27-09-17
EL PROBLEMA NACIONAL KURDO.
LA AUTODETERMINACIÓN DE UNA NACIÓN REVOLUCIONARIA
El
Kurdo es un pueblo milenario que no ha logrado hasta hoy conseguir su plena
independencia en uso de su legítima autodeterminación. Tenía que ser el
Imperialismo occidental el que se constituya en el principal enemigo del pueblo
kurdo y sus aspiraciones legítimas.
Jenofonte,
el célebre historiador griego nos habla de este pueblo en su obra «Anabasis» en
la que relata las peripecias de una expedición al este de la Turquía moderna.
Es importante señalar que el más grande guerrero musulmán de todos los tiempos,
el gran Saladino era de origen
kurdo.
La
lucha del pueblo kurdo es también, por lo menos varias veces centenaria. Los
kurdos constituían reinos autónomos hasta la llegada del Islam que sometió al
país a través del sultán Selim más o menos hacia el año 1500. Después en los
siglos XVI y XVII, los kurdos conocieron una cierta independencia bajo los
gobiernos de los príncipes de Bitlis, Sulaymanyad y Ardelán. El último príncipe
el Sheik Bey fue capturado por los turcos y llevado a Constantinopla donde fue
ejecutado por sus aspiraciones de independencia.
Entonces
interviene el malhadado Occidente metiendo sus inmundas narices en la región. A
la disolución de los Imperios Otomano y
Persa, Occidente tomó la posta de la opresión del pueblo kurdo. Sabemos
que el Tratado de Sevres de 1920 establecía la independencia del Kurdistán,
pero todo quedó en la nada por la oposición turca. El Tratado de Lausana de
1923 divide y desarticula el Kurdistán entregando sus regiones a varios estados
vecinos en una muestra más del carácter absolutamente colonialista de
Occidente.
El
antecedente inmediato es indudablemente la lucha revolucionaria de esta minoría
nacional irakí que constituye un verdadero pueblo, una verdadera nación moderna
que pugna con todo el heroísmo para lograr la autodeterminación y la
independencia, cuya población en más del 80% se encuentra oficial y formalmente
en el territorio turco, el pueblo y la nación del Kurdistán tiene un territorio
que desborda ampliamente la geografía oriental turca y se extiende hasta el
norte de Irak, el oriente de Siria y una parte occidental de Irán.
El
pueblo y la nación kurdos han jugado últimamente un papel muy especial en el
panorama internacional. No obstante que es un pueblo heroico que ha luchado
siempre contra la opresión otomana y árabe, se ha encontrado en una encrucijada
muy peculiar al ser infiltradas sus formaciones nacionalistas por agentes
imperialistas que han podido desviar la lucha revolucionaria del pueblo.
En el
Kurdistán irakí, actúan algunos importantes líderes como el Sheik Barzani y
toda su descendencia y el grupo Talabani que han constituido verdaderas mafias
o dinastías con todos sus hijos y parientes obscureciendo la lucha liberadora
del pueblo kurdo y han llegado a comprometerse seriamente con el imperialismo y
la CIA en sus enfrentamientos con las clases dominantes de Irak. La
confabulación imperialista contra el Irak de Sadam Hussein ha modificado
radicalmente el panorama de problema kurdo, pues ha introducido la cuestión
"nacional" totalmente distorsionada manipulando a un pueblo
revolucionario que busca su auténtica autodeterminación según el derecho a la
misma, que ahora se ve frustrado y confundido con las maniobras imperiales de
proporcionarles una llamada "protección" contra Hussein que consiste
en descuartizar Irak en tres fracciones. Una verdadera aberración intolerable y
sobre todo inaceptable.
El
pueblo kurdo tiene varias formaciones militares revolucionarias de liberación y
es justo, desde todo punto de vista, que el Kurdistán llegue a la independencia
total por sus abnegadas luchas. Sin embargo, esa lucha está trabada, como
vimos, por las intrigas imperialistas.
Los
kurdos de Turquía han desarrollado formas superiores de guerra popular.
Últimamente ha sido detenido el líder del Partido Kurdo de los Trabajadores,
Abdullah Ocalán, sometido a juicio y a punto de ser ajusticiado por la
tenebrosa "justicia" turca y por órdenes del imperialismo yanqui.
Kaypakkaya
refiriéndose al problema nacional kurdo, dice:
«Según los revisionistas Shafak, el pueblo curdo es víctima
de la opresión nacional. Pero esto no ve lo que quiere decir la opresión
nacional. La opresión nacional es la opresión que ejercen las clases gobernantes
de la nación dominante sobre las naciones oprimidas, dependientes y de
minorías. En Turquía, la opresión nacional quiere decir la opresión de las
clases dominantes de la nación turca no sólo sobre el pueblo curdo sino sobre
toda la nación curda, y no sólo sobre la nación curda sino sobre todas las
nacionalidades minoritarias...»
Y sigue
Ibrahim Kaypakkaya:
«Las palabras "pueblo" y "nación" no son
la misma cosa. Hoy, la palabra "pueblo" abarca la clase obrera, los
campesinos pobres y medios, los semiproletarios y la pequeña burguesía urbana.
