16-03-18
N. No. 489
RACISMO Y CIENCIA
POLÍTICA
Con motivo del incidente ocurrido en un bus público de la ciudad de Santa
Cruz, entre una representante típica de la oligarquía cruceña y una ciudadana
común de origen occidental. La senadora opositora intentó justificar el racismo
de una señorona cruceña, se ha desatado una polémica en torno al problema del “Racismo
y toda forma de discriminación”, sancionados por la Constitución Política del
Estado y las leyes penales del Estado.
En un debate televisivo del Canal Universitario (alineado públicamente con
la derecha), se discutió el incidente cruceño. La senadora opositora intentó
justificar el racismo campante en Santa Cruz, explicando que igualmente,
comenzando por el presidente y el vicepresidente, cometen el mismo delito
cuando discriminan a la oposición con una suerte de calificativos injuriosos.
Por su parte el senador oficialista, declaró que deben ser pueblos razas
superiores, como castigados todos los actos de discriminación sin ninguna
excepción.
Sin embargo, el debate entre dos parlamentarios que no tenían ni la menor
idea de los conceptos que estaban en disputa y que eran ignorados olímpicamente
en la discusión, no podía resultar como una aclaración de los problemas. Ellos
opinaron como pueden opinar los ciudadanos corrientes en la calle.
Expliquémonos: el racismo es un prejuicio que tiene sus orígenes en las
ideas de algunos pueblos y naciones que se consideran a sí mismos como razas
superiores, como “Pueblos elegidos de Dios”, que discriminan y reprimen en toda
forma a los llamados por ellos “Pueblos sin Historia”, es decir pueblos
inferiores. Este fenómeno anómalo, lamentablemente, pervive en la consciencia
de algunos pueblos europeos como el alemán y el judío.
En cambio, la política es una ciencia que estudia precisamente los
problemas de la dominación entre las clases de una formación social y también
entre naciones y pueden ser catalogados como discriminación.
Entre el prejuicio y la ciencia existe, pues, una diferencia muy grande. En
el debate político se contraponen conceptos y categorías teóricas, en el
problema del racismo se impone el fanatismo racial y social. Por ello, en el
debate político se pueden exponer calificativos que puede o no tener carácter
discriminativo. Corrientemente en el debate aparecen calificativos que aclaran
las posiciones ideológicas de los que discuten y los mismos no pueden ser
calificados como discriminativos.
En resumen, podemos concluir diciendo que el racismo más puro y duro existe
claramente sobre todo en Santa Cruz a cargo de una oligarquía extranjerizante y
extranjerizada que desprecia a los pueblos indígenas inclusive a los indígenas
habitantes milenarios de esas tierras orientales de Bolivia.
El delito de RACISMO debe ser sancionado, pero no puede ser, en modo
algunos, confundido con las opiniones políticas que tienen el carácter de la
discrepancia referida a la libertad de opinión, de expresión y a la libertad de
conciencia.
PCmlm
No hay comentarios:
Publicar un comentario