miércoles, 10 de julio de 2019

SOCIOLOGÍA, LA MÁS “POLÍTICA” DE LAS CARRERAS. REFUTACIÓN


08-07-19
N. No. 552.
SOCIOLOGÍA, LA MÁS “POLÍTICA” DE LAS CARRERAS.
REFUTACIÓN
En el suplemento “Animal Político” de la edición dominical de 07-07-19, del matutino “La Razón”, aparece un artículo con el título de nuestro epígrafe.
El título nos lleva, efectivamente, a una reflexión que tiene que ver, no con los personajes que, como docentes o estudiantes, pasaron por la carrera, siendo militantes o simpatizantes de las diversas corrientes del pensamiento y la acción política; sino con el contenido mismo del artículo que trata por lo menos de cuatro temas distintos, todos mezclados.
La Sociología como ciencia, La Política como ciencia, El Marxismo (Materialismo Histórico-Dialéctico-lucha armada- Guerrilla) y finalmente la Academia.
En primer lugar, debemos hacer una distinción muy importante. El Marxismo como disciplina científica no es una escuela de la Sociología, es decir que, entre estas dos disciplinas, no existe ninguna relación de dependencia. El objeto de estudio de la Sociología, como la define uno de sus más connotados exponentes George Simmel: “Las formas que adoptan los fenómenos sociales, es decir, lo específicamente sociológico”. En cambio, el objeto de estudio del Marxismo, es la totalidad social, tanto como abstracción teórica, cuanto como concreción real.
Es muy cierto que la crisis por la que atraviesa la sociología académica occidental y que es detectada por autores importantes como C. Wright-Mills (La imaginación sociológica) y Alvin Gouldner (“La crisis de la sociología occidental”.  (1), se contrapone a las actividades políticas de muchos de sus representantes.
La Ciencia sociológica sufre efectivamente, un desgarramiento que tiene características terminales, la economía salió de su seno y se convirtió en la reina de las ciencias sociales, después la Ciencia Política le arrebató un gran pedazo de su objeto de estudio, quedando como residuo, casi algunos problemas marginales de la ciencia social.
Sin embargo, no podemos menos que referirnos a los que nosotros, en nuestra condición de cientistas políticos y como muchos sociólogos, consideramos cómo la crisis profunda de esa disciplina científica tiene que ver con la fuerza que tiene la concepción del marxismo que combina científicamente todos los aspectos de la totalidad social concreta. El pretendido academicismo de la sociología occidental, la lleva efectivamente a convertirse en la ciencia de las cosas menudas: las formas de los hechos sociales.
En el caso concreto que comentamos, el artículo tiene que ver con los cincuenta años de la fundación de la carrera de Sociología en el seno de la Universidad Mayor de San Andrés. Efectivamente algunos de sus fundadores, como Mauricio Lefebre, con su sacrificio, dieron un ejemplo de que, la “academia”, no es sino una pose muy alejada de la realidad social y muy cerca de la simple manipulación intelectual. (En emperador está desnudo).
Empero nuestra crítica al artículo y sus conclusiones, tiene que ver con el título del mismo. Se sostiene un hecho concreto: la carrera de sociología en la Universidad paceña, es la carrera más “política” de todas las carreras. Este punto es un “desafío” tanto a la carrera de Derecho, pero mucho más a la carrera de Ciencias Políticas.
Desde las fundaciones de las Universidades republicanas, incluyendo la Universidad de las épocas de la Colonia, (UMRPSFX), la carrera de Derecho podía considerarse como la más “política” de las carreras, y esto por ser la única que trataba esos problemas. Recordaremos la participación de los doctores de Charcas y su influencia en un 25 de mayo- de 1809. Por otro lado, la contribución de las Universidades de Sucre y Cochabamba, en las jornadas heroicas de la consecución de la autonomía universitaria. Pero también es importante señalar que en las décadas del 40 y 50, fueron efectivamente las carreras de Derecho las más “políticas” con las influencias del Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), con sus representantes en la universidad como José Antonio Arze, (Fundador del Instituto de Sociología Boliviana, (ISBO), en la Facultad de Derecho de Sucre, Miguel Bonifaz, Roberto Alvarado y otros.
En torno a la propia carrera de Sociología: se dice que el carácter político de la carrera tiene que ver con la degradación del 52, con la guerrilla del Che y el mayo-68, todos sucesos de tipo político que trata casi exclusivamente el marxismo y no así la sociología.
Continúa el artículo, resaltando una gran verdad, se dice “A partir del 82, pero sobre todo del 85, la universidad (y la carrera. N.N.) se va alejando de la sociedad o por lo menos se va encerrando un poco en sí misma. Esa universidad que estaba lado a lado de la historia nacional, empieza a crear su propia historia hacia adentro. Son los tiempos de reconstrucción institucional. Las orientaciones y el enfoque con el que había surgido en los 60, se interrumpen con la dictadura…
Es precisamente este punto el que queremos resaltar porque honestamente, en medio de la exaltación de los méritos de la carrera, aparece un viso de honestidad cuando se reconoce que la universidad en su conjunto y todas sus carreras y facultades, después de las dictaduras y con el advenimiento de la “democracia” pactada neoliberal, sufre un momento de transformaciones en los que nos vamos alejando un poco, (o mucho), de los grandes temas del debate nacional.
