viernes, 14 de febrero de 2014

Nuevamente sobre la formación del profesional en derecho


13-02-14

N. No. 287.

NUEVAMENTE SOBRE LA FORMACIÓN DEL PROFESIONAL EN DERECHO

Hace algún tiempo escribimos una nota referida a la formación académica, cultural, científica y ética del profesional en Derecho que se imparte en nuestras actuales Facultades de Derecho, las mismas que han proliferado tanto en el área fiscal cuanto y particularmente en el área privada que cada año tenemos verdaderos ejércitos de nuevos abogados de un nivel que no es, ni de lejos, el aconsejable.

La proliferación de estas Facultades de Derecho sobre todo aquellas del área privada, constituye un verdadero atentado a un desenvolvimiento mediano del profesional en el área de la justicia porque, como se sabe, lo único que les interesa a estas “instituciones”, es el negocio al margen de cualquier objetivo de orden científico.

El presidente Morales ha tenido que reconocer que aquella supuesta medida de la elección popular de los magistrados supremos de la Justicia no ha dado, ni mucho menos, una nueva cara a la administración de justicia en el país.

El problema es detectar dónde radica la causa fundamental del terrible descenso de la calidad del profesional en derecho en nuestro país.

Mientras en Bolivia impere el sistema capitalista que para nosotros los comunistas, es el principal enemigo del pueblo, una justicia digna, verdadera, auténtica y popular, es un imposible. Es por ello que mientras ocurra el “milagro” de la revolución socialista, la JUSTICIA, seguirá siendo una mercancía.

Empero, dentro de esos límites, podemos observar que se puede conseguir, por lo menos un mejoramiento apreciable de la administración de Justicia, haciendo hincapié en la FORMACIÓN ACADEMICA, CULTURAL Y ETICA del estudiante en las Facultades de Derecho del área fiscal.

La creación de la carrera independiente de Ciencias Políticas, parecía también una posibilidad de otorgarle al estudiante de Derecho una complementación amplia en las áreas sociales y políticas con una carrera paralela en la cual se podía  reconocer áreas comunes de modo de acortar los estudios en la carrera paralela.

Tampoco esa tentativa ha tenido resultados apreciables, pues nuestros politólogos lejos de cumplir su misión formadora de carácter cultural, se han convertido en opinadores insulsos del acontecer político casi siempre con posturas partidistas sideralmente alejadas de los avances sociales y políticos del pueblo, en lugar de ser los formadores de ideas nuevas y de orientadores culturales, sociales y políticos, íntimamente ligados a los intereses generales de nuestros pueblos y naciones. 

En resumen, estamos convencidos que la batalla por la justicia debe dirigirse principalmente a las Facultades de Derecho y a las Ciencias Políticas, en realidad a las Universidades,  para elevar el nivel cultural de nuestros administradores de justicia.


PCmlm.

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