25-05-17
N. No.
LOS DOCTORES DE CHARCAS
Otra
de las grandes diferencias entre las historiografías tradicional y nacionalista
frente a la historiografía marxista de Bolivia es, indudablemente, la cuestión
de los DOCTORES DE CHARCAS con motivo de las celebraciones de un aniversario más
de la Revolución de Mayo-1809.
La
historia corriente de Bolivia ha mostrado siempre la figura de los doctores
“dos caras” que actuaron en los acontecimientos del 25 de mayo. Generalmente
todas las críticas que tienen carácter de verdad histórica nos muestran la
figura cuestionable de don Casimiro
Olañeta, sobrino del General colonialista español don Pedro de Olañeta, el
último general del Coloniaje español que persistió en la lucha contra los
ejércitos de los libertadores de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre.
Efectivamente
la actuación de don Casimiro es realmente muy criticable, pues muestra a un
intelectual de formación abogadil, que se coloca a favor del sol que nace, es
decir apoyando siempre al bando que perece triunfador. Cuando la Colonia se
dirige a la derrota irreversible don Casimiro aparece como un convencido
independentista.
Empero
lo que olvidan de un modo realmente imperdonable las historiografías
“oficiales”, es que también existieron doctores de la calidad intelectual,
honestidad y valentía como el caso extraordinario del Dr. Jayme de Zudáñez.
“El “Prócer Desconocido” llamó Raúl Bothelo Gosalvez
(x) al Doctor Jayme de Zudáñez. Razón llevaba, porque en Bolivia, la tierra que
le vio nacer, pocos le admiran como al más grande demócrata de América…”
“Las páginas de esta biografía intentan poner de
relieve su figura en el Alto Perú, hoy Bolivia, en Chile, la Argentina y la
Banda Oriental o República del Uruguay…” (1).
Los
grandes méritos de don Jaime merecen pues un homenaje histórico por sobre el
olvido reaccionario y oligárquico de las historiografías “oficiales”.
Sucre,
la actual capital del Estado Multinacional de Bolivia, ha cumplido con el deber
de homenajear a don Jayme colocando su estatua en la plaza 25 de mayo, junto a
la del Mariscal Sucre. Lo que falta en Sucre es colocar una gran estatua de
Doña Juana Azurduy Bermúdez en lugar de la de Bernardo Monteagudo que puede ser
trasladada a otra plazuela menor de Sucre.
(1) Gantier, Joaquín. “Jayme de Zudáñez,
Historia del gran republicano y de la emancipación americana”. Edición de Homenaje de la Universidad Mayor y
Pontificia de San Francisco Xavier”.
PCmlm.
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