01-10-18
Int. No. 455.
LA CORTE INTERNACIONAL DE “INJUSTICIA”
FALLA CONTRA BOLIVIA
Nunca
nosotros los comunistas (MLM), tuvimos la menor esperanza en que la tristemente
célebre “Corte Internacional de Justicia”, (CIJ), se manifestara en favor de un
país pequeño frente a los países poderosos de la tierra.
Todo
esto en razón de que los organismos jurídicos dependientes de Naciones Unidas,
están financiados en gran proporción por los aportes de los Estados Unidos que,
naturalmente, determinan una tendencia clara para favorecer los intereses
globales del imperialismo y sus aliados próximos como Chile, en este caso.
El
recurso de Bolivia ante la CIJ, siendo correcto desde el punto de vista del
derecho internacional, ha sido rechazado de modo más absoluto con razonamientos
procedimentales que niegan completamente el derecho de los pueblos a defender
su soberanía.
El
recurso de Bolivia tenía como fundamento la creencia de que ese tribunal
internacional podía fallar en derecho, un error de buena fe que no puede
imputarse al gobierno que confió en una justicia internacional que NO EXISTE.
Por
ello, Palestina masacrada no obtiene justicia en ninguna parte, Venezuela agredida,
es condenada sin juicio, Siria invadida es sancionada por la ONU, Libia
bombardeada es sancionada por una supuesta “comunidad internacional” que no es
otra cosa que un rebaño de ovejas con un ovejero mayor.
Podemos
decir que hubiera sido mejor atacar el Tratado de “Paz” de 1904, firmado por
Bolivia con la pistola de Chile en la sien boliviana y por lo mismo, viciado de
nulidad por la inequidad de los “contratantes”. Este argumento totalmente
rechazado por los miembros del equipo jurídico de Bolivia, tenía la fortaleza
de reivindicar el principio jurídico universal de que “la fuerza no crea derechos”. Sin embargo, de todos modos, aún en
ese caso, el fallo hubiera sido siempre el mismo.
Debemos
convencernos que ningún tribunal internacional dará jamás la razón a Bolivia,
por ello la única solución que debe adoptar Bolivia es dirigir todas nuestras
exportaciones e importaciones por los puertos del Perú y dirigir ese gran
caudal comercial a Arica y a Antofagasta. De este modo se lograría asfixiar
Arica y obtener una solución por esa vía. Arica imploraría anexarse a Bolivia o
por lo menos obligaría a Chile a acceder a un compromiso.
Por
otro lado, es urgente hoy que vivimos la “post-Haya”, tomar una línea
totalmente nueva frente a Chile. ¡Basta de eufemismos!, basta de
condescendencias frente a Chile. Se precisa una línea dura que muestre al mundo
que Bolivia tiene la capacidad de defender sus derechos en todos los terrenos y
que no necesitamos la anuencia de Chila para conseguir el reconocimiento de
todos los países del mundo.
Rechazamos
la cantaleta de “seguir los diálogos con
Chile”. ¡Pero si ya hemos dialogado ciento treinta años!
Igualmente,
ahora viene el problema de las aguas del Silala. Acá Bolivia, otra vez, tiene
toda la razón porque Chile ha construido obras artificiales que han desviado
con curso natural que nunca abandonaba el territorio boliviano, como son las
aguas que provienen de manantiales locales. La Corte volverá a darle la razón a
Chile porque tiene 12 votos con los 2 que tiene Bolivia. A la Corte le importa
un garbanzo si Chile desvió artificialmente las aguas del manantial.
Nuestra
lucha por el mar, es una parte de la lucha revolucionaria de los pueblos del
mundo y debe ser acometida en los foros políticos del mundo, en la CELAC, en UNASUR,
en EL MERCOSUR, en el ALBA, acercarnos cada vez más a los países que enfrentan
valientemente al imperialismo maldito y su miserable acólito del Chile
oligárquico.
PCmlm.
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