26-05-08.
05-02-16
N. No 371.
24 de Mayo de 2008.
La vergüenza histórica de los malos “sucrenses”
Con motivo de la dictación de la Sentencia en primera instancia del proceso penal que siguen las víctimas y el Ministerio Público contra los delincuentes que ocasionaron las atrocidades más vergonzosas que se registraron en la historia de la capital Sucre, contra los campesinos chuquisaqueños un 24 de mayo de año 2008, reproducimos el artículo publicado por nuestro Partido censurando del modo más enérgico semejante atentado criminal contra los trabajadores del campo chuquisaqueños.
La Sentencia condenatoria sabe a poco, pues solamente se los condena a seis años de prisión a los principales instigadores y ejecutores de tan vil agresión contra inocentes ciudadano bolivianos del campo.
Esperamos que en la apelación que presumiblemente hagan los delincuentes, se pueda ratificar la condena con la simple modificación de las penas que deben ser, por lo menos y mínimamente dobladas.
Nuestro pronunciamiento fue en su época el siguiente que lo reproducimos en su integridad.
PCmlm
DIA DE LA IGNOMINIA “SUCRENSE”
24 de mayo de 2008
El día 24 de mayo de dos mil ocho años pasará a la historia dramática de nuestro pueblo y sobre todo del pueblo chuquisaqueño, como el día de la IGNOMINIA.
Charcas, La Plata, Chuquisaca, Sucre, la Ciudad Blanca, ha sido la verdadera cuna de la libertad americana. Sus inteligentes doctores como Don Jaime Zudañez, Manuel de Zudañéz, Bernardo Monteagudo, José Antonino de Medina, etc., idearon y lucharon por la independencia de América. Sus valerosos campesinos formaron las legiones de guerrilleros que después del grito libertario del 25 de mayo de 1809, se alzaron en armas a la cabeza de la heroína ciudadana de América, Coronela y Generala de los Ejércitos de Bolivia y Argentina Juana Azurduy, con sus famosos “Leales”, todos campesinos chuquisaqueños.
La Tricentenaria Universidad de San Francisco Xavier, fue la fuente y el crisol del que emergieron las luminosas ideas libertarias; el Colegio “Azul”, después llamado “Junín” en homenaje a la batalla del mismo nombre, constituyó igualmente el germen de todo el sistema educacional secundario de la república El inmaculado Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre y Alcalá, si vuelve a nacer, con seguridad, volvería a ser herido por turbas descontroladas por no levantar la bandera infame de los Templarios que no representa a los chuquisaqueños y que recuerda, paradójicamente, la intemperancia de los cruzados que se abalanzaron sobre el Islam. No sabemos de dónde han sacado los “aristócratas” chuquisaqueños esa ridícula bandera fundamentalista y cruzada
A casi dos siglos de aquel famoso y recordado 25 de mayo, hemos podido presenciar angustiados cómo indios andinos jóvenes de la nación quechua agredían del modo más brutal a otros indios mayores; hemos podido presenciar cómo “sucrenses” apaleaban a chuquisaqueños de las provincias, hemos podido presenciar la IGNOMINIA hecha realidad en nuestra querida ciudad blanca.
¿Qué ha podido pasar que la población de una ciudad pacífica y tranquila, se convierte de la noche a mañana en una mesnada salvaje e inhumana que no respeta absolutamente nada?
Sencillamente. La furia contenida de los desplazados de octubre, consiguió que una aspiración legítima que se encuentra en el corazón de la población sucrense: la Capitalidad y la sede de los poderes del Estado boliviano, se convierta en un pretexto para lanzar una ofensiva fascista contra los sectores más humildes y marginados de la formación social boliviana.
Lo que consiguió nefastamente la ofensiva reaccionaria fue enfrentar a sucrenses contra chuquisaqueños, a indios contra indios, a humildes contra humildes, a pobres contra pobres y para el beneplácito de los conocidas fascistas de Santa Cruz que estimulan las provocaciones con todos sus recursos económicos.
Acá es importante considerar que el Gobierno del MAS, cometió un error garrafal al imponer a la Asamblea Constituyente que aquel problema NO sea tratado en la plenaria. Debió pues, ser ampliamente discutida la cuestión y si no se lograba un consenso, lo legal y democrático hubiera sido remitirlo a un referéndum nacional.
Aprovechando el error, la reacción fascista logró envenenar a toda una población y así hordas alcoholizadas de enloquecidos “sucrenses” se lanzaron como bestias humanas contra indios que pueden ser y son sus padres, sus abuelos e incluso sus madres. La enajenación colectiva que sufre actualmente la pobrísima población indígena y mestiza de Sucre tiene sus causas y sus protagonistas que deben ser identificados.
Jaime Barrón, “Rector” infame, fundamentalista cruzado que ha manchado definitivamente al alto prestigio de la tricentenaria Universidad de San Xavier.
Fidel Herrera, un delincuente común que está involucrado en el asesinato de un conocido chuquisaqueño y acusado de atentar contra el honor de su propia hija.
Aydee Nava, una mestiza miserable que funge como alcaldesa.
Juan Cava, un conocido militante fascista, racista y derechista.
Se ha consumado un delito mayúsculo que tiene, además carácter flagrante pues las declaraciones públicas de esos “líderes” están gravadas en múltiples medios de comunicación masiva que ha documentado todas las arengas para agredir a los “masistas” simplemente porque son masistas y a los campesinos por ser indígenas. Es ésta la “democracia” que predican estos fascistas, es esa la libertad y la justicia de la que hacen alarde. Esa es realmente la “autonomía” que pretenden para Sucre.
Son estos cuatro “Jinetes del Apocalipsis” de Sucre, que tarde o temprano tendrán que ser juzgados y sentenciados por gravísimos delitos cometidos contra el pueblo boliviano y chuquisaqueño, así como contra los campesinos.
¡La justicia tarda, pero llega.
Post-scriptum.
La Justicia llegó, pero incompleta, se trata ahora de conseguir en segunda instancia por lo menos el doble de las condenas en contra de esas personas que no tienen nada que ver con las glorias del 25 de mayo de 1809.
Jorge Echazu Alvarado.
Primer Secretario del Comité Regional del PC mlm.
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