¿QUE ES EL FASCISMO?
¡Cuando oigo pronunciar la palabra
cultura, cargo mi revolver!
Hanns Johst
Dramaturgo
nazi.
El
fascismo, como lo definiera el célebre revolucionario búlgaro Jorge Dimitrov,
constituye:
«... la
dictadura terrorista abierta de los elementos más reaccionarios, más
chovinistas y más imperialistas de! capital financiero» (1)
El
fascismo es la etapa última del desarrollo imperialista, la etapa de
exacerbación -al máximo- de la represión burguesa contra el pueblo, los
trabajadores y sus organizaciones democráticas y patrióticas El fascismo aparece como la jauría de perros
de presa lanzada por sus amos, los capitalistas, a la caza del obrero del
intelectual y del campesino.
«... el fascismo es la más feroz
ofensiva del capital contra las masas trabajadoras; el fascismo es el
chovinismo más desenfrenado y la guerra de rapiña; el fascismo es la reacción
feroz y la contrarrevolución; el fascismo es el peor enemigo de la clase obrera
y de todos los trabajadores» (2).
El
fascismo, propiamente dicho, fue fundado en Italia por Benito Mussolini en los años
de la década 20; su hermano menor fue el nazismo alemán creado por Adolf Hitler
unos años más tarde y finalmente el tercer pariente, el más pobre, es el
franquismo español. ¬Dimitrov dice:
«La
variedad más reaccionaria del fascismo es la de tipo alemán» (3) Y prosigue:
«El fascismo alemán no es solamente nacionalismo burgués, es un chovinismo
bestial. Es el sistema de gobierno del bandidaje político, un sistema de
provoca¬ciones y torturas contra la clase obrera y los elementos
revolucionarios del campesinado, de la pequeña burguesía y de los
intelectuales. Es la crueldad y la barbarie medievales, la agresividad
desenfrenada contra los demás pueblos y países» (4)
Todas
las definiciones que se han intentado del fascismo, corresponden también por
supuesto a su "variedad más reaccionaria": el nazismo y, por lo
tanto, ambos términos (fascismo y
nazismo) para nuestras notas vienen a ser
una y la misma cosa, por ello mismo hablaremos del nazi-fascismo.
Como
bien lo señala Dimitrov, tanto el fascismo italiano, cuanto el franquismo
español, palidecen ante el terror desatado a nivel mundial por el prototipo que
asume, en los hechos, la personalidad colectiva de todos los sistemas
ultraderechistas y contrarrevolucionarios: el nazismo.
«... El fascismo alemán actúa como
destacamento de choque de la contrarrevolución internacional, como incendiario
principal de la guerra imperialista...»
(5), finaliza diciendo Dimitrov.
No
obstante todo lo anotado, que se apoya en el pensamiento de un conocedor
profundo de los problemas del fascismo como lo fue Jorge Dimitrov, pensamos que
en lugar de proporcionar una receta que pretenda resumir en unas cuantas líneas
lo que es el fascismo, es mejor analizarlo diseccionado: es decir poniendo de
relieve una a una sus principales características. De este modo tendremos una idea mucho más
cabal del verdadero contenido y carácter del fascismo.
Sin
la pretensión de agotar las características típicas del fascismo, podemos
referirnos a las sustanciales: el ultranacionalismo, el racismo, el belicismo,
la demagogia y el anticomunismo.
1. EL ULTRA-NACIONALISMO
El
primer elemento que singulariza al fascismo es la tendencia de determinados
sectores de una nacionalidad a exagerar con su amor por la patria. El verdadero
amor a la Patria -en nuestro concepto- es
un sentimiento natural, noble y espontáneo que existe en el alma y el
corazón de todos los hombres honrados de todos los países con respecto ¬a la
tierra en la cual han nacido. Este patriotismo significa e implica amor al
pueblo, a la cultura del pueblo, al arte popular y al espíritu mismo del
pueblo.
Estos
sentimientos naturales sufren, a veces, en determinadas capas de la población,
una alteración cuya característica es la exacerbación. Debido a una serie de
factores de psicología social, los resentimientos de determinadas capas se
manifiestan a través de ruidosas y exageradamente exteriorizadas
manifestaciones de "patriotismo".
Como el cáncer las células enfermas del ultra-nacionalismo se
multiplican morbosamente adquiriendo, poco a poco, todo el organismo social
caracteres patológicos.
La
patria, querida por todos, se va convirtiendo en una abstracción, en una idea
vaga y difusa que paulatinamente se separa de todos los elementos materiales
que la conforman. Entonces la patria de los fascistas será, cada vez más, una
entelequia que poco o nada tiene que ver con los obreros, con los campesinos ni
con los intelectuales que, en verdad, son la sangre y el músculo de la
verdadera patria. No, la patria de los fascistas será una bandera, el cuartel,
un saludo militar o militarizado, finalmente la patria se verá confundida con
los mezquinos intereses personales de jerarcas fascistas y militares
corruptos.
El
ultra-nacionalismo no es un verdadero nacionalismo, aunque esto parezca una
paradoja. Bajo la epidermis de un amor desmesurado a la patria, se ocultan los
verdaderos designios de un sector social atrabiliariamente reaccionario. Es una verdad siempre confirmada y jamás
desmentida que los regímenes que más propalan su "nacionalismo"
resultan ser los que con más inmoralidad y desenfado lotean los territorios
nacionales, los que proceden a desmantelar las fronteras nacionales permitiendo
la penetración económica y cultural del imperialismo a través de las compañías
multinacionales.
El
ultra-nacionalismo es -en consecuencia- un pseudo-nacionalismo, un nacionalismo
verbal, declamatorio, ampulosamente proclamado pero traicionado en el fondo.
2. EL RACISMO: LA IDEA DE "PUEBLO ELEGIDO
DE DIOS"
Uno
de los elementos que caracteriza más nítidamente al fascismo es el racismo y su
principal corolario: la idea de pueblo elegido de Dios.
Naturalmente
este elemento adquiere más significación cuando el fascismo naciente logra
algún desarrollo importante en una nación también importante, en otro caso
queda ridículamente confinado a las expresiones aisladas de uno que otro fascista
recalcitrante criollo.
Por
otra parte, este elemento peculiar le va dando, conforme pasa y se desarrolla
el fascismo, una fuerza inusitada que en muchos países ha logrado confundir las
mentes incluso de los obreros y los intelectuales, alienándolos completamente.
Los
alemanes, por ejemplo, después de dos décadas de permanente, apabullante y bien
dirigida propaganda racista llegaron a creerse, efectivamente, una raza
superior de señores, superhombres y
arios "puros", olvidando o fingiendo olvidar sobre por su
territorio, durante siglos, las rnas diversas razas y los más diferentes
pueblos realizaron un profuso mestizaje que dio como resultado justamente lo
que hoy es el alemán moderno. El nazi-fascismo alemán ignoró la verdad y logró
mediante digresiones retórico racistas paralogizar una enorme masa popular
alemana. La siguiente cita tomada de una obra de singular importancia sobre el
nazismo, nos da una idea muy próxima del fenómeno racista:
«El sistema de Hitler obtendrá su
remate con la creación del Lebensraum "fuente de vida", especie de
yeguada humana a base de chicas seleccionadas por sus caracteres
nórdicos perfectos, que se traían para procrear, al margen de toda unión legal,
con individuos SS., igualmente escogidos
según los mismos criterios. Los niños nacidos de estas uniones, frutos
de la eugenesia dirigida, debían pertenecer al Estado, y su educación sería
asumida en escuelas especiales. Teóricamente estaban destinados a formar la
primera generación del nazi puro moldeado ya en embrión. El hundimiento del
régimen no permitió a los nazis llevar más lejos esta experiencia… No obstante,
ya habían nacido 50 mil niños de esta especie de sementales. Su nivel
intelectual es actualmente inferior y de una manera notoria, al nivel medio.