En la carrera de Sociología en esta época, tiene influencia decisiva el pensamiento tanto de Sergio Almaraz cuanto el de René Zavaleta Mercado, ambos de tendencia nacionalista, un ejemplo de esa influencia son los trabajos de Silvia Rivera, Danilo Paz Ballivián, Andrés Soliz Rada y lo “extraño” es que esta influencia nacionalista coincide con el dominio del “pensamiento único” neoliberal, que también es político, empero de otra raigambre.
Exactamente, en el correlato a este alejamiento evidente, tenemos el nacimiento de la Carrera de Ciencias Políticas en 1979, su primera creación, su supresión en la dictadura de García Meza (1980-81) y su reapertura en 1983. La Carrera de Ciencias Políticas surge como una carrera eminentemente política, con una fuerte incorporación del pensamiento marxista más avanzado y con docentes en su mayoría militantes y ex -militantes de los partidos de izquierda que son los que realmente volvían del exilio y no los nombramos por decencia intelectual.
Empero, el artículo, después de su momento de honestidad, vuelve a las andadas, hablando del “abandono” del marxismo. “Va a ser un momento también de transformaciones de ciertos principios teóricos: irá perdiendo fuerza el marxismo, y en términos políticos nos vamos alejando un poco de los grandes temas del debate nacional”.
En realidad, no hay un abandono, ni pérdida de fuerza del marxismo, sino que es agredido y atacado sañuda y maliciosamente como consecuencia de la “caída de Muro de Berlín” y la gran derrota de la oleada revolucionaria del siglo XX. Y, además, en la nota, quizá lo más importante, el reconocimiento expreso del alejamiento de los temas del debate nacional.
Para aclarar más aún el problema del abandono del marxismo, podemos afirmar que el marxismo NUNCA tuvo un ámbito propio en la carrera de Sociología, en cambio en el origen de la carrera de Ciencias Políticas, el marxismo tuvo el sitial que corresponde a una gran tendencia del pensamiento político.
Cuando se hace referencia a Teoponte, a la guerrilla del CNPZ (Comisión Néstor Paz Zamora), claramente estos movimientos no tienen nada que ver con la carrera de Sociología, pero sí y mucho, con el pensamiento y acción del Guevarismo, es la figura del Che, la que origina estos movimientos. Por otro lado, también tienen su parte la Teología de la Liberación en hombres como Néstor Paz Zamora.
Efectivamente, las materias de tinte marxista, en ciencias políticas y en economía, fueron borradas de los mapas curriculares, nanu militari, e inclusive por docentes que hasta hacía poco tiempo atrás se declaraban marxistas, en esos tiempos decadentes de fin de siglo, cundía el abandono de sus “aventuras” juveniles por parte de una intelectualidad oportunista.
Al crearse la Carrera de Ciencias Políticas, la sociología pierde una parte sustancial de su objeto. Entonces, en nuestro caso, aquella fundación que nació como producto de la derrota en nuestro país de las dictaduras militares, dio como resultado, una carrera de ciencias políticas profundamente comprometida con los problemas nacionales, por ejemplo, el problema nacional y los enfrentamientos con el neoliberalismo, el pensamiento único y sus consecuencias claramente de tipo fascista. (2)
En esta etapa inicial de Ciencias Políticas, desde 1983, su fundación y más o menos hasta 1996-97, (3) precisamente en tiempos de dominio neoliberal, la carrera era una isla del pensamiento marxista en el seno de la universidad paceña en la que se impartían materias tan importantes como las formaciones sociales bolivianas, las formaciones sociales latinoamericanas, el pensamiento político boliviano, el pensamiento político latinoamericano, los problemas nacionales y la  multinacionalidad y otras materias de ese tipo, y será recién en 1999, con el nuevo siglo que la carrera de ciencias políticas adopta acríticamente en academicismo más atrabiliario como lo confirma el documento de la carrera citado (3) y que es ratificado científicamente por el pensamiento de Poulantzas (4).
De este modo, la carrera de ciencia política pierde su norte y se convierte en una escuela de gestión pública, es decir de administración de los poderes públicos por parte de grupos sociales dominantes y la “sociología”, irónicamente, hoy tiene la oportunidad de decir que la carrera de sociología es la más “política” de la Universidad.
Sustentamos, pues, el criterio de que la Ciencia Política es la clave final de toda la consideración de los fenómenos sociales, porque tiene a su cargo el estudio científico de los engranajes del poder político que radican en el Estado capitalista.
Como conclusión final, podemos decir que, el artículo de prensa sobre la Carrera de Sociología, puede reabrir el debate sobre la confrontación teórica entre el academicismo sociológico y politológico con el marxismo vivo.
Notas.
1.             “Visto desde una perspectiva mundial, el cisma entre la sociología académica y el marxismo sigue siendo una de las características principales de la estructura histórica de la sociología occidental… Desde hace mucho, la división entre el marxismo y la sociología académica los ha inducido a evitarse mutuamente, o bien a vituperarse en discusiones de intramuros …”  Alvin Gouldner.  Pág. 151.

