Hablemos
ahora del “Testamento” de Lenin. Los oposicionistas han gritado aquí –vosotros
lo habéis oído– que el Comité Central del Partido ha “ocultado” el “testamento”
de Lenin. Como sabéis, esta cuestión se ha examinado varias veces en el Pleno
del C.C. y de la Comisión Central de Control. (Una voz: “Decenas de veces”.) Se
ha demostrado y vuelto a demostrar que nadie oculta nada, que el “testamento”
de Lenin iba dirigido al XIII Congreso del Partido, que este “testamento” fue
leído en el Congreso (Voces: “¡Así es!”), que el Congreso decidió por
unanimidad no publicarlo, porque, entre otras cosas, el propio Lenin no lo
quiso ni lo pidió. La oposición sabe todo esto tan bien como todos nosotros. Y,
no obstante, tiene la desfachatez de declarar que el C.C. “oculta” el
“testamento”.
Si no
me equivoco, del “testamento” de Lenin nos ocupamos ya en 1924. Existe un tal
Eastman, en tiempos comunista norteamericano y expulsado después del Partido.
Este señor, luego de codearse en Moscú con los trotskistas y de reunir algunos
bulas y habladurías sobre el “testamento” de Lenin, marchó al extranjero y
publicó un libro titulado “Después de la muerte de Lenin”, donde no regatea
colores para difamar al Partido, al Comité Central y al Poder Soviético, y en
el que todo lo basa en el supuesto de que el C.C. de nuestro Partido “oculta”
el “testamento” de Lenin. Como el tal Eastman estuvo en tiempos relacionado con
Trotski, los miembros del Buró Político invitamos a Trotski a que se
desolidarizara de Eastman, quien, al agarrarse a Trotski y remitirse a la
oposición, hacía a Trotski responsable de las calumnias dirigidas contra
nuestro Partido a propósito del “testamento”. Dada la diafanidad de la
cuestión, Trotski, en efecto, se desolidarizó de Eastman con la correspondiente
declaración en la prensa. La declaración fue publicada en septiembre de 1925,
en el núm. 16 de “Bolshevik”.
Permitidme
que lea el lugar de este artículo de Trotski en el que se refiere a si el
Partido y su C.C. ocultan o no el “testamento” de Lenin. Cito el artículo de
Trotski:
“En
algunos pasajes del libro, Eastman dice que el C.C. ha “ocultado” del Partido
documentos de excepcional importancia escritos por Lenin en el último período
de su vida (se trata de cartas sobre la cuestión nacional, del llamado
“testamento” y otros); esto no merece más calificación que la de calumnia
vertida contra el C.C. de nuestro Partido*. De las palabras de Eastman puede
deducirse que Vladímir Ilich destinaba a la prensa estas cartas, que tienen
carácter de consejos sobre la organización interior. En realidad, eso es
completamente falso. Vladímir Ilich, desde su enfermedad, dirigió más de una
vez a los órganos directivos del Partido y a su Congreso proposiciones, cartas,
etc. Todas estas cartas y proposiciones, naturalmente, siempre fueron
transmitidas, puestas en conocimiento de los delegados al XII y al XIII
Congresos del Partido y siempre, claro está, ejercieron la oportuna influencia
en las decisiones del Partido; y si no todas estas cartas fueron publicadas,
ello se debe a que su autor no las destinó a la prensa. Vladímir Ilich no dejó
ningún “testamento”, y el mismo carácter de su actitud hacia el Partido, así
como el carácter del mismo Partido, excluyen la posibilidad de tal
“testamento”. Con el título de “testamento”, en la prensa burguesa y
menchevique extranjera y de la emigración se menciona, por lo común
(adulterándola hasta dejada desconocida), una de las cartas de Vladímir Ilich,
que contiene consejos en punto a organización. El XIII Congreso del Partido
estudió con la mayor atención esta carta, igual que todas las demás, y extrajo
de ella las conclusiones propias de las condiciones y circunstancias del
momento.
Todas
las disquisiciones sobre un “testamento” ocultado o infringido son un infundio
malintencionado y están dirigidas por entero contra la verdadera voluntad de
Vladímir Ilich* y los intereses del Partido que él creó”. (v. el artículo de
Trotski “Acerca del libro de Eastman
“Después de la muerte de Lenin””, “Bolshevik”, núm. 16, 1 de septiembre de
1925, pág. 68). * Subrayado por mí. J. St.
Me
parece que está claro. Esto lo escribe Trotski, y nadie más que él. ¿Con qué
fundamento Trotski, Zinóviev y Kámenev hablan por los codos ahora, afirmando
que el Partido y su C.C. “ocultan” el “testamento” de Lenin? Se “puede” hablar
por los codos, pero hay que tener sentido de la medida.
Se dice
que, en este “testamento”, el camarada Lenin proponía al Congreso que, en vista
de la “rudeza” de Stalin, reflexionase acerca de la sustitución de Stalin en el
cargo de Secretario General. Esto es la pura verdad. Sí, camaradas, yo soy rudo
con quienes brutal y arteramente destruyen y dividen el Partido. No lo oculto
ni lo he ocultado. Es posible que se requiera cierta suavidad para con los
escisionistas. Pero yo no valgo para eso. En la primera reunión plenaria del
C.C. después del XIII Congreso pedí ya al Pleno del C.C. que me relevara de las
funciones de Secretario General. El propio Congreso examinó esta cuestión. Cada
delegación la examinó, y todas, incluyendo a Trotski, Kámenev y Zinóviev,
impusieron por unanimidad a Stalin que permaneciera en su cargo.