Presentan un porcentaje de débiles mentales cuatro a cinco veces más elevado
que el normal… "(6)
No
les importará en absoluto a los nostálgicos del fascismo los dramáticos resultados de sus "experimentos
eugenésicos", es seguro que proseguirán en su empeño de encontrar una raza
"'elegida" para dominar el mundo y someter a los pueblos. La creencia
de que existen razas superiores unas de otras desde el punto de vista
bio-antropológico y que, por tanto, se
justifica la esclavización de las inferiores por parte de las razas
"superiores", ha conducido en Alemania al establecimiento de una
política nacional destinada a aniquilar todas las razas impuras, mediante una
serie de procedimientos que van desde la utilización de masas humanas cautivas
o mano de obra gratuita y esclavizada, lo cual determinaba una enorme mortandad
entre los "trabajadores" hasta
el genocidio directo Hitler pretendió hacer del ario puro un señor del mundo
entero, poniendo a los pueblos a su servicio.
Alemania
nazi-fascista organizó un enorme aparato destinado a la solución de diferentes
"problemas" raciales. Estos son los principales
"problemas": Los judíos, los pueblos eslavos, los gitanos, etc., etc.
Adolf Eichman un S.S., debidamente seleccionado por sus cualidades innatas tomo
a su cargo el problema judío y durante los cinco años que duro el dominio nazi
sobre Europa, perfeccionó sus métodos y su aparato especial, dependiente de la
Gestapo, para conseguir suprimir a los judíos en Europa. Eichmann exterminó
alrededor de seis millones de judíos en Polonia, la Unión Soviética,
Checoslovaquia y otros países. Las
cámaras de gas, los fusilamientos en masa, los experimentos científicos"
en las carnes de judíos y otras atrocidades semejantes fueron los métodos favoritos
adoptados por el árbitro del problema judío para el cumplimiento de su
"misión".
Uno
de los primeros ideólogos del racismo fue el francés Arturo de Gobineau, quien
publicó en 1853 su obra: "Ensayo
sobre la desigualdad de las razas
humanas". Gobineau
considera que el hombre es un degenerado y que, al mismo tiempo, no existe como
hombre en general.
«Esto significa que las
diferenciaciones raciales son tan profundas que no es posible hablar del
hombre, sino del ario, del semita, del de habla
finlandesa, etc., etc.» Gobineau agrega:
«La
historia nos enseña que toda civilización dimana de la raza blanca, que
ninguna de las demás puede existir sin la cooperación de esta raza y que una
sociedad será grande y brillante sólo en la proporción en que sabrá conservar
por un periodo prolongado al grupo noble que la creó.....» (7). Y más aún: «Ni siquiera hay verdadera... civilización
entre las naciones europeas a no ser que l8s ramas arias hayan dominado». Gobineau siente desprecio por los negros a
quienes habría que «refrenar con arrogante despotismo», (8) y también tiene la misma opinión con respecto
a los pueblos latinos, entre ellos los romanos antiguos, frente a ellos se
encuentra el germano: «Un hombre de cabellos rubios, de tez rosada y blanca y
anchos hombros, de alta estatura, vigoroso como Alcides, valiente como Teseo,
diestro, flexible, no temiendo nada en
el mundo y la muerte menos que ninguna otra cosa... Había alimentado su espíritu con la savia de
una religión severa y refinada, de una política sagaz, de una historia
gloriosa» (9)
Como
podemos apreciar, las raíces ideológicas del racismo se encuentran en el
pensamiento de hombres afeminados cuya limitación y miopía les impide observar
la profusa y extensa mezcla y el com¬plejo entrecruzamiento de las razas
humanas, cuya fortaleza, precisamente, tiene origen en este mestizaje
saludable.
Gobineau
tiene muchos seguidores, algunos singulares como aquel genial músico que fue
Ricardo Wagner cuyas oberturas dramáticas tienen mucho que ver con la demencia
diabólica de Adolf Hitler.
El
racismo estuvo presente siempre en los substratos de toda la filosofía alemana
desde el siglo pasado. Iniciado como doctrina coherente por el francés
germanizado Gobineau continúa con Schopenhauer, y sigue con Trieschke. El
racismo, sin embargo, no es un problema ideológico del pasado. Es sabido que su máxima expresión murió con
su representante más caracterizado: Adolf Hitler. Empero en el mundo actual, en
las primeras décadas del Siglo XXI, podemos observar su presencia vergonzante y
vergonzosa en algunos reductos de la geografía del Tercer Mundo.
El
racismo tiene un corolario que es la concepción de "pueblo elegido de
Dios". Detrás de esta idea religiosa que tiene apariencia inofensiva, se
oculta el racismo más repugnante y más peligroso.
El
Estado moderno de Israel es el caso más paradójico del renacimiento del
racismo. La amplitud y profundidad del racismo antisemita de la época
hitleriana llegaron a límites inenarrables, sin embargo, en la actualidad el
Estado judío se ha convertido en uno de los campeones del racismo más
reaccionario y aberrante elevando muy alto aquella bandera peregrina de
"pueblo elegido de Dios".
Los
modernos dirigentes israelíes, ganados ampliamente por las consignas sionistas,
han olvidado o pretenden olvidar los espantosos sufrimientos de las comunidades
judías durante la segunda guerra que fueron originados precisamente por el
racismo, aplicando ahora con los árabes palestinos el mismo criterio del
hitlerismo al pueblo judío y también los mismos métodos de exterminio masivo.
«El "Estado judío", ideado
por Teodor Herzl, es un estado exclusivamente hebreo, esto significa que en su
seno solamente tienen derechos los judíos o judaizados, el resto como seres de
razas y religiones inferiores se encuentran fuera y al margen de la sociedad.
La doctrina creada por Herzl es hoy ideología oficial en Israel. La estructura
del Estado, sus leyes fundamentales y sus usos y costumbres han
institucionalizado el criterio del "hogar nacional judío", y, a tal
concepción, no puede oponerse nada actualmente en Israel. La tierra palestina,
patria milenaria de árabes y judíos, ha dejado de ser de sus dueños quienes son
expulsados de sus hogares y recluidos en campos de refugiados, asesinados o
privados de todo derecho, para dar cabida a nuevas oleadas de sionistas
provenientes de todos los continentes.
El sionismo contemporáneo no sólo es la ideología oficial de lsrael,
sino también un ramificado; sistema de organizaciones y la práctica política de
la gran burguesía hebrea, enraizada con los círculos monopolistas de EE.UÚ., y
otras potencias imperialistas. El chovinismo militante y el anti-comunismo son
el contenido principal del sionismo. Esto determina precisamente el papel
reaccionario que desempeña en las relaciones; internacionales» (10).
