01-05-18
N. No. 496.
EN TORNO A LA “CASA DEL
INKA”
En torno al gran debate que se ha suscitado con motivo de la disputa entre
los departamentos de Chuquisaca y Santa Cruz por el campo hidrocarburífero de
Inkahuasi, es pertinente hacer algunos precisiones y consideraciones.
En primer lugar, esa cuestión no es geográfica, tampoco es una cuestión de
la magnitud del reservorio, se trata de un problema que tiene que ser resuelto
mediante una conciliación entre los dos departamentos.
Entonces, si el problema no es geográfico, ni regionalista tampoco debe ser
tratado como un problema jurídico, pues todas las leyes en torno al problema no
tienen base histórica muy anterior a la república y desde la creación de la misma.
Chuquisaca se fundó, como parte de la República, en base a los territorios
de la vieja “Audiencia de Charcas” que comprendía todos los territorios
actuales de Bolivia. Por lo mismo todas las “fronteras” que actualmente dividen
al territorio boliviano en los departamentos, son arbitrarias y no suponen
derecho alguno para ninguno de ellos.
Los límites entre todos los departamentos del Estado boliviano, han sido
diseñados por la Colonia española de acuerdo a sus intereses y nada tienen que
ver con los intereses verdaderos de las regiones del país que tiene nuestro
Estado Multinacional.
Desde el punto de vista histórico, la avanzada quechua del Imperio del Tawantinsuyu
llegó hasta las serranías chaqueñas que fueron denominadas por ella, como la “Casa del Inka”, (Inkahuasi). Chuquisaca
como departamento de fuerte origen quechua, nació como una entidad propietaria
de esas regiones. Muy posteriormente nació el departamento de Santa Cruz.
El paralelo geográfico que determina la división entre Chuquisaca y Santa
Cruz es una línea virtual en el extremo este y en el oeste aparecen unos
vértices arbitrarios por donde se los vea y por lo mismo no determina nada. La
magnitud del reservorio es tan indefinida que ningún estudio puede determinar
con seguridad las reales dimensiones del mismo.
Entonces, ¿cuál sería, en nuestro concepto, la solución de este conflicto
que tiende a agravarse y que parece tiene un triunfador beneficiado y un
perdedor en la mesa?
En segundo lugar, a) al margen
de las determinaciones contradictorias del poder judicial que pretendió ser
utilizado en su jurisdicción menor como es un Juzgado, para invalidar una
sentencia del Tribunal Constitucional, máxima autoridad jurídica, b) al margen de la posición deleznable
del propio gobierno que claramente estaba parcializándose con Santa Cruz, a
través del señor Siles, al margen de cualquier regionalismo que hace tanto daño
a las causas verdaderamente democráticas; recurrir a la conciliación entre los
dos departamentos con la mediación del
gobierno es la única solución real y solidaria
que viene a ser una solución de
compromiso.
Sabemos que los departamentos no productores de hidrocarburos y pobres del
nuestro Estado, son el Beni y Pando, por solidaridad, reciben regalías
hidrocarburíferas con carácter nacional, esto con la aceptación de todo el
pueblo boliviano, precisamente por su carácter de solidaridad.
Entonces, ¿no sería posible, una solución política determinando, como
tenemos dicho, al margen de cualquier otra condición, la participación de
Chuquisaca en los beneficios del campo Incahuasi?
Naturalmente una solución de compromiso podría ser posible si hubiera
realmente un espíritu nacional de solidaridad entre los “departamentos” que no
tienen nada de pertinencia histórica.
La verdadera región dueña del 90 % de la riqueza natural es la región del
Chaco diferente de las ciudades capitales como Santa Cruz, Sucre o Tarija. Y
son aquellas regiones las que reciben menos los beneficios de la riqueza
natural de su suelo, Ni Cordillera, ni el Chaco Tarijeño, ni las provincias Hernando
Siles y Luís Calvo de Chuquisaca, en realidad son las verdaderas beneficiarias,
pues el 90 por ciento de esa riqueza se encuentra en poder de una oligarquía
extranjerizante cruceña anti-nacional, reaccionaria y anti- popular.
Una “solución” contra Chuquisaca y cien por cien en favor de Santa Cruz,
determinará una derrota de un pueblo que merece respeto al margen también de su
oligarquía segundona.
En el aspecto netamente político, una “solución” cruceña daría como
resultado una catástrofe electoral del proceso de cambio en Chuquisaca sin una
contraparte positiva en Santa Cruz.
En varias de nuestras consideraciones anteriores sobre las arbitrarias “fronteras”
interdepartamentales, planeamos una nueva y revolucionaria distribución de los
territorios de los actuales departamentos. La Asamblea Constituyente pudo
encarar esa tarea que fue completamente bloqueada por los intereses
regionalistas de la derecha de todos los “departamentos”. También previmos que
los problemas arbitrarios surgirían en razón de las regalías. Por lo mismo
pensamos que el conflicto entre Chuquisaca y Santa Cruz no será el último.
La conciliación entre Chuquisaca y Tarija por el campo “Margarita”, se
solucionó mediante una conciliación. ¡Bien por Tarija y Chuquisaca!
¡No hay otra solución que la conciliación si no se quiere una confrontación
peligrosa entre departamentos!
PCmlm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario