16-06-12
AGRESION IMPERIAL Y
DESCLASAMIENTO “INDÍGENA”
Nuestro Partido revolucionario ha sostenido siempre una defensa intransigente del derecho de las naciones oprimidas pequeñas o grandes a determinar por sí mismas su futuro como Estados independientes o formar parte de Estados Multinacionales de carácter revolucionario en contraposición a los Estados Nacionales como expresión nacional del capitalismo.
Esta posición de principio significa que es legítimo cuestionar las actuales fronteras nacionales que sustentan los actuales Estados nacionales creados por el capitalismo violando la voluntad soberana de muchas naciones que se encuentran sometidas a la subordinación de esos Estados de tipo colonial o imperialista.
En el caso de nuestra Abya Yala, sabemos muy bien que fue el colonialismo español el que dibujó el mapa general de América que fue ratificado a la creación de los Estados nacionales a comienzos del siglo XIX. De este modo las grandes naciones milenarias de los Andes Centrales, Mesoamérica y la meseta de Anahuac, fueron parceladas a gusto y sabor de los intereses colonialistas de España de extracción de minerales preciosos y la explotación de la mano de obra gratuita de las masas indígenas sometidas a ese yugo.
Ahora bien, ya en los comienzos del Siglo XXI, las naciones originarias indígenas de nuestra América empiezan a despertar del largo letargo y reclaman airadas su sagrado derecho de autodeterminación. Desde nuestro punto de vista materialista histórico y con apego a la teoría revolucionaria de la nación, lo más conveniente para todas esas naciones oprimidas originarias que en su mayoría son pequeñas, es reunirse en grandes Estados Multinacionales para no ser víctimas de las agresiones que se tejen de parte del imperialismo norteamericano que pretende dividir a los pueblos, enfrentarlos entre sí y siempre en beneficio de sus bastardos intereses del dominación y explotación económica.
El actual Estado Plurinacional de Bolivia, es, en rigor, una experiencia inédita en nuestra América Latina y el éxito de su desarrollo como Estado verdaderamente independiente y además anti-imperialista, abrirá el camino a otras naciones originarias para convertir los actuales estados Nacionales en grandes Estados Multinacionales y así acercarnos raudamente a la Gran Patria Grande Latinoamericana.
Sin embargo este gran programa de liberación social y multinacional se ve obstaculizado grandemente por la labor nefasta del Imperio que siempre encuentra la forma de descarrilar los procesos liberadores de nuestros pueblos.
Actualmente, en el caso boliviano, el Imperio, a través de USAID y las tristemente famosas ONGs, se ha dado a la tarea de sobornar y corromper de la manera más infame a la dirigencia indígena de las tierras bajas de Bolivia.
Así tenemos que las actuales movilizaciones de algunos sectores de indígenas que, capitaneados por dirigentes muy bien identificados como corruptos vinculados con tenebrosos intereses, están recibiendo, como no podía ser de otra manera, el apoyo entusiasta y decidido de la derecha boliviana, de los sectores oligárquicos de oriente y occidente, los “miedosos” del pequeño tránsfuga, el trotskismo lacayuno y de una legión miserable de resentidos políticos para presentar esas movilizaciones como “defensoras de la Madre Tierra”, cuando en realidad son sus peores depredadores y cuya marcha es un arma de desprestigio e inclusive de derrocamiento del actual gobierno.
La lista de los dirigentes indígenas desclasados y corruptos hasta la médula, la encabeza el señor Fernando Vargas, un gran traficante de madera que tiene contratos con empresas de ese rubro que depredan sistemática la Madre Naturaleza, le sigue la dirigente actual de la movilización Berta Bejarano que ha cumplido pena privativa de libertad por delitos de narcotráfico en el Brasil y ahora es “defensora” de la Naturaleza. Los señores Rafael Quispe y Adolfo Chávez conocidos agentes a sueldo de la Legación imperial de los Estados Unidos.
¿Con qué autoridad moral estos señores pueden entonces auto-titularse como “defensores de l Madre Tierra?
Se ha producido pues, un fenómeno muy conocido como es el desclasamiento de las dirigencias sindicales de las clases oprimidas y en este caso de las dirigencias indígenas. Esto significa que los derechos legítimos de las naciones indígenas se han distorsionado al extremo de darse una insólita alianza entre esta dirigencia y las clases más reaccionarias incluso fascistas del país.
Por otro lado, es muy importante establecer el contacto que existe entre las agresiones sistemáticas del Imperio contra las naciones de ALBA que tienen carácter público y que se instrumentan precisamente, ahora, por parte de los dirigentes indígenas sobornados, pagados, estimulados y sostenidos por esa dirigencia corrupta. Una alianza espuria entre el imperio y estos corruptos se hizo evidente en la entrevista televisiva del día miércoles 13 al señor Adolfo Chávez cuando dejó traslucir su odio a los “cubanos”, a los “venezolanos” y a los “ecuatorianos”. Si recordamos que son precisamente esos países los que quitan el sueño al Imperio, constatamos pues esa coincidencia que no es tal y que constituye una prueba elocuente de los nexos de los corruptos dirigentes “indígenas” con los intereses bastardos del Imperio.
PCmlm
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