2.             Es importante referirnos a la publicación de la carrera de ciencias Políticas que titula: “Ciencia Política Académica”. Trayectoria histórica y política de la Carrera de Ciencia Política y Gestión Pública (1983-2012). Ramiro Bueno y Gualberto Torrico. En esta obra existe un análisis correcto de las etapas vividas por la carrera, empero existe también una tendencia claramente favorable al academicismo anglo-sajón y al alejamiento de los problemas sociales de nuestro país.

3.             Informe: VII Seminario Académico. 1997. Este informe del Séptimo Seminario Académico de Ciencias Políticas, extrañamente, no es consignado en el trabajo ya citado en la nota 2, de Bueno y Torrico. En ese Seminario se introduce como un punto fundamental el problema nacionalitario que, ya en el Siglo XXI, sería tomado con fuerza hasta el advenimiento del Estado Boliviano Plurinacional.

4.             Poulatzas estima que la “vieja tradición de la sociología y de la ciencia política anglo-sajona: la del desplazamiento del centro de análisis del Estado hacia el pluralismo de los micro-poderes del funcionalismo al institucionalismo, de Parsons a Merton, Dahl, Lasswel y Etzioni, que han desarrollado estos puntos”. Poulantzas. “Estado, Poder y Socialismo”. Pág. 47.

PCmlm.

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