APLICANDO LA TÍPICA TRAMOYA FASCISTA

APLICANDO LA TÍPICA TRAMOYA FASCISTA

Luis Alberto Echazú Alvarado

Ya es de conocimiento mundial las sangrientas tramoyas fascistas para justificar agresiones y guerras. El ejército nazi alemán vistió a sus soldados con uniforme del ejército polaco y con ellos agredió a sus propias tropas, dando como resultado el asesinato de soldados alemanes. Esta macabra maniobra, fue uno de los pretextos para invadir Polonia e iniciar la segunda guerra mundial.

Cosa parecida –guardando las diferencias de magnitud, pero semejantes en el fondo– se ha conocido por denuncias no del MAS, ni de ninguna organización social o Partido político de izquierda, sino de un grupo de oficiales del ejército boliviano, que molestos señalaron que pudieron comprobar  que policías camuflados de civiles, junto a empleados de la alcaldía municipal de la ciudad de El Alto, organizaron el bloqueo en Senkhata, para justificar la represión al pueblo, acusándolo de incumplir la cuarentena y atentar contra la salud y la vida del pueblo.

Después de la gasificación, vino el abuso, la golpiza, detención y juzgamiento de inocentes pobladores, que para recobrar su libertad todavía debieron pagar una multa, que desde luego es retenida ilegalmente por estos gendarmes inhumanos.

Lo propio ocurrió con la agresión y apedreo de un bus que transportaba al personal de salud, para precipitar su salida de El Alto, pretextando inseguridad y para señalar como culpables a dirigentes del MAS.

¿No será que estas tramoyas típicamente fascistas ya empezaron con el incendio de más de 60 buses Pumakatari, que fueron el pretexto para perseguir, encarcelar y juzgar a dirigentes vecinales? 

Curiosamente ninguno de los buses tenia lleno su tanque de gasolina, porque sino las explosiones hubieran causado destrozos significativos a las casas y domicilios aledaños, el estruendo hubiera alarmado a la población y el daño hubiera destrozado por completo a los motorizados. Nada de eso ocurrió, solo un incendio al parecer controlado.

El incendio de domicilios en la ciudad de La Paz, en ninguno de los cuáles, se encontraban sus moradores. El rumor de que uno de los propietarios habría contratado poco antes un cuantioso seguro, sigue flotando en el ambiente, hasta que el interesado pueda desvirtuarlo, porque el silencio otorga.

 

Practicas represivas y confabulaciones típicamente fascistas se aplican hoy en Bolivia, se endilgaron al gobierno anterior en el caso de las acciones de mercenarios para dividir Bolivia, las mismas que fueron anunciadas pomposa y públicamente por sus propios autores, cuyos sobrevivientes fueron exculpados por una justicia venal y sometida al gobierno ilegítimo.

Estas acciones pretenden culpar al pueblo inocente y a sus dirigentes para luego detenerlos, juzgarlos indebidamente  y escarmentar la rebeldía y la oposición al gobierno golpista, solo conseguirán más rebeldía, movilización y lucha.