sábado, 27 de junio de 2015

A PROPÓSITO DE: “GARCIA LINERA, LORA, MARX, KOVALEVSKI…Y MAROF” de Amalia Gonzalez Riveros

18-04-11
29-06-15
Formaciones Sociales Andinas No. 2

A PROPÓSITO DE:
“GARCIA LINERA, LORA,
MARX, KOVALEVSKI…Y MAROF”
de Amalia Gonzalez Riveros

En la publicación filo-trotskista “Bolpress”, aparece un breve artículo firmado por Amalia Gonzalez Riveros, que critica acremente a Linera por sus criterios en torno a la obra de Guillermo Lora. En el presente caso, no es importante referirse a que si Lora o Linera conocen o no conocen la obra de Marx y el marxismo. De lo que se trata es dilucidar los conceptos que los autores utilizan en sus caracterizaciones de nuestras formaciones sociales pre-invasión.

El presente artículo tiene como fondo temático determinar el carácter de la formación social incaica y los puntos de vista que sostienen los diversos autores. He aquí la cita textual de Gonzalez:

«Acabo de leer “Marxismo y mundo agrario” de Álvaro García Linera… En realidad sobre el texto no hay mucho que decir, más allá de que el vicepresidente, sin mucho éxito, intenta llevar adelante una confusa (y seguramente innecesaria) apología del pasado prehispánico, reivindicándolo no como el sistema despótico que era, sino como un conjunto de comunidades…

«Lora se gana el descrédito de Linera porque opina que los incas eran una sociedad despótica esclavista. No es el único que lo cree. Murra ………lo cree también… Curiosamente lo que Linera censura a Lora es que éste haya seguido a Marx a rajatabla y que, en consecuencia, haya supuesto que el imperio incaico era el resultado de la disolución del comunismo primitivo y que, por lo tanto, se trata de un sistema despótico esclavista al que Lora denomina, de manera genérica, como pre-capitalista.

Lora se limitó a seguir el manual de marxismo-leninismo…Lo que Linera no nos dice es que Marx nunca consideró explícitamente a los incas dentro de estos otros modos (el asiático, etc.)…..lo que sí es evidente es que para Marx el rasgo distintivo del imperio inca se encontraba en el carácter secundario de la producción comunal quechua, fruto de la conquista militar y que, por lo tanto, lo comunitario no aparece como el producto de un proceso natural, sino que se crea de manera artificial….» ( El subrayado y la negrilla nos pertenece. JEA. )  (1)

Consideremos los anteriores párrafos como síntesis de los criterios de Gonzalez:

Uno. Lora y su seguidora política Gonzalez, consideran al Incario como una sociedad despótica esclavista, empero ellos pueden pensar cualquier cosa, como lo hacen Liborio Justo y muchos otros autores; el problema es que a continuación la autora comete la torpeza de comprometer a John Víctor Murra, el eminente escritor nortemericano, como otro partidario del calificativo de “esclavista” para el incario.
                                                       
Definitivamente, NO, estimada Amalia, John Víctor Murra (2),  confiesa muy hidalgamente que junto a José Antonio Arze, en 1943, aceptó precipitadamente el carácter feudal del Incario cuando ambos rechazaron por impertinente el calificativo “socialista”, ni siquiera en esa oportunidad se inclinaron por la solución esclavista.

Finalmente en su madurez, Murra afirmará después de investigaciones más profundas en base a los cronistas: «No me propongo aquí el análisis  de esta controversia, “socialista”, “feudal” o “totalitaria” –no sería válido intentar clasificar al Estado inca en los términos propios de la historia económica y política europea…» (3), además señalaba: «Desde los primeros cronistas europeos que publicaron sus impresiones en Sevilla durante los dos años de conquistas, la estructura sociopolítica creada en el siglo XV en la región central de los Andes, ha sido considerada como excepcional y, por algunos, incluso como utópica: aquí había gente de razón, pueblo civilizado, con ciudades y templos, irrigación y élites; con depósitos para almacenar el plusproducto. Nadie es ·pobre” ni se muere de hambre. Esta última característica produjo la más grande impresión…» (4),

Murra, entonces, explaya ampliamente sus opiniones en trono al carácter “asiático” de la formación social andina y resultan pues impertinentes las calificaciones de esclavismo para el incario de parte de Lora y especialmente de Gonzalez.

