesinos. El resultado fue un muerto a bala de los campesinos y un muerto de los fascistas que cayó víctima de la furia campesina que sufría brutales agresiones en el centro de la ciudad.

Ahora bien acusar al gobierno de una masacre contra el pueblo en Cochabamba es otra de las falacias de la reacción que repite maliciosamente nuestro “crítico”.




PUNTO 7.  EL ASUNTO JAIME SOLARES.

Para el señor Wilson Enríquez, el héroe de las luchas “revolucionarias” de Bolivia que se oponen al gobierno “gamonal-sindicalista”, “reaccionario”, “pro-imperialista”, “indigenista a la robinsson”, y “cocalero”, es el minero “sindicalista” Jaime Solares. Empero, ¿quién es Jaime Solares? Naturalmente Wilson no sabe o se hace el que no sabe. Bueno, he aquí un breve prontuario de Jaime Solares.

Apodado “El Baldarachi”, de origen trotskista (POR de pie), fue un agente represor del Ministerio de Gobierno del narcotraficante, fascista y masacrador  Luís García Mezza, torturador de comunistas y resistentes a ese régimen nefasto. Se cuentan y son públicas fotografías de la actuación represiva sobre todo contra los mineros de parte de ese infame impostor que, justamente por la decadencia lamentable del movimiento proletario minero, llegó a ser Secretario Ejecutivo de la COB y de la Central Obrera de Oruro en la actualidad.

Resulta risible la catalogación de “sindicalistas” corruptos, cuando Solares es el prototipo más connotado de ese espécimen humano.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

En resumen, la actual respuesta que podría ser mucho más extensa en vista de la cantidad de pruebas que existen sobre el carácter de nuestro proceso y las grandes dificultades que debe enfrentar en una enconada lucha de clases; sirve para continuar una polémica que no solamente se refiere al Sr. “Enríquez” y “A Nova Democracia”, sino también a todos aquellos que, confundidos por la propaganda reaccionaria, se colocan consciente o inconscientemente de lado de las fuerzas reaccionarias enemigas de Bolivia y de su UNIDAD.

Jorge Echazú Alvarado.
PCmlm.

No hay comentarios:

Publicar un comentario