13-07-16
N. No. 390.
BOLIVIA ES UN ESTADO PACÍFICO,
NO ES PACIFISTA
Muchas veces hemos sostenido que la guerra es
un “monstruo de matanzas” como la definió Mao Tse-tung. Ningún pueblo del mundo
busca la guerra por sí misma, ella se produce por la ambición de los grupos y
clases dominantes de un país o Estado que pretende extender sus dominios a
territorios que son propiedad de otro Estado, así nace la falsa ciencia de la
“Geopolítica” que en realidad es la mitología que manejan las clases dominantes
para ocultar sus verdaderas intenciones egoístas.
Ahora bien, si los pueblos son siempre
pacíficos, esto quiere decir que como constituyen la “carne de cañón” de las
batallas y carnicerías, tienen la plena consciencia del carácter monstruoso de
la guerra, mientras los que provocan y declaran las guerras se encuentran en
sus despachos a salvo de cualquier peligro. Por esta razón calificamos a todos
los pueblos del mundo como pueblos PACÍFICOS,
porque han rechazado definitivamente las guerras de agresión y conquista.
Por el contrario el PACIFISMO que los pueblos no
pueden asumir es aquel que ha “rechazado” tanto la guerra de agresión lo que es
correcto, pero también lamentablemente la guerra de resistencia frente a una
agresión externa. Podemos afirmar que no existe pueblo alguno del mundo que
rechace la guerra de resistencia contra una agresión colonialista o
imperialista.
Por lo explicado, existe una gran diferencia
entre lo PACIFICO (correcto) del PACIFISMO (incorrecto).
En cuanto a nuestra posición frente a la
agresividad chilena con una oligarquía guerrerista, Bolivia plantea su
condición pacífica de solucionar el conflicto por la vía conciliadora de los
organismos internacionales, empero, si se nos agrede o invade, el pueblo
boliviano asume o asumirá la guerra legítima de la defensa propia, LA SAGRADA GUERRA
POPULAR PROLONGADA DE LIBERACIÓN.
Aconsejamos a nuestro gobierno y al
presidente Evo Morales, no confundir los
términos y aclarar bien estos conceptos que de seguro fortalecerán la posición
boliviana a nivel internacional.
De esta realidad tiene que estar seguro el
agresor chileno representado por su oligarquía fascista de claro tinte pinochetista
con la máscara “socialista” de la presidenta Bachelet.
PC-mlm.
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