«Una de las ballenas, sobre las que
se sostiene la ideología sionista es, como se sabe el mito acerca de que los
judíos son los elegidos de Dios. Este mito significa proclamar el exclusivismo
de los judíos, su superioridad sobre los demás pueblos; a los que, por
consiguiente, se considera inferiores, de segunda clase, y se inculca la
hostilidad hacia ellos como antisemitas potenciales. Entre los "elegidos
de Dios" no puede haber naturalmente, contradicciones de clase» (11)
La
política reaccionaria-sionista del régimen de Tel-Aviv ha creado un sistema
ultra-nacionalista que ahora toca ya francamente los lindes del fascismo. Esta
política derechista que promueven los dirigentes judíos no puede ser
justificada, como se pretende, con el pretexto del antisemitismo que, si bien
existe como otra expresión del racismo, es esgrimido ahora hábilmente por
Tel-Aviv para encubrir sus crímenes contra los pueblos árabes.
El
desarrollo de todas estas ideas y teorías es más o menos así: desde tiempos
inmemoriales fue germinando en los círculos emigrantes de judíos dispersos la
aspiración de constituir un hogar nacional que volviera a reunir al pueblo de
Dios. Sus creencias religiosas, en el colmo del dogmatismo, les condujeron a
adoptar una actitud peculiar en el seno de las sociedades en las cuales les
tocó radicarse. Formaron pequeños núcleos judaicos agresivamente segregados del
medio social. El judío de este modo, se ha puesto frente a sus semejantes --los
otros pueblos del mundo -- y, despreciándolos ha provocado como reacción,
diversas formas de anti-semitismo que viene a SER UN RESULTADO MÁS O MENOS
NATURAL Y LÓGICO QUE DEVIENE ANTE EL QUISTE SOCIAL QUE NO SE DISUELVE Y QUE,
POR EL CONTRARIO, SE CIERRA PUNZANTEMENTE EN SÍ MISMO. El JUDÍO ha rehusado
siempre que sus hijos establezcan relaciones así sea solamente de amistad con
otros niños, ha practicado sus ritos y ceremonias religiosas en un ambiente de
clandestinidad aún sin ser perseguidos y ha cuidado siempre crear en el
espíritu de sus nuevas generaciones la concepción de que ellos nada tienen que
ver con la tierra en la que han nacido y que por encima de todo se encuentra la
abstracta "nación judía": el "Pueblo Elegido de Dios".
El
antisemitismo más generalizado es aquel que encuentra raíces en aquella actitud
anti-social del judío, sin embargo, hay que hacer la gran salvedad de que el
otro anti semitismo es decir el racismo anti-semita es una particularidad del
nazismo alemán y debe ser muy claramente diferenciado del que explicábamos
anteriormente.
Podemos
citar también otros ejemplos de racismo que lamentablemente e dan en el mundo
de hoy. En el Cono sur de África existen
dos regímenes racistas que con todo cinismo y brutalidad aplican la teoría de
la supremacía de la raza blanca.
La
República Sudafricana y la llamada
Rhodesia (hoy Zimbabwe), han implementado, con todas sus características
inhumanas, estructuras antinegras en las mismas tierras que, desde remotos tiempos pertenecieron a los pueblos
africanos. La política oficial del Apartheid significa, la separación de
blancos y negros, los primeros como amos los segundos como esclavos. Negando
todos los derechos a la población nativa y confinándola a los territorios más
inhóspitos y áridos, los blancos que constituyen la minoría exigua de la
población total, se han apoderado de todas las riquezas naturales y de todos
los derechos cual conquistadores. Un negro en la "República
Sudafricana" puede ser apaleado, asesinado o maltratado sin tener el
derecho de recurrir a un tribunal. La
policía blanca de Sudáfrica y Rhodesia
tiene como misión exterminar a la población negra acusándola de comunista,
extremista o guerrillera.
El
racismo --como elemento fundamental
de la "ideología
nazi-fascista"--, es la
manifestación más burda de las posiciones anti-históricas. El carácter anticientífico del racismo se
revela día a día. La Antropología nos
enseña el origen común de todos los pueblos y razas. La Etnología nos trasmite
la unidad y compenetración de las diferentes razas humanas, en fin, podemos
decir que la ciencia es la principal enemiga del racismo.
3. EL BELICISMO
El
nazi-fascismo es agresivo por naturaleza y esa agresividad debe obtener un
escape, es decir tiene que manifestarse de algún modo en forma externa. Así surge el belicismo como otro elemento
fundamental del fascismo.
Todos
los regímenes nazi-fascistas han sido o son belicistas, solamente es necesaria
cierta fortaleza militar y bélica del país que se trate para que inmediatamente
se lance a aventuras de conquista contra sus vecinos o contra países lejanos,
eso también dependerá de sus posibilidades materiales.
El
nazi-fascismo como la expresión concentrada de los peores defectos del
imperialismo, es la fuente de todas las guerras injustas de agresión. Junto al fascismo o a cualquiera de sus
variantes estará siempre presente el peligro inminente de la guerra de
agresión. Los alemanes, por ejemplo, dominados por el nazismo provocaron la
confrontación bélica más grande y extensa de todos los tiempos, la misma que
costará al género humano cerca de 50 millones de víctimas
El
Japón Imperial, esclavizado por una camarilla fanática de militares fascistas,
arrastró a toda Asia a una guerra sin precedentes en el continente que asoló
China, Filipinas, Indochina, Birmania, Malaya, Singapur, Indonesia, Nueva
Guinea, muchísimas islas e islotes del Océano Pacífico. La agresión a China supera todas las
monstruosidades cometidas por los nazis en Europa Occidental y solamente puede
ser comparada con la agresión hitleriana contra la Unión Soviética. Los
italianos, subyugados por el fascismo, pretendieron revivir el antiguo Imperio
Romano a costa de Grecia, Albania. Etiopía y otros países.
España,
bajo Franco, tuvo que soportar una sangrienta guerra civil que duró tres largos
años.
El
hecho de que algunos regímenes fascistas del pasado y del presente -sobre todo
los del presente-, no hicieran o hagan guerras de agresión y conquista se debe
únicamente a su debilidad militar y no puede, de ninguna manera, imputarse el
hecho a una vocación de paz que no conoce el nazi-fascismo.
Los
nazis, los fascistas, los franquistas, los falangistas, los militaristas y los
racistas, cualquiera que sea su procedencia, su nacionalidad o su origen,
tienden irremediablemente a la agresividad que en términos sociales significa
la guerra.
El
belicismo, como uno de los rasgos distintivos de la ideología nazi-fascista,
tiene como su máximo exponente y precursor al célebre filósofo alemán Federico Guillermo Nietzsche. Creemos
conveniente referirnos someramente a sus concepciones ontológicas de las cuales
arranca toda la vocación agresiva del fascismo.
Para
Nietzsche la «naturaleza del hombre es
maléfica, lo cual garantiza su fuerza». (12), y proclama:
«¡Mi mundo es la voluntad de poder y
nada más!» (13).
