lunes, 17 de junio de 2013

EN TORNO A LAS DIFERENCIAS EN EL SENO DEL MAS

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14-06-13.
230.
EN TORNO A LAS DIFERENCIAS EN EL SENO DEL MAS
En los últimos días se han hecho notorias diferencias de opinión en el seno del MAS. Se ha formado un grupo de los llamados “libre pensantes” que en realidad constituyen un grupo de resentidos en el más pleno significado de la palabra.
Por un lado estos señores se jactan de haber sido los autores verdaderos del proceso de cambio y sobre todo esta afirmación calumniosa tienen visos de escándalo en la boca del resentido mayor  Raúl Prada Alcoreza que nada tuvo que ver con las jornadas heroicas de octubre de 2003 en El Alto.
De una vez por todas, nadie, ninguna organización, ningún personaje manda-parte puede hacerse el acreedor de aquellas victorias históricas que solamente corresponden a los pobladores de el Alto  y sus bases, mientras sus dirigentes negociaban con el genocida Sánchez Lozada, es el caso de Mauricio Cori, Juan Meléndez y Braulio Rocha, mientas la UPEA era la única organización que luchó monolíticamente por su autonomía y después por el derrocamiento del neoliberalismo.
Sin embargo, el verdadero problema surge de las incoherencias en el seno del MAS. Por un lado se sostiene a raja tabla que el MAS NO ES UN PARTIDO POLÍTICO y que en realidad es un  instrumento político de los movimientos sociales, es decir una variante de las teorías del toninegrismo y sus multitudes. Por otro lado, los dirigentes medios de MAS exigen a los “libre pensantes” una disciplina orgánica que solamente poseen los PARTIDOS POLÍTICOS.
Entonces el MAS tiene que decidirse, o seguir siendo un conglomerado amorfo al estilo de las multitudes de Tony Negri y la Rauber  o, por el contrario, ser un partido político en toda la extensión del término. ¡No hay otra alternativa!
La actual situación del MAS es la misma que la de los dirigentes de la COB que quieren convertirla en un Partido Político. Una de dos, o la COB es un sindicato o es un Partido Político, ¡¡Que incongruencia más flagrante!!
Finalmente, en cuanto al grupo masista encabezado por Rebeca Delgado, Raúl Prada y Alejandro Almaraz,  no  cabe sino una recomendación: “ningún revolucionario obra con resentimiento, esa es una tara pequeño-burguesa miserable,  un revolucionario pone siempre los intereses supremos de la revolución sobre los pequeños intereses personales. Un revolucionario no puede llevar ni una sola  gota de agua al molino reaccionario. Un revolucionario defiende sus puntos de vista, pero siempre se somete a la mayoría del Partido  y nunca actúa como fracción al modo trotskista. Después cuando se considera que tenía razón puede volver a plantear sus divergencias, pero siempre sometido a la disciplina del ejército mundial de los oprimidos que fundo el gran Lenin”.
Naturalmente como explicábamos líneas arriba, eso corresponde a un verdadero partido político revolucionario de lo cual está muy alejado el MAS, pero es una obligación de quienes nos consideramos revolucionarios.
En los casos de la mayoría de los “resentidos”, su situación parece irreversible y es aquella ruta que ya siguió Lev Davidovich Bronstein, cuando inició una disidencia del curso bolchevique, criticó duramente al régimen soviético y finalmente concluyó como su peor enemigo. Ojalá estos señores no sigan el mismo camino.
PCmlm.

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