Como se explica en la cita (3), el feudalismo y el esclavismo aparecen en los orígenes de sus estudios, empero son desechados ambos y particularmente el esclavismo, definitivamente en su madurez.

Dos. A continuación, nuestra amable Amalia, tiene el atrevimiento de dudar de la obra de Marx sobre las sociedades pre-capitalistas andinas entre las que se nombra precisamente al Estado inca como portador del modelo “asiático” en su forma andina. Gonzalez dice al respecto: «Así para Linera no es que Lora no comprenda las concepciones prehispánicas de Marx (si es que este pensamiento existió, cosa poco probable». Tan es evidente que Marx sí, trató aunque no profundamente, el carácter general de las formaciones andinas, que tiene una cita precisa en los Formen, donde Gonzalez señala carácter “secundario” y “artificial” de la comunidad andina. (5)

Tres. En el único punto que estamos de acuerdo con Amalia es cuando nos dice que Lora sigue a raja tabla el Manual de Marxismo-Leninismo de la Academia Soviética que siempre es tratado con displicencia por una gran serie de autores marxistas por considerarlo “estalinista”. Empero este aspecto está demostrando la poca profundidad del análisis trotskista de Lora que no domina las modernas teorías materialistas históricas en torno al desarrollo desigual y al estudio marxista del modo de producción “asiático”. Pero esto no es lo más importante.

Cuatro. Es esencial señalar aquel punto en el que doña Amalia atribuye incorrectamente al marxismo la tesis del feudalismo despótico. Para el marxismo clásico el Feudalismo fue una época histórica muy larga que caracterizó sobre todo a las formaciones europeas que ya habían superado las faces tributarias de los reyes etruscos de Roma, de los germanos de Tácito y de los eslavos. En cambio en los pueblos y naciones de Asia, África y América, el feudalismo aparece como una especie de importación, sobre todo en América Latina (México, Perú, Bolivia) a través de la agresión llamada el “descubrimiento de América”. En América en general incluyendo a Norteamérica, la servidumbre de carácter feudal y el esclavismo de la trata de negros, fue importada desde Europa y el África. Por otra parte del materialismo histórico más actualizado considera al feudalismo como un tipo específico de la degradación del modo tributario de producción que se desarrolla únicamente en la cuenca del mar mediterráneo. (6)

Cinco. ¡Otra calamidad!, Nuestra autora expresa que «Marx nunca consideró explícitamente a los incas dentro de estos modos (el “asiático” o el “tributario”)…», (que son lo mismo). No, definitivamente no. Marx, explícitamente nombró a los incas como productores del asiático. (Otra vez la cita 5). Amalia cita mal a los “Formen” en los que según ella, “Marx considera la producción comunitaria como SECUNDARIA, FRUTO DE LA CONQUISTA militar no como un proceso natural, sino que se crea de modo artificial”.

La verdadera cita de Marx en los “Formen” es la siguiente:

«La producción colectiva y la propiedad colectiva, tal como se presenta p. ej. En el Perú, es manifiestamente una forma secundaria, introducida y trasmitida por tribus conquistadoras, que conocieron ellas mismas la propiedad común y la producción colectiva en la forma antigua y más simple, tal como aparecen en India y entre los eslavos…» (7)

Empero, se debe aclarar que no existe en Marx una explicación amplia de las características “secundarias y artificiales” atribuidas a la comunidad autosuficiente en los Andes (Perú), pues este criterio se contrapone claramente  con lo sostenido en la cita (5), que es mucho más lógica y coherente, pues en ella se enumeran las características tributarias y “asiáticas” como son la comunidad aldeana autosuficiente, la clase/Estado, el tributo que pagan las comunidades a la clase/Estado, en sus tres formas: trabajo agrícola de las comunidades, las obras públicas que la comunidad construye en beneficio del culto y el Estado y finalmente el servicio militar o castrense en las conquistas de las formaciones imperiales del tributario desarrollado.