Nietzsche
enarbola un nuevo código moral que tiene íntima relación con sus ideas sobre la
omnipotencia de la fuerza y del poder. Este código llama a la eliminación de
los conceptos del bien y del mal creados -según él- por los débiles para maniatar a los fuertes e
impedirles desarrollar sus energías.
La
verdad para el filósofo es la repudiable y orgullosa palabra que hay que
destruir:
«La voluntad hacia la verdad es la
impotencia de la voluntad para CREAR...»
(14)
De
aquí Nietzsche deduce que el gran hombre debe preferir mentir antes que decir
la verdad porque la mentira requiere más espíritu de creación. Existe en el
alma del gran hombre una infinita soledad a la cual no llega ni el elogio ni la
censura. El mismo es su propio juez, su
propio fallo inapelable.
Un
ser de estas dimensiones ontológicas, tan sublimado en su subjetividad, dueño
de una "voluntad de poder" irrefrenable, dará origen a la concepción
nietzscheana del "superhombre", el super-hombre de Nietzsche es el
discípulo de su Zaratustra y son para él estas máximas:
«Esta nueva tabla, hermanos míos.
Erijo para vosotros: ¡Volvéos duros!
El hombre sabio no sólo amará a sus
enemigos, sino que odiará a sus amigos...
EI hombre debe ser apto para la guerra
y la mujer para el recreo del guerrero. Todo lo demás es locura... Amad la paz
como medio de una nueva guerra y la paz breve más que la larga. No os- exhorto
a trabajar, SINO A LUCHAR... Decís que una buena causa santifica la guerra, más
yo os digo que es una buena guerra la que santifica cualquier causa... » (15).
Nietzsche
es duro con el cristianismo al que reprocha su "debilidad". La
defensa cristiana de los inútiles le parece inmoral, vergonzosa y pervertida: «Una blasfemia y una deshonra de la humanidad…» (16).
El
superhombre de Nietzsche, no será un hombre aislado, por el contrario, el
filósofo sueña en el advenimiento casi religioso de una raza de superhombres:
«Esta nueva raza treparía hasta las
cumbres mediante hazañas inauditas y
nunca vistas hacia un destino mayestático, hacia su poderosa misión
terrestre...» (17)
Admirando
como a Dios al superhombre Nietzsche desprecia a los endebles, a los débiles, a
los inválidos a los inútiles. La compasión hacia éstos es, en Nietzsche, un
sentimiento inferior que hace perder poder a quien la siente. En la instancia
última y suprema para Nietzsche: PODER ES
DERECHO.
El
superhombre, en consecuencia, puede y debe imponerse a los otros hombres usando
los medios que le proporciona su propia fuerza y la conciencia de su propio
poder. La crueldad es pues el sentimiento natural de las existencias superiores
y ha habido tiempos y los habrá más aún en el futuro, que no sientan vergüenza
de la crueldad más despiadada. ¡¡ Todo le será permitido al superhombre!!
Los
nazis y en especial Adolf Hitler, sin embargo, tomarán a Nietzsche por su
ángulo específicamente beligerante, la supra valoración de la fuerza, del poder
omnímodo y queriendo aplicar la concepción supra-humana al pie de la letra,
pretenderán encontrar en el ario alemán un embrión del hombre
zaratustriano. No toman en cuenta, por
otra parte, y es bueno resaltarlo, que Nietzsche no fue un racista propiamente
dicho y manifestó su repugnancia al racismo en general, y mucho más a la
supuesta superioridad racista germánica. Se proclamó como un buen polaco que lo
fue por nacimiento, enemigo del historicismo alemán. Decía “He dicho que el espíritu alemán se está haciendo más grosero y
superficial” Por otro lado según G. Bataille: “El presunto germanismo de Nietzsche se fundaba principalmente en
interpolaciones racistas y antisemitas intercaladas en sus obras por su hermana
Elizateh” y finalmente otra máxima del filósofo “La admiración narcisista de la conciencia de raza germana es casi
criminal y yo tengo una sencilla norma: no tener trato alguno con los monederos
falsos del racismo”. (18)
En
“beneficio” de Nietzsche podemos decir que sus máximas tienen un profundo
contenido místico y telúrico que nos asombran por su contundencia y sinceridad,
muchos de los cuales tenemos la obligación de difundir.
En cuanto al “problema” de Dios:
- ¡Dios
ha muerto! ¡Todos los dioses han muerto!
- ¡Dios
es una creencia que tuerce todo lo que es derecho!
- ¡Un
viejo Dios barbudo!, un Dios colérico y celoso, faltó al respeto de este modo.
- ¡Dios
también tiene su infierno y es su amor a los hombres!
- ¡Dios
ha muerto y es su amor a los hombres lo que lo ha matado!
- ¿Es
el hombre tan solo un error de Dios? ¿O es Dios tan solo un error del hombre?
- Pero
el Diablo no aparece nunca cuando hace falta; ¡siempre llega tarde ese maldito!
Su autovaloración suprema:
- ¿Por qué soy tan sabio? ¿Por qué soy tan inteligente? ¿Por
qué escribo libros tan excelentes? ¿Por qué soy una fatalidad?
- El que sabe que es profundo, es esfuerza por ser claro; el
que quiere parecer profundo se esfuerza por ser oscuro.
- Cuanto
más espíritu, más sufrimiento, tanto más estupidez, tanto mayor bienestar.
Sobre el Estado.
- El Estado es un monstruo hipócrita como tú (Se refiere al
monstruo de fuego). ¿Qué es el Estado? Escuchadme, que voy a hablaros de algo
que mata a los pueblos. Llaman Estado al más frío de todos los monstruos fríos,
al que miente con toda frialdad cuando dice que él es el pueblo. ¡Eso es
mentira!... Pero hay hombres destructivos que ponen trampas para atrapar a la
gente y las llaman Estado… Pero el Estado miente en todos los lenguajes del
bien y del mal; todo lo que dice es falso y todo lo que tiene es producto del
robo. Todo él es falso… Hasta sus entrañas son falsas… Llamo Estado al lugar
donde envenenan a todos, sean buenos o malos…”
Sobre los animales.
- Los
monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
- El
hombre es el único animal que sufre tan intensamente, que ha tenido que
inventar la risa.
Sobre la mujer:
- La
mujer es incapaz de amistad, sólo conoce el amor.
- Sobre la verdad y la mentira.
- ¡Qué
pocos saben ser verdaderos!
- ¡Quién
no cree en sí mismo, miente siempre!
- ¡El
que no sabe mentir, no sabe lo que es la verdad!
- ¡La
mentira más común, es aquella con la que nos engañamos a nosotros mismos!
Sobre el Existencialismo
- Todo es vano. ¿Por qué vivir?
- ¡Morir de un modo altivo, cuando ya
no es posible vivir con dignidad!
Sobre la Amistad:
- ¿Serán nuestros amigos si nos
conociesen bien?
