RESPIRADORES: CORRUPCION E
IGNORANCIA
Después de 50 días y más de un mes de detectado el primer caso de Covid-19,
posiblemente hubo otros anteriores, el gobierno anunció la llegada de 170
respiradores.
¡¡Un breve aunque efímero respiro para el pueblo!!
Breve y efímero porque casi simultáneamente a su
llegada, se conocen noticias de sobreprecios alarmantes, más aún en época de
inédita emergencia sanitaria.
Las informaciones de los precios son al menos dos: la
primera señala que se compró cada uno a un precio de 29.000 dólares, mientras
que en Brasil se pagaron por los mismos equipos solo 8.000 dólares, lo que
significaría un sobreprecio de 21.000 dólares por unidad y 3.570.000 dólares
por toda la adquisición, además se conoce que en el Brasil se ha iniciado una
investigación al respecto, al considerarse que el precio de 8.000 dólares carga
un sobreprecio. La segunda información indica que el precio sería de 153.000
bolivianos, vale decir unos 22.000 dólares, pero que se pagó 240.000
bolivianos, unos 34.500 dólares, lo que representa un sobreprecio unitario de
12.500 dólares y 2.125.000 dólares por el total.
En cualquiera de los dos casos, habría un sobreprecio
mínimo de 2.125.000 dólares y uno máximo de 3.570.000 dólares, este último
monto alcanzaría para pagar un bono de 500 bolivianos para 52.200 familias.
Pero esto no es todo. Especialistas e intensivistas
han manifestado públicamente en sendos pronunciamientos y declaraciones que
estos respiradores no son aptos para terapia intensiva, que incluso podrían ser
peligrosos para pacientes críticos, lo que los hace inservibles para la
atención de pacientes con el COVID 19, sino posiblemente solo para la atención
de primeros auxilios. Algo todavía peor, si se confirma que estos equipos son
descartables, es decir para el uso de una sola persona y por única vez.
Todo esto es ya intolerable, ignorancia y negociado
juntos.
¿Porqué no se
contrató a alguna de las varias empresas bolivianas que ofrecieron producir
estos equipos con modelos normalizados y con seguridad a precios mucho menores? De ese modo se daba trabajo a compatriotas, se los podía obtener en menor
tiempo y se evitaba la competencia mundial y los altos precios para adquirir
estos equipos.
Empresas como Quantum que fabrica los autos eléctricos
y que suscribió un acuerdo para comprar las baterías de Litio que fabricaba
YLB, hasta antes del golpe fascista, tiene la capacidad para fabricarlos, así
como otros proyectos como el de la UPSA con un modelo copiado de la española
Oxigen, o el de la UTEPSA con su proyecto Aire Esencial.
Se prefirió comprarlos afuera, con sobreprecio y lo peor, inservibles para la aplicación en
terapia intensiva.
¿Por qué no se consultó a especialistas, intensivistas
o biotecnólogos? Porque se privilegia la demagógica propaganda electoral y no
la salud del pueblo que tanto se pregona, porque sienten que su tiempo de acaba
y hay mucha necesidad de mostrar eficiencia, cuando se demuestra precisamente
lo contrario, cuando hay mucha prisa de enriquecerse a costa de la salud y la
vida de los bolivianos.
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