Acerca de la cuestión de Lin Piao
13.11.2012
“Ningún partido político puede en modo alguno
dirigir un gran movimiento revolucionario a la victoria a menos que posea una
teoría revolucionaria y un conocimiento de la historia y cuente con una
profunda comprensión del movimiento práctico”. MAO TSETUNG
Estudiar la historia y buscar la verdad en los
hechos
Mao Tse-tung nos
ha enseñado:
“Frente a
cualquier cosa, los comunistas tienen siempre que preguntarse el porqué y
utilizar su propia cabeza para examinar minuciosamente si corresponde a la
realidad y si está bien fundada; no deben en absoluto seguir ciegamente a otros
ni preconizar el servilismo”. (RECTIFIQUEMOS EL ESTILO DE TRABAJO EN EL PARTIDO,
O.E. TOMO III, P. 46, PEKÍN 1968)
En el proceso de
estudio e investigación respecto a diversos aspectos y cuestiones de la
experiencia histórica de la dictadura del proletariado y la historia y
desarrollo del movimiento obrero y comunista internacional, la cuestión de Lin
Piao merece una especial atención. En esta tarea ha prevalecido el principio de
buscar la verdad en los hechos. Como señalara Mao Tse-tung:
“Por “hechos”
entendemos todas las cosas que existen objetivamente; por “verdad”, la ligazón
interna de las cosas objetivas, es decir, las leyes que las rigen, y por
“buscar”, estudiar”. (REFORMEMOS NUESTRO ESTUDIO, O.E. TOMO III, P.19,
PEKÍN 1968)
Lin Piao fue uno
de los dirigentes más destacados de la Revolución china y en 1969 los Estatutos
del Partido Comunista de China (PCCh) aprobados en su IXº Congreso le
definieron como “el íntimo compañero de armas y sucesor de Mao Tse-tung”.
¿Verdadera y realmente quiso Lin Piao asesinar a Mao Tse-tung a través de un
golpe de estado contrarrevolucionario apenas dos años después? ¿Acaso fueron
verdaderas y ciertas las acusaciones que sobre Lin Piao recayeron tachándole de
“arribista burgués, intrigante, elemento de doble faz, renegado y traidor”,
como le calificó Chou En-lai en 1973 en el Xº Congreso del PCCh y la posterior
infamante y tergiversadora campaña de crítica que sobre él se lanzó en China
–ligando su nombre al de Confucio- añadiendo a los anteriores calificativos los
no menos oprobiosos de payaso, terrateniente, estafador político, vendepatria,
caudillo militar y embaucador político que no leían libros, periódicos ni
documentos, déspota, perro faldero de la burguesía, parásito, escoria, elemento
nocivo, lujuriosos, disipado, superespía, imbécil, cobarde, etc., etc.?
A la luz de los
hechos e investigación realizada por Gran Marcha Hacia el Comunismo, la
acusación que la dirección del Partido Comunista de China desde 1972 y hasta la
actualidad ha vertido sobre Lin Piao calificándole como un
contrarrevolucionario que quería capitular ante el socialimperialismo soviético
resulta completamente falsa. Esta acusación fue asumida de forma seguidista por
la brumadora mayoría de los partidos y organizaciones integrantes del
movimiento marxista-leninista-maoísta de la época[1]. Transcurridas más de tres
décadas, y pese a la documentación que ha aparecido a lo largo de este tiempo
que echa por tierra las acusaciones de la dirección del PC de China contra Lin
Piao desde 1972 hasta la actualidad[2], la mayoría de los partidos
que se declaran marxistas-leninistas-maoístas –como los que integran o apoyan
al Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), no sólo no han hecho una
valoración científica del papel de Lin Piao y los motivos que llevaron a su
asesinato sino que persisten en sus ataques contra él ajenos al principio de
buscar la verdad en los hechos.
Aquellos que
niegan la actividad revolucionaria de Lin Piao y que ven solo aspectos
negativos –lo que califican como “linpiaoísmo” o sinónimo de militarismo, de
dar más importancia a lo militar que a lo político[3] se equivocan. Si de
verdad existió un “linpiaoísmo” esta nada tiene que ver con los ataques e
injurias vertidos sobre Lin Piao sino que se referiría a la defensa del
maoísmo, la lucha por defender las conquistas de la Gran Revolución Cultural
Proletaria, la lucha contra el imperialismo yanqui y el socialimperialismo
soviético, etc. Es necesario que Lin Piao sea, de una vez por todas,
correctamente apreciado.
