08-04-19
Int.
No. 476.
BOLSONAZI Y LA
“DEMOCRACIA” AUTORITARIA
El presidente de Brasil,
Jair Bolsonaro, para desgracia de ese pobre pueblo (pobre hasta que salga de la
podredumbre en la que se encuentra), ha decretado que el golpe militar fascista
de 1964 que llevó al poder el general Castelho Branco, no fue una dictadura,
sino una “democracia” autoritaria.
Lo que no dice el
troglodita latinoamericano, pariente putativo del otro troglodita Trump, es que
su “democracia” costó al pueblo brasileño miles de asesinados, miles y miles de
encarcelados y torturados, miles de exiliados, es decir, una dictadura
terrorista que tiene la pretensión de repetirse.
Los pueblos de ese
inmenso Estado que es Brasil, tienen la obligación revolucionaria de derrocar a
ese engendro del infierno, por todos los medios, es decir, todas las opciones están sobre la mesa, incluida la violencia
revolucionaria que es la única que puede derrotar a la violencia fascista
proclamada como programa de gobierno del siniestro Bolsonazi brasileño.
En realidad, el
impresentable “presidente” de Brasil, nos ha demostrado que el vocablo
“democracia” sirve para cualquier cosa, y se debe diferenciar del concepto
científico que significa un gobierno auténticamente popular al servicio del
pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
El Brasil revolucionario
del primer Luíz Carlos Prestes y su “Columna”,
del comandante Carlos Mariguela y su
Guerrilla Urbana y de la heroica guerrilla de Araguaya de Grabios y Pomar, se liberará del “demócrata” Bolsonazi,
mucho más temprano que tarde.
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