sábado, 3 de diciembre de 2011

CELAC: NUESTRA PATRIA GRANDE. EL SUEÑO DE LOS LIBERTADORES

02-12-11
CELAC: NUESTRA PATRIA GRANDE.
EL SUEÑO DE LOS LIBERTADORES
Hoy, 2 de diciembre de 2011, se inaugura en Caracas, capital de la Venezuela Bolivariana la inicial sesión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.

Nuestra América Latina, nuestra Patria Grande,  comienza en el Río Bravo y concluye en la Tierra del Fuego; está constituida por una serie muy grande de naciones, nacionalidades y pueblos, pero lamentablemente, a partir del  siglo XVI, le ha tocado jugar el papel de víctima de un sistema maldito, el sistema capitalista que primero en su forma colonialista y luego imperialista, está oprimiendo desde hacen quinientos años a nuestros pueblos.

El falso "descubrimiento" no deja de obscurecer la conciencia de  América Latina. Se insiste en que, de no ser los europeos, seguiríamos en la edad de piedra; pero se deja en el olvido la ingente cantidad de riqueza extraída de las entrañas de la tierra y de las manos laboriosas de nuestros pueblos que se exportaron para el beneficio de un capitalismo naciente y ya angurriento de fortunas y de tesoros.

Simón de la Santísima Trinidad de Bolívar y Palacio, el grande, nos prevenía:

«Los Estados Unidos parecen destinados  por la Providencia para plagar la América de miserias en nombre de la Libertad».

Y a su vez  José Martí, el cubanísimo:

«Viví en el monstruo y le conozco las entrañas».

También parafraseando a Porfirio Díaz, decimos:

«Pobre América Latina, tan lejos de Dios, pero tan cerca de los Estados Unidos»

¿Cómo no darles la razón a nuestros queridos  libertadores, y también a un dictador que esta vez tenía toda razón, que a inicios del siglo XIX, vieron con entera claridad el futuro de nuestras relaciones con ese coloso desalmado que se dibujaba, ya por entonces, amenazante y agresivo en el norte del hemisferio?

Este hermoso continente, el domicilio de pueblos increíblemente inteligentes y trabajadores, con culturas tan profundas y milenarias como las orientales, con civilizaciones de un nivel digno de las mayores admiraciones, no puede alcanzar la libertad y  más que eso, tiene "las venas abiertas", manando su sangre a raudales hacia los centros del Moloch de  Occidente.

Pero América Latina luchará valientemente durante toda la Colonia y el advenimiento de los estados nacionales. El dominio de españoles y portugueses, será reemplazado rápidamente por la hegemonía inglesa de los corsarios y finalmente en el siglo XX, emergerá el imperialismo yanqui que tomará a su cargo, como una herencia europea, la explotación y "tutela" de nuestra América.

A principios del Siglo XXI, debemos constatar que la miseria, el hambre, la desocupación, el analfabetismo y la falta de atención médica, la falta de vivienda, alcanzan todavía altos niveles de su población de cerca de 500 millones de habitantes, creciendo dramáticamente la brecha infame entre pobres y ricos ligados éstos estrechamente a sus amos del norte en medio de una propaganda canallesca que pretende hacer creer a los pueblos que el futuro brillante se alcanzará obedeciendo los mandatos y las órdenes de Occidente, cuando esas políticas no hacen otra cosa que profundizar la infamia, la explotación y la mentira en nuestra América Latina.

Sin embargo, América Latina, la vieja Abya Yala combate, ha combatido y  seguirá combatiendo siempre al imperialismo canalla y genocida. No importan los sacrificios incluso sangrientos si éstos están dirigidos a conseguir la libertad.

Hoy, por fin, varios gobiernos revolucionarios y progresistas, se han planteado la constitución de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), decidiendo muy positivamente la exclusión de los Estados Unidos y su compinche Canadá de la nueva Comunidad.  Esta exclusión tiene carácter histórico, pues por lo menos formalmente América Latina y el Caribe, dejan de ser el miserable “patio trasero” del imperio. La exclusión de Estados Unidos significa que, por lo menos formalmente, desaparecerán los golpes de Estado, las invasiones de marines y los asesinatos de líderes progresistas. El bloque no permitirá, así lo esperamos, que se repitan las infamias de Honduras con Zelaya y Haití con Arístides.

Por otro lado tenemos la inclusión de la Cuba Martiniana, lo que significa una bofetada en el rostro del Imperialismo bloqueador infame de la Perla de las Antillas. Esta reunión histórica significa también entre tantos significados, la desaparición de la desprestigiada OEA y de las reuniones insulsas del ibero americanismo que nos recuerda el holocausto de nuestros pueblos a manos del conquistador español. ¡No queremos nunca más reyezuelos insolentes, reinas y príncipes pasados de moda!!

Recordando la conocida invitación al Congreso Anfictiónico de Panamá de 7 de diciembre de 1824, dos días ante de la batalla definitiva de Ayacucho, transcribimos el siguiente párrafo:

«El colonialismo español parceló la América para dominarla mejor. Bolívar la unificaba para evitar su dominación. Hoy el imperialismo norteamericano persigue la misma finalidad que el colonialismo español, sólo que el concepto de “fronteras geográficas” ha sido sustituida por el de “fronteras ideológicas” para facilitar la dominación (intervencionismo)» (1)

Sin embargo, es evidente que en el seno de CELAC, existen diversidades profundas, además de la participación de regímenes derechistas que fácilmente pueden convertirse en quintas columnas del Imperio, como son el Chile pinochetista, la Colombia de Santos y Uribe, la Honduras de Micheleti y Lobo, así como el Panamá de Martinelli, que tuvieron que someterse, mal que les pese, a la poderosa tendencia integracionista.

Recordando a nuestros grandes libertadores y héroes: Túpak Amaru, Túpak Katari, José Martí, Juana Azurduy, Simón Bolívar, Emiliano Zapata, César Augusto Sandino, Farabundo Martí, Francisco Morazán, José Carlos Mariátegui, Ernesto Che Guevara, Salvador Cayetano Carpio, y tantos y tantos magníficos combatientes, saludamos efusivamente la idea del CELAC y auguramos rotundos éxitos a este primer paso de la constitución de nuestra anhelada Patria Grande.

América Latina y el Caribe, con los 33 representantes de otros tantos pueblos y gobiernos, alcanzarán necesariamente la victoria en el siglo que comienza.

¡¡Pueblos y naciones de América Latina y el Caribe, uníos férreamente y derrotad al Imperialismo euro-yanqui en senectud!!

¡¡Nadie podrá impedir que en el siglo XXI, América Latina y el Caribe sean libres, unidos y verdaderamente soberanos!!

(*) Pividal, Francisco. “Bolívar: pensamiento precursor del anti-imperialismo”. Premio Extraordinario Casa de las Américas 1977. Ensayo
PCmlm.

No hay comentarios:

Publicar un comentario