14-02-13
UNA BATALLA CONTRA LA INFAMIA
El Estado no puede exigir
rendición alguna de cuentas de recursos que no han sido desembolsados.
Esta verdad cristalina puede ser
comprendida por un niño de 8 años e incluso por un minusválido, pero no es
entendida por la Contraloría General del Señor Gabriel Herbas.
Hemos realizado este trabajo de
análisis de los cargos levantados arbitraria y falsamente contra mi persona por
parte de la Contraloría General del Estado, exonerando criminalmente a los
verdaderos y únicos responsables de los manejos arbitrarios de los recursos de
la UPEA, el señor Javier Sebastián Tito
Espinoza y el Sr, Mario Virreira,
el primero, actualmente alto funcionario del Viceministerio de Descolonización y el
segundo Ministro de Minería del Estado Plurinacional.
Sin el menor conocimiento, los
auditores y los asesores legales, falseando fechas y documentos intentan
inculpar civilmente a mi persona que, como todo el mundo conoce, jamás fue reconocido como Rector
Autonomista de la UPEA y por lo mismo jamás tuvo cuenta fiscal, jamás se
reconoció mi firma ante el sistema bancario para cobrar las cuentas
correspondientes de la UPEA y menos hacer las retenciones de los aportes de los
trabajadores para las AFPs, omisión que correspondía a los rectores reconocidos
por el Gobierno y que efectivamente manejaron sus fondos y saquearon vilmente a
la UPEA. Esos señores, como tenemos indicado, son precisamente Javier Tito
Espinoza y Mario Virreira.
En ese sentido, hemos recibido
una notificación personal de la Contraloría del Estado con una Auditoría
Especial de Gastos 2005 y pagos efectuados en las gestiones 2004 al 2008 por
juicios laborales en contra de la UPEA. (Informe No. GL/EP12/L07 R4, seguido de
un informe complementario No. GL/EP12/L07 C4).
El título mismo de la Auditoria
2004 y 2005-2008, resulta siendo impertinente en cuanto a mis gestiones
parciales de 2002 y 2003. Empero este es un simple detalle frente a las
anomalías que iré relatando.
Los señores auditores no se han
enterado, por lo menos por la prensa que siguió pormenorizadamente la lucha autonomista de la UPEA contra el
Gobierno neoliberal de Sánchez Lozada. (Subrayado autonomista porque los
auditores y abogados de Contraloría la consideran Anti-autonomista). No se han
enterado, lamentablemente que mi gestión como rector en las fechas indicadas no fue nunca
reconocida por el gobierno de entonces y que los recursos de la
UPEA fueron entregados a manos llenas al Señor Javier Sebastián Tito Espinoza que, según el Gobierno de entonces,
el CEUB, y todas las autoridades, seguía siendo el Rector legal de la UPEA.
Paso a fundamentar mi denuncia
frente al atentado criminal que se pretende cometer contra mi persona como el
Primer Rector Autonomista de la historia de la UPEA y con la “responsabilidad”
de $ 72 333 (Setenta y dos mil trescientos treinta y tres dólares americanos),
por una “omisión” inventada por Contraloría.
Mi designación fue el resultado
de una verdadera insurrección de los estudiantes, docentes y trabajadores administrativos que
expulsaron violenta y vergonzosamente a los Srs. Javier Sebastián Tito Espinoza
y su Vice-Rector Chipana, por sus
flagrantes delitos y corrupción evidentes. Tito llegó a ser detenido y
encarcelado. He aquí el testimonio del Director Jurídico de la UPEA:
“Mi persona como Director Jurídico y el señor Rector iniciamos acción
penal por delitos de peculado y otros contra el señor ex Rector Javier
Sebastián Tito Espinoza, hasta lograr su acusación y posteriormente su
detención en el Panóptico Nacional de San Pedro, lamentablemente fui destituido
y no sé cómo terminó ese proceso penal.”(Testimonio del Dr. José Antonio Núñez
Velásquez, cursante en Auditoria de Contraloría)
El “Informe” preliminar livianamente
dice que: «Una vez exonerado el Sr. Tito, por Resolución 019/2002
del 17 de julio (El CDI, NO tiene esas atribuciones lo cual y por lo
mismo es ilegal), quedando acéfalo el cargo hasta la designación de Jorge Echazu
Alvarado el 14 de septiembre de 2002 (Tampoco tenía el CDI atribución
alguna para designar autoridades en la UPEA)». Mi designación provino
de una Gran Asamblea General de la UPEA de conformidad con las disposiciones de
la Constitución Política del Estado- Art. 185.
