NUESTRA POSICION SOBRE EL PROBLEMA DE LAS RENTAS DE JUBILACION
Las rentas o jubilaciones, así como los
salarios en Bolivia son bajos, muy bajos, a pesar de que el gobierno actual ha
aplicado una política salarial de
incrementos salariales superiores a la inflación y el salario mínimo ha
aumentado mucho más que eso. Del mismo modo ha efectuado cambios a la ley de
pensiones que ha permitido elevar el nivel de las rentas más bajas, creando el
aporte y el fondo solidario.
Sin embargo, los factores fundamentales para
las rentas bajas son los salarios bajos, por lo tanto los bajos aportes, la
precariedad laboral (inestabilidad laboral) y principalmente el sistema
neoliberal de capitalización individual, que se mantiene actualmente con
ligeras mejoras.
El antiguo sistema de reparto fracasó por el
incumplimiento en las obligaciones del estado y las empresas, además de la
políticas reaccionarias y neoliberales que en vez de generar mayor empleo y por
lo tanto mayor volumen de aportes para los fondos de vejez, lo que hicieron fue
achicar el aparato productivo, liquidar las empresas públicas, despidiendo
decenas de miles de trabajadores y de
esta manera dieron el golpe de gracia al sistema.
Las reivindicaciones por lograr rentas mas
dignas son sin lugar a dudas justas, para ello también es imprescindible tener
planteamientos justos, que no pueden limitarse a la simple petición o demanda.
Ahora los trabajadores pueden y deben tener propuestas precisas. El trotskismo
tiene la línea opuesta, se trata de utilizar esta vez el problema de las
pensiones para empujar a la huelga general indefinida que es un planteamiento
político para derrocar al gobierno. Como esto no es posible, el fracaso esta
anunciado. Los planteamientos para alcanzar 8.000 Bs. de renta o alcanzar el
100% del último salario tienen igual
destino.
¿Cómo es posible, plantear rentas más altas que
los propios salarios? Por otra parte es
inadmisible plantear rentas de primera y de segunda categoría. ¿Por qué solo
algunos sectores tienen el derecho de alcanzar una renta de 8.000 bs y el resto
de solo 5.000 ?
¿Es que la discriminación ha hecho presa de
algunos dirigentes obreros?
Ahora bien volvamos al tema actual y central :
el sistema vigente, el de la capitalización individual al que ha sido incorporado
el Fondo Solidario. En este sistema la inmensa mayoría de las rentas son y
serán bajas a excepción de un minúsculo grupo privilegiado de jerarcas que
tuvieron elevados salarios y trabajo permanente e ininterrumpido durante varias
décadas, al calor del privilegio político, social y económico.
Por ello, nuestro planteamiento estratégico,
por el cuál luchar en un solo frente popular y revolucionario es retornar al
sistema de reparto con aportes del estado, de los empleadores y de los
trabajadores y una política que genere empleo masivo y de esta manera ensanche
el volumen de los aportes.
En la coyuntura actual, es imperiosa la
revisión radical de la ley de pensiones, que se dirija a desmontar la
capitalización individual, nefasta herencia del neoliberalismo.
Inmediatamente se debe aumentar los porcentajes
de los aportes al fondo solidario tanto de los aportantes en general, como del
estado, de los patrones y especialmente de todos aquellos que ganan más de
8.000 Bs y no de 13.000 como hasta ahora.
De esta manera se puede alcanzar rentas mínimas
mas dignas.
El muy probable que incluso muchos trabajadores
que tienen sueldos mayores a 5.000 Bs, actualmente y que estén en edad de
jubilación, tengan que acogerse también al Fondo Solidario. Por ello estas medidas
son solo paliativos y de corto alcance.
Si las fuerzas armadas reciben como renta el
100% de su salario, no es justo que los demás sectores alcancen un máximo de
70% y luego en progresión descendente.
Es urgente y necesario que los demás sectores lleguen por lo menos al 70%.
Es también pertinente plantear también un
determinado aporte de los recursos del IDH, tanto de gobernaciones, municipios,
universidades, del propio Fondo Indígena, del TGN y de las ganancias
extraordinarias de las empresas publicas, para incrementar la Renta Dignidad que es un apoyo
a los jubilados con rentas más bajas y a los que no tienen renta alguna.
Es también ya tiempo para exigir que la Renta Dignidad llegue sólo a
los jubilados con rentas bajas (aquellos del Fondo Solidario) y desde luego a
los que no la tienen y no a quienes ya tienen rentas razonables y más aún a los
que gozan de elevadas rentas.
Lo señalado en líneas precedentes es
absolutamente factible y aplicable de manera inmediata, de esta manera se
elevarían tanto las rentas mínimas como la Renta Dignidad con
sostenibilidad garantizada.
Documento aprobado por la Comisión Política
del PCBmlm.
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