domingo, 22 de abril de 2012

EL CAPITALISMO BUROCRÁTICO

23-04-12
DEBATE

EL CAPITALISMO BUROCRÁTICO
Primera parte –preliminar

Luís Alberto Echazú



Mao Tse-tung  aplicó esta categoría a una estructura político-económica capitalista  especial, en el marco de una formación social con fuerte presencia de relaciones feudales y semifeudales y la penetración imperialista a través de sus empresas monopolistas.

El imperialismo alienta y apoya a las clases dominantes más retrógradas, que a su vez son el pilar y el canal de su dominación, por una parte perpetuando las relaciones feudales y semifeudales y por otro estimulando el crecimiento de una burguesía parasitaria y dependiente, a la que denomina la burguesía compradora (comercial y usuraria).

Entonces tenemos que ese capitalismo generado por el imperialismo y atado a la semifeudalidad es lo que el presidente Mao, denomina Capitalismo Burocrático.

Efectivamente esta correcta caracterización de un capitalismo que vive tanto a expensas de una formación feudal y/o semifeudal como de la penetración de los grandes capitales, es común a nuestros países de América Latina, y también de África y Asia, desde la organización de los estados nacionales.

La burguesía compradora, parte esencial del capitalismo burocrático, tiene su nacimiento y desarrollo en la actividad comercial y usuraria. La comercial ligada a la importación de maquinaria, equipo, tecnología e insumos industriales y a la exportación de materias primas es decir, minerales, petróleo, gas, maderas y alimentos. La usuraria en la intermediación financiera es decir prestamistas usurarios y después la banca.

De esta forma todo desarrollo de una burguesía industrial se hace inviable o queda restringida a actividades marginales, es decir industrias de transformación básica, como bebidas, zapatos, textiles y otras, que además dependen de la importación de insumos, maquinaria y equipo que les suministra la burguesía comercial y del crédito que les proporciona la burguesía usuraria.

En muchos países y en determinados momentos de su evolución, este Capitalismo especial, (comprador y usurario, con fuertes resabios feudales y semifeudales y con la penetración imperialista), se combina con el poder del Estado, utilizando sus recursos como palanca de desarrollo económico. He aquí la configuración del capitalismo burocrático.

Estos conceptos teóricos tienen plena vigencia en el desarrollo de la lucha de clases y en la formación social boliviana.

La República Bolívar y poco después la República de Bolivia, nacen dentro de la dominación de los grandes señores feudales, criollos herederos de la propiedad fundiaria de los españoles, que continuará con la expropiación de las tierras de comunidad en el altiplano y los valles interandinos. Junto a esta clase terrateniente y muchas veces confundida con ella, se desarrolla la burguesía comercial importadora y la usuraria. Otra fracción de este Capitalismo Burocrático es la burguesía exportadora de materias primas, en nuestro caso la burguesía minera, concretamente la burguesía minera de la plata, de la quina, de la goma y después del estaño. Es esta burguesía que impulsa el desarrollo de las otras fracciones (de la comercial y usuraria) y la que se ubicará como fracción  dominante y hegemónica prácticamente desde el último tercio del siglo XIX hasta su caída en 1952.

En Bolivia, la burguesía usuraria y bancaria fue organizada por los propios mineros (primero Arce, Argandoña, Aramayo y después Patiño).

La penetración imperialista en este caso inglés, se inaugura a través de las grandes casas comerciales, que proveen a la minería de la plata (los barones, Arce, Argandoña, y Pacheco) que se reorganiza alrededor del último tercio del siglo XIX, con inversiones en maquinaria y equipos. Poco a poco, se introducirán en la propia actividad minera de la plata y después en ferrocarriles, y con mayor profundidad, ya en el siglo XX en la minería del estaño, esta vez  con la creciente presencia del imperialismo norteamericano. 

Lo que se ha denominado en la historiografía nacional como feudal-burguesía es precisamente la burguesía burocrática, es decir grandes banqueros y comerciantes importadores y exportadores mineros, principalmente los barones del estaño, aliados de los grandes terratenientes que han tomado el poder político de forma total. La burguesía burocrática es en resumen la conjunción de dos fracciones: la burguesía compradora (casas comerciales que importan maquinaria, equipo e insumos principalmente para la gran minería, y la burguesía exportadora de materia primas, también principalmente exportadora de minerales) y la burguesía usuraria (bancos y usureros).

Ahora bien, la Revolución de 1952, inaugura un fallido intento de desarrollar una burguesía industrial independiente, como fuerza motriz de una revolución burguesa a partir de un Capitalismo de Estado, con base en las minas nacionalizadas de los grandes barones del Estaño. Las empresas del Estado funcionarían como correas de transmisión de excedentes desde la economía estatal hacia la economía privada. Lo que no se pudo hacer en el mercado (acumulación capitalista en la competencia y en el mercado abierto) se pretendía lograr desde arriba, desde el estado con el objetivo de “crear” burguesía industrial.

El resultado fue el crecimiento de la burguesía compradora, es decir la burguesía intermediaria (comercial y bancaria) y una débil y timorata burguesía industrial principalmente textilera dependiente de las otras dos.