Lo que no dice el informe es que mi
designación provino también y por presión universitaria, de una determinación
del CDI (Consejo de Desarrollo Institucional), que era solamente una instancia
fiscalizadora de la UPEA creada por la Ley 2115; determinación que nunca fue reconocida por el Gobierno del MNR.
Los fondos del Presupuesto General
de la Nación destinados a la UPEA no fueron entregados JAMÁS a mi persona,
precisamente por el DESCONOCIMIENTO A
MI RECTORÍA, que resultó siendo “revolucionaria”
y “autonomista” y de “facto”. Las
cuentas fiscales bancarias de la UPEA nunca estuvieron consignadas a mi nombre
y mi persona jamás recibió reconocimiento de mi firma, como probaremos
abundantemente más adelante.
La UPEA logró su autonomía por Ley No. 2556 de 5 de noviembre de 2003,
tras larga y heroica lucha de estudiantes, docentes y trabajadores y de una
gestión académica y administrativa de año y medio con normalidad, bajo mi dirección sin un centavo
de parte del gobierno y en las condiciones más deplorables como se puede
suponer.
El “informe” de Auditoria, por irrisorio no necesita ningún DESCARGO, porque yo no he recibido como
Rector “revolucionario” un solo centavo y todas las manifestaciones
irresponsables del “informe” nos demuestran que los datos que se manejan con tanta
ligereza son falsos de toda falsedad.
Los errores del informe iniciales son:
- La primera
gestión “de facto” fue del 14 de
septiembre al 14 de diciembre del 2002 y
no así, de julio a diciembre de ese año, como expresa falsamente el
informe.
- La segunda
gestión del 2003, también de facto aunque producto de una elección
democrática desconocida por el Gobierno) fue del 1º. de marzo a noviembre 04 (fecha de mi renuncia) y no así de enero a
abril y de junio a septiembre, como igualmente expresa falsamente
el informe. ¡Todo falso!
Estos errores garrafales que
alteran toda conclusión, demuestran la poca seriedad del informe que sigue en
la forma más irresponsable sosteniendo:
«Por lo expuesto, se establece
que Jorge Echazú Alvarado, Rector de la UPEA no dio cumplimiento al pago
mensual de contribuciones a los trabajadores de la Universidad Pública de El
Alto, omisión que ha generado recargos adicionales al pago de contribuciones a
las AFPs, causando daño económico el Estado, por el incumplimiento a deberes
formales establecidos en la demanda judicial interpuesta por la AFP Futuro de
Bolivia S.A. por el importe de bs. 582 276 equivalentes a $ 72 333»
Y a continuación en las conclusiones inc. b) se dice:
Jorge Echazú Alvarado en el
ejercicio de las funciones de rector de la UPEA, por Bs. 582 276, equivalentes
a dólares americanos 72 333.
Por su parte el también irrisorio Informe Legal que se
respalda en los informes técnicos sin revisarlos, agrega:
«Que el cumplimiento del pago de
cotizaciones y otros a la Administración de Fondos de Pensiones AFP- Futuro de
Bolivia , dio lugar a que se generen importes por recargos, gastos judiciales y
administrativos, expresados en los cuadros del informe preliminar de auditoría,
toda vez que Jorge Echazú Alvarado, Rector de la UPEA no dio cumplimiento al
pago mensual de contribuciones de los trabajadores de la UPEA, omisión que
ha generado recargos adicionales al pago de contribuciones a las AFPs, causando
daño económico al Estado por las gestiones de julio a diciembre 2002 y de enero
a abril y junio a septiembre de 2003, por el importe de bs. 582 276
equivalentes a SUS 72. 333.»
