18-04-11
29-06-15
Formaciones
Sociales Andinas No. 2
A PROPÓSITO DE:
“GARCIA LINERA, LORA,
MARX, KOVALEVSKI…Y MAROF”
de Amalia Gonzalez Riveros
En la publicación filo-trotskista “Bolpress”, aparece un breve artículo
firmado por Amalia Gonzalez Riveros,
que critica acremente a Linera por sus criterios en torno a la obra de
Guillermo Lora. En el presente caso, no es importante referirse a que si Lora o
Linera conocen o no conocen la obra de Marx y el marxismo. De lo que se trata
es dilucidar los conceptos que los autores utilizan en sus caracterizaciones de
nuestras formaciones sociales pre-invasión.
El presente artículo tiene como
fondo temático determinar el carácter de la formación social incaica y los
puntos de vista que sostienen los diversos autores. He aquí la cita textual de
Gonzalez:
«Acabo de
leer “Marxismo y mundo agrario” de Álvaro García Linera… En realidad sobre el
texto no hay mucho que decir, más allá de que el vicepresidente, sin mucho
éxito, intenta llevar adelante una confusa (y seguramente innecesaria) apología
del pasado prehispánico, reivindicándolo no como el sistema despótico que era,
sino como un conjunto de comunidades…
«Lora se
gana el descrédito de Linera porque opina que los incas eran una sociedad
despótica esclavista. No es el único que lo cree. Murra ………lo cree también… Curiosamente lo que Linera censura
a Lora es que éste haya seguido a Marx a rajatabla y que, en consecuencia, haya
supuesto que el imperio incaico era el resultado de la disolución del comunismo
primitivo y que, por lo tanto, se trata de un sistema despótico esclavista al
que Lora denomina, de manera genérica, como pre-capitalista.
Lora se
limitó a seguir el manual de marxismo-leninismo…Lo que Linera no nos dice es
que Marx nunca consideró explícitamente a los incas dentro de estos otros modos
(el asiático, etc.)…..lo que sí es evidente es que para Marx el rasgo
distintivo del imperio inca se encontraba en el carácter secundario de la
producción comunal quechua, fruto de la conquista militar y que, por lo tanto,
lo comunitario no aparece como el producto de un proceso natural, sino que se
crea de manera artificial….» ( El
subrayado y la negrilla nos pertenece. JEA. )
(1)
Consideremos los anteriores párrafos
como síntesis de los criterios de Gonzalez:
Uno. Lora y su seguidora política
Gonzalez, consideran al Incario como una sociedad despótica esclavista, empero
ellos pueden pensar cualquier cosa, como lo hacen Liborio Justo y muchos otros
autores; el problema es que a continuación la autora comete la torpeza de
comprometer a John Víctor Murra, el
eminente escritor nortemericano,
como otro partidario del calificativo de “esclavista”
para el incario.
•
Definitivamente,
NO, estimada Amalia, John Víctor Murra (2), confiesa muy hidalgamente que junto a José Antonio Arze, en 1943, aceptó
precipitadamente el carácter feudal
del Incario cuando ambos rechazaron por impertinente el calificativo
“socialista”, ni siquiera en esa oportunidad se inclinaron por la solución
esclavista.
Finalmente
en su madurez, Murra afirmará después de investigaciones más profundas en base
a los cronistas: «No me propongo aquí el
análisis de esta controversia,
“socialista”, “feudal” o “totalitaria” –no sería válido intentar clasificar al
Estado inca en los términos propios de la historia económica y política
europea…» (3), además señalaba: «Desde los primeros cronistas europeos que
publicaron sus impresiones en Sevilla durante los dos años de conquistas, la
estructura sociopolítica creada en el siglo XV en la región central de los
Andes, ha sido considerada como excepcional y, por algunos, incluso como
utópica: aquí había gente de razón, pueblo civilizado, con ciudades y templos,
irrigación y élites; con depósitos para almacenar el plusproducto. Nadie es
·pobre” ni se muere de hambre. Esta última característica produjo la más grande
impresión…» (4),
Murra,
entonces, explaya ampliamente sus opiniones en trono al carácter “asiático” de
la formación social andina y resultan pues impertinentes las calificaciones de
esclavismo para el incario de parte de Lora y especialmente de Gonzalez.
