lunes, 30 de marzo de 2020

Bolivia, el gobierno golpista y las reservas internacionales

Bolivia, el gobierno golpista y 
las reservas internacionales 

Hemos conocido en los últimos días dos medidas que disminuirán peligrosamente las reservas internacionales del Banco Central de Bolivia. 

Se han adquirido bonos de las AFPs por un monto de 500 millones de dólares y otorgado un préstamo de 1000 millones de dólares al gobierno. 

Esto suma 1.500 millones de dólares, que reducen las reservas internacionales a menos de 5.000 millones de dólares. 

Esto puede generar una desestabilización del tipo de cambio y como resultado una probable devaluación de la moneda nacional. 

Sería un golpe mucho mayor a la desdolarización de la UDP porque los ahorros en moneda nacional son los más altos de la historia. Sería un golpe demoledor al conjunto del pueblo boliviano. Sabemos que los 1000 millones se utilizarán para el denominado Bono familia y la canasta alimenticia para 1.6 millones de familias. Esperemos que no se produzcan negociados con esta enorme cantidad de dinero, y al menos se cumpla con la distribución a todos los sectores más pobres, entre los cuales están los desocupados, rentistas de ambos sistemas, pequeños cuenta propistas, campesinos comunarios, pueblos indígenas y trabajadores con salarios mínimos. 

No sabemos si están contempladas inversiones y compras de insumos y equipos médicos para combatir la pandemia, al menos no se conoce que montos serían destinados para este efecto, que debiera ser el de mayor importancia. 

Lo que sí sabemos es que un tercio de ese enorme monto, vale decir 500 millones de dólares, se han comprado a las AFPs para que inviertan en instrumentos financieros que le brinden una rentabilidad igual o mayor a los bonos del tesoro. 

Si esto es así, los bancos para obtener réditos de este dinero deberán incorporar su spread y con ello los intereses serán muy altos, prohibitivos para los pequeños emprendimientos, accesibles para las grandes empresas, aunque con serios riesgos de incumplimiento y la consecuente mora. Los peligros son evidentes para los trabajadores que son los dueños del dinero que administran las AFPs. 

De todos modos, esta medida va dirigida a beneficiar a los ricos y pone en peligro a las rentas de los jubilados. Se entiende que el tesoro pagará los intereses de los bonos al Banco Central, pero no sabemos qué tipo de interés. 

De colocarse esta enorme suma de dinero en el mercado, que equivale a un 50% de la liquidez de los bancos, puede producirse en fenómeno inflacionario muy peligroso y dañino otra vez para el pueblo. 

Vemos que, tanto por la vía de la reducción de las reservas internacionales, como por el aumento de liquidez, se puede precipitar un fenómeno inflacionario acompañado de una devaluación monetaria. 

Es imperioso que la COB, CSUTCB, Bartolinas, Conamaq, y las organizaciones populares se pronuncien sobre esta grave situación. 

No se percibe un gasto e inversiones contundentes para enfrentar el coronavirus, eso sí muchas amenazas, detenciones y prepotencia gubernamental unida al favorecimiento de los grandes intereses económicos. 

Finalmente es también urgente la lucha conjunta de todo el pueblo para enfrentar la flexibilización laboral solicitada al gobierno por los empresarios y evitar una segunda ola de despidos masivos. De igual modo, luchar contra probables desalojos de inquilinos, contra el alza de la canasta familiar y por una reposición salarial digna. Exigir el congelamiento de alquileres y pagos de intereses y amortización de créditos de interés social, y exigir también la atención gratuita en hospitales y clínicas privadas mientras dure la pandemia. 

Luis Alberto Echazú Alvarado.

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