Tanto los informes preliminar y
complementario, cuanto el informe legal son completamente falsos de toda
falsedad, irresponsables y lindantes con lo delictivo por las falsedades que
contiene.
Para conocimiento de los
auditores, los Lics. Juan Ordoñez Daza, Jaime P. Gutiérrez Guzmán y Julieta
Nina Suárez, y los Drs. Vivian Chacón
Auzza, Marco Alborta Valda y Daniel Pérez Orruel, quisiera hacer un punteo
muy rápido para que comprendan el carácter de la lucha de una Universidad que
por determinaciones autoritarias e ilegales del Gobierno de Sánchez Lozada fue
reconocida como Universidad PUBLICA PERO
SIN AUTONOMÍA, LO CUAL VIOLENTÓ EL ART. 185, parágrafo 2o. de la
Constitución Política del Estado anterior que otorga la autonomía
juntamente con su condición de PÚBLICA.
Lo más vergonzoso del “informe”
de “auditoría” es que califica sistemáticamente nuestra lucha por la autonomía
universitaria de UPEA, como una lucha ANTI-AUTONOMISTA.
Es éste, no un lapsus que podría pasarse por alto, empero su reiteración
denota una ignorancia que no tiene nombre. En fin…
En esta virtud, en cuanto se
refiere a mi primea gestión (de 14-09-02
a 14-12-02), un Acuerdo Institucional dio curso a la Resolución 021/02 de 9
de octubre de 2002 del Consejo de Desarrollo Institucional, por la que se
organiza la Comisión transitoria que posibilitará el descongelamiento de cuentas de la
UPEA, en favor de Juan Melendres, Secretario Ejecutivo de la Central Obrera Regional
(COR); el Secretario de la Federación de Gremiales, Juan Escobar y el
representante de la Iglesia, padre Tomás Cornejo. La Comisión de Notables conformada por los
representantes de la APDHB, Sacha
Llorenti y el Defensor del Pueblo Gonzalo
Párraga, avalaron esta determinación del CDI. En cuanto se refiere a la
intervención de la Iglesia católica, los sacerdotes Jesús Juárez, Obispo, y José Subirats tuvieron intervención en esos
acuerdos.
La Comisión Transitoria tendrá
según el Acuerdo Institucional los objetivos de ADMINISTRAR MOMENTÁNEAMENTE LOS RECURSOS DE
LA CASA SUPERIOR DE ESTUDIOS, HACERCE CARGO DE LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DE LA
UNIVERSIDAD y velar porque en el lapso de un mes se tengan los
instrumentos legales que posibiliten la institucionalización de la UPEA. El acuerdo de los cinco puntos está firmado
por Isaac Maidana, Ministro de educación,
José Luís Harb, viceministro de Régimen
Interior, Oscar Heredia,
viceministro de Educación Superior y otras autoridades. (El Alteño, 10 de octubre-02, pág. 4).
«La
Comisión deberá administrar los recursos, lo que implica cancelar los servicios
básicos, energía eléctrica, agua y teléfono, y otros gastos administrativos
debidamente justificados y pagar los salarios a todos los docentes y
administrativos, incluidos los contratados por anteriores gestiones, previa
justificación de las labores desempeñadas». (El Alteño, 10 de
octubre-02. Pág. 4.)
En cumplimiento del Acuerdo
Institucional de 9 de octubre 2002, «la Comisión Transitoria se encargará de los recursos,
ante los Ministerios de Trabajo, Hacienda y Educación, de este modo quedan
habilitadas las firmas del secretario ejecutivo de la Central Obrera Regional
(COR) Juan Melendres, del representante de los gremialistas Juan Escobar,
mientras que la contrafirma estará a cargo de Rafael Flores, Director
Financiero-Administrativo de la UPEA».
