El Primero de Mayo es el Día Internacional del Proletariado, es el día en que millones de oprimidos, hombres y mujeres, salimos
a las calles para proclamar nuestra rabia contra la explotación y opresión capitalistas. Este día levantamos hoces y martillos,
para demostrar que no estamos dispuestos a seguir siendo esclavos de este sistema imperialista, que no tenemos esperanzas
en este sistema y reafirmamos nuestra lucha, nuestra fe. Es el día donde el proletariado internacional proclama su convicción
de destruir el sistema imperial-capitalista y el deseo de construir un mundo sin opresión, ni explotación, ni clases sociales: un
mundo comunista.
Los burgueses tratan de encauzar a favor suyo sus intereses como la economía y la política; de muchas maneras los neoliberales
en alianza con el imperialismo, muestran diferentes caras en Medio Oriente destruyendo países so pretexto del terrorismo y
en América Latina con tácticas de “guerra de baja intensidad”. Por eso queremos resaltar hoy el origen de este día y el por qué
todos los oprimidos del mundo, debemos marchar junto con las organizaciones del proletariado y enarbolar bien alto la bandera
roja del internacionalismo proletario y salir en defensa del comunismo revolucionario.
La tradición del Primero de Mayo se ha desarrollado y ampliado como un día en que los proletarios conscientes de clase
de todos los países evalúan su situación, hacen planes, celebran el internacionalismo proletario y declaran su determinación
de llevar su lucha. En muchos países, se han desatado batallas por recobrar la tradición de lucha revolucionaria
del Primero de Mayo, como es el caso de Europa en el que los gobiernos aliados de los empresarios están realizando
reformas laborales que va en contra de los trabajadores.
En el caso de Francia se lee “esta reforma no es un caso aislado, puesto que se inscribe en el conjunto de ‘tratamientos’
de austeridad sufridos por nuestros vecinos europeos y tendrá el mismo efecto que el Jobs Act italiano o la reforma laboral
española: más despidos, más precariedad, más desigualdad y el refuerzo de los intereses privados. Nosotros nos
negamos a soportar esta estrategia de choque, impuesta particularmente en un contexto de estado de emergencia”, es la
declaración de la Central de Trabajadores de Francia.
En efecto, en Irlanda, Grecia, Portugal, Chipre, España, Italia, Rumanía, la República Checa, Eslovaquia, Estonia, Hungría,
Francia o en el Reino Unido, nuevas ofensivas atentan contra los derechos laborales.
En el caso Latinoamericano, los trabajadores nos encontramos cada vez más desamparados, somos los esclavos del
siglo XXI, con maquilas asesinas, horarios interminables de trabajo, explotación sin importar la edad, ni la condición de
género. La Alianza del Pacífico, orquestada por el imperialismo, explota a sus trabajadores sin misericordia, especialmente
México, Colombia y Perú. En Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela, la clase trabajadora se enfrenta a una arremetida
digitada por el imperialismo, de diferente manera el imperialismo destina recursos para hacer fracasar a los gobiernos
“progresistas” y volver al libre mercado.
De igual manera en Asia y África, los trabajadores son explotados hasta la muerte. Es tiempo de romper las cadenas para
no servir mas al gran capital, es tiempo de tomar verdaderamente el poder político para resolver el hambre, la miseria y la
pobreza, especialmente en los países donde los niños están muriendo por desnutrición.
No podemos combatir al enemigo mientras enarbolamos sus banderas, especialmente el democratismo, el reformismo
y el revisionismo. Así como las clases dominantes tienen sus símbolos, sus héroes y sus intereses, el proletariado tiene
las suyas. Los capitalistas defienden al imperialismo, un sistema decadente, agonizante y que simboliza hoy lo podrido
y atrasado. El proletariado defiende lo nuevo, el camino hacia el socialismo y el comunismo y que ya lo experimentamos
con la Unión Soviética de Lenin y Stalin y la China de Mao, donde se avanzó hacia la solución de las diferencias entre la
ciudad y el campo, entre los obreros y campesinos, consiguiendo grandes avances para la humanidad como el tratar a las
mujeres como personas y no como objetos, el avanzar hacia la recuperación de la naturaleza en beneficio del hombre,
frenando la contaminación ambiental; mientras las clases dominantes tienen sus héroes manchados con la sangre de las
masas como Bush, la Thacher, los Clinton, Obama y todos los gobernantes europeos aliados de los asesinos de la OTAN.
Este Primero de mayo llega en un momento particularmente crucial para el pueblo boliviano. Las fuerzas reaccionarias se
unen para restaurar el neoliberalismo y el saqueo de los recursos naturales, el gobierno del MAS no se reencamina para
lograr un verdadero proceso de cambio, con una mejor administración del Estado y acabar de una vez por todas con
la derecha que levanta cabeza, producto de las derrotas de nuestros vecinos.
Alertamos a los trabajadores, en este primero de mayo, que el imperialismo ha iniciado guerras económica, climática,
ideológica, ambiental, comunicacional y en definitiva armada, por todas partes, ante este panorama no nos queda otra que
PREPARARNOS para un enfrentamiento final en todos los planos y por todas las formas.
¡VIVA el 1º de Mayo Rojo y revolucionario!
¡VIVA la clase trabajadora y las naciones oprimidas!
¡MUERA el imperialismo y sus lacayos¡
¡ALTO a las intervenciones imperialistas en los países!
¡ENFRENTEMOS con lucha revolucionaria a la derecha!
¡VIVA el marxismo leninismo maoísmo!
¡Salvo el poder, todo es ilusión!
PCMLM - Bolivia
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