30-06-16
N.
No. 387.
BOLIVIA EN EL CONSEJO
DE SEGURIDAD DE LA ONU
Con mucha satisfacción hemos
recibido la noticia de la elección de Bolivia a integrar el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas como miembro no permanente.
La elección que determinó la
nominación de Bolivia fue, en realidad, una gran victoria diplomática y
política de Bolivia ante el mundo. Con 183 votos a favor, 10 abstenciones y
ningún voto en contra, Bolivia llegó a la meta demostrándose que el prestigio
de Bolivia a nivel internacional es innegable y deja por los suelos la
propaganda derechista y reaccionaria nacional que habla de la “soledad” y el
“aislamiento” de Bolivia en el plano internacional.
Ahora se trata de cuestionar
en ese organismo tan importante y tan criticado por aceptar y someterse a los
distados del imperio, la política de avestruz que adopta en la mayoría de los
casos y que permite la agresión directa contra los pueblos.
Allá la representación
boliviana debe constituirse en la vanguardia de los derechos de los pueblos a
la autodeterminación, la soberanía y la independencia nacional y en contra del
injerencismo imperial.
Por de pronto nuestra delegación
debe plantear el problema palestino que ya no puede prolongarse indefinidamente
frente a los abusos y agresiones inauditas del Israel sionista.
Lo mismo en cuanto a la
agresión terrorista e imperial actual contra el pueblo sirio que en alianza con
el heroico pueblo kurdo está resistiendo victoriosamente contra el terrorismo
creado y alimentado por el Imperialismo yanqui y sus lacayos del Golfo.
La defensa de Venezuela y su
gobierno legítimo es urgente ya que es víctima de la agresión descarada imperial
y oligárquica la misma que debe ser detenida por la acción del Consejo de
Seguridad, seguramente con la oposición imperial.
Son muchos los problemas que
atingen a los pueblos y que son tratados en el Consejo de Seguridad ampliamente
dominado por las potencias mundiales que gozan del “derecho” al veto, con el
cual logran imponer medidas atentatorias contra los pueblos.
El caso de la Korea
Democrática y Popular es igualmente insoslayable. No es posible que se trate de
obligar al desarme de ese Estado que afronta diariamente amenazas de agresión e
invasión. Es decir se trata de desarmarlo para luego atacarlo, como se ha hecho
con Irak, Afganistán y Libia.
PCmlm.
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