Jnt. No. 401
CIENTO CINCUENTA AÑOS DE
“EL CAPITAL” DE KARL MARX
Se han cumplido un siglo y medio de la aparición del
primer tomo de la obra cumbre del pensador más grande de los dos milenios
transcurridos de nuestra era: “El capital de KARL MARX.
En el pensamiento corriente, este gran pensador es
calificado como un filósofo, otras veces como un economista y finalmente también
como un historiador, es decir siempre se ha tratado de encasillar el
pensamiento de Marx en los esquemas
académicos tradicionales, cuando en realidad de verdad, Marx había desbordado
ampliamente esos esquemas falsamente académicos.
Marx, iniciándose como un pensador de alto vuelo,
inició sus afanes influenciado por la filosofía alemana en boga, es decir con
el hegelianismo. Sin embargo, muy pronto comprendió: “Y cuando en la primavera de 1845, se estableció (Engels) también en
Bruselas, acordamos contrastar conjuntamente nuestro punto de vista con el ideológico
de la filosofía alemana; en realidad liquidar cuentas con nuestra conciencia
filosófica anterior” (1),
comenzando así esa gigantesca obra que será la radiografía del modo de
producción humano más importante y depredador de la historia universal: el
capitalismo.
Esta ruptura radical de su pensamiento lo llevó a
interesarse por la economía conocida de Adam Smith y David Ricardo. Fue
entonces que ya en Inglaterra (1848) se enclaustró en la Biblioteca más grande
del mundo, la del Museo Británico, para analizar el nacimiento y desarrollo de
ese modo productivo que fue la esencia de sus análisis críticos. Inicialmente
pensó que podría comprender el “problema
económico” en unas cuantas semanas, no fue así, esa titánica obra le consumió
todos los años restantes de su vida. El resultado último no pudo ser alcanzado
por su muerte en 1883. cuando comenzaba el análisis de las clases sociales en
el capitalismo en el Tercer tomo, se había consumido su vida. Fue Engels el
encargado inclusive de la publicación de segundo y tercer tomos.
En el primer prólogo de Marx al primer tomo, se dice
como un resumen apretado de sus estudios:
“Los
países industrialmente más
desarrollados no hacen más que poner delante de los países menos progresivos el
espejo de su propio porvenir”.
(2)
Puede
verse entonces que Marx, por entonces, era todavía tributario de una
periodificación mecánica, lineal e igualitaria de la historia, lejos, muy lejos
todavía, de su concepción madura del desarrollo desigual de las formaciones
sociales, teoría a la que llegaría con los famosos Grundrisse, donde refiriéndose a su nuevo método científico creado
originalmente por él, define lo concreto:
“Lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones,
por lo tanto, unidad de los diverso. Aparece en el pensamiento como proceso de
síntesis, como resultado, no como punto de partida, aunque sea el verdadero
punto de partida… la totalidad concreta, como totalidad del pensamiento., como
un concreto del pensamiento” (3).
El primer tomo se refiere principalmente a la teoría de la mercancía en la
que proclama que el mundo capitalista está dominado por este elemento
fundamental, la universalización de la mercancía, es decir que, en el capitalismo
todo se convierte en mercancía.
Seguidamente propone el estudio de la teoría del valor, partiendo de los
análisis de Smith y Ricardo que ya habían señalado que el valor de las
mercancías se determina por el volumen de fuerza de trabajo necesario para
producir la mercancía, empero el análisis de Marx se extiende la consideración
de dicho volumen como fuerza de trabajo social es decir un término medio
de los tiempos de producción dependiendo
del desarrollo de las fuerzas productivas avanzadas o retrasadas.
En ese sentido, es
importante comprender que sus investigaciones en el Museo, lo llevaron también
al estudio y conocimiento de las formas productivas anteriores al capitalismo,
el pre-capitalismo.
Los informes de los gobernadores británicos de Bengala
y Ceylán son los fundamentales en su compresión de aquel mito de la parálisis y
la quietud del desarrollo en el Asia que proviene de Hegel y sus
“conocimientos” que son pura especulación idealista de China y la India. Entonces
comprendió que la historia de la humanidad no se circunscribe a la historia de la
Europa occidental y a la Filosofía de la Historia de Hegel (4),
de donde arranca el falso esquema periodificado sacralizado por Engels y
seguido por Stalin.
Al “descubrir” el viejo y milenario continente
asiático con sus naciones y pueblos ancestrales y continentales como China y la
India, Marx inició la verdadera comprensión del desarrollo desigual de las
formaciones sociales, rechazando ya definitivamente el esquema periodificado como
la progresión lineal e idealista de las formas productivas en el curso de la
historia.
Esta verdadera revolución progresiva de su pensamiento
se completaría con las lecturas de los etnólogos británicos como Lewis Henry Morgan
(La sociedad primitiva), Sir John Budd Phear (Aryan Village), Sir Henry Sumner Maine
(Instituciones primitivas) y Sir John Lubbock (El origen de la civilización), en
los conocidos actualmente “Apuntes
Etnológicos” (5)
donde aparece el poco conocido “Modo de producción asiático” y su condensación
teórica actual del Modo Tributario de producción (6).
Este desarrollo del pensamiento genial del gran
escritor, dará como resultado la constitución de la verdadera y auténtica concepción materialista
histórico-dialéctica de la historia que pudo recién ser completada en
nuestros tiempos cuando la tenemos como arma teórico-ideológica más avanzada
para conseguir una ruta directa a la liberación del género humano de las
concepciones idealistas y su dominio en la ciencia y el pensamiento científico.
Al recordar los ciento cincuenta años de la aparición
en público de la obra más importante del conocimiento humano, rendimos nuestro
homenaje de gratitud a ese gran pensador que fue Karl Marx.
Notas.
1.
Marx,
Karl. Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía política.
2.
Marx.
El capital, Tomo I.
3.
Los
Grundrisse. Volumen I. Pág.. 21.
4.
Hegel,
Fredrick. La Filosofía de la Historia.
5.
Marx,
Karl. Apuntes etnológicos.
6.
Amin,
Samir. El Desarrollo Desigual de las Formaciones Sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario