domingo, 3 de mayo de 2020

¿ QUIÉN ES ESE INQUILINO ?

¿ QUIÉN ES ESE INQUILINO ?
Luis Alberto Echazú Alvarado
El inquilinato es un sistema muy extendido en nuestro país, son cientos de miles las familias que contratan una vivienda en alquiler. Lamentablemente, no es frecuente una relación armoniosa entre inquilino y propietario. Para que aquello suceda, debe conjugarse una conducta respetuosa y tolerante entre ambas partes,  así como el cumplimiento de los términos del contrato.
Ser inquilino es muchas veces penoso, con dueños de casa intolerantes y exigentes. Tampoco es muy grato ser dueño de casa, hay inquilinos incumplidos e irrespetuosos que no saben cuidar la vivienda.
Pero últimamente he conocido un inquilino, por suerte solo uno, no hay otro igual y espero que no haya otro semejante en el futuro.
Este inquilino no ha suscrito ningún contrato, ni acordado verbalmente absolutamente nada con el dueño, y sin consulta ni permiso alguno, ha irrumpido violentamente en la vivienda junto a sus compinches todos armados y ha tomado todas las dependencias. No solo eso, ante el reclamo del propietario, ha procedido a agredirlo de palabra y de hecho, a él y a su familia, sin consideración alguna ha herido y dañado gravemente a todos ellos.
La vivienda modesta y sencilla, sin embargo tiene un pequeño jardín y huerto con flores, frutas y vegetales. Cuenta con habitaciones limpias y cómodas.
Es poco tiempo, el inquilino de hecho y no de derecho, ha destruido las flores, ha consumido las frutas y vegetales, ha hecho mal uso y deteriorado las habitaciones y los servicios.
El dueño y su familia, ya repuestos de la agresión y cansados del abuso, las amenazas la prepotencia, la violencia y la destrucción de sus bienes, exigen al falaz inquilino, la devolución de la vivienda. El intruso, hace oídos sordos de la exigencia, hasta que el dueño logra obtener la orden de desalojo. Sorprendido, ofendido, ante semejante afrenta, recurre a la justicia, para seguir usufructuando sin tiempo ni medida, lo que no le corresponde.
Promete restaurar los daños, mejorar la vivienda y reponer el malgasto. El dueño llegó al límite de su paciencia, rechaza las promesas y se dispone, decidido, a recuperar lo que es suyo, con propias fuerzas  .……
¿ Saben quién es ese falaz inquilino ?

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