Como
se explica en la cita (3), el feudalismo y el esclavismo
aparecen en los orígenes de sus estudios, empero son desechados ambos y
particularmente el esclavismo, definitivamente en su madurez.
Dos. A continuación, nuestra amable
Amalia, tiene el atrevimiento de dudar de la obra de Marx sobre las sociedades
pre-capitalistas andinas entre las que se nombra precisamente al Estado inca
como portador del modelo “asiático” en su forma andina. Gonzalez dice al
respecto: «Así para Linera no es que Lora
no comprenda las concepciones prehispánicas de Marx (si es que este
pensamiento existió, cosa poco probable». Tan es evidente que Marx sí,
trató aunque no profundamente, el carácter general de las formaciones andinas,
que tiene una cita precisa en los Formen, donde Gonzalez señala carácter
“secundario” y “artificial” de la comunidad andina. (5)
Tres. En el único punto que estamos de
acuerdo con Amalia es cuando nos dice que Lora sigue a raja tabla el Manual de
Marxismo-Leninismo de la Academia Soviética que siempre es tratado con
displicencia por una gran serie de autores marxistas por considerarlo
“estalinista”. Empero este aspecto está demostrando la poca profundidad del
análisis trotskista de Lora que no domina las modernas teorías materialistas
históricas en torno al desarrollo desigual y al estudio marxista del modo de
producción “asiático”. Pero esto no es lo más importante.
Cuatro. Es esencial señalar aquel punto en el
que doña Amalia atribuye incorrectamente al marxismo la tesis del feudalismo
despótico. Para el marxismo clásico el Feudalismo fue una época histórica muy
larga que caracterizó sobre todo a las formaciones europeas que ya habían
superado las faces tributarias de los reyes etruscos de Roma, de los germanos
de Tácito y de los eslavos. En cambio en los pueblos y naciones de Asia, África
y América, el feudalismo aparece como una especie de importación, sobre todo en
América Latina (México, Perú, Bolivia) a través de la agresión llamada el
“descubrimiento de América”. En América en general incluyendo a Norteamérica,
la servidumbre de carácter feudal y el esclavismo de la trata de negros, fue
importada desde Europa y el África. Por otra parte del materialismo histórico
más actualizado considera al feudalismo como un tipo específico de la
degradación del modo tributario de producción que se desarrolla únicamente en
la cuenca del mar mediterráneo. (6)
Cinco. ¡Otra calamidad!, Nuestra autora
expresa que «Marx nunca consideró
explícitamente a los incas dentro de estos modos (el “asiático” o el
“tributario”)…», (que son lo mismo). No, definitivamente no. Marx,
explícitamente nombró a los incas como productores del asiático. (Otra
vez la cita 5). Amalia cita mal a los “Formen” en los que según ella, “Marx considera la producción comunitaria
como SECUNDARIA, FRUTO DE LA CONQUISTA militar no como un proceso natural, sino
que se crea de modo artificial”.
La
verdadera cita de Marx en los “Formen” es la siguiente:
«La producción
colectiva y la propiedad colectiva, tal como se presenta p. ej. En el Perú, es
manifiestamente una forma secundaria, introducida y trasmitida por tribus
conquistadoras, que conocieron ellas mismas la propiedad común y la
producción colectiva en la forma antigua y más simple, tal como aparecen en
India y entre los eslavos…» (7)
Empero, se debe aclarar que no
existe en Marx una explicación amplia de las características “secundarias y
artificiales” atribuidas a la comunidad autosuficiente en los Andes (Perú),
pues este criterio se contrapone claramente
con lo sostenido en la cita (5), que es mucho más lógica y
coherente, pues en ella se enumeran las características tributarias y
“asiáticas” como son la comunidad aldeana autosuficiente, la clase/Estado, el
tributo que pagan las comunidades a la clase/Estado, en sus tres formas:
trabajo agrícola de las comunidades, las obras públicas que la comunidad
construye en beneficio del culto y el Estado y finalmente el servicio militar o
castrense en las conquistas de las formaciones imperiales del tributario
desarrollado.
Todas y cada una de estas
características son propias del Ayllu andino que lejos de ser “artificiales”,
“secundarias” y “producto de conquistas militares”, constituyen la acumulación
social, política y económica de miles de años de antigüedad.