(El Alteño, 19 de octubre de 2002. Pág. 8.)
El director Financiero
Administrativo Rafael Flores denunció la desaparición de Bs. 825 000 con el cheque No. 00001772, correspondiente al mes de
junio 2002, es decir antes de la expulsión violenta de las autoridades
desconocidas y el inicio del conflicto, dinero que no figura en el libro de
cuentas ni en el registro diario de ingresos. En esa misma fecha el Alteño
informa que la defensora del Pueblo, Ana María de Romero y el Dr. Waldo
Albarracín Presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos,
abandonaron la reunión de institucionalización de la UPEA por la intransigencia
de los líderes sindicales, (El Alteño, 6 de noviembre de 2002.)
Todos estos datos que deben ser
autenticados y certificados por los personeros de gobierno de esa época y
particularmente por Contraloría General del Estado, prueban del modo más
fehaciente que mi “autoridad” reconocida solamente por el CDI y la comunidad
universitaria en su inmensa mayoría, no manejó jamás cuenta alguna de la UPEA,
las mismas que fueron manejadas por el CDI en 2002 y en el 2003, además por el
Lic. Rafael Flores, director Administrativo y Financiero de la UPEA.
La falsa “auditoria” sostiene
ridículamente que era el CDI (Consejo de Desarrollo Institucional), el que
tenía como atribución la designación de
autoridades universitarias de UPEA. ¡¡Completamente
falso!! El CDI era un organismo solamente fiscalizador de la UPEA (Art. 2º. Parágrafo III. Y sus tres
incisos. Ley 2115 de 5 de septiembre de 2000).
Por lo mismo si bien el reconocimiento de mi
autoridad por parte del CDI, implicaba un reconocimiento extraoficial,
simbólico y académico, no constituía un reconocimiento oficial con atribución
de manejo de cuentas de UPEA, todo lo que ya había sido adjudicado al Señor
Tito Espinoza. Por lo mismo, esto corrobora mi versión en el sentido de no
haber recibido ningún recurso público de las cuentas de la UPEA.
En cuanto se refiere a mi segunda
“gestión” (1º. De abril- noviembre-04-2003) que igualmente fue desconocida está
vez incluso por el CDI y el Gobierno del MNR de Sánchez Lozada y que fuera
producto de una elección universal en la comunidad universitaria alteña, se
debe considerar la postura oficial del
Ministerio de Educación a cargo del Sr. Hugo
Carvajal Donoso, que en fecha 31 de marzo de 2003, certifica que el Dr. Echazú no es el rector de la UPEA y que el Rector
legal y titular es el Señor Javier Tito Espinoza. Se pidió Ministerio de
Educación una certificación de esa determinación ministerial, sin embargo
misteriosamente esa resolución se ha extraviado o ha sido destruida y en
consecuencia me ha sido negada. (En mis “descargos” consta el documento del
Min. Educación al que hago referencia y que no fue considerado en el Informe
preliminar y menos en el complementario y por el contrario fue RECHAZADO sin
ningún argumento y que adicionalmente Contraloría se niega a devolverme)
Las cuentas bancarias de la UPEA
durante todo el año de 2003, que oficialmente aparecían congeladas, ( y que recién fueron real y oficialmente
descongeladas cuando se dictó la Ley 2556 de autonomía), sin embargo subrepticiamente
se descongelaban periódicamente en favor de Tito Espinoza cuando ese señor lo
solicitaba (El Diario, 24 de abril de
2003), es decir que mientras mi autoridad era elegido rector autonomista en
el Claustro Universitario y posesionado el 1o, de Abril, las cuentas de la UPEA
eran abiertas para el señor Tito con el siguiente detalle:
“Cuatro cheques que suman 5 607 570 bs. Lo prueban los extractos de
cuentas fiscales
201-3714181 del Banco de Crédito, el primer desembolso de 1 600 000 bs.