Una vida al servicio de la Causa de la Revolución y
el Comunismo
Lin Piao nació
el 5 de Diciembre de 1908 en la localidad de Huanggang, provincia china de
Hubei. Siendo estudiante de secundaria, estuvo involucrado en las huelgas del
30 de Mayo y boicot de 1925, formando parte de la Asociación para el Bienestar
Social de Wuchang, presidida por Yun Tai-ying (quien años más tarde sería uno
de los principales dirigentes comunistas asesinados por el Kuomintang). A los
19 años, Lin Piao entra en la Academia Militar de Whampoa y en 1926 ingresó en
las filas del Partido Comunista de China. Muy pronto destacó por su excepcional
talento estratégico. Habiendo alcanzado muy joven el grado de coronel, en 1927
se une con su regimiento a los grupos guerrilleros comunistas liderados por Mao
Tse-tung.
Lin Piao dirigió
el I Cuerpo de Ejército del Ejército Rojo chino y llevó personalmente la
vanguardia del mismo durante la gesta de la Gran Marcha (1934-1935) y participó
en la ocupación de Yenan en Diciembre de 1936. De esta época son sus escritos
sobre “Revolución y Guerra”, en los que se hace énfasis en los problemas del
contacto con las masas y establece, junto a Mao Tse-tung, los reglamentos del
Ejército Rojo, según los cuales los soldados deben ayudar a los campesinos e
introducirlos en las ideas comunistas por su conducta ejemplar.
Durante la
resistencia contra la invasión de China por los imperialistas japoneses, Lin
Piao dirigió los destacamentos del Ejército Rojo (que pasó a denominarse Octavo
Ejército de Ruta) en el norte de Shansi. Su 115 División propinó una formidable
derrota a las tropas invasoras japonesas. Tras resultar herido en combate en
1938, pasó dos años de convalecencia médica en la URSS.
De regreso a
China, Lin Piao se incorpora a la dirección de la lucha revolucionaria. Tras la
expulsión de los invasores japoneses, iniciada la Tercera Guerra Civil
Revolucionaria contra Chiang Kai-shek– al que apoyaba el imperialismo
norteamericano-, en 1946 es designado comandante en jefe del Ejército Rojo en
Manchuria. En tan solo un año sus tropas cercaron y derrotaron al núcleo de las
fuerzas de Chiang Kai-shek, armadas y entrenadas por los imperialistas yanquis,
capturando o liquidando a 36 generales enemigos. Tras la victoria del Ejército
Rojo en Manchuria, Lin Piao aplastó al grueso de las fuerzas de Chiang Kai-shek
en el norte de China, antes de marchar sobre Pekín que se rindió sin oponer
resistencia alguna. Derrotado Chiang Kai-shek, el 1 de Octubre de 1949 Mao
Tse-tung proclamó, desde la Plaza de Tian An-men en Pekín, la República Popular
China.
En 1950, al
estallar el conflicto armado en Corea, Lin Piao dirigió el “Cuerpo de
Voluntarios Populares Chinos” en apoyo del pueblo coreano contra el
imperialismo yanqui y sus títeres de Corea del Sur. En una contraofensiva que
tomó por sorpresa al mando norteamericano en el Sur del país dirigido por el
general MacArthur, y utilizando la táctica de la “marea humana”, empujó a las
tropas de la coalición yanqui y de sus aliados hasta casi derrotarlos. Aquejado
de una dolencia, Lin Piao fue retirado del escenario bélico coreano y
trasladado para su recuperación nuevamente a la URSS. Mao Tse-tung habló de Lin
Piao como “el mariscal sin par” y “el mariscal invencible”. Stalin dijo de él
que era “la primera jerarquía china, cuya inteligencia y coraje superan los de
todos. Su rojo puño es de hierro”.
De regreso a la
República Popular China, tras ser barrida la línea oportunista de derecha
encabezada por Peng Te-huai en la VIII Sesión Plenaria del Comité Central del
PCCh celebrada en agosto de 1959, Lin Piao fue nombrado Ministro de Defensa,
Vicepresidente ejecutivo de la Comisión Militar y miembro del Comité Permanente
del Buró Político del PCCh.