Seis. El párrafo más sugestivo en el
artículo de González es aquel que señala que entre las escasas 10 referencias
de Marx a las comunidades andinas computadas por Vázquez Chamorro, una de ella
se refiere al “colectivismo social
inspirado en la idea hegeliana de que en América nadie tiene conciencia, lo que
operaría como un factor alienante que impediría el más mínimo avance social”. (8)
Los puntos de vista que pretenden
siempre vincular el pensamiento marxista con las telarañas hegelianas son muy
conocidos y si pueden tener alguna pertinencia en cuanto a los problemas
filosóficos de la dialéctica, en cuanto a los problemas materialistas
históricos, la “herencia” hegeliana es inexistente y completamente impertinente.
Lo que revelan finalmente estos
criterios tanto de García Linera cuanto de Lora y Gonzales, es un
desconocimiento total de la obra de Marx que se refiere a los “Apuntes etnológicos de Marx” de
Lawrence Krader en los que aparecen, a la luz de la obra de Sir John Budd
Phear, Lewis Morgan, Henry Sumner Maine y John Lubbok, las conclusiones más
lúcidas sobre el pre-capitalismo en Asia, el Mediterráneo y nuestra América.
(1)
Gonzales Riveros, Amalia. “Garcia Linera, Lora, Marx, Kovalevsky… y
Marof”. Bolpress. Lunes 18 de abril de 2011.
(2)
Murra, John Víctor.
Combatiente de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil Española
1936-1939. “La Organización económica del Estado Inca”. Siglo XXI editores.
Capítulo 5. La prestación rotativa campesina y las rentas del Estado. Págs.
135-175. Murra explica en la Introducción a su principal libro, cuál fue el
proceso de comprensión del carácter de las formaciones andinas, en los
siguientes términos:
«En la biblioteca del Congreso, en
Washington, comentaba el tema con José Antonio Arze, un colega boliviano que
había publicado un artículo sobre los incas. Estábamos de acuerdo en que la
etiqueta de socialismo no pegaba, pero ¿cuál otra? En la serie limitada de la
cual creíamos disponer en 1943, no nos quedaba sino esclavitud o feudalismo.
Opté por el segundo, ya que las fuentes primeras que había estudiado, sobre
todo Cieza de León, y las Relaciones
geográficas eliminaban una solución esclavista. Hice mi selección sin
hesitar mucho: el Tawantinsuyu, como maquinaria estatal, me parecía débil por
el contrario, los señores étnicos eran fuertes, cada uno con su gente en su
región; no había mucho comercio; los lazos de parentesco seguían siendo
importantes a cada nivel de la sociedad. Todo me recordaba el feudalismo
europeo. Esto me bastaba en 1943.
En 1950-51, cuando regresé al tema,
una clasificación tan ligera me resultó intolerable. En la Tesis de 1955 retiré
formalmente la etiqueta feudal. Lo que había pasado entre tanto fue que había
empezado a estudiar otros reinos preindustriales, investigados en el terreno
por antropólogos y no por historiadores en los archivos…»
(3) Murra,
John Víctor. “La
estructura política Inca”. En la
compilación de Roger Bartra: “El Modo de Producción Asiático”. Ediciones ERA.
El Hombre y su tiempo, Pág. 290.
(4) Murra. Idem. Pág. 289.
(5) Marx. Los
Grundrisse. Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política.
Volumen 1. (Borrador) 1857-1858. Siglo XXI editores. España 1876. Pág. 436 y
siguientes.
(6)
Echazu Alvarado, Jorge. “Marx vuelve… y será billones”. Fondo
Editorial Liberación. Capítulo. “La concepción materialista de la Historia”.
(7) Marx. “Los
Grundrisse”. Citado. Pág. 451.
(8) Gonzales, citada. En esta cita, Gonzales
peca de mala fe al atribuir a Marx un criterio incluso racista por eso de
sostener que en América nadie tiene
conciencia. En todas las citas anteriores de Marx por Gonzales existe
precisión de la obra e incluso de la página, pero en este caso, la cita es
difusa y se esconde en la inspiración
hegeliana de Marx.
Jorge Echazú Alvarado.
PCmlm.
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