Y finalmente:
- Como soy un genio sin igual en la
historia del pensamiento humano… (lo digo con la debida modestia) (19)
Todas
sus elucubraciones increíbles y pensamientos contradictorios, tenían
necesariamente que lesionar las células nerviosas de un cerebro que
obsesionado por el poder y la fuerza,
acabó deteriorándose por completó hasta los extremos de la enajenación
absoluta. En efecto; Nietzsche enloqueció en los últimos años de su vida,
tornándose en un ente INÚTIL, INVALIDO Y DÉBIL. Por fortuna, para él mismo,
jamás pudo darse cuenta que se había convertido, paradójicamente, en uno de los
seres que tanto despreció en los momentos sublimados de su creación filosófica.
Cualquier
pensador normal, cualquier tendencia ideológica coherente que pretenda
levantarse sobre los principios nietzscheanos, los tomará en el sentido
figurado admirando que un elemento somático tan débil como el suyo, fuera capaz
de irradiar tanta fuerza subjetiva. Su
espíritu poderoso que parece explotar llega a alcanzar altísimos niveles de
sublimación. El alma nietzscheana más tiende a lo bello que a lo bueno y no
podemos negar que la honda influencia que puede ejercer un razonamiento tan
contundente como el de Nietzsche, en un mundo contemporáneo con su escala de
valores destruida, se debe a la grandeza diabólica de una idealización de la
belleza absoluta.
Para
Carlyle, los jefes, los líderes y los héroes escriben y hacen la historia,
mientras que los pueblos, las masas populares, las muchedumbres son solamente
los instrumentos que utilizan los grandes hombres para actuar sobre la
historia. Las ideas de Carlyle unidas a la de Nietzsche forman el substrato
ideológico del nazi-fascismo que sustituye el simbolismo de las concepciones de
sus maestros y pone en su lugar una política antihumana y pervertida.
Muy
pocos fascistas conocen a Nietzsche, pero es innegable que el pensamiento
filosófico que desarrollara este genio trastornado tuvo y tiene preponderante
influencia en el génesis y ulterior proceso evolutivo de las concepciones nazis
y fascistas del presente.
La
agresividad, convertida en belicismo, hace de los regímenes y estados dominados
por el fascismo, la fuente de toda guerra internacional. Los fascistas son, entonces, los más peligrosos
enemigos de la paz entre los pueblos del mundo.
4.- LA DEMAGOGIA
Los
regímenes fascistas, nazistas y falangistas se caracterizan por la utilización
sin freno, pausa ni rubor, de la más descarada demagogia que está destinada a ocultar
los irreparables daños que causan estos regímenes a las sociedades que han
logrado dominar. La demagogia fascista
es organizada y en Alemania se estructuró especialmente un ampuloso
"Ministerio de Propaganda", a cargo del tristemente célebre Dr. Goebbels
que tenía como misión falsear los hechos empleando sistemáticamente la mentira
a nivel internacional como método. El "nuevo orden" fue glorificado
hasta el delirio por la tendenciosa propaganda de Goebbels. El nazismo alemán
que había venido siendo presentado como la expresión suprema de la cultura
occidental y cristiana, como la salvación del occidente frente al avance de los
pueblos inferiores de color, debía también jugar el importantísimo papel de
coraza anticomunista. Iniciada la guerra mundial, la propaganda jugó un rol
inusitado: incansablemente Goebbels y su equipo propalaban
"informaciones" y comentarios en torno y a cerca de la invencibilidad
del ejército nazista. Al principio no había mucho problema, pues bastaba con
exagerar un poco los verdaderos triunfos de las armas alemanas, pero después de
Stalingrado la cosa cambió fundamentalmente. Goebbels y su grupo de especialistas
en la mentira nietzscheana tenían que hacer malabarismos para mostrar un cariz
aceptable de su situación en el frente del este.
Goebbels
decía: "la mentira repetida muchas
veces puede convertirse en la verdad"
Como podemos apreciar éste pensamiento se encuentra muy cerca de la
filosofía nietzscheana.
Los
nazis y los fascistas utilizaron y utilizan su densa propaganda para convencer
al mundo de que ellos no están "ni con los capitalistas, ni con los
comunistas", que su régimen se encuentra al margen y por encima de las
clases sociales y su lucha, que apoyan a los obreros y también a los
empresarios, que son "socialistas" y muchas otras mentiras
almibaradas para confundir a los pueblos y a las masas populares
«Si se somete a un pueblo a un
régimen alimentado de propaganda obsesiva de terror, de militarización total,
de delación, de acecho, si a una juventud le inculcan los principios morbosos
del nazismo, si se glorifica a los criminales, si se priva a un pueblo de toda
moral y se le persuade de que es un pueblo elegido, una raza de auténticos
señores, el resultado no puede diferir del anterior... »
(Se refiere al régimen nazista. - Nota nuestra) (20)
Así
refiere Jacques Delarue la utilización de la propaganda para narcotizar una
sociedad, convertirla al nazi-fascismo y ocasionar los enormes daños materiales
que son conocidos en Alemania.
Los
nazi-fascistas nada tienen que ofrecer como solución positiva a los problemas
sociales y, además, como constituyen un fenómeno social que se contrapone a las
aspiraciones de los sectores populares, deben recurrir a la mentira, al engaño,
al chantaje, al fraude y a la calumnia en forma metódica a fin de disfrazarse,
de camuflarse y no espantar con su verdadero rostro apocalíptico de enemigos de
la humanidad y de la vida.
Los
regímenes, las organizaciones y los elementos fascistas --de este modo-- pueden
aparentar una fisonomía muy distinta de su verdadero contenido antipopular y
profundamente reaccionario. Esto le sirve muchas veces para provocar
encontradas y encendidas polémicas en el seno de las fuerzas populares
propensas siempre al análisis pormenorizado.
La
demagogia nazi-fascista es uno de los elementos más necesarios para el
sostenimiento en el poder de las dictaduras fascistas y de todos los regímenes
derechistas de la especie.
5.- EL ANTI-COMUNISMO.
No
obstante ser todos los anteriores elementos característicos del fascismo
profundamente pronuncia dos, el anti-comunismo los supera ampliamente. Se puede afirmar que el nazismo constituye
una especie de enajenación de las sociedades condenadas a muerte por la
historia que pretenden arrastrar a su propia tumba a quienes han osado
sustituirlas.
La
sociedad burguesa en su conjunto siente que la tierra se mueve bajo sus pies,
entonces genera el fascismo cuya finalidad máxima consiste pues en aniquilar y
aplastar por cualquier medio los gérmenes de la nueva situación que asoman ya
en el seno de la sociedad que va muriendo y prolongar de este modo un poco más
su propia existencia.
Los
fascistas no tienen conciencia de este tipo de fenómenos, pero el instinto de
conservación de la sociedad toda se refleja en ellos que actúan llevados por
instintos primarios. Así se explica con alguna facilidad el cúmulo de excesos
aberrantes que cometen en el cumplimiento de su "sagrada misión", al
punto que descienden al campo propio de los entes irracionales.
«Los crímenes del nazismo no son los
de un pueblo. La crueldad el goce de la violencia, el culto a la fuerza bruta,
el racismo feroz no es patrimonio de una nación ni de una época. Son de todos los tiempos. Tienen unas bases
biológicas y psicológicas no menos ciertas.
El ser humano es una fiera peligrosa.