Mediante cheque 00002151 fue librado el 28 de febrero de 2003, el segundo de bs.
2 000 000 mediante cheque 00002152 correspondiente al 6 de marzo y otro
desembolso de bs.
2 000 000, con cheque 0002153 y finalmente un cuatro cheque de 7 570
000 bs., mediante cheque 0001840 del 11 de marzo del mismo año”. (“La Prensa”, 29 de abril de 2003. “Lupe Cajías investigará corrupción en la
UPEA”. “El Diario” 29 de abril de 2003).
Además tenemos la siguiente
declaración del señor Ministro de Educación
Hugo Carvajal Donoso que indica:
“El TGN ya entregó 18.6 millones de bolivianos al sector de Javier
Tito”. (“El Alteño, 30 de julio de 2003”.
Si el señor Tito recibió
oficialmente estos ingentes recursos, preguntamos a la famosa Contraloría:
¿Cuáles han sido los recursos asignados al Dr. Echazú, en su condición de
Rector autonomista?, pues NINGÚN RECURSO.
Estos desembolsos se pueden fácil y claramente certificarse con documentación
del Banco de Crédito y necesariamenteieron figurar en la llamada falsamente “Auditoria”
de la Contraloría.
El cargo principal contra mi
persona se refiere concretamente a la presunta “omisión” de mi parte de no
haber hecho la retención mensual de los fondos de cada trabajador a
favor de las AFPs, tanto en 2002 (seis meses, cuando en realidad fueron tres
meses además desconocidos) como en 2003 (nueve meses).
El Informe Legal dice que mi
gestión se extendió de julio a diciembre de 2002. ¡Falso! Mi gestión revolucionaria
duró de 14 de septiembre a 14 de diciembre, oportunidad ésta en que recién se
descongelaron las cuentas de la UPEA a nombre del CDI. En esas circunstancias, ¿cómo podría yo ordenar
retención alguna mensual? Naturalmente el asesor legal despistado no leyó mi
“descargo” aclarando estos hechos.
En cuanto a los nueve meses de
2003, las cuentas de la UPEA estaban consignadas a nombre del “rector” Tito
Espinoza y jamás fueron consignadas a mi nombre. Otra prueba está en que recién en 2004, en
la rectoría legal de Mario Virreira se descongelaron esas cuentas precisamente a
esa autoridad que procedió a cancelar los salarios devengados de los nueve
meses como consta en las papeletas. (Papeletas de pago de abril, mayo y junio
de 2003, cancelados en fecha 08 de noviembre de 2004)
Si bien en la gestión 2002 existe
alguna confusión por el hecho de figurar mi nombre en las planillas de pago y
en las papeletas de pago de los tres meses, que como indicaba recién se
cancelaron el 17 de diciembre, precisamente cuando concluyó mi gestión un 14 de
diciembre; en cuanto se refiere al año 2003, NO HAY NINGUNA CONFUSION PORQUE RECIÉN EN 2004 SE DESCONGELARON LAS
CUENTAS A FAVOR DE VIRREIRA.
El Director Jurídico de Virreira
señala:
“La Contraloría General de la
República en un informe de recomendaciones emergentes del Informe especial
sobre procesos de adquisición de bienes y contratación de servicios y personal
por el periodo comprendido entre el 15 de septiembre de 2000 al 31 de diciembre
de 2001, observa graves fallas en la UPEA que naturalmente nunca fueron
rectificadas ni menos se hizo caso a dicho informe (adjunto como prueba a
efectum videmdum por no contar con originales que seguramente se encuentran en
la Contraloría General del Estado).
La Contraloría General del Estado
tenía los antecedentes de la Contraloría General de la República, sobre los
malos manejos de Tito Espinoza ya en la gestión de 2000 y 2001, pero dicho
informe duerme el sueño de los justos en la actual Contraloría y no sirve para
nada.