Tras la X Sesión
Plenaria del VIII Comité Central del PCCh –que sentó las bases del Movimiento
de Educación Socialista- Lin Piao, al frente del Ejército Popular de Liberación
de China (EPL), inició en su seno profundas transformaciones, destacando la
abolición el 1 de Junio de 1965, delos rangos –incluido el suyo mismo de
Mariscal- así como los privilegios de que gozaban los oficiales y
fortaleciéndose en sus filas el trabajo político e ideológico, popularizando
Lin Piao el maoísmo a través de la compilación por él mismo y la edición por
vez primera del libro de Citas del Presidente Mao Tse-tung (1964) –el famoso
Libro Rojo- lo que se tradujo en convertir el EPL en un poderoso bastión y
soporte del marxismo-leninismo-maoísmo.
En su histórico
trabajo “¡Viva el Triunfo de la Guerra Popular!” (publicado el 3 de Septiembre
de 1965), Lin Piao sistematizó brillantemente y extendió a escala mundial la
teoría de la guerra popular de Mao Tse-tung, desarrollando la tesis de que las
“zonas rurales” del mundo, es decir, Asia, África y América Latina, cerquen las
llamadas “ciudades del mundo”, refiriéndose a América de Norte y Europa
Occidental, además de destacar ya entonces la decisiva importancia de la
ideología maoísta al afirmar que Mao Tse-tung “ha desarrollado de manera
creadora el marxismo-leninismo, proporcionando nuevas armas al arsenal general
del marxismo-leninismo”.
En 1966, la
prensa de la República Popular China se refería a las tesis de Lin Piao como
parte integral del Pensamiento de Mao Tse-tung y el Partido Comunista de China
declaró a Lin Piao “el íntimo compañero de armas de Mao Tse-tung”. Tras el XI
Pleno del Comité Central del Partido Comunista de China celebrado en Agosto de
1966, que aprobó la histórica “Decisión del Comité Central del Partido
Comunista de China sobre la Gran Revolución Cultural Proletaria”, Lin Piao fue
designado Vicepresidente del Partido, Primer Vicepresidente del Comité de
Asuntos Militares del Partido y Primer Vicepresidente del Consejo de Estado.
Fue en su papel
como dirigente, codo con codo con Mao Tse-tung, de la Gran Revolución Cultural
Proletaria (1966-1969) contra la línea burguesa y revisionista dentro del
Partido propugnada por Liu Shao-shi, Teng Hsiao-ping y otros, donde Lin Piao
alcanzó un enorme prestigio tanto entre el proletariado y el pueblo chinos como
entre el proletariado y las masas revolucionarias del mundo entero. Fue
precisamente esta labor de líder revolucionario la que le valió pronunciar su
importantísimo Informe ante el IX Congreso del Partido Comunista de China (1 de
Abril de 1969) y que los Estatutos aprobados por dicho Congreso definieran a
Lin Piao como “el íntimo compañero de armas y el sucesor de Mao Tse-tung”.
¿Por qué eliminaron a Lin Piao y a sus seguidores?
La eliminación
de Lin Piao y sus seguidores dentro del PC de China y del EPL se produjo como
resultado de la lucha que tuvo lugar al finalizar la década de los años 60 del
siglo pasado entre las diferentes opiniones que en el seno del PCCh deseaban
avanzar y profundizar la Gran Revolución Cultural Proletaria (liderados por Lin
Piao y Chen Po-ta) y quienes querían frenarla y paralizarla (encabezados por
Chou En-lai). La lucha parece que ya se inició durante los trabajos del IXº
Congreso del PCCh y se prolongó posteriormente en la IIª Sesión Plenaria del
IXº Comité Central –celebrado en Lushan (Agosto de 1970)- respecto a cuestiones
como el papel del Partido y el EPL tras la Gran Revolución Cultural Proletaria,
su relación con los nuevos Comités Revolucionarios, la continuidad o no del
Grupo Central de la Revolución Cultural, etc. Las acusaciones lanzadas contra
Lin Piao y Chen Po-ta, convirtiéndoles en los responsables de “alabar al genio”
–para referirse a Mao- tergiversan la realidad de los hechos[4].
