SETENTA
ANIVERSARIO DE LA MÁS GRANDE, EXTENSA Y SANGRIENTA BATALLA DE LA HISTORIA
MUNDIAL DE LAS GUERRAS: STALINGRADO
“El 23 de julio Hitler firmó la directiva (operación) No. 45
que constituía uno de los elementos más
importantes del plan para la campaña de
verano de 1942. El grupo de de ejércitos “A” recibió la misión de efectuar la
ofensiva sobre el Cáucaso con la particularidad de que aún antes, el 13 de
julio, se le subordinó el 4to. Ejército de tanques. El Grupo de ejércitos B”,
tenía por objeto apoderarse de Stalingrado con las fuerzas del 6to. Ejército”. (1) (Pág. 33)
Millones de hombre de los ejércitos alemanes, húngaros, rumanos,
italianos y españoles, encabezados por la brutal y criminal máquina de guerra
alemana, la Wehrmacht, se lanzaron masivamente el 25 de julio-42, a completar
la aventura que en primer lugar había fracasado frente a Moscú.
Las columnas blindadas de la Wehrmacht avanzaron velozmente en las dos
direcciones ya indicadas, la primera a la toma de Stalingrado y la segunda para
apoderarse del Cáucaso y sus riquezas petrolíferas que eran tan importantes
para la máquina de guerra germana.
El 19 de agosto, el General Von Paulus , a la cabeza de su 6º.
Ejército, firmó la orden de “Sobre la ofensiva definitiva de tomar a
Stalingrado” encontrándose ya a sólo 60 Kilómetros de la ciudad. ¡¡Había
comenzado la enorme batalla!! La relación de fuerzas era más o menos la
siguiente al comienzo de las operaciones, porque después las fuerzas de ambos
bandos aumentarían considerablemente:
Divisiones 39 alemanas y 42 soviéticas; personal 586 000 soldados
alemanes y 580 000 soviéticos; Piezas de artillería 7 400 alemanas y 3 400 soviéticas; Tanques 1
040 alemanes y 270 soviéticos; aviones 1200 alemanes y 600 soviéticos.
Las fuerzas alemanas habían conseguido cercar completamente la ciudad
que sólo podía recibir refuerzos y recursos a través del río Volga. Empero la
salida de las tropas germanas al Volga al norte de la ciudad, creo un a
situación muy difícil para la defensa de la ciudad.
Había comenzado la batalla en las calles, en las plazas, en los
edificios, en cada casa, en cada habitación, se luchaba cuerpo a cuerpo por
metros de territorio. Los principales centros de resistencia soviéticos en la
propia ciudad eran las Fabricas de Tractores
Krasni
Oktiabr y Barrikadi.
Arrinconados contra el río los defensores soviéticos tenían puntos
estratégicos defendidos con una bravura realmente increíble. La Colina Mamai, era un promontorio capturado
por los nazis y recuperado por los soviéticos, una y otra vez, con grande
pérdidas humanas por ambos bandos.
“En la Colina de Mamai (La cota
107.5), quedaba el observatorio del Ejército... Los más cruentos combates se
libraran en el sector de la Colina de Mamai, a orillas del río Tsaritsa”. (2).(142-143)
A costa de grandes bajas el adversario
se apoderó de la altura dominante de Mamai.. Los rusos no cejaban en sus intentos de reconquistar la
Colina de Mamai. La tomaron el 16 de septiembre”.
La Casa de Plavlov, por el contrario estaba ocupado por un cuñado de héroe
soviéticos que jamás pudo ser capturada por el enemigo y sirvió como punto de vigía
para todos los defensores de Stalingrado.