Sigue el testimonio del asesor
jurídico de Virreina, que ya lo transcribimos líneas arriba, pero que lo
volvemos a mencionar para la menguada compresión de algunas autoridades.
“Mi persona como Director
Jurídico y el señor Rector (Virreina) iniciamos acción penal contra el señor ex
Rector Javier Sebastián Tito Espinoza, hasta lograr su acusación y
posteriormente su detención en el Panóptico Nacional de San Pedro,
lamentablemente fui destituido y no sé cómo termino ese proceso penal”
Cabe insistir que durante todo el
año 2003, las cuentas de la IPEA estuvieron congeladas para nosotros, pero
estaban descongeladas para el señor Tito como hemos probado líneas arriba con
las fechas de los cheques y sus numeraciones durante esa gestión, empero en el
famoso informe no figura por ninguna parte la responsabilidad del señor Javier
Tito.
¿Puede existir una infamia
semejante en mi contra?
Por otro lado tenemos las
planillas de pago por mis salarios de Rector desconocido de la Universidad (julio
a octubre de 2003, por bs. 9 668.35, mensuales, con una retención de bs. 1
509.77 para las AFPs). Esas planillas y las papeletas de pago por todo el año
de 2003 en mi gestión recién fueron canceladas en 2004 por el Rector titular
Mario Virreira que resulta siendo el responsable de remitir a las AFPs, los
recursos correspondientes. Entonces,
¿cómo es posible que se me responsabilice de una “omisión” de retención mensual
y de no hacer cumplir el pago de los fondos retenidos, si recién en 2004, fui
reconocido (ex-post) como Rector por cuanto recién se me cancelaron los haberes
atrasados?
Finalmente como prueba de
descargo, tenemos la Auditoría Interna que elaboró la UPEA en torno a mis
sueldos de septiembre-diciembre 2002
y abril-octubre – 2003, que
resultaban siendo incompatibles con mi pensión jubilatoria que me canceló el SENASIR
por esos mismos meses. La explicación correspondiente consistía en que esos
pagos no fueron simultáneos y cuando
se produjo la superposición, se llegó a un acuerdo con SENASIR para hacer los
descuentos correspondientes a esos meses que resultaban duplicados, lo que se
cumplió rigurosamente.
¡¡Esta constatación demuestra de modo
irrefutable que si no recibía ni siquiera mi salario como Rector durante 8
meses, cómo iba a ordenar descuentos a los trabajadores!!
¡¡Más claro que esto es imposible!!
Resulta pues, irrisorio que se
pretenda cargar sobre las espaldas del autor de la Autonomía e la
institucionalización de la UPEA, las irregularidades en el manejo de las
cuentas universitarias, primero por parte de Tito Espinoza (2002) y después por
parte de Mario Virreira (2003).
El nombrado Director Jurídico de
Virreina, el Dr. Núñez Velásquez finalmente señala:
“En última instancia se tendría
que responsabilizar a todos por estos actos y curiosamente el
responsable principal ex Rector Javier Tito Espinoza que no pagó los aportes, ahora
resulta limpio de polvo y paja” (citado por el Informe de la
Contraloría)
Es realmente muy curioso,
curiosísimo, que el señor Javier Sebastián Tito Espinoza, citado
insistentemente por todos los informes, recibiendo oficial y sistemáticamente
todos los recursos del TGN y reconocido expresamente por el Gobierno, resulte
siendo TOTALMENTE IGNORADO POR EL FAMOSO
INFORME DE CONTRALORÍA.
Aquí ocurre un caso clarísimo
de ENCUBRIMIENTO
CRIMINAL (art. 171 del Código Penal)
del verdadero responsable de todos los daños ocasionados a la UPEA. Teniéndose
como si hiciera falta, el antecedente de la acusación comprobada de la comisión
del delito de peculado y su reclusión en San Pedro. ¡Nada de eso tiene valor para la Contraloría!!
