jueves, 26 de mayo de 2016

Vietnam: La matanza de My Lai realizada por los imperialistas-terroristas yanquis

29-05-16
  
Como recordatorio y muestra de los crímenes cometidos por el imperialismo yanqui en Vietnam la masacre de My Lai:

Vietnam: Tuvimos que destruir la aldea para salvarla


"Tuvimos que destruir la aldea para salvarla".
Mayor del ejército yanqui tras la destrucción de la aldea vietnamita de Ben Tre


El 16 de marzo de 1968, una compañía de soldados estadounidenses entró a la aldea de My Lai  en Vietnam. Más tarde un soldado dijo:
 
"Nos ordenaron matar y destruir todo lo que encontráramos en la aldea. Nos dijeron claramente que no debíamos tomar presos".

Otro soldado describió lo que pasó:
 
"No hubo resistencia. Solo vi tres armas y no sufrimos ni una sola baja. Era igual a las demás aldeas vietnamitas: ancianos, mujeres y niños. Creo que en toda la aldea no vimos un solo hombre de edad militar".

Empezaron a masacrar a los aldeanos. Después un soldado dijo: "Había una anciana en una cama y un monje vestido de blanco le rezaba… El teniente Calley lo arrastró afuera y le dijo algo. Parecía que el monje rogaba que no lo matara. Calley lo empujó hacia el arrozal y le disparó a quemarropa".

Les ordenaron empujar a todos los vietnamitas a una zanja. Un soldado explicó: "Empecé a dispararles y creo que maté a unas 25 ó 20 personas… hombres, mujeres y niños. Hasta bebés". A un bebé que salió a gatas de la zanja lo agarraron, lo tiraron de nuevo a la zanja y le dispararon.

Hicieron lo mismo por toda la aldea. Quemaron las chozas y los cultivos, y mataron el ganado. A algunos aldeanos les rayaron "Compañía C" en el pecho; a otros los destriparon. A las mujeres las violaron. Un soldado dijo:
 
"No era difícil encontrar gente para matar, estaban por todos lados. Les corté la garganta, las manos, la lengua y el cuero cabelludo. Muchos soldados lo hacían y yo lo hice también".

La masacre de My Lai solo se filtró debido a unos soldados que se esforzaron por darla a conocer.

El teniente Calley fue el único condenado por las barbaridades cometidas en My Lai. A pesar de que lo condenaron de asesinar a más de 100 vietnamitas desarmados, ¡solo pasó dos días en la cárcel! El presidente Richard Nixon mandó que pasara el resto de la sentencia bajo arresto domiciliario, en un apartamento en el cuartel Fort Benning, donde cocinaba, recibía invitados, veía la televisión y salía a hacer compras (acompañado de policías militares). Lo pusieron en libertad tres años más tarde y recibió un montón de dinero dando discursos a grupos derechistas.

Más de 500 vietnamitas murieron en My Lai y hoy el nombre de la aldea simboliza el salvajismo de Estados Unidos.

En el 2004, el periódico Toledo Blade ganó el premio Pulitzer por unos artículos sobre las barbaridades cometidas en Vietnam por la unidad Tiger Force. El Blade informó:
 
"En los refugios subterráneos, mataron a propósito a mujeres y niños con bombas. A los ancianos los mataron en los campos. A los presos los torturaron y los ejecutaron, y guardaron las orejas y el cuero cabelludo como recuerdos. Un soldado le sacaba a patadas la dentadura a los cadáveres buscando oro".

En el libro Flower of the Dragon (Flor del dragón), Richard Boyle, un periodista que fue a My Lai para investigar la masacre, escribió:
 
"My Lai no fue el acto de un solo individuo, ni de un solo pelotón o compañía. Fue el resultado de una campaña concebida, ordenada, planificada y dirigida por el alto mando militar para darles una lección a los aldeanos de la provincia de Quang Ngai. Fue parte de una clara estrategia política, descrita como la ‘pacificación’ de los aldeanos vietnamitas".

 "En el pueblo de My Lai hay una larga zanja. La mañana del 16 de marzo de 1968 estuvo llena de cuerpos: decenas de mujeres, niños y ancianos, todos asesinados a disparos por jóvenes soldados estadounidenses", escribe el periodista Seymour M. Hersh . Aquel día, un contingente estadounidense recibió una información errónea de que en el pueblo se encontraban tropas del Frente Nacional de Liberación de Vietnam o sus simpatizantes. Al llegar allí, sólo se encontraron con pacíficos civiles, no obstante, los soldados violaron a las mujeres, quemaron casas y mataron a la gente desarmada.




