miércoles, 12 de julio de 2017

La Formación Cultural del Abogado Boliviano II



11-07-17.    AÑO DEL CENTENARIO DEL OCTUBRE ROJO.


LA FORMACIÓN CULTURAL DEL ABOGADO BOLIVIANO
II

Continuando con el análisis de la profunda crisis de la Administración de Justicia en Bolivia, ahora trataremos el problema de la autonomía universitaria y su influencia en la formación cultural y política del profesional abogado.

¿Por qué consideramos que la verdadera y auténtica autonomía universitaria influye poderosamente en la formación del profesional en Derecho?

La Autonomía Universitaria significa que la Universidad Pública es Fiscal, Gratuita y Antiimperialista y su autonomía se refiere a su distancia del poder público burgués. En cambio, la Universidad Privada es, en realidad, parte de los Aparatos Ideológicos del Estado, los AIE de Louis Althusser y naturalmente reproduce la lógica del Estado capitalista.

La Universidad Boliviana a partir de la conquista de la Autonomía Universidad en 1930, como consecuencia del conocido movimiento autonomista de Córdoba-Argentina, consiguió en gran parte cumplir ese alto objetivo nacional de construcción de un espacio libre e independiente dedicado a la investigación científica, al servicio a la comunidad  y el compromiso con la lucha de la nación frente al imperialismo; todos estos principios consagrados en los documentos fundacionales del Sistema de la Universidad Pública de Bolivia y lejos, muy lejos, de la mercantilización de la educación superior que representa la Universidad Privada.

Como efecto inmediato de la vigencia en el país del neoliberalismo reflejo además del triunfo del “pensamiento único” a nivel global, la Universidad pública fue invadida, agredida y obligada a impartir la ideología del Estado capitalista, es decir combatir las ideas del socialismo e imponer una ideología mercantilista a ultranza.

Así, se “consiguió” convertir al Sistema de la Universidad Boliviana en un verdadero aparato ideológico del Estado capitalista.

De este modo, los abogados que forma la Universidad actualmente tienen en mente utilizar su profesión en beneficio propio a través de métodos y prácticas siempre corruptas, utilizando su influencia como jueces, fiscales, ministros de Cortes y magistrados de Tribunales de Justicia supremos, para enriquecerse vergonzosamente.
Consecuentemente si la “materia prima” de la administración de justicia, que es el abogado, éste es un comerciante: ¿qué justicia puede impartir? ¿Qué honestidad se le puede pedir si está cumpliendo con el objetivo del ascenso social por sobre todo?

Por todo ello sostenemos que es equivocado pretender superar los graves defectos de la administración de justicia actual a través simplemente del cambio de las formas de elección de autoridades judiciales si el fondo mismo del problema no ha cambiado y por el contrario se ha fortalecido.

Sostenemos enfáticamente que el problema radica en la Universidad Pública que tiene como objetivo supremo, histórico y heroico: dejar de ser un AIE y convertirse en una UIVERSIDAD AUTÓNOMA VERDADERA. Entonces tendremos una administración de justicia digna de su nombre.

PCmlm

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