En periodo normal, sus malos instintos permanecen arrinconados,
yugulados por los convencionalismos, las costumbres, las leyes, los criterios
de una civilización. Pero si viene un
régimen que no sólo libera esos impulsos sino que los hace pasar como
verdaderas virtudes, entonces, del fondo insondable del tiempo, asoman las
fauces de la fiera bajo la máscara frágil del ser civilizado; desgarra esa
débil corte¬za y lanza el aullido de muerte de los tiempos olvidados...» (21).
La
primera bandera que levantan los fascistas en su ascenso es la sucia del
anti-comunismo. Con la ignorancia absoluta
de quien no comprende nada, los fascistas se lanzan a estrangular todo lo que
tenga simple apariencia de revolucionario.
Hitler,
autoproclamado comandante en jefe de la cruzada mundial anti-comunista
reconocía como su principal meta y objetivo el aplastamiento total y completo
de la joven Unión Soviética y luego de todos los movimientos y partidos
comunistas europeos. La campaña hitleriana para dominar los países europeos
occidentales constituye verdadero juego de niños comparada con la célebre y
escalofriante "Operación Barba Roja", denominación en código de la
invasión a la URSS. Las instrucciones de
Hitler a su Alto Mando son precisas: había que aniquilar a toda la población
civil y muy especialmente a la gente que demuestre alguna simpatía con el bolchevismo,
arrasar aldeas y ciudades íntegras "culpables" de proteger o ayudar a
los "rojos", como el caso pavoroso de Lídice, una pequeña aldea checa
que fue totalmente destruida y su población aniquilada acusada de haber
brindado refugio a los guerrilleros que presuntamente ajusticiaron al
"protector" de Bohemia y Moravia, Heydrich.
Cientos
y cientos de divisiones mecanizadas con millones de hombres reclutados en toda
Europa ocupada fueron lanzados contra la Unión Soviética y mientras este
inmenso ejército avanzaba sobre tierra soviética, se cumplían metódicamente las
instrucciones asesinas del Alto Mando Alemán.
El resultado final de aquella catastrófica aventura que no tiene
parangón en la historia de las guerras fue de 20 millones de ciudadanos soviéticos
muertos entre 1.941 y 1.945. La experiencia de la agresión nazi-fascista a la
Unión Soviética no fue una excepción, por el contrario, es la muestra más
palpable y el ejemplo más aleccionador del odio anti-comunista del fascismo.
Los
fascistas italianos, los franquistas españoles, los militaristas japoneses y
más modernamente los gorilo-fascistas de América Latina lo primero que
persiguen y pretenden destruir a toda costa es el movimiento comunista y todo
lo que se le aproxime.
El
anti-comunismo del fascismo tiene su contrapartida en el anti-fascismo del
comunismo. Ambos movimientos se mueven
en las antípodas de la dinámica social. Cada uno a su turno vanguardizan las
dos tendencias fundamentales del futuro de la humanidad y del triunfo del uno
sobre el otro en términos globales depende que el género humano avance hacia la
verdadera justicia social y la libertad cada vez más plena o se precipite a una
nueva edad de piedra.
6. LOS CAMPOS DE CONCENTRACION NAZIS.
Todos
los anteriores elementos constitutivos del nazi-fascismo que hemos visto, son
más o menos de carácter ideológico-político; ahora para completar nuestro
cuadro de la verdadera imagen del nazi-fascismo, nos referimos a un otro
elemento de tipo concreto: los campos de concentración levantados por el
nazismo alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Auschwitz...
Belsen-berger... Treblinka... Buchenwald... Maidanek... Dachau...
Mauthaussem... Sobibor... Chelmno...
Muchos
hombres y mujeres que hoy viven todavía dispersos en todo el mundo palidecerán
de espanto al sólo mencionarse estos extraños y fatídicos nombres.
«Hemos de crear una técnica de la
despoblación. Si me pregunta usted o que
yo entiendo por despoblación le diré a usted que preveo la liquidación de
unidades raciales, y lo haré, puesto que veo en ella, a grandes rasgos, mi
misión fundamental. La naturaleza es
cruel, y por este motivo, también nosotros podemos ser crueles. Si mando la flor y nata del pueblo alemán a
la guerra sin lamentar en ningún momento el derramamiento de la valiosa sangre
alemana en el infierno de la guerra, TAMBIEN TENGO EL DERECHO DE DESTRUIR
MILLONES DE HOMBRES DE RAZAS INFERIORES, QUE SE MULTIPLICAN COMO LOS
PARASITOS...» (Mayúsculas nuestras). (22).
Así
hablaba Hitler a su amigo Hermann Rauschning cuando se preparaba a poner en
práctica sus diabólicos planes. Los campos de concentración --obra maestra del
nazismo-- estaban sometidos a la jurisdicción exclusiva de la célebre Gestapo o
Amter 4 y todas las personas recluidas en ellos eran de su propiedad.
Los
comunistas, los judíos y más aún los judíos comunistas debían ser exterminados
sin dilación alguna, para ello se construyó enormes cámaras de gas donde
ingresaban los condenados ignorantes de su suerte a "tomar una
ducha". Las puertas se cerraban herméticamente y simultáneamente se abrían
las llaves que daban paso al gas venenoso o asfixiante. Como es natural, en pocos minutos no quedaba
nadie con vida y los cuerpos inanimados eran luego extraídos de las cámaras y
trasladados en camiones a los hornos crematorios donde eran calcinados a altas
temperaturas. Cada día miles y miles de
hombres, mujeres y niños recorrían esos fatídicos caminos sin retorno.
A
continuación, transcribimos algunos testimonios del proceso de Nuremberg en
torno a estos espeluznantes crímenes:
«Mandé en Auschwitz desde el l° de
diciembre de 1.943 y calculo que, por lo menos, dos millones y medio de
personas fueron muertas en las cámaras de gas, otro medio millón murió de
hambre y enfermedades,
de lo que da un total de tres
millones de muertos. Esta cifra
representa del 70 al 80 por ciento de todos aquellos que eran destinados a
Auschwitz, pues el resto fue destinado a trabajar en la industria del armamento
o en las industrias enclavadas en otros campos de concentración. NOSOTROS
MATAMOS, EN EL VERANO DE 1.944, UNOS CUATROCIENTOS MIL JUDIOS HUNGAROS EN
AUSCHWITZ...”
Sigue
el relato de Rudolf Franz Ferdinand Hóss:
“El comandante del campo de Treblinka
me dijo que habían matado ochenta mil en el curso de medio año. Su misión
principal consistía en exterminar a todos los judíos procedentes del ghetto de
Varsovia. Usaba gas de monóxido, pero no estaba satisfecho del resultado del
mismo. Por este motivo me decidí por el ziklón B que introducíamos en las
cámaras por una pequeña abertura en las mismas.
Otra MEJORA con respecto a Treblinka
fue que nosotros construimos cámaras de gas en las que podíamos meter hasta
2000 personas a la vez, mientras que las diez cámaras de gas de Treblinka
admitían sólo 200 personas cada vez.
