SE VIENE GESTANDO EN BOLIVIA UN NUEVO GOLPE DE ESTADO

11-05-12

SE VIENE GESTANDO EN BOLIVIA UN NUEVO GOLPE DE ESTADO

Hace bastante tiempo que venimos previniendo que en nuestro país se viene gestando meticulosamente un reaccionario golpe de Estado que derroque al Gobierno, descarrile el proceso de cambio y devuelva todo el poder político a la derecha como instrumento nacional del imperialismo senil y decadente.

El primer intento se develó en septiembre del 2008 con la asonada prefectural y regionalista,  el segundo en abril del 2009 con el grupo terrorista de Rosza Flores, se supone que esta: la tercera tiene como operadores a la “embajada”, la oligarquía cruceña reaccionaria que actúa en la sombra y los sindicatos de indígenas  y profesionales de salud sobornados por la derecha y el imperio.

1. La cuestión del TIPNIS. Por una parte está el fenómeno muy bien utilizado por la prensa privada, que se refiere a la cuestión del TIPNIS. Por mucho que esté probado hasta la saciedad que dicho territorio indígenas y Parque Nacional no es un vergel virginal donde los pueblos indígenas viven en  bucólica naturaleza, sino que por el contrario esta convertido en un emporio mercantil de venta de madera mara por parte de los “dirigentes” como Fernando Vargas. El Gobierno ha planteado correctamente derivar la solución a una “Consulta Previa” que defina a partir de la opinión de los tres pueblos y naciones indígenas, la construcción o no de la referida carretera. Sin embargo, la actitud claramente subversiva ha determinado la continuación de una marcha que está claramente destinada a provocar disturbios en La Paz.

2. El Problema de la Salud y los médicos. Tenemos el falso problema de la Salud que ha sido aprovechado oportunistamente por el gremio de los médicos que han encontrado el pretexto para exteriorizar sus resentimientos frente al control que se pretende establecer para limitar los privilegios que ostentan abusivamente. El Gobierno ha cedido remitiendo la solución del conflicto de las 8 horas de trabajo a una “Cumbre sobre la Salud” mientras ha dejado en suspenso la aplicación del Decreto correspondiente. Sin embargo, la persistencia del sector de continuar con las movilizaciones provocadoras y nada pacíficas, demuestra el carácter subversivo del movimiento.

3. La COB y sus huelgas indefinidas. También en un segundo plano se encuentra la dirigencia de la Central Obrera Boliviana que, en los hechos se encuentra dirigida por el esbirro Jaime Solares que ha dejado al secretario ejecutivo Trujillo en las sombras del anonimato. El pedido demagógico de 8300 bolivianos como salario mínimo, rebasa toda racionalidad y devela claramente la intención política de desprestigiar al Gobierno. Al subir a niveles inéditos tanto el salario mínimo a mil bolivianos y el 8% de aumento general, se ha cedido en gran parte a los requerimientos salarialistas, empero, a fin de no provocar una inflación que sería catastrófica con la experiencia del Gobierno de la UDP, no es posible seguir elevando esos niveles. El rechazo de la COB a todos los ofrecimientos de aumento salarial del Gobierno, demuestra también el carácter subversivo del movimiento cobista.

4. La Universidad neoliberal también se encuentra involucrada en el complot. La Universidad Boliviana con el pretexto de las 8 horas que pretende imponer el Gobieno al sector de la salud y particularmente a los médicos, ha puesto el grito en el cielo y viene ejercitando un paro indefinido de salud que se ha convertido ya en un verdadero delito de Lesa Humanidad al privar al pueblo boliviano de la asistencia médica, desde la elemental hasta la especializada. La Universidad se moviliza en una pretendida defensa de la autonomía cuando en realidad, como se ha denunciado, lo único que buscan sus ”catedráticos” es elevar sus sueldos por encima de los que ostenta el Presidente. La continuación de la movilización cuasi-militarizada de la Universidad por nuevos aumentos a los ya elevados salarios de la docencia y administración universitarias, muestra también el carácter subversivo del movimiento.

La conjunción y sincronización de estos movimientos reaccionarios tiene como objetivo último ocasionar una verdadera asonada en La Paz a la llegada de la 9ª. Marcha Indígena. La “invasión” de dicha marcha, tendría que derivar en furiosos choques contra la policía u otros grupos adictos al Gobierno. Lo que se busca afanosamente desde largo tiempo atrás es conseguir algunos “muertitos” que justifiquen la descalificación del Gobierno Morales como se hizo macabramente en La Calancha de Sucre.

Incluso el movimiento agresivo de los transportistas que amenazan con paros indefinidos si no se  conceden sus petitorios, se suma al complot general que cuenta, como no puede ser de otra manera, con el apoyo financiero millonario de la “embajada” que conocemos muy bien los bolivianos. Es ésta embajada la que proporciona los medios económicos, a través de USAID, para asegurar la presencia de todos los orígenes en las manifestaciones de protesta que en ningún caso se justifican dada la increíble agresividad que manifiestan los marchistas profesionales

Pensamos que se pretende, como preámbulo al propio golpe, provocar un caos generalizado que sirva para la acción directa de grupos  de provocación que consigan las víctimas que se precisa para descalificar al Gobierno acusándolo de “dictatorial”  e incluso “fascista”.

Tenemos la sensación que el Gobierno no se da cuenta de la escalada subversiva que se viene orquestando en medio de la indolencia de las autoridades que arrinconadas hasta en los canales de televisión privada y sus periodistas sobornados, no atina a una defensa firme y sostenida del proceso. El escalonamiento de los paros y huelgas está mostrando de un modo muy claro que existe una organización superior que viene dirigiéndolo todo.

El pueblo boliviano y sus fuerzas revolucionarias, que nada tienen que ver con los errores del Gobierno que en alguna medida están estimulando la subversión, deben tomar medidas muy claras de defensa intransigente de un  proceso que no le pertenece en exclusividad al Gobierno, pues es obra de los pueblos y clases oprimidas de la formación social boliviana.

¡Dicha defensa debe darse en el terreno que sea pertinente sin excluir ninguno!

PCmlm.