En los países atrasados, el sector revolucionario de la burguesía nacional, que
es parte de las fuerzas de la revolución democrático- popular contra el
imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, también es parte del
pueblo. Sin embargo, la palabra "nación" abarca todas las clases y
capas sociales, entre ellas las clases dominantes...»
Según
Kaypakkaya fue el conocido Tratado de Lausana que, impuesto a Turquía, el que dividió el territorio del Kurdistán entre
varios Estados (Irán, Irak, Turquía y Siria),
pisoteando y desconociendo los derechos de la nación kurda a la
autodeterminación y trazando fronteras arbitrarias que determinaron
levantamientos nacionales de independencia como las rebeliones del jeque Said
de 1925, de Agri de 1928, de Zilán de 1930 y de Dersim de 1938, todas de
carácter feudal y a cargo de los beyes kurdos.
El
chauvinismo gran turco, según Kaypakkaya tiene características muy especiales,
pues elaboró toda una teoría racista de que todas las naciones se originaron en
la nación turca y que la raíz de todos los idiomas también fue la lengua turca.
Confeccionó la teoría del "Idioma del Sol" como prueba.
Según
el dirigente marxista turco, algunos falsos comunistas, entre ellos los revisionistas
impenitentes, pretenden defender la opresión nacional turca diciendo que el
imperialismo británico orquestó la rebelión del jeque Said. Empero, aunque esto
hubiera sido cierto, la obligación de los comunistas era oponerse a la opresión
forzosa del movimiento nacional kurdo por las clases dominantes kurdas y
denunciar la campaña del imperialismo inglés que provocaba rivalidades entre
las nacionalidades y perjudicaba al pueblo de todas las nacionalidades y a su
unidad, finalmente debiera considerar la separación de la nación kurda y apoyar
la separación si esa era la voluntad de la nación kurda.
Una
cita que es importante en cuanto al problema nacional en general:
«La "autodeterminación" y el "derecho a la
autodeterminación" son dos cosas distintas. La
"autodeterminación" quiere decir separarse, formar un Estado
independiente. "El derecho a la autodeterminación" quiere decir como
señalamos antes, el derecho a formar un Estado independiente. Los comunistas
sostienen incondicionalmente en todo momento "el derecho a la
autodeterminación" o sea, el derecho a formar un Estado independiente.
Jamás debemos confundir las frases "el derecho a la
autodeterminación", y la "autodeterminación", o en otras
palabras, "el derecho de formar un Estado separado" y "formar un
Estado separado". Aunque los comunistas sostienen "el derecho a la
autodeterminación" en todo momento, en palabras del camarada Lenin el
movimiento comunista "tiene que elegir su posición sobre la
autodeterminación basándose exclusivamente en los méritos de cada caso
particular de acuerdo a los intereses del desarrollo social general y a los
intereses de la lucha de clases del proletariado por el socialismo..."»
Los
kurdos del norte de Irak, por su parte no dejan de luchar confusamente contra
el ejército irakí y entre sí por las manipulaciones imperialistas. Como se
sabe, los imperialistas norteamericanos han establecido al norte de Irak, una
zona libre de vuelos para el propio Irak, ellos dicen para "proteger"
a las minorías kurdas. (2003). Enorme falsificación, pues a los norteamericanos
les tiene sin cuidado o mejor no les conviene un Estado kurdo independiente
porque debilitaría a su gendarme principal, después de Israel, en el medio
Oriente que es precisamente Turquía.
Efectivamente,
esta distinción establecida con toda claridad por Kaypakkaya es crucial pues
una cosa es el "derecho" como tal de la "obligatoriedad" a
la separación que realmente no puede existir, porque de lo contrario cualquier
movimiento nacional falso, tendencioso y separatista podría desarticular
estructuras nacionales revolucionarias y soberanas. Junto al derecho a la
separación está pues la obligación revolucionaria de crear Estados socialistas
mayores y no pequeños estadillos que son víctimas fáciles para la dominación
imperialista. De modo que la política correcta es un equilibrio entre la
necesidad de defender el derecho a la autodeterminación soberana y la necesidad
de lograr la unidad cada vez mayor de los pueblos del mundo contra el
imperialismo.
Es
precisamente este fenómeno el que se presentó en los últimos tiempos a
propósito del problema nacional a escala mundial y la caída del socialismo
real. El imperialismo yanqui tuvo y tiene el cinismo de utilizar el principio
de la "autodeterminación" para descuartizar naciones como Yugoslavia,
Checoslovaquia y la propia Unión Soviética y desnaturalizar movimientos
nacionales cuya legitimidad no se podía desconocer como el caso de los
albaneses de Kosovo, que se transformó de un movimiento reivindicativo y
revolucionario en una verdadera mafia mercenaria con un "ejército"
organizado, financiado, vendido y controlado totalmente por la OTAN y el
imperialismo en nombre de la "independencia nacional" y la
"soberanía nacional".
Nota. Este
artículo fue redactado a comienzos del siglo XXI y en relación con la agresión
imperialista contra Irak y sirve de antecedente para la elaboración de nuestro
punto de vista sobre la actual posición nuestra en torno al conflicto actual
del “Problema Kurdo”.
PCmlm.
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