Los cuperos y los diviseros movimientistas son la génesis de lo que será poco después la expresión mas precisa de esta burguesía compradora, dentro del capitalismo de Estado.

La pervivencia del latifundio en todo el oriente del país e incluso su expansión en el Chaco y en el norte amazónico después de 1952, conforman el cuadro completo de este capitalismo burocrático, que también puede denominarse capitalismo dependiente. El latifundismo oriental deviene, en un proceso parecido al “junker” y al amparo del Estado, en burguesía agroindustrial, a partir del propio Plan Bohan y con mayor intensidad  a partir de la década de los 60 y finalmente con los acuerdos de Cartagena en la década de los 80, que utilizando la liberación arancelaria y después la subvención de los combustibles logra una inusitada influencia económica primero y después política hasta convertirse en la fracción dominante a partir del segundo quinquenio de la década de los 70 hasta la actualidad.

Hay quienes contraponen radicalmente estos dos conceptos, el de capitalismo dependiente y capitalismo burocrático. Para nosotros por el contrario pueden muy bien complementarse.

Por una parte es cierto que en la caracterización de capitalismo dependiente pareciera ocultarse la semifeudalidad, esto se deslinda en el caso de nuestro Partido, que analiza y desarrolla el carácter de la formación social boliviana con la pervivencia de relaciones servi y semi-servidumbrales en el oriente, norte y chaco bolivianos, pero siempre subordinadas a la dominación de las relaciones capitalistas de producción.

Por otra parte el carácter parasitario de la burguesía compradora y ésta como clase fundamental del capitalismo dependiente o del capitalismo burocrático, permiten que ambos conceptos se complementen en vez de excluirse.

Por el contrario, el Capitalismo Burocrático, pareciera descuidar el carácter dependiente  de toda la estructura económica y política, del imperialismo. Sin embargo tampoco es así, puesto que junto a la caracterización de la burguesía compradora y usuraria, y el latifundismo feudal y relaciones semi-feudales, está la penetración imperialista que se asienta precisamente en estas clases reaccionarias para ejercer su dominio, cada vez mayor.

Ahora bien cuando se manifiesta el carácter de este capitalismo dependiente, no se puede concluir mecánicamente que la revolución debe ser una nueva revolución burguesa, esta vez dirigida por la burguesía nacional. Decimos que la fracción burguesa nacional, es absolutamente dependiente en lo financiero, tecnológico y comercial tanto de las fracciones compradoras dominantes como del imperialismo.

No existe ninguna posibilidad de una revolución burguesa que liquide la semifeudalidad, y desarrolle una burguesía industrial independiente no solo en Bolivia, sino en la mayor parte de los países del tercer mundo.

El Estado de Nueva Democracia es el resultado de una revolución dirigida por el proletariado multinacional de todos los pueblos de Bolivia en alianza con el campesinado pobre y medio, las naciones oprimidas y las clases medias. Es esta una revolución democrática y popular profundamente enraizada en nuestras luchas y en nuestras experiencias históricas.

Tiene como tareas fundamentales romper la subordinación política y la dependencia económica, tecnológica y comercial del imperialismo principalmente norteamericano, liquidar el latifundismo y las relaciones servi y semi-servidumbrales, forjar una economía autocentrada y equilibrada, independiente y que garantice la soberanía y suficiencia alimentaria, el desarrollo de la ciencia y la técnica, la industrialización de nuestros recursos naturales renovables y no renovables con una política de protección del medio ambiente y la madre tierra y una vida digna para todos los pueblos de Bolivia.

¿ES ACTUALMENTE BOLIVIA UN ESTADO DE CAPITALISMO BUROCRÁTICO?

La respuesta es sí, por todo el análisis precedente, y ratificando además nuestra caracterización de capitalismo dependiente, sin embargo pretender con esta caracterización sostener que el actual gobierno del presidente Morales, refuerza este capitalismo, es por decir lo menos absurdo.

Es sin embargo urgente un estudio minucioso que debe realizar nuestro Partido, sobre la actual estructura económica de Bolivia y especialmente qué cambios se han producido en ella desde 2006 hasta la fecha y cuál es la tendencia de estos cambios.

Por de pronto podemos señalar con toda seguridad, que la participación del Estado en la economía se ha incrementado de manera importante. Baste mencionar, la nacionalización de ENTEL, VINTO, HUANUNI y ENDE, la recuperación de una buena parte del excedente económico generado en el sector de hidrocarburos, la creación de nuevas empresas del Estado como BOA, PAPELBOL, CARTONBOL, EBO (oro) y EBA (almendras), la planta de cobre electrolítico en Corocoro, la reactivación de la fábrica de ácido sulfúrico en Eucaliptos, el ingenio de Machacamarca en Oruro, la fundición de Bismuto en Telamayu, la modernización de Vinto (tecnología y horno Ausmelt), y las industrializadotas de leche y cítricos.  