Una de las
razones claves que culminaron con la liquidación de Lin Piao fueron las
divergencias a principios de los años 70 del siglo veinte en cuanto a la
situación internacional y el establecimiento de una alianza entre la República
Popular China de un lado y el imperialismo norteamericano y sus aliados
occidentales de otro, para hacer frente a la agresividad militar de la URSS,
línea esta elaborada por Chou En-lai y que se concretaría en la llamada “teoría
de los tres mundos” –formulada formalmente en abril de 1974 en boca de Teng
Hsiao-ping en el discurso que pronunció ante la VI Sesión Extraordinaria de la
Asamblea General de la ONU. Dicha línea fue apoyada por Mao Tse-tung, Chiang
Ching, Chang Chun-chiao, Wang Hong-wen, Yao Wen-yuan y Kang Sheng, y a la que
se opusieron Lin Piao y sus seguidores.
Mientras Chou
En-lai y los suyos maniobraban en la arena diplomática para sentar las bases de
la alianza chino-norteamericana y preparar las visitas de los máximos
cabecillas del imperialismo norteamericano a la RP de China, primero del
Secretario de Estado Henry Kissinger y luego del Presidente Richard Nixon, Lin
Piao no cesó de defender su postura de clara oposición a la misma. Así, por
ejemplo, el 9 de julio de 1971, como Ministro de Defensa, Lin Piao dirigió una
carta al Vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Defensa de la
República Popular de Albania, Beqir Balluku, con motivo del XXVIIIº aniversario
de la fundación del Ejército Popular de Albania, la cual finalizaba con las
siguientes palabras: “El imperialismo norteamericano y el socialimperialismo
soviético se encuentran en un dilema sin precedentes, y ya no está lejos su
ruina final. ¡Que los pueblos de China y Albania nos unamos con todos los
pueblos del mundo y nos esforcemos juntos por derrotar cabalmente a los
agresores yanquis y a todos sus lacayos!”[5].
Nada puede haber
más ridículo en la actualidad –y lo contrario es ponerse una venda en los ojos
para no verlo- que seguir aceptando la falsa, disparatada y rocambolesca
historia oficial según la cual Lin Piao capituló ante el socialimperialismo
soviético y murió tratando de huir a la URSS estrellándose sobre Mongolia en el
avión en que viajaba.
La purga y
eliminación física de Lin Piao y sus partidarios se inició en la madrugada del
9 de Septiembre de 1971. Al respecto existen distintas versiones: según unas
fuentes Lin Piao, su esposa Ye Chun –dirigente también del PCCh y su hijo Lin
Li-kuo, comandante suplente del grupo aéreo a cargo de la frontera con la
República Popular de Mongolia y vicedirector del comando de ataque de la fuerza
aérea, tras ser detenidos y negarse a firmar confesiones sobre sus supuestas
conspiraciones, fueron asesinados en alguna prisión militar de Pekín o en el
aeropuerto[6]; según otra versión, Lin
Piao y su esposa Ye Chun fueron asesinados en Pekín por fuerzas de una unidad
militar especial de seguridad, que lanzó varios proyectiles sobre el coche en
que viajaban, el cual resultó destrozado, resultando ambos muertos en el acto.
Todas las versiones señalan que las órdenes provenían de Chou En-lai.
