30 ANIVERSARIO DE UNA INJERENCIA MÁS DE LOS ESTADOS UNIDOS EN AMÉRICA
LATINA
La invasión
de Granada
por Kaos. Memoria Histórica
Viernes, 25 de Octubre de 2013
15:53
La excusa utilizada por el
Gobierno de Estados Unidos para ingresar por la fuerza a Granada fue que su
pueblo representaba una "amenaza" a la seguridad de los
estadounidenses residentes en el país caribeño debido a "la inestabilidad
política".
TELESUR
Este viernes, 25 de octubre de 2013, se cumplen 30 años de la invasión por
parte de Estados Unidos (EE.UU.) a Granada, tal como lo hizo en Afganistán e
Irak, a principios de este siglo, y ahora pretende hacerlo en Siria. A través
de mentiras, el país norteamericano ocupó en 1983, con una potente fuerza
militar, al país ubicado en el Mar Caribe, que luchaba por su definitiva
independencia del imperio británico y por integrarse a los movimientos
revolucionarios por un mundo mejor. Una acción valiente en tiempos de la Guerra
Fría y el anticomunismo.
La excusa utilizada por el Gobierno del entonces presidente estadounidense,
Ronald Reagan, para ingresar por la fuerza a Granada fue que su pueblo
representaba una "amenaza" a la seguridad de los estadounidenses residentes
en Granada debido a "la inestabilidad política que vivía el país, tras el asesinato seis días antes del primer ministro
Maurice Bishop".
El homicidio del líder del movimiento progresista La Nueva Joya fue
impulsado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos y ejecutado por
el viceministro Bernard Coard y el general Hudson Austin, quienes mantenían
fuertes divergencias ideológicas con el premier de esa isla.
Fue entonces cuando se puso en marcha la agresión denominada Furia Urgente,
como ensayo del desarrollo de conflictos políticos militares que poco después
aplicaría en países como Panamá (Operación Causa Justa, en 1989) y en Irak
(Operación Tormenta del Desierto, en 1992), entre otros, que a su paso han
dejado un legado de muerte en "nombre de la democracia y la
libertad", reseñó la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Cuatro años antes de la invasión imperialista, el 13 de abril de 1979,
Bishop expresaría: "Somos un pequeño país, somos un país pobre, con una
población descendiente de los esclavos africanos, somos parte del Tercer Mundo
explotado y definitivamente tenemos el desafío de buscar la creación de un
nuevo orden económico internacional que de lugar a una economía al servicio del
pueblo y a la justicia social". Esto como resumen del nuevo gobierno que
presidiría, luego de liderar la rebelión que derrocó a Eric Gairy, quien contaba
con el respaldado de la Casa Blanca y era amigo del dictador chileno Augusto
Pinochet.
Nadie se benefició más del asesinato de Bishop que Estados Unidos, país que
a través de la CIA fomentó la división interna, logrando que el líder granadino
fuera traicionado por sus compañeros.
Con las banderas del Movimiento La Nueva Joya, Bishop proclamó un Gobierno
Popular Revolucionario que impulsó una transformación social con perspectivas
socialistas mediante el fortalecimiento de una economía soberana y alianzas con
países como Cuba y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
De esta manera se ganó una férrea campaña mediática de satanización por
parte de EEUU, que señaló a la isla como un eje de "desestabilización de
todo el Caribe".
Una de las mentiras destacadas por el imperio estadounidense fue que el
aeropuerto internacional construido por Bishop, para fortalecer el flujo
comercial y turístico en el país, era para la instalación de una base militar
de Cuba y la Unión Soviética, lo que ellos llamaron "una amenaza
comunista".
El 25 de octubre de 1983, más de siete mil marines y paracaidistas
norteamericanos invadieron al país de tan solo 344 kilómetros cuadrados y unos
100 mil habitantes en ese momento.
Ese despliegue exagerado de muerte y represión se usó también como excusa
para "demostrar" el poder bélico de EEUU, después de su histórica
derrota en Vietnam y para justificar el millonario presupuesto militar de la
Administración de Ronald Reagan (1981-1989).
En declaraciones públicas, Reagan expresó que la invasión a Granada se hizo
"justo a tiempo", con la prepotencia que caracteriza al Gobierno de
Estados Unidos que ahora presidido por Barack Obama continúa usando la mentira
como principal arma para justificar sus ataques contra las naciones que no
obedecen a sus patrones de "democracia y libertad".
Tal es el caso de la actual
amenaza militar estadounidense contra Siria, basada en el supuesto uso de armas
químicas. Sin embargo, la nación norteamericana no ha logrado su cometido al enfrentarse
a una enorme crisis presupuestaria y la demanda cada día de más gobiernos y
pueblos por la construcción de un mundo pluripolar, que deje atrás la hegemonía
de la guerra.
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