15-07-14
Int. No. 217
PALESTINA:
¿HASTA CUANDO?
No podemos comprender cómo puede suceder que el mundo entero, las
institucionales internacionales y la opinión mundial generalizada, puedan
tolerar las atrocidades que vienen cometiendo los jerarcas del Estado Judío
Sionista de Israel y sus dirigentes enloquecidos.
Quiénes quieren ocultar el sol con una mano, pretender poner en el
mismo nivel de agresión a los Juegos artificiales que envían los palestinos
desde la franja de Gaza con los mortíferos bombardeos misilísticos que se
abaten inmisericordemente sobre esa pequeña franja de territorio. Esta posición
generalizada en Europa nórdica y los Estados Unidos, como declarados aliados
estratégicos con Israel en su guerra contra Palestina, es la que permite que organismos
como las Naciones Unidas y el tristemente célebre “Consejo de Seguridad”,
permitan y elogien la brutalidad genocida de Israel con la población de
Palestina.
Sin embargo, es muy fácil hacer declaraciones, como las que realizamos
incluso nosotros los comunistas bolivianos, el problema radica en poder
detener física y drásticamente la mano
criminal de Netanyahu y sus cínicos asesores.
¿Por qué quiénes tienen el poder de hacerlo, no plantean y efectivizan
vigorosamente una acción que obligue a los asesinos cesar sus crímenes que se
cometen a vista y paciencia de la opinión mundial? ¿Acaso solamente los judíos
maldecidos por Jesús, pueden cometer crímenes de Lesa Humanidad sin ser
castigados severamente?
La humanidad progresista debe actuar con máxima severidad y energía
para por lo menos prohibir a Israel continuar con sus atrocidades. Por ejemplo,
los pueblos de América Latina en su totalidad, deben obligar a todos sus
Gobiernos la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas y de todo tipo con el
agresor sionista; de lo contrario significaría una adhesión tácita a los
delitos indescriptibles que se verifican a nuevos ojos vista.
Mientras más de 190 representantes del mundo propician y exigen el
ingreso de Palestina a la ONU, el voto miserable de los Estados Unidos en el
famoso Consejo, impide el cumplimiento de las determinaciones del mundo entero.
Ahora con la comprobación plena del carácter inhumano y francamente
nazi-fascista del régimen sionista, la solución ya no pasa simplemente con la
repartición de Palestina en dos Estados, sino ya definitivamente con la
desaparición física de un Estado paria que no merece ser parte de la comunidad
internacional y que puede militar en las especies carnívoras que desaparecieron
del planeta en el jurásico.
PCmlm.
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