Pronunciamiento Político No. 147.
CONCIENCIA DE CLASE Y SINDICALISMO AMARILLO
La Central Obrera Boliviana ha decretado una huelga general indefinida hasta “las últimas consecuencias” para lograr que el gobierno acceda a una conversación con la Central y las federaciones nacionales sindicales.
Como se sabe en el idioma sindical, una huelga general indefinida tiene carácter eminentemente político y significa que la clase trabajadora y sus aliados, han declarado una guerra sin cuartel hasta el derrocamiento del régimen gobernante. No se conciben huelgas generales indefinidas para obtener conversaciones o negociaciones con el gobierno. ¡Es esta una verdadera falacia! Se decretan huelgas generales indefinidas políticas para derrocar un gobierno.
De este modo constatamos que la resolución obrera sindical no ha tenido en cuenta que la medida estratégica de huelga general indefinida no concuerda con la exigencia de conversaciones con el gobierno. Existe pues una gran contradicción y una desorientación muy grande en el movimiento sindical que ha perdido el norte y se debate en la confusión más absoluta.
En consecuencia, ¿cuál es la alternativa que plantea el movimiento sindical después de un eventual derrocamiento del gobierno de Evo Morales? Los sindicalistas tienen la pretensión de llevar al gobierno, como lo han anunciado al Sr. Jaime Solares que no oculta sus pretensiones de ser el “presidente”.
En estas circunstancias tan complejas, cuando constatamos muy preocupados por la pérdida sensible de conciencia de clase de los trabajadores sobre todo mineros, debemos señalar algunos puntos muy importantes: el Sr. Solares ha sido un agente torturador comprobado en el régimen dictatorial narcotraficante de Luís García Meza. Nuestro partido tiene en sus filas varios camaradas torturados personalmente por el esbirro Solares, entre ellos se encuentran el conocido ex-dirigente minero Juan Hoyos, por otra parte se tiene el testimonio de Pedro Mariobo y también de Hugo Ticona, cuyo hermano fue “desaparecido” por un grupo represor dirigido por Solares. Existen fotografías que muestran al “tira” en un equipo de fútbol de los agentes, igualmente incluso el “general” de Chochocoro, ha declarado que Solares fue uno de sus agentes represores. ¿Qué pruebas más se necesitan para poner a Solares en Chochocoro junto a su jefe Luís García Meza?
Pero más importante aún es el hecho de la demagogia desmedida de los dirigentes actuales del movimiento obrero que han caído muy bajo y no pueden compararse por la abismal diferencia con el viejo, histórico y heroico liderazgo minero de los tiempos de FEDERICO ESCOBAR, IRINEO PIMENTEL y otros que entregaron sus vidas, sus salarios, su libertad y sobre todo SU CONCIENCIA en beneficio de la liberación nacional muy por encima de requerimientos salariales.
Empero, es importante referirnos al problema de los salarios. ¿Cómo podríamos oponernos a un aumento sustancial de salarios para todos los trabajadores que ganan salarios de hambre y que pelean justamente por un aumento significativo? De ninguna manera, empero debemos SEPARAR MUY CLARAMENTE, el régimen salarial de los dirigentes mineros que actualmente dirigen las movilizaciones reivindicativas. Los dos mayores Pedro Montes y Jaime Solares recibieron ya en el pasado un beneficio que se denomina extra-legal de más de 20 mil dólares americanos con el compromiso de dejar definitivamente la empresa de COMIBOL en la que trabajaban. Empero por una gran irregularidad de parte de la Presidencia de Comibol, ambos fueron recontratados en forma irregular. Ahora ambos dirigentes reciben el jugoso salario de 12 000 bolivianos y para colmo, no trabajan pues están declarados en “comisión”, pero en sus manifestaciones públicas, están “muriendo de hambre”. ¿Es concebible semejante falacia? ¿Qué piensan los trabajadores que ayer nomás luchaban en las calles contra la represión policial de la inmoralidad de sus dirigentes?
En la teoría sindical, el salarialismo tiene una denominación común, se llama trade-unionismo, es decir sindicalismo a-político, o lo que es lo mismo sindicalismo amarillo que ha caracterizado siempre a la penetración de USAID en los sindicatos para quitarles su contenido revolucionario eminentemente político. La derecha ha logrado, lamentablemente, una gran victoria al sustraerle al movimiento obrero boliviano su conciencia de clase y transformarlo en un sindicalismo amarillo.
Las demandas actuales tienen ya carácter político por la declaratoria de huelga general indefinida y naturalmente han cambiado sustancialmente de esencia, ahora se trata en rigor sindical y político, de derrocar al gobierno y eso deben comprender claramente los dirigentes. En el momento preciso de aquella declaración desgraciada, ya no cabe negociación alguna, aunque el gobierno, haciéndose de la vista gorda, insista en el diálogo. En rigor, la declaratoria en realidad es una declaratoria de guerra “hasta las últimas consecuencias”, pues “la lucha es dura, pero venceremos” derrocando al gobierno y entregando el poder a la derecha.
La clase obrera, ahora dirigida por líderes de la calaña de Solares, está jugando el papel funcional a la derecha, la que pretende abortar el proceso y reconquistar los terrenos perdidos en el aparato público. Entonces, la derecha actualmente actúa en dos frentes: infiltrándose en el aparato administrativo del Estado y del Gobierno (Ver el artículo:”La quinta columna en el gobierno del MAS”) y por otro lado, estimulando las acciones provocadoras de los dirigentes que aprovechan el enorme error cometido por el gobierno al dictar su maligno decreto 748 del gasolinazo.
PCMLM – Bolivia
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