03-03-20
N. No. 611.
SÍ HUBO FRAUDE,
En
vista de la publicación del Washington Post de un informe de investigadores del Instituto
Tecnológico de Massachusets (MIT), refutando los informes truchos de la OEA con
relación a las elecciones presidenciales de Bolivia del 20 de octubre 2019, se
constata que en Bolivia NO HUBO FRAUDE alguno. Empero, cuando aparece la OEA, entonces,
sí, aparece el FRAUDE.
Un
fraude que tiene la virtud de enmascarar un golpe de Estado fraguado por el
imperialismo yanqui y sus lacayos los oligarcas bolivianos.
Repitiendo
hasta el cansancio, fraude, fraude, fraude, pensaron hacer pasar inadvertido un
brutal golpe de Estado fascista que barrió con todos los derechos humanos del
pueblo boliviano conquistados en arduas batallas de clase. Se ha enseñoreado un
gobierno de un talante tan infame que constituye la vergüenza de nuestra
América Latina.
Empero,
¿cuál es la consecuencia inmediata del desenmascaramiento del supuesto fraude?
Simplemente el desconocimiento de todos los actos del ejecutivo y también de la
Asamblea Legislativa que se anuló a si misma cuando prorrogó su mandato en
forma completamente ilegal.
Sin
embargo, como no se puede retrotraer los hechos hasta el 20 de octubre,
elecciones en que venció Evo Morales en primera vuelta, conviene aceptar la
realidad y conseguir una nueva elección con la garantía de las Naciones Unidas,
la comunidad internacional auténtica y todos los veedores que puedan ayudarnos,
a fin de tener una elección cristalina.
Pensamos
honestamente que, en esas nuevas elecciones, el MAS y sus candidatos Luís Arce
Catacora y David Choquehuanca, sadrán ampliamente favorecidos por el voto
ciudadano.
PCmlm
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