“En la noche del
9 de septiembre –escribe Robinson Rojas, comunista y periodista chileno que
vivió en China en los años 1970-1971- fueron desmembrados el estado mayor
general del EPL, el estado mayor dela fuerza aérea, el de la marina y el del
ejército, y purgados el departamento político general del EPL, la dirección
general de logística y el departamento de ferrocarriles militares. En total,
cerca de 35 generales fueron apresados esa noche. (…) Los generales Juang
Yung-sheng y Li Tsuo-peng fueron arrestados en sus automóviles cuando se
dirigían desde la embajada de Corea al ministerio de defensa en el centro de
Pekín. Así, a la medianoche del 9 de septiembre, cinco de los ocho miembros del
estado mayor general estaban presos: los generales Juang, jefe del EMG y
miembro del buró político del partido; Wu Fa-sien, subjefe del EMG y miembro
del buró político y jefe de la fuerza aérea; Chiu Jui-tsuo, subjefe, y miembro
del buró político; Li Tseuo-peng, subjefe, miembro del buró político y
comisario político de la marina; Yen Chug-chuan, miembro suplente del comité central,
subjefe. El subdirector del departamento político general, miembro suplente del
comité central, Juang Chi-yung, también estaba preso. Dicho en lenguaje
político. Ocho de los 25 miembros del buró político del partido, la más alta
instancia de poder en China, estaban bajo las bayonetas al terminar el banquete
en la embajada de Corea. Junto a esos ocho, casi treinta generales del comando
superior. El golpe de mano de las fuerzas de Chu fue dado en el más estricto
secreto (…)”[7]
“Un recuento de
las personas que arrastró en su caída [Lin Piao] –señala en relación con estos
mismos acontecimientos el periodista y escritor K.S. Karol que se encontraba en
China en 1971- permite apreciar su amplitud: de los veintiún miembros titulares
de la secretaría política, solo diez permanecieron en funciones (…) Por otra
parte, más de sesenta altos cargos y, entre los destituidos, figuraban
“celebridades nacionales” como P`an Fu-chih, promotor de la toma del poder
“modelo” en la provincia de Heilungkiang, Wang Hsiao-yu, presidente del Comité
Revolucionario de Shantung (citado igualmente como ejemplo para la nación en
1967), Liu Ko-pìng y Chang Jih-ching, presidente y vicepresidente,
respectivamente, del muy alabado Comité Provincial de Shansi; y la lista no
acaba aquí, ni mucho menos. En el Ejército Popular de Liberación, la tala
alcanzó al jefe del estado mayor, a tres de sus adjuntos y a la mayoría de los
responsables de la aviación, de la infantería, de los servicios políticos de la
marina y a militares de diferentes graduaciones en las provincias. Este
recuento, aun siendo provisional, hace pensar que los “conspiradores” no
carecían de partidarios en el conjunto de las instituciones que había creado la
revolución cultural, y que estaban reclutados de entre los mejores activistas
del movimiento que, en los años anteriores, se había fijado como objetivo
alcanzar cimas “que nadie había alcanzado nunca”. En realidad, en caso de que
los conceptos de “mayoría” y de “minoría” pudieran tener un sentido en un
asunto en que el voto no intervenía, habría que admitir que fue una minoría
quien impuso la nueva línea internacional e interior”[8].
Tras la
eliminación de Lin Piao y sus partidarios en 1971, la política de colaboración
con el imperialismo norteamericano avanzó a pasos agigantados convirtiéndose en
el eje de la política exterior de la República Popular China, concretizándose
en la contrarrevolucionaria “teoría de los tres mundos”, diseñada por Chou y
Teng. Y esto más claro que el agua –o como dice un refrán español “no hay más
ciego que el que no quiere ver”. La eliminación de Lin Piao y sus seguidores
significó la liquidación de aquellos que en el seno del PCCh y del EPL
rechazaban la aproximación con el imperialismo norteamericano, entonces
encabezado por los asesinos Nixon y Kissinger y su aproximación a gobiernos
reaccionarios proyankis (como el de Franco en España, el de Pinochet en Chile,
el de Marcos en Filipinas o el de Mobutu en Congo).
A la vista de
los hechos es incorrecto calificar a Lin Piao como un contrarrevolucionario en
base a la campaña plagada de falsedades lanzada tras su asesinato. La
liquidación física de Lin Piao y la eliminación y depuración de sus seguidores
no sólo tuvo un efecto traumático en China sino que creó un terreno fértil para
que el revisionismo volviera a ganar franjas de poder que había perdido durante
la Gran Revolución Cultural Proletaria, culminando con el golpe de estado
contrarrevolucionario a la muerte de Mao Tse-tung en octubre de 1976 y la
restauración del capitalismo de la mano de Hua Kuo-feng, Teng Hsiao-ping y
compañía.
A escala
internacional, y para muchos militantes y simpatizantes del movimiento
marxista-leninista-maoísta y de la República Popular China, la forma en que la
dirección del PCCh abordó la muerte de Lin Piao creó confusión, muchas preguntas
quedaron sin responder, muchas dudas sin resolver, lo que trajo como resultado
que el PCCh –sumado a su nueva política internacional de colaboración con el
imperialismo yanqui y sus lacayos burgueses en Europa y otros países del mundo
consecuencia de la “teoría de los tres mundos”- comenzó a perder prestigio y
autoridad entre los comunistas y revolucionarios del mundo.