“La Casa de Pavlov mantenida
por un puñado de soldados de la Guardia
fue un valuarte inexpugnable de gran importancia militar y moral. El heroísmo de su
guarnición simbolizó la firmeza y el valor sin límites de los
defensores de Stalingrado”. (3) (208-209)
Los héroes que ofrendaban sus vidas al grito “Hurra, hurra, Por Stalin”, se escuchaban por millares. El
fracotirador Vasili Zaitsev que
abatía oficiales de alto rango desde sus escondites en los escombros de la
ciudad, sembraba el terror entre la oficialidad invasora.
Por su parte, Ludmila Pavlichenko,
la bella francotiradora, fue condecorada con la orden de Lenin, por el
abatimiento de centenares de oficiales fascistas desde su escondite
francotirador en los escombros de la ciudad héroe.
En fin, los episodios de heroísmo digno de una gran causa se daban por
miles todos los días, por ejemplo, soldados arrojándose sobre los ametralladores
para impedir con sus cuerpos la masacre de sus compañeros.
¡¡Stalingrado era una ciudad invencible””.
Por fin, El 19 de Noviembre, en pleno invierno, “comenzó la
histórica contraofensiva de las tropas
soviéticas en las inmediaciones de Stalingrado”. Dos gigantescas tenazas se abatieron
para encerrar el 6to. Ejército de Fredrick
Von Paulus. La una desde el norte de la ciudad y la otra desde el sur. Se había
comenzado la operación “Anillo”.
El 21-22 de noviembre, los ejércitos rojos soviéticos tomaron contacto
desde el norte y desde el sur: se había cerrado el cerco y un bolsón gigante
abrazaba a todo el 6to. Ehército.
Se comenzaba, entonces el aniquilamiento de las tropas hitlerianas
cercadas. Hitler ordenaba a Von Paulus, resistir hasta el último hombre y no
abandonar Stalingrado tratando de romper el cerco.
El Mariscal Manstein, recibió la orden de intentar un avance relámpago
para liberar a los cercados mientras, por otro lado le ordenaba a Goring,
lanzar por aire todas las provisiones necesarias para que los cercados no
murieran de hambre. Nada de eso resultó, el cerco soviético era de hierro y se
iniciaba el aniquilamiento o en su caso el rendimiento incondicional del 6to.
Ejército.
“La catástrofe es inevitable. A
fin de salvar a los efectivos que todavía quedan vivos, ruego se me autorice sin demora, proceder a
la capitulación”, rogaba Von
Paulus. (
Por su parte Hitler, histérico, respondía por radio. “Prohíbo la
capitulación! El Ejército ha de mantener sus posiciones hasta el ultimo soldado
y el último cartucho” (4)
(448)
Desoyendo las órdenes de Hitler, Von Paulus finalmente capituló ante
el Ejército Rojo, poniendo fin a la batalla que decidido la suerte de Hitleismo
y la derrota del nazi-fascismo alemán a los pies del heroico Ejército Rojo de
obreros y campesinos en la segunda Guerra Mundial, llamada por los
soviéticos la Gran Guerra Patria, a las órdenes del Comandante Supremo el
Mariscal José V. Stalin.
La gigantesca batalla que como se dijo, decidió la suerte del nazismo
agresivo y el triunfo del ejército rojo, duró alrededor de 6 meses desde fines
de julio de 1942 hasta comienzos de febrero de 1943.
A los 70 años de distancia de las jornadas más heroicas de la que se
tenga memoria en la historia de la Humanidad, los revolucionarios
marxitas-leninistas y maoístas de Bolivia, rendimos nuestro más emocionado
homenaje a esos pueblos heroicos, a esos ejércitos invencibles, a ese Partido bolchevique
que volverá muy pronto a sus viejos fueros y finalmente al más gran héroe
militar de todos los tiempos, el mil veces heroico Mariscal de la victoria.
Josif Vissarionovich Dyugasvili , JOSE
V. STALIN.
Notas.
1-2-3-4. Las cuatro notas corresponden a la obra del académico A. Samsónov. “La Batalla de Stalingrado”.
Editorial Progreso. Moscú. 1986.
PCmlm.
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