lunes, 28 de mayo de 2012

HONOR Y GLORIA A MADRES Y MUJERES HEROINAS DE BOLIVIA


27-05-12
HONOR Y GLORIA A MADRES Y MUJERES  HEROINAS DE BOLIVIA
Cada 27 de mayo celebramos con gran unción patriótica y revolucionaria un aniversario más de las heroicas jornadas de la Batalla de la Coronilla (27 de mayo de 1912); empero precisamente hoy día, se cumple el bicentenario de la singular epopeya, cuando valerosas mujeres cochabambinas ante la ausencia de los hombres que batallaban en las guerrillas campesinas, contuvieron durante días el feroz ataque de las fuerzas realistas que pretendían volver a someter el Alto Perú a las órdenes del sanguinario Mariscal de la Muerte, el Brigadier José Manuel de Goyeneche.
Pero además, como si fuera poco, cada el 25 de mayo celebramos el grito independentista de América y el  fallecimiento de nuestra querida y nunca bien recordada Juana de América, la Generala del Ejército Argentino y digna Comandante Guerrillera del Ejército Popular de Liberación Altoperuano.
Cuando valoramos como se merece el valor, la abnegación y el sacrificio de la mujer boliviana que se resume en la vida y la obra de este género de mujeres heroicas, no podemos dejar de referirnos a las mujeres mineras, a las mujeres obreras, a las mujeres campesinas que muy lejos del feminismo burgués y pequeño-burgués, han luchado, luchan y lucharán junto, muy junto a sus compañeros, a sus esposos y a sus hijos contra la explotación, contra la miseria, contra el imperialismo y la reacción interna y jamás como feministas contra sus propios seres queridos.
Es ésta una oportunidad para resaltar el valor inmenso de la contribución de la mujer y sobre todo la madre boliviana en la construcción de una Patria verdaderamente libre y soberana. Por ello mismo, como marxistas y comunistas, expresamos nuestro rechazo firme y decidido al el machismo BURGUÉS Y REACCIONARIO que pretende subordinar a la mujer, explotarla, rebajarla y finalmente relegarla al rincón del domicilio machista. El MACHISMO es una tara que es censurada por todos y este problema ya está perfectamente identificado y no cabe duda en cuanto a su rechazo generalizado.
Empero no ocurre lo mismo con el FEMINISMO. Al margen de todo razonamiento en torno a los derechos legítimos de las mujeres de lograr una equidad en todos los terrenos frente a los varones, toda vez que el machismo ha hecho y sigue haciendo estragos en el presente, existe una posición exagerada que confunde el derecho a la equidad con manifestaciones mecánicas que lejos de reivindicar derechos legítimos, constituye verdaderas aberraciones

Veamos algunas de estas simplificaciones que no afectan en nada el problema de la equidad y que por el contrario, se manifiestan como exageraciones ridículas. Se trata de la  conocida costumbre nueva de llamar siempre a los “paceños” y las “paceñas”, a los “bolivianos” y “las bolivianas”, a los “compañeros” y las “compañeras”. Son éstas manifestaciones claras de la influencia del FEMINISMO que ha arraigado profundamente en sustitución de la verdadera equidad. Cuando se utiliza el neutro, éste se refiere a mujeres y a varones.
Otra de las sustituciones a la equidad que incluso llegan a una discriminación abusiva es aquella de exigir que en todos los organismos incluso del Estado, exista un 50% de mujeres y un 50% de varones. Los comunistas (MLM), sostenemos que esa es una discriminación odiosa, pues si, por ejemplo, existen más mujeres capaces para un trabajo, estas pueden ser incluso el 100% en detrimento de los varones que no cumplen las exigencias del trabajo. La verdadera equidad consiste en dar a las mujeres y a los hombres exactamente el mismo tratamiento, sin observar ladinamente el sexo del trabajador o el empleado, de este modo se cumple con la igualdad de oportunidades para mujeres y para varones.
El feminismo tiene la mala “virtud” de enfrentar agresivamente a las mujeres, no contra el enemigo fundamental de la familia proletaria que es la clase explotadora, sino al hombre de la familia. ¿Qué más grande favor se puede hacer a las clases sociales explotadoras de sembrar la discordia y la cizaña entre el marido y la mujer, entre el hombre de las minas y las amas de casa?
Un ejemplo magnífico de la solidaridad en la familia minera lo dieron los trabajadores mineros de las épocas de la lucha anti-oligárquica antes y después de la nacionalización de las minas cuando en los Comités de Amas de Casa mineras, éstas luchaban codo a codo con sus maridos y sus hijos contra la explotación capitalista. En esas épocas gloriosas, las Amas de Casa no luchaban “a brazo partido” para enfrentar a sus maridos como feministas enardecidas; ellas como, María Barzola, como Domitila Chungara, como Norberta de Aguilar, como Geroma de Romero, como las cuatro mineras vencedoras de Bánzer, NO ERAN FEMINISTAS, eran luchadoras sociales.
Igualmente en las guerras de la Independencia, Bartolina Sisa, Micaela Bastida luchaban hasta la muerte junto a Julián Apaza y José Gabriel Condorcanqui, contra el colonizador español.
Sobre todo y ante todo,  la innaculada Juana Azurduy no luchaba contra Manuel Ascencio Padilla, sino contra el sanguinario Goyeneche, y el carnicero Francisco Javier Aguilera.
Suscribimos, emocionados, las bellas expresiones de Galeano sobre la heroína de América:
«Instruida en catecismos, nacida para monja de convento en Chuquisaca, es teniente coronel de los ejércitos guerrilleros de la independencia. De sus cuatro hijos sólo vive el que fue parido en plena batalla, entre truenos de caballos y cañones; y la cabeza del marido está clavada en lo alto de una pica española. Juana cabalga en las montañas, al frente de los hombres. Su chal celeste flamea a los vientos. Un puño estruja las riendas y el otro parte cuellos con la espada. Todo lo que come se convierte en valentía. Los indios no la llaman Juana. La llaman Pachamama, la llaman Tierra» (*)
¡¡Abajo el machismo reaccionario!!
¡¡Abajo el feminismo reaccionario!!
¡¡Honor y gloria a las madres y mujeres revolucionarias de Bolivia!!
(*) Galeano, Eduardo. “Las Memorias del Fuego (II) Pág. 139. 1816. Tarabuco. Imprenta Rosgal. Montevideo-Uruguay. Dic. 1990.
PCmlm.

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