Todas y cada una de estas características son propias del Ayllu andino que lejos de ser “artificiales”, “secundarias” y “producto de conquistas militares”, constituyen la acumulación social, política y económica de miles de años de antigüedad.

Seis. El párrafo más sugestivo en el artículo de González es aquel que señala que entre las escasas 10 referencias de Marx a las comunidades andinas computadas por Vázquez Chamorro, una de ella se refiere al “colectivismo social inspirado en la idea hegeliana de que en América nadie tiene conciencia, lo que operaría como un factor alienante que impediría el más mínimo avance social”. (8)

Los puntos de vista que pretenden siempre vincular el pensamiento marxista con las telarañas hegelianas son muy conocidos y si pueden tener alguna pertinencia en cuanto a los problemas filosóficos de la dialéctica, en cuanto a los problemas materialistas históricos, la “herencia” hegeliana es inexistente y completamente impertinente.

Lo que revelan finalmente estos criterios tanto de García Linera cuanto de Lora y Gonzales, es un desconocimiento total de la obra de Marx que se refiere a los “Apuntes etnológicos de Marx” de Lawrence Krader en los que aparecen, a la luz de la obra de Sir John Budd Phear, Lewis Morgan, Henry Sumner Maine y John Lubbok, las conclusiones más lúcidas sobre el pre-capitalismo en Asia, el Mediterráneo y nuestra América.


(1)  Gonzales Riveros, Amalia. “Garcia Linera, Lora, Marx, Kovalevsky… y Marof”. Bolpress. Lunes 18 de abril de 2011.

(2)   Murra, John Víctor. Combatiente de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española 1936-1939.  “La Organización económica del Estado Inca”. Siglo XXI editores. Capítulo 5. La prestación rotativa campesina y las rentas del Estado. Págs. 135-175. Murra explica en la Introducción a su principal libro, cuál fue el proceso de comprensión del carácter de las formaciones andinas, en los siguientes términos:

«En la biblioteca del Congreso, en Washington, comentaba el tema con José Antonio Arze, un colega boliviano que había publicado un artículo sobre los incas. Estábamos de acuerdo en que la etiqueta de socialismo no pegaba, pero ¿cuál otra? En la serie limitada de la cual creíamos disponer en 1943, no nos quedaba sino esclavitud o feudalismo. Opté por el segundo, ya que las fuentes primeras que había estudiado, sobre todo Cieza de León, y las Relaciones geográficas eliminaban una solución esclavista. Hice mi selección sin hesitar mucho: el Tawantinsuyu, como maquinaria estatal, me parecía débil por el contrario, los señores étnicos eran fuertes, cada uno con su gente en su región; no había mucho comercio; los lazos de parentesco seguían siendo importantes a cada nivel de la sociedad. Todo me recordaba el feudalismo europeo. Esto me bastaba en 1943.

En 1950-51, cuando regresé al tema, una clasificación tan ligera me resultó intolerable. En la Tesis de 1955 retiré formalmente la etiqueta feudal. Lo que había pasado entre tanto fue que había empezado a estudiar otros reinos preindustriales, investigados en el terreno por antropólogos y no por historiadores en los archivos…»

(3) Murra, John Víctor. “La estructura política Inca”.  En la compilación de Roger Bartra: “El Modo de Producción Asiático”. Ediciones ERA. El Hombre y su tiempo, Pág. 290.

(4)  Murra. Idem. Pág. 289.

(5) Marx. Los Grundrisse. Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política. Volumen 1. (Borrador) 1857-1858. Siglo XXI editores. España 1876. Pág. 436 y siguientes.

(6)   Echazu Alvarado, Jorge. “Marx vuelve… y será billones”. Fondo Editorial Liberación. Capítulo. “La concepción materialista de la Historia”.

(7) Marx.  “Los Grundrisse”. Citado. Pág. 451.

(8) Gonzales, citada. En esta cita, Gonzales peca de mala fe al atribuir a Marx un criterio incluso racista por eso de sostener que en América nadie tiene conciencia. En todas las citas anteriores de Marx por Gonzales existe precisión de la obra e incluso de la página, pero en este caso, la cita es difusa y se esconde en la inspiración hegeliana de Marx.

Jorge Echazú Alvarado.
PCmlm.









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