Lo importante además de analizar la tendencia de esta política es examinar el desempeño y el crecimiento del sector privado de la economía y dentro de éste el nacional y el extranjero.

Finalmente es imperioso analizar los mecanismos de redistribución, de inversión, de imposición tributaria, situación de los sectores primario, secundario y terciario, crecimiento de la clase obrera, del sector informal, etc.   

Consideramos que el actual gobierno desarrolla el Capitalismo de Estado, junto a un tímido intento de impulsar la economía comunitaria. El fortalecimiento de la economía estatal es un paso adelante, siempre y cuando sirva para la acumulación interna, avanzar hacia la expropiación de las transnacionales y de la oligarquía e impedir el surgimiento (al calor de este capitalismo de estado) de nuevas fracciones burguesas compradoras y burocráticas.

LA BANCA Y EL SECTOR FINANCIERO

Por de pronto es necesario señalar que la burguesía usuraria (la banca y todo el sistema financiero privado) ha crecido de forma alarmante en estos últimos 5 años, no solo por el boom económico sino por la política del Banco Central y la emisión de bonos con altos rendimientos. El público recibe un interés del 0.5% anual por sus depósitos, el Banco Central paga 4% anual por los bonos.

También es preciso mostrar el crecimiento de los depósitos del público en el sistema financiero. En 1995 eran sólo de 2 472 millones de dólares, el año 2000 subieron a 4198 millones de dólares, (el monto más elevado hasta esa fecha y hasta el año 2005), el año 2005 alcanzaba a 3711 millones dólares y el año 2010 eran de 9087 millones de dólares, es decir más del doble que el año 2005 y también más del doble que el año 2000.

Los créditos eran en 1995 de 2 819 millones de dólares, monto superior a los depósitos, el año 2000 subieron a 4060 millones, cifra también superior a los depósitos en el mismo año. En el 2005 los créditos disminuyeron a 3106 millones de dólares, cifra también inferior a los depósitos del público. Por el contrario en 2010, los créditos alcanzaron a una cifra récord de 6565 millones de dólares, pero esta vez inferior a los depósitos. Esto muestra que el ahorro ha superado ampliamente en esos últimos años a los créditos, produciéndose de esta manera una gran liquidez. Esta tendencia se profundiza a partir de 2006, cuando los créditos son el 79% de los depósitos, siendo el año 2010 sólo el 72%. Este hecho presiona a las tasas pasivas (la que se paga al ahorrista) a la baja, aunque las tasas pasivas no hubieran registrado una tendencia similar, generándose una enorme ganancia para los bancos, a costa simultáneamente del ahorrista y del prestatario.

Actualmente existen 3 200 000 cuentas de ahorristas y 583 000 prestatarios. El 64 % de la cartera está en bolivianos y el 62% de los depósitos también en bolivianos. La cartera en mora es del 11%, la más baja de la historia.

LA BURGUESIA EXPORTADORA DE MATERIAS PRIMAS.

LA MINERIA PRIVADA, ESTATAL Y COOPERATIVA.

Lo propio sucede con las transnacionales mineras, por los altos precios, por ejemplo Sumitomo (cinc, plomo, plata, San Cristóbal, inversiones japonesas) y Glencor (cinc, plomo, plata y estaño, Sinchi Wayra, inversiones suizo-norteamericanas), Pan American Siver (zinc, cobre, oro, San Vicente, inversión norteamericana), Manquiri (plata, inversión canadiense-norteamericana), Orvana (oro y cobre, Don Mario, inversión canadiense).

Actualmente la gran minería transnacional controla el 80% de la producción de cinc, el 90% de la producción de plata y el 85% de la producción de plomo. Por el contrario, la producción de la empresa estatal alcanza al 50% en estaño concentrado y el 80% de la producción de estaño metálico, el 50% de cobre concentrado y el 1000% de cobre metálico, además del 100% de bismuto metálico. Es bueno recordar que hace sólo 5 años, el Estado estaba totalmente ausente en la producción minera, su participación era del 0%.

Otros grandes beneficiarios de la situación actual son los dueños de ingenios mineros y las comercializadoras de minerales en Potosí y Oruro.


LA BURGUESIA COMPRADORA

También el sector del comercio importador se ha beneficiado grandemente por la revalorización del boliviano y el crecimiento de la economía, especialmente minera y el boom de la construcción. El aumento en el poder de compra ha aumentado las importaciones de todo tipo.

Finalmente existe el peligro del crecimiento descontrolado del narcotráfico y de este capitalismo criminal ligado a grandes intereses globales. No es menos cierto que muchos productores de coca, aun en el caso de no integrarse orgánicamente al narcotráfico puedan estar generando importantes excedentes y ser parte de la formación de nuevas fracciones burguesas.

Los dueños de bienes inmuebles y los empresarios de la construcción son otros quienes se han beneficiado y realizado grandes ganancias con el boom inmobiliario y los grandes contratos de infraestructura del gobierno (carreteras, puentes, aeropuertos, escuelas, y colegios, campos deportivos, coliseos y sedes sociales para organizaciones sindicales) de los municipios y gobernaciones.


PCmlm

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