En Auschwitz trabajaban dos médicos
de las SS que examinaban a todos los que llegaban al campo. Los presos habían
de desfilar ante uno de los médicos que, en el acto, adoptaba una decisión. Los
capacitados para el trabajo eran destinados otra vez al campo, los otros
directamente a las cámaras. Los niños de corta edad siempre eran destinados a
morir, ya que debido a su corta edad no podían trabajar. Con frecuencia, las
mujeres querían ocultar a los niños bajo sus ropas, pero cuando los
descubríamos mandábamos inmediatamente a los niños a las cámaras. Queríamos que
toda la acción fuera mantenida en secreto, pero el hedor originado por la
incineración de los cadáveres inundaba toda la comarca...» (23).
A
Auschwitz le sigue en ferocidad el campo de Belsen, en torno a este campo dice
el Dr. Charles Bendel, testigo ocular y declarante de Nuremberg.
«Ahora comienza el verdadero
infierno. El comando especial trataba de trabajar lo más rápidamente
posible. Arrastraban los cadáveres por
las muñecas. Eran como verdaderos diablos. Hombres que momentos antes habían tenido
rostros humanos habían perdido toda su expresión racional. Un abogado de Saloniki, un ingeniero de
Budapest... habían dejado de ser hombres ya que mientras se dedicaban a aquella
repugnante labor los alemanes les pagaban con sus látigos. Al cabo de media hora había terminado el
trabajo y un nuevo transporte había sido exterminado por el Krematorium No.
4...
Unas correas sin fin o pequeños
vagones eléctricos transportaban los cadáveres hasta los hornos. Las cenizas y los restos óseos eran
triturados por molinos, pues no querían que quedara rastro del crimen...» (24).
Siguen
en torno a Belsen las conversaciones de dos SS:
«Al día siguiente nos trasladamos a
Belsen. El hedor que reinaba en toda la comarca... era insoportable.
A la mañana siguiente llegó el primer
tren procedente de Lemberg: 45 vagones con 6.700 personas de las cuales 1.450
ya habían muerto por el camino. Detrás de las ventanillas enrejadas nos miraban
unos niños terriblemente pálidos y asustados, los ojos llorosos, al igual que
los hombres y las mujeres Las cámaras
se iban llenando, Apenas cabía nadie más. De 700 a 800 personas ocupaban un
espacio de sólo 25 metros cuadrados, 45 metros cúbicos.
Cerraron las puertas.
Al otro lado de las cámaras, los
grupos de trabajo, compuestos por judíos, abrían las puertas. Los muertos
estaban de pie, como si fueran columnas de basalto. No había sitio suficiente
para que se hubieran desplomado ni siquiera inclinado hacia un lado u otro.
Incluso muertos era fácil reconocer a las familias. Se tenían cogidas las manos
de un modo que luego se hacía difícil separarlos para dejar libre la cámara
para el siguiente transporte. Sacaban los cadáveres, manchados de sudor y de
orina de excrementos. Los cadáveres de los niños eran arrojados por el aire.
Los látigos de los ucranianos (tropa mercenaria de nacionalistas ucranianos al
servicio del nazismo) caían sobre los judíos... » (25)
Sin
embargo, los genocidas consideraban que el "trabajo" era realizado
muy lentamente y tomaban medidas para acelerarlo. Debía encontrarse los medios
adecuados para apresurar el proceso de exterminio humano. Se inventaron
entonces los sistemas de aniquilación motorizada. Se utilizaron camiones cuya
carrocería era una pequeña cámara de gas, así se podía asfixiar a la gente al
ser transportada a los campos y de este modo los cuerpos llegaban directamente
a los hornos crematorios.
Las
siguientes declaraciones revelan el carácter del apresuramiento del proceso:
«Las declaraciones del SS Kurt
Gerstein de sus conversaciones con el SS Globobnick:
Todo este asunto (los crímenes de los
campos) es uno de los más secretos de la actualidad, por no decir el más
secreto de todos. Actualmente (1942) tenemos en funcionamiento tres
instalaciones:
1. Belsek, en la carretera y línea
ferrea Lublin-Lemberg. Capacidad diaria 15000 personas.
2. Treblinka, a 120 km. de Varsovia.
Capacidad diaria 25.000 per¬sonas.
3. Sobibor, en Polonia también.
Capacidad diaria 20,000 personas. Otra de las misiones que le voy a confiar a
usted --me dijo Globobnick--, es la transformación de las cámaras de gas que
hasta ahora vienen trabajando con gases de explosión diesel. Es necesario
acelerar el proceso y he pensado en la conveniencia de usar ácido prúsico.
Anteayer estuvieron aquí el Fuhrer e Himmler. He de darle a usted todas las
órdenes verbalmente pues no quieren que exista ninguna orden por escrito...»
(26).
Por
causas naturales, es decir inanición, torturas, enfermedades y otras,
igualmente morían millares de personas por día, las mismas que eran enterradas
en enormes fosas comunes cuando los hornos no abastecían. Las fotografías de
Belsen-Belser nos muestran de cadáveres esqueléticos por la falta de
alimentación, arrastra dos a las fosas por tractores como si se tratara de
desperdicios, tierra o piedras. Otras enormes montañas nos muestran los
cabellos, los lentes, los zapatos de las infortunadas víctimas que constituyen
un mudo testimonio macabro del infierno nazi-fascista.
Y
sin embargo tanta atrocidad no era el clímax, faltaba aún lo más escalofriante,
aquello en lo cual la barbarie nazi toca los linderos de la enajenación
colectiva: los célebres experimentos científicos.
La
esterilización de los comunistas y de los judíos se llevó a cabo masivamente
bajo la dirección del "doctor" Joseph Mengele y consistía en cercenar
testículos y extraer ovarios en las condiciones higiénico-quirúrgicas más
espantosas. Los "médicos" nazis se vanagloriaban de hacer muchísimas
de estas operaciones en una hora, lo hacían naturalmente sin lavarse las manos
para pasar de un "paciente" a otro, sin esterilizar los instrumentos,
sin coser capa por capa los tejidos seccionados, en fin, haciendo lo imposible
para provocar infecciones y gangrenas. Es increíble que muchas de estas
víctimas pudieran sobrevivir y en algunos casos pudieran llegar a testificar
ante los tribunales que juzgaron los crímenes horrendos al terminar la guerra.
«Los prisioneros eran objeto de
espantosos experimentos: en personas vivas se probaban diversas substancias
químicas, nuevos gases, balas envenenadas y reacciones de nuevas drogas.
A los prisioneros se les obligaba a
trabajar de 12 a 14 horas diarias en la industria de guerra sin recibir
siquiera un mínimo de alimentación... En las fábricas de muerte, los
hitlerianos hacían pantallas con la piel de personas asesinadas: con las
cabezas humanas disecadas hacían figurillas y rellenaban colchones con los
cabellos de las mujeres» (27).
Otro
experimento consistía en sumergir a los prisioneros rusos en cubos enormes de
agua helada, registrándose los tiempos que estos infelices resistían el frío
antes de morir congelados para establecerse índices y niveles de resistencia a
las bajas temperaturas con el fin de aplicar esos conocimientos en la campaña
del este.