¿Qué
podía hacer yo? ¿Abandonar el puesto? Eso no va con mi carácter; yo no he
abandonado jamás ningún puesto y no tengo derecho a abandonarlo, porque eso
sería desertar. Como ya he dicho antes, soy un hombre dependiente; y cuando el
Partido lo impone, yo debo obedecer.
Un año
más tarde volví a pedir al Pleno que se me relevara, pero de nuevo se me impuso
que permaneciera en el cargo.
¿Qué
más podía hacer yo?
En
cuanto a la publicación del “testamento”, el Congreso acordó no publicarlo,
porque iba dirigido a él y no estaba destinado a la prensa.
Tenemos
la decisión del Pleno del C.C. y de la Comisión Central de Control, celebrado
en 1926, de pedir autorización al XV Congreso para hacer público este
documento. Tenemos la decisión de este mismo Pleno del C.C. y de la Comisión
Central de Control de publicar otras cartas de Lenin, en las que señala los
errores de Kámenev y de Zinóviev ante la insurrección de Octubre y exige que
sean expulsados del Partido (V. I. Lenin, “Carta a los miembros del Partido
Bolchevique” y “Carta al Comité Central del P.O.S.D.R.” . v. Obras, t. 26,
págs. 185-188 y 192-196, 4a ed. en ruso).
Está
claro que las disquisiciones acerca de que el Partido oculta estos documentos
son una infame calumnia. Entre ellos figuran también documentos como las cartas
de Lenin respecto a la necesidad de expulsar del Partido a Zinóviev y a
Kámenev. Jamás ocurrió que el Partido Bolchevique, que el C.C. del Partido
Bolchevique temiesen la verdad. La fuerza del Partido Bolchevique consiste,
precisamente, en que no teme la verdad y la mira cara a cara.
La
oposición se empeña en sacar tajada del “testamento” de Lenin. Pero basta leerlo
para comprender que no tienen de dónde sacar tajada. Por el contrario, el
“testamento” de Lenin es mortal para los actuales líderes de la oposición.
En
efecto, es un hecho que Lenin, en su “testamento”, acusa a Trotski de “no
bolchevismo”, y en cuanto al error de Kámenev y Zinóviev en el período de
Octubre dice que no fue una “casualidad”. ¿Qué significa esto? Significa que
políticamente no se puede confiar ni en Trotski, que adolece de “no
bolchevismo”, ni en Kámenev y Zinóviev, cuyos errores no son una “casualidad” y
pueden y deben repetirse.
Es
significativo que en el “testamento” no haya ni una palabra, ni una alusión
acerca de errores de Stalin. Sólo se habla de la aspereza de Stalin. Pero la
aspereza no es ni puede ser un defecto de la posición o de la línea política de
Stalin.
He aquí
el lugar correspondiente del “testamento”:
“No seguiré caracterizando a los demás miembros del C.C. por
sus cualidades personales. Recordaré sólo que el episodio de Zinóviev y Kámenev
en Octubre no es, naturalmente, una casualidad, y que de esto se les puede
culpar personalmente tan poco como a Trotski de su no bolchevismo”.
Me
parece que está claro.
Extraído
de “La oposición trotskista, antes y
ahora“, Discurso en la reunión del Pleno conjunto del C.C. y de la C.C.C.
del P.C.(b) de la U.R.S.S. 23 de octubre de 1927.
El
Pleno conjunto del C.C. y de la Comisión Central de Control del P.C.(b) de la
U.R.S.S. se celebró del 21 al 23 de octubre de 1927. El Pleno examinó y aprobó
los proyectos de tesis sobre los puntos del orden del día del XV Congreso del
P.C.(b) de la U.R.S.S., propuestos por el Buró Político del C.C. del Partido:
sobre las directivas para confeccionar un plan quinquenal de la economía
nacional y sobre el trabajo en el campo; el Pleno designó a los informantes,
adoptó una decisión sobre la discusión y acordó publicar las tesis al XV
Congreso para su examen en las reuniones del Partido y en la prensa. En
relación con el ataque de los líderes de la oposición trotskista-zinovievista
contra el Manifiesto del C.E.C. de la U.R.S.S. aprobado en conmemoración del X
aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, y en particular contra
el punto del paso a la jornada de trabajo de siete horas, el Pleno examinó esta
cuestión y, en un acuerdo especial, aprobó la iniciativa del Buró Político del
C.C. de editar el Manifiesto y el mismo Manifiesto del C.E.C. de la U.R.S.S. El
Pleno escuchó un informe del Presídium de la C.C.C. sobre la actividad
fraccionalista de Trotski y Zinóviev después del Pleno de agosto (1927) del
C.C. y de la C.C.C. del P.C.(b) de la U.R.S.S. Al examinarse este asunto en la
reunión del Pleno del 23 de octubre, J. V. Stalin pronunció el discurso “La
oposición trotskista antes y ahora”. El Pleno expulsó a Trotski y a Zinóviev
del C.C. por su engaño y por su labor fraccionalista y acordó someter al examen
del XV Congreso del Partido todos los documentos sobre la labor escisionista de
los líderes de la oposición trotskista-zinovievista. (V. las resoluciones y
acuerdos del Pleno en “El P.C.U.S. en las resoluciones y acuerdos de los
Congresos y Conferencias y de los Plenos del C.C.”, parte II, págs. 275-311,
ed. en ruso, 1953).
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