lunes, 19 de diciembre de 2011

LA MASCOTA DE LA CASA BLANCA Y LAS “GUERRAS” EN IRAK

19-12-11
LA MASCOTA DE LA CASA BLANCA
Y LAS “GUERRAS” EN IRAK

La mascota de La Casa Blanca,  un negrillo miserable, acaba de anunciar pomposamente y ante un contingente militar que regresaba de Irak, una supuesta finalización de la “guerra” en Irak.

Al respecto debemos aclarar en primer lugar para el indicado sujeto, principal impulsor del terrorismo en el mundo, que en Irak no ocurrió ninguna guerra. Ni los Estados Unidos, menos la ONU, declararon las tres guerras que tuvo que soportar Irak gobernado desde 1991 al 2003 por Saddam Hussein. Se trató simplemente de un conjunto de actos de piratería y agresión colonial.

La primera agresión se desató en 1991 cuando el Gobierno irakí trato de anexar el Kuwait a su propio territorio por constituir una unidad histórica antes de la secesión organizada por Inglaterra para apoderarse de la zona sud llena de petróleo. Una alianza cobarde e infame organizó la agresión más repulsiva que recuerda la historia. La prensa mostró fotos de un tramo de más de 10 kilómetros de puro infierno: vehículos quemados, cuerpos carbonizados. Pedazos de cadáveres, ni un sobreviviente a la vista. Estados Unidos lanzó su Operación “Tormenta del Desierto” y no se ha dado nunca un dato sobre el número de víctimas del alevoso ataque.

La segunda agresión se produjo en enero-febrero de 1998, cuando el gobierno soberano de Irak no permitió que los “observadores” de las NN UU, todos ellos agentes de la CIA y el Pentágono, cumplieran sus tareas de controlar las instalaciones atómicas de Irak.

Finalmente la tercera, la más sangrienta y macabra de marzo del 2003. En esta oportunidad, los voceros de la agresión calculaban que la guerra sería breve; se preveía un ataque aéreo devastador que alcanzaría la misma potencia que la generada por la bomba atómica sobre Hiroshima y un asalto militar muy eficaz, cuyo objetivo sería la ocupación de Bagdad en un plazo de 30 días, además de todas formas se perdonaría la vida de los inocentes (sic).

Como se ve, los cálculos imperialistas señalaban una victoria completa en algunos meses y el atrabiliario George W. Bush, anunciaba rápidamente el fin de la “guerra” cuando ella apenas comenzaba. La verdadera guerra aquella de resistencia duró en realidad 20 años con la derrota completa de la agresión que tuvo que retirar sus fuerzas con enormes bajas y un Irak triunfante, aunque completamente devastado.

Por otro lado, es cierto que el acontecimiento celebrado por  Obama tiene carácter histórico, pero no en el sentido que le da el negrillo de Batey, es histórico porque significa una nueva derrota vergonzosa del Imperialismo yanqui y otánico a manos de un pueblo que no dejó de resistir un solo día desde aquel nefasto enero de 1991, cuando las invasiones (ninguna guerra) tuvieron lugar. Efectivamente, después de sufrir derrota tras derrota, declara cínicamente que ha cumplido una tarea “histórica”, cuando debe salir precipitadamente de la Mesopotamia milenaria, con el rabo entre las piernas, pero declarando un supuesto triunfo “democrático”.

Obama (no Osama su socio) tuvo el cinismo de agradecer a sus tropas por haber destruido un país y ¡qué país!  Irak, la vieja y maravillosa Babilonia, cuna de la cultura y civilización más antigua del planeta, de la cultura sumeria, de los akkadios, de los caldeos, de los asirios, de la cuna de la escritura (cuneiforme), del primer Código de Leyes que se conoce (El de Hammurabi), de las prodigiosas pirámides (los Ziguratz); fue agredida del modo más infame por las fuerzas terroristas que hoy amenazan al mundo.

«El fatídico 13 de abril,  la Biblioteca Nacional (Dar al-kutub wa al-Whata’iq), quedo destruida por un incendio premeditado. Contenía más de dos mil millones de libros, además….El Archivo Nacional, localizado en el segundo piso de la Biblioteca, perdió dos millones de documentos, incluidos los del período otomano. Ardieron más de 700 manuscritos antiguos y mil quinientos desaparecieron en la Biblioteca…En Basora El Museo de Historia Natural fue incendiado…. Cuando se considere  la importancia cultural de Irak, debe recordarse que en esas tierras se encuentra Nínive, donde gobernó Asurbanipal, Uruk, donde se han encontrado las primeras muestras de escrituras; Ur, donde nació Abraham; Assur, capital del imperio asirio; Hatra y Babilonia….

Iraq es, al menos por ahora, ….una nación sin gobierno…en crisis económica, que sufre racionamiento de alimentos, agua y electricidad, sin comunicación con el exterior, sin medicamentos ni equipos en los hospitales, sin atención para un número cada vez mayor de enfermos de cáncer por radiación…su memoria, expoliada y sometida borrada…
Si el lector no lo sabe, es necesario decirle que aquí se guardaban las tablillas del Código de Hammurabi, donde aparece el primer registro de leyes del mundo…Asimismo, desaparecieron cientos de tablillas de arcilla aún sin descifrar, algunas de las cuales contenían datos sobre el origen de la escritura. Tablillas con el Poema de Gilgamesh…las tablillas de Sippar…
Nuestra memoria ya no existe. La cuna de la civilización, de la escritura y de las leyes, ha sido quemada. Sólo quedan cenizas…..» (*)


Es éste el maravilloso mundo que han aplastado Bush y Obama, cometiendo los peores delitos  que se puede cometer contra los pueblos, el culturicidio y el memoricidio.  
 
Son estos los pueblos milenarios que han sido asesinados por los desequilibrados gobernantes del malhadado Occidente y su engendro el Imperialismo otánico.

Estos son los “logros” de la aventura imperialista alabada por Obama:

-         Más de un millón de víctimas mortales.
-         Millones de heridos.
-         Miles de torturados en Abu-Graib y otros centros de represión y tortura.
-    La destrucción de la mayoría de los museos que guardaban las reliquias de las civilizaciones y culturas más antiguas de la tierra.
-       La destrucción de los canales, de las pirámides, de los Ziguratz, que son las reliquias que se conocen como los Jardines Colgantes de Babilonia, o las Torres de Babel.

Los infames imperialistas han quemado, destruido, arrasado el país donde nació la civilización y la cultura, así como las principales religiones del mundo.
(*) BAEZ, Fernando. “La destrucción cultural de Iraq”. Presentación de Noam Chomsky. Flor del Viento-Octaedro. Ediciones.
PCmlm.

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