Imágen de la masacre cometida en  My Lai por los terroristas yanquis

Uno de los líderes del ataque fue el teniente William L. Calley. Además de él, según los testimonios de otros soldados, uno de los atacantes principales fue Paul Meadlo, al que el periodista entrevistó ya cuando había vuelto a EE.UU. Siguiendo la orden de Calley, Meadlo y otros soldados empezaron a disparar a la zanja llena de gente, donde luego tiraron varias granadas. 

"Luego se escuchó un chillido agudo, que se hacía más fuerte mientras un niño de dos o tres años, cubierto de lodo y sangre, trepaba por los cuerpos, gateando hacia el arrozal. Su madre probablemente lo hubiera protegido con su cuerpo. Calley vio lo que estaba pasando y, según los testigos, corrió por el niño, lo echó en la zanja y le disparó", escribe Hersh.

Cuando el periodista entrevistó a Meadlo, no intentó justificar lo que había hecho en My Lai, y dijo que los asesinatos le "quitaron el peso de la consciencia por los compañeros que habían perdido". "Sólo fue una venganza", dijo Meadlo. "Todos pensamos que estábamos haciendo lo correcto. En el momento no me preocupaba", añadió.

Según la información del Museo de My Lai, en el lugar murieron 504 personas. Entre las víctimas hubo 182 mujeres, 17 de las cuales estaban embarazadas, y 73 niños, incluidos 56 bebés. El director del museo, Pham Thanh Cong, es uno de los sobrevivientes de la masacre, que en aquel momento tenía 11 años. Quedó herido en el ataque, pero sobrevivió. Al recobrar la consciencia, se encontró entre los cuerpos de su madre, sus tres hermanas y su hermano pequeño de seis años. "Nunca olvidaré el dolor", confesó el hombre a Hersh.

Documental sobre la Masacre de My Lai:

 "Bombardear hasta hacerlos regresar a la edad de piedra"
"Bombardear hasta hacerlos regresar a la edad de piedra".
General Curtis LeMay durante la guerra de Vietnam

En la guerra de Vietnam, Estados Unidos soltó más de siete millones de toneladas de bombas, o sea, más del doble de lo que recibieron Europa y Asia durante la II Guerra Mundial (en un país del tamaño del estado de Nuevo México). Es un promedio de una bomba de 500 libras por cada vietnamita. Hoy hay unos 20 millones de cráteres en Vietnam, que se llenan de agua y sirven de caldo de cultivo para los mosquitos que transmiten malaria y dengue, dos graves problemas actuales.

En Vietnam del Sur, la meta de los bombardeos (como las misiones de "búsqueda y destrucción") era desplazar a los aldeanos y desfoliar gran parte del campo para que los luchadores de liberación no tuvieran donde esconderse.

Soltaron bombas antipersonales (con miles de dardos que hacían trizas la carne y el hueso), bombas incendiarias de fósforo blanco, enormes bombas "daisy cutter" que arrasaban con toda la vegetación y bombas de gasolina gelatinosa (napalm). Rociaron millones de hectáreas con el famoso Agente Naranja, que envenenó los cultivos, los bosques y a los seres humanos.

En el norte, atacaron a los civiles con enormes campañas aéreas para quebrantar el espíritu de resistencia. Destruyeron grandes extensiones de ciudades densamente pobladas, como Hanoi, la capital. También destruyeron a propósito los diques para causar inundaciones.

Los estrategas de la guerra escribieron que una meta importante de los bombardeos de Vietnam del Norte era lisiar a la población civil porque era más perjudicial. A los muertos solo hay que enterrarlos, escribieron, pero hay que dedicar una gran parte de la población a cuidar a los heridos.

Hoy a los pilotos que soltaron las bombas, como el senador John McCain, los tratan como si fueran héroes en EEUU. ¿Pero es un crimen de guerra menos serio asesinar desde el aire que matar a quemarropa, como en My Lai?
Nota de Maoístas Bolivianos.

Después de estos horribles crímenes de Lesa Humanidad cometidos en Vietnam, Obama visita Vietnam  y es recibido como un héroe por los infames traidores revisionistas que actualmente gobiernan al heroico pueblo de Ho Chi Ming.

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