Es preciso
puntualizar que las posiciones erróneas de Mao Tsetung condenando a Lin Piao y
apoyando la línea derechista de capitulación ante los imperialistas
occidentales para hacer frente al social-imperialismo soviético –que tenía como
máximo ideólogo a Chou En-lai, en modo alguno empañan la grandiosa vida y obra
política de Mao Tse-tung a lo largo de más de 50 años. Fueron errores en el
curso de bregar con problemas de gran envergadura tanto en la nueva experiencia
que supuso la Gran Revolución Cultural Proletaria –primera revolución
proletaria bajo el socialismo- como en la compleja situación internacional de
finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo veinte, consecuencia de
la feroz rivalidad entre el imperialismo norteamericano y el social-imperialismo
soviético a escala mundial y la línea táctica derivada de ello y elaborada por
Chou En-lai, apoyada por Mao Tse-tung y otros dirigentes chinos como Wuang
Hong-wen, Chiang Ching, Chang Chun-chiao y Yao Wen-yuan los cuales, tras la
muerte de Mao Tse-tung, en Octubre de 1976 al producirse el golpe de estado
contrarrevolucionario de Hua Kuo-feng, fueron detenidos, encarcelados y
juzgados por los revisionistas chinos. En modo alguno, en el caso de Mao
Tse-tung, se debieron a problemas ideológicos fundamentales.
Retomar la vida y la obra de Lin Piao
Los
marxistas-leninistas-maoístas, los comunistas y revolucionarios deben oponerse
a la crítica inadecuada de Lin Piao, hecha con argumentos falsos y con métodos
erróneos.
Porque Lin Piao,
en la lucha contra la burguesía y sus agentes, contra el oportunismo y el
revisionismo de todo tipo, defendió el marxismo-leninismo-maoísmo.
Porque Lin Piao,
con sus obras y escritos teóricos, políticos y militares, hizo un aporte
imborrable al marxismo-leninismo-maoísmo y al Movimiento Comunista
Internacional.
Porque en vida
de Lin Piao, el Partido Comunista de China y el Gobierno de la República
Popular China, aplicaron una política exterior que correspondía al
internacionalismo proletario y prestaron gran ayuda a las luchas
revolucionarias de los pueblos de diversos países (Corea, Vietnam, India,
Filipinas, Malasia, Colombia, Brasil, Palestina, Francia, Italia, España, etc.
).
Porque Lin Piao
se puso al frente de la corriente histórica, dirigiendo la lucha
revolucionaria; fue enemigo irreconciliable del imperialismo, del
socialimperialismo y de todos los reaccionarios.
Porque la vida
de Lin Piao fue la vida de un gran marxista-leninista-maoísta, de un gran
revolucionario proletario.
Lin Piao fue un
gran marxista-leninista-maoísta, que defendió el marxismo-leninismo-maoísmo de
todos los enemigos y revisionistas tanto de dentro como de fuera de China e
hizo una valiosa contribución en su comprensión y desarrollo. Lin Piao cuenta
con grandes méritos en el desarrollo y victoria de la Revolución china, y muy
especial en el lanzamiento y desarrollo dl Movimiento de Educación Socialista
(1963) y la campaña en el seno del Ejército Popular de China para el estudio
del Pensamiento Mao Tse-tung (1964). Y, sobre todo y muy especialmente, en la
gestación y desarrollo de la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1969),
que impidió la restauración del revisionismo y el capitalismo en China durante
algunos años (más hasta producirse en 1976 el golpe de estado de Hua Kuo-feng
tras la muerte de Mao Tse-tung) y supuso un avance para el Movimiento Comunista
Internacional y las luchas de liberación de los pueblos del mundo entero.
Por todas estas
razones Lin Piao gozó de una gran autoridad no solo entre el proletariado y las
masas populares de la República Popular China sino también entre el proletariado
y las masas populares de los cinco continentes. En las cuestiones esenciales,
como es la defensa de los intereses del proletariado y de la teoría
marxista-leninista-maoísta, en la lucha contra el imperialismo y el social-imperialismo,
el revisionismo y demás enemigos del socialismo, Lin Piao fue y será siempre un
ejemplo para los comunistas y revolucionarios.
Por todo ello,
los marxistas-leninistas-maoístas, los comunistas y revolucionarios del siglo
veintiuno deben retomar la vida y la obra de Lin Piao.
