25-08-12
En la sede de la Organización de Estados
Americanos (OEA) se ha realizado hace pocos días atrás un interesante debate
entre el SUR y el NORTE.
Se discutía si un Estado puede o no invadir
una sede diplomática de otro Estado para apresar a un ciudadano que ha optado
por el asilo político.
Como era de esperarse, 32 Estados
latinoamericanos y del Caribe anglo y franco parlante han hecho conocer su voz
militante en defensa del derecho de asilo y de inviolabilidad de las sedes
diplomáticas de los Estados sean grandes, medianos o pequeños. La discusión
vino al caso al conocerse la amenaza del Reino Unido de la Gran Bretaña de
invadir la embajada ecuatoriana en Londres para apresar al periodista Julián
Assange, propietario de WikiLeaks, que pretende ser extraditado a los Estados
Unidos por el delito de la publicación de las
“cloacas del Imperio”.
Los miembros de CELAC que en este caso sesionaban
como OEA, afirmaron rotundamente su apoyo a Ecuador y su resolución soberana de
otorgar asilo a Assange y rechazar enérgicamente las amenazas británicas. Sin
embargo la OEA también ofreció la palabra a los observadores como son Gran
Bretaña y Suecia para que hicieran conocer sus puntos de vista. La delegación
norteamericana, igualmente, expresó su hipocresía por parte de una delegada
subalterna.
Fue penoso escuchar las hipócritas palabras
de los delegados de la “Pérfida Albión” “reconociendo” el derecho de asilo y el
respeto a las legaciones diplomáticas.
Lo que debe enorgullecer a nuestra América
Latina y caribeña es que con su postura firme se ha ganado el respeto de todo
el mundo si comparamos la conducta por ejemplo de la famosa y trístemente célebre
Liga Árabe que permite del modo más canallesco que tropas extra-continentales
campéen por los territorios árabes como si no tuvieran dueño, destrozando
países (Libia, Somalía, Siria, Sudán, etc, etc.)
De este modo, el Imperio no solamente que
atropella las misiones diplomáticas de los países árabes que no son de su
agrado, eso sería lo de menos, sino que les confisca sus capitales y finalmente
invade sus territorios, se apodera de los recursos naturales, especialmente el
petróleo y masacra sistemáticamente a sus poblaciones con bajas que suman
millones, mientras en América Latina nos habla de “respetar” el Derecho Internacional.
Es en este contexto que suenan a blasfemia las palabras de los delegados
observadores de Gran Bretaña y Suecia que del modo más cínico dicen “respetar”
las soberanías nacionales de los estados pequeños. Pero en América Latina
encontraron la horma de su zapato.
Como nunca se puede observar la conducta
viciosa, corrupta y maliciosa del Imperialismo Colectivo (EE.UU., Gran Bretaña,
Alemania y Francia), que tiene que salir de nuestra hermosa y valerosa América
Latina con el rabo entre las piernas mientras campea su insolencia en Asia,
Africa y el Mundo Árabe.
¡¡Pueblos del
Mundo, uníos, UNÍOS para derrotar al Imperialismo colectivo!!
PCmlm.
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