La
"ciencia" nazi-fascista pretendió borrar todos los sentimientos de
solidaridad y fraternidad entre los desgraciados prisioneros. Se los colocaba
en sillas eléctricas frente a frente y se obligaba a unos a electrocutar a
otros, hermanos entre sí, padres e hijos, esposos entre sí, eran empleados a
fin de recoger datos sobre la pérdida de voluntad y la obediencia inmediata y
condicionada mediante choques eléctricos. El nazismo estaba obsesionado por
alcanzar someter a la humanidad íntegra por medio del terror y por ello
planificaba estos experimentos que servirían para dominar las voluntades de los
hombres. No obstante, la monstruosidad de los crímenes se conoció ejemplos
sublimes de heroicidad cuando algunos se negaron a electrocutar a sus hijos o a
sus padres pagando naturalmente con la vida estas actitudes de rebeldía.
Mengele
(un monstruo que presumiblemente vive aún, decíamos en 1980, ahora conocemos
que murió en Brasil) y sus hombres inyectaban kerosene a las venas de los
comunistas y los judíos. Y, los "experimentos científicos" del
diabólico Dr. Mengele, suman y siguen en una ronda que ni el Dante ha podido
imaginar...
«La atmósfera y género de vida en los
campos de concentración han sido relatados con todo detalle en varias obras
escritas por los mismos deportados. Los hombres que vivieron esta pesadilla en
una época y en un país que se dicen "civilizados" hallábanse
totalmente sumergidos en aquel maremagnum del mundo nazi, un mundo de esclavos
de seres sumisos hasta la muerte a los caprichos de un pequeño núcleo de amos
crueles, un mundo que era el fin lógico donde iban a desembocar las teorías más
arraigadas del nacional-socialismo. Entrar en un campo de concentración era
saber, desde la llegada, que ya nunca más se recobraría la libertad. En el
campo, los SS decían a los recién llegados: AQUÍ NO HAY MAS QUE UNA SALIDA: LA
CHIMENEA, o bien destacaban una enorme pancarta en la puerta advirtiendo: AQUI
SE ENTRA POR LA PUERTA Y SE SALE POR LA CHIMENEA, ironías típicamente nazis a
las que la humareda nauseabunda de los hornos crematorios daba trágico tinte de
veracidad...» (Las mayúsculas son nuestras) (28)
Jacques
Delarue, prisionero de los nazis y autor de un sensacional libro sobre la
Gestapo, nos refiere estos pasajes de su propia experiencia vivencial de los
campos de concentración. Y finaliza Delarue:
«... Lo que el nazismo ha querido
realizar es la destrucción del hombre, tal como se ha ido forjando en milenios
sucesivos. El mundo nazi es el imperio
de la fuerza total, sin ninguna restricción, es un mundo compuesto de señores y
de esclavos, en el que la dulzura, la bondad, la compasión, el respeto al derecho,
el amor a la libertad, ya no son virtudes, sino crímenes imperdonables...» (29)
Líneas
arriba no quisimos dar una definición del nazi-fascismo y preferimos pasar
revista, a vuelo de pájaro, a sus principios ideológicos y políticos y
finalmente a una sola de sus obras: la más importante y la más significativa...
Creímos
que valía la pena remontarnos unos treinta años atrás en la historia de la
humanidad para rastrear los orígenes de una conducta política que anida en el
alma de nuestros militares y de muchos señorones burgueses que silenciosamente
odian al pueblo, aunque dicen respetar la libertad y la democracia.
El
recuento de la obra nazi-fascista podrá parecer a algunos como un añadido
artificial al problema nacional boliviano. Se dirá --ya estamos escuchando--,
¿qué tiene que ver aquello con nuestros problemas? Nosotros pensamos que el
nazi-fascismo es un problema universal que amenaza abatirse sobre los pueblos
justamente cuando estos han tomado el camino de su liberación. Además, nos
interesa mucho que los obreros, los campesinos y los estudiantes bolivianos
vayan comprendiendo el inmenso peligro que entraña para América Latina el
avance sigiloso y paulatino del nazi-fascismo criollo a la sombra de los
intereses monopolistas y por intermedio del militarismo.
Hemos
terminado este capítulo con un gusto muy amargo en la boca y una indefinible
sensación saturada de disgusto, asco y depresión. Sin embargo, pensamos que es
necesario recordar una y otra vez, en cada momento en que se insinúe el olvido,
los rostros desesperados de niños torturados y de millones de víctimas
inocentes, lo que nos compromete a luchar para que el mundo no vuelva a vivir
una pesadilla semejante.
«El ejemplo alemán ya se esfuma
ahora, en los cuatro extremos del mundo, los supervivientes y los nostálgicos
del nazismo lanzan al viento, otra vez, sus gérmenes mortales.... (Parece que
Delarue hubiera escrito estas líneas pensando en nuestra América Latina 1970-80
y 2016) ... Si a los hombres les falta la memoria, si unas circunstancias
propicias, unos tiempos agitados o la ausencia de diques suficientemente
sólidos lo permiten, la marejada sangrienta podría desbordarse de nuevo. Entonces..., ¿quiénes serán las próximas
víctimas?...» (30)
XXXXXXXXXXXXXXXXX
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS.
1.
DIMITROV, George. Obras
Escogidas. Tomo I. Akal Editor. España 1977.
Pág. 57.
2. Dimitrov, citada. Pág. 584.
3. Dimitrov. Pág. 579.
4. Dimitrov. Pág. 579 y 580.
5. Dimitrov. Pág. 580.
6. DELARUE,
Jacques. "Historia de la Gestapo". Edit. Bruguera SA. Barcelona.
Pág 96.
7.
ROHAN D'O, BUTLER.
"Raíces Ideológicas del Nacional-Socialismo".- Fondo de Cultura Económica. México. Pág. 162.
8. Butler. Raíces Ideológicas.. . Pág. 161.
9. Butler. Raíces Ideológicas.... Pág. 162.
10. ACADEMIA
DE CIENCIAS DE LA U.R.S.S. "El Sionismo, Ideología del
Imperialismo".- Pág.45.
11. Ídem. EL Sionismo....Academia de la URSS.
Pág. 75.
12. Butler. Citada. Raíces Ideológicas... Pág.
187.
13. Butler. Raíces Ideológicas... Pág. 187.
14. Butler. Raíces Ideológicas... Pág. 189.
15. Butler. Raíces Ideológicas... Pág. 189.
16. Butler. Raíces Ideológicas... Pág. 188.
17. Butler. Raíces Ideológicas... Pág. 191.
18. ECHAZU
A., Jorge. Cinco “Herejías” Filosóficas. Pág. 101. Citando a G. Bataille.
19. Echazú, Citada. Págs.83-104.
20. Delarue, Jaques. Historia de la
Gestapo. Pág. 422.
21. Delarue. Historia de la Gestapo. Pág. 421
22. Rauschning, Hermán. Citada. Pág. 124.
23. Rauschning. El proceso de Nurenberg. Págs.
437.
24. Proceso de Núremberg. Págs. 437.
25. Proceso de Núremberg. Pág. 421.
26.
Rauschning, Herman. Memorias.
Pág. 307. Tomada de "El Proceso de Núremberg". Edit. Bruguera.
España.
27. Rauschning.
El Proceso de Núremberg. Edit.
Bruguera. España. Pág. 435-436.
28. Rauschning. El Proceso de Núremberg. Pág.
437.
29. Delarue, Historia de la Gestapo. Pág.287.
30. Delarue. Historia de la Gestapo... Pág. 422.
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