El proletariado
internacional y el Movimiento Comunista Internacional cuentan en la actualidad
con un inmenso bagaje de experiencias, tanto positivas como negativas, para
afrontar las nuevas batallas contra la burguesía y el imperialismo y en la gran
marcha hacia el Socialismo y el Comunismo. Y, muy especialmente, cuentan con la
ideología del marxismo-leninismo-maoísmo, la ciencia de la revolución elaborada
por Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse-tung, resultado de todo el periodo
histórico iniciado en el siglo XIX con la Primera Internacional, pasando por la
Comuna de París, la Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia y la
construcción de la URSS, la Tercera Internacional Comunista y la Gran
Revolución Cultural Proletaria en China.
NOTAS
[1]A saber, sólo un puñado de organizaciones como la
Liga Marxista Leninista de Italia (que tenía su base en Brescia y editaba el periódico
“Lotta di classe”) o el Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista),
liderado por Mahadev Mukherjee tras el asesinato de Charu Mazumdar, continuaron
defendiendo a Lin Piao después de 1972. En España no parece que ninguna
organización de ideología maoísta mantuviera esta misma posición. La actitud de
los partidos y organizaciones alineados ideológicamente con el PC de China
entonces siguieron una postura seguidista y acrítica respecto a éste en la
cuestión de Lin Piao.
[2] Ver, por ejemplo, Livio Maitan, El Ejército,
el Partido y la Masas en la Revolución China, Akal Editor, Madrid 1978; Richard
Wich, La crisis política chino-soviética, Fondo de Cultura Económica, México
1983; Yao Ming-Le, Conspiración y muerte de Lin Piao, Editorial Argos Vergara,
Barcelona 1984; Chen Jian, La China de Mao y la Guerra Fría, Ediciones Paidos
Ibérica, Barcelona 2005.
[3] No ayuda al avance y fortalecimiento
ideológico de los partidos y organizaciones marxistas-leninistas-maoístas
seguir presentando en la actualidad a Lin Piao como un renegado junto a Liu y
Teng y negar la responsabilidad que tuvo Mao Tse-tung en el cambio de
orientación en la política del PC de China a principios de los años 70 del
siglo veinte estableciendo una alianza con Nixon y el imperialismo
norteamericano -como hizo por ejemplo el Partido Comunista de Nepal (maoísta)
cuando afirmaba en su IIª Conferencia de Febrero de 2001:
Algunas personas
no comprenden la complejidad de la revolución cultural y culpan a Mao por una
serie de compromisos en el periodo más tardío, lo que es completamente erróneo
SOME IMPORTANT
DOCUMENTS OF COMMUNIST PARTY OF NEPAL (MAOIST), P. 57, JANADISHA PUBLICATIONS,
NEPAL 2004
[4] No olvidemos que el propio Mao Tse-tung en su
conversación con Edgar Snow en 1965 declaró que era necesario más culto a la
personalidad; que Chou En-lai en el IXº Congreso del PCCh ensalzó el desarrollo
del marxismo-leninismo por Mao con los calificativos “con genio y de forma
creativa”. Kang Sheng en un discurso pronunciado el 21 de enero de 1967 se
refería “al Presidente Mao que imprime al marxismo-leninismo un impulso
fecundo, a él el jefe supremo de los pueblos del universo, y a su genial pensamiento”.
También en 1968, Chiang Ching proclamaba en un discurso “…es la voz de nuestro
gran jefe, el presidente Mao! Larga, larga vida al Presidente Mao!” (Pekín
Informa 68/37 de 17 de septiembre de 1968) y Yao Wen-yuan en un artículo
publicado en Pekín Informa 68/35, de 3 de septiembre de 1968, se refería a Mao
Tse-tung como “el gran jefe de la clase obrera”, etc., etc.
[5] Robinson Rojas, “China: una revolución en
agonía”, Ediciones Martínez Roca, Barcelona 1978, pp. 282-283.
[6] Ibid., p. 293
[7] Ibid., p. 291
[8] K. S. Carol, “La segunda revolución china”.
Seix Barral, Barcelona 1977, pp. 476-477.
Publicado por Gran Marcha Hacia el Comunismo
Nota del PCmlm y de MB.
El presente artículo sobre Lin Piao, coincide plenamente con nuestro
trabajo conocido sobre el inicio de la restauración capitalista en China que
aparece en los “CUADERNOS de liberación”
No. 17 que circula en Internet.
Entonces, Mao añudió con la muerte de Lin.
ResponderEliminarQuienes es el traidor