09-10-18
Int. No. 455.
EL NAZI-FASCISMO EN EL
BRASIL
Con
enorme preocupación estamos conociendo los resultados de las elecciones
presidenciales en el Brasil.
Resulta
que los mismos, en primera vuelta son realmente sorprendentes por su
contundencia. El candidato resueltamente identificado como nazi y fascista, ha
resultado vencedor con el 46 % de los votos, de modo que solamente le faltan
cuatro puntos para ganar la elección en segunda vuelta.
Empero,
¿cuál es la significación de esos hechos para la historia del Brasil y su
influencia en toda nuestra América Latina?
Pues,
la vuelta a un neoliberalismo extremo con todas las caracterizaciones de un
régimen reaccionario, racista, misógino y proimperialista. Es decir, todo lo
contrario de los procesos progresistas del siglo XXI.
El
nazi-fascismo, como lo presentara el gran escritor Jacques Delarue, significa
más o menos lo siguiente:
“El ejemplo alemán ya se esfuma, ahora,
en los cuatro extremos del mundo, los supervivientes y los nostálgicos del
nazismo lanzan al viento, otra vez, sus gérmenes mortales… Si a los hombres les
falta la memoria, si unas circunstancias propicias, unos tiempos agitados o la
ausencia de diques suficientemente sólidos lo permiten, la marejada sangrienta
podría desbordarse de nuevo. Entonces ¿quiénes serán las próximas víctimas? (1) ¿No será el pueblo brasileño?
“Los crímenes del nazismo no son los de
un pueblo. La crueldad, el goce de la violencia, el culto a la fuerza bruta, el
racismo feroz no es patrimonio de una nación ni de una época. Son de todos los
tiempos. Tienen unas basen arrinconados es biológicas y psicológicas no menos
ciertas. El ser humano es una fiera peligrosa. En periodo normal, sus malos
instintos permanecen arrinconados, yugulados por los convencionalismos, las
costumbres, las leyes, los criterios de una civilización. Pero si viene un
régimen que no solo libera esos impulsos, sino que los hace pasar como
verdaderas virtudes, entonces, del fondo insoldable del tiempo, asoman las
fauces de la fiera bajo la máscara frágil del ser civilizado, desgarra esa
débil corteza y lanza el aullido de muerte de los tiempos olvidados…” (2)
Pobre
Brasil, ojalá que el futuro inmediato que le espera no reedite esos “tiempos
olvidados”.
Notas.
1 y
2. Delarue, Jacques. “Historia de la Gestapo”. Págs. 421 y 422.
PCmlm.
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