El
camarada Lenin, el gran líder revolucionario ruso, principal dirigente de la
Revolución de Octubre, comunista, nació el 22 de abril de 1870 (según el
calendario gregoriano, 10 de abril según el juliano), en Simbirsk, Rusia.
Continuador
de la obra de Marx y Engels, fue el impulsor de los fundamentos que sirvieron y
sirven de base a los Partidos Comunistas, y en su caso al del bolchevismo ruso
y luego al de la Unión Soviética.
Fue
el creador de una combinación teórica y práctica basada en el marxismo y
adaptada a la situación política y económica de Rusia a comienzos del siglo
pasado. Utilizó como herramienta intelectual la teoría marxista y se incorporó
a la lucha política.
Lenin,
precisó los rasgos generales de dos fases del desarrollo de la sociedad humana
en el camino de la superación revolucionaria del sistema capitalista: el
Socialismo, como fase inicial, y el Comunismo, como fase superior. Mostró las
características que existen en uno y en otro, que según sus apreciaciones está
determinada por el desarrollo de las fuerzas productivas, la riqueza política y
económica de la sociedad, y por la preparación cultural de su clase trabajadora.
En
cuanto a las tareas que comprometen al Socialismo, Lenin indicaba: la necesaria
electrificación del país, organización de la industria, la agricultura y el
transporte sobre la base técnica de la gran industria moderna. Consideraba
Lenin que la productividad en el trabajo es lo más importante para la victoria
del Socialismo y a esta condición podría llegarse aprovechando el entusiasmo
revolucionario; reveló el valor de la emulación socialista como gran recurso
para incorporar a los trabajadores a la edificación de la nueva sociedad.
Nuestro
camarada desentrañó las características del imperialismo, sentó las bases de la
doctrina sobre la crisis general del capitalismo y expresó su análisis
científico en su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916).
Manifestó que los monopolios constituyen el soporte del imperialismo y que éste
es: parasitario o en descomposición, acaparador y agonizante, de ahí que el
imperialismo sea la antesala de la revolución socialista.
El
legado de Lenin constituye para las y los comunistas uno de los fundamentos
para la transformación revolucionaria de la sociedad, y se reconoce
universalmente esta guía política y de acción como marxismo-leninismo, siendo
por su desempeño relevante y con pleno derecho, la teoría revolucionaria de la
clase obrera.
“¡La crisis está madura! ¡Contemporizar se convierte en un
crimen! ¡Hay que realizar inmediatamente la revolución y tomar el poder, de lo
contrario todo se habrá perdido!”, V.I. Lenin, en
octubre de 1917.
MB. Tomado de Odio de Clase
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