(El art. 171 del Código Penal:
“El que después de haberse cometido un delito, sin promesa anterior,
ayudare a alguien a eludir la acción de la justicia u omitiere
denunciar el hecho estando obligado a
hacerlo, incurrirá en reclusión de seis meses a dos años”).
Finalmente hago referencia a un ACUERDO DE CONCILIACIÓN DE DEUDAS AL SEGURO
SOCIAL OBLIGATORIO suscrito por Futuro de Bolivia, La Universidad Pública
del El Alto y el Sr. Mario Virreira de 11 de febrero de 2011 años ante Notario
Público, cuya copia legalizada fue presentada a la Contraloría por el Sr.
Virreira, razón por la cual dicho señor fue excluido de responsabilidad alguna,
estableciéndose que NO HUBO DAÑO ALGUNO AL ESTADO y ha hecho posible su
designación como Ministro de Estado. Incluso ese Acuerdo conciliatorio, debiera
favorecerme, en último caso, empero ni eso tiene valor para Contraloría que
insiste machaconamente en responsabilizar al inocente y proteger y ENCUBRIR A LOS
DELINCUENTES.
Es pues, como se puede evidenciar, una gran
infamia POLITICA LA QUE SE ESTÁ GESTANDO CONTRA MI PERSONA, en la forma más
ladina y más delincuencial.
En el presente me encuentro en la
condición de INDEFENSIÓN, pues todos
mis alegatos, todos mis argumentos, todos los
documentos no son tomados en cuenta ni siquiera como indicios que en
cantidad pueden constituir plena prueba-
Por ejemplo, se pide una
información del Banco de Crédito, que certifica que efectivamente se inició de
nuestra parte un trámite para el
reconocimiento de firmas para la acreditación a mi nombre de las cuentas de
UPEA. EMPERO ESE TRÁMITE QUEDÓ ANULADO POR ORDEN SUPERIOR y, en consecuencia, reiteramos, jamás se desembolsaron
recursos a mi nombre. Nada de eso fue considerado por Contraloría General en un
claro intento de encubrir a los verdaderos desfalcadores de UPEA. Los
sistemáticos rechazos de plano de mi defensa, demuestran la mala fue con la que
ha actuado Contraloría.
En consecuencia me veré obligado
a hacer pública mi denuncia en todas las instancias que se me permitan, incluso
ya denuncie ante el propio señor Presidente del Estado, simplemente para su
conocimiento de las irregularidades cometidas contra mi persona y de ninguna manera
para pedir una “intervención” que es impertinente y que no corresponde.
Solamente pretendo que esa suprema autoridad este enterada de este ingrato
problema.
En última instancia tendré que
recurrir a los tribunales ordinarios en la vía criminal para probar mi
inocencia plena y la CULPABILIDAD DE PERSONEROS DEL ACTUAL GOBIERNO QUE GOZAN
DE TODOS LOS PRIVILEGIOS.
Mi lucha por el esclarecimiento pleno de todo lo que se refiere a la
economía de la Universidad Pública y Autónoma de El Alto, a la que considero
“mi” Universidad, tiene por objeto restablecer la verdad histórica de las
jornadas heroicas que hicieron posible la derrota del neoliberalismo y el
inicio de un proceso de cambio que todos los revolucionarios anhelamos tenga
una continuación profundizada para bien de los pueblos bolivianos oprimidos y
sus clase proletarias explotadas.
Dr. JORGE ECHAZÚ ALVARADO
Primer rector Autonomista de la UPEA (Desconocido por el Gobierno)
Dirigente político marxista-leninista.
Fundador de la primera Carrera de Ciencias Políticas en Bolivia.
Director de la Carrera de Ciencias Políticas en dos gestiones.
Decano Interino de la Facultad de Derecho de la UMSA.
jechasqui@gmail.com
www.maoistasbolivianos
C.I. 10002356- Chuquisaca.
Tel. 2-72-14-23.
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