24-12-13
Int. No. 177.
LOS “ERRORES” FILOSÓFICOS DE STALIN
SEGÚN ECHAGUE
El conocido teórico
argentino Carlos Echague, autor de un
importante libro sobre el revisionismo (“El otro imperialismo”), ha escrito
también otro texto titulado “Revolución,
Restauración y crisis en la Unión Soviética” en dos interesantes tomos.
Es este breve artículo
tocaremos solamente un capítulo que tiene el titulo de “errores” filosóficos de
Stalin,
En efecto, Echague tiene
los siguientes párrafos dignos de una
crítica profunda:
1.
“El problema fundamental de la
filosofía es la relación entre la naturaleza y el espíritu, entre la materia y
la conciencia, entre el ser y el pensar, éntrelo objetivo y lo subjetivo, Los
materialistas en oposición al idealismo, dan una respuesta a este problema
fundamental consideran que lo primario es la materia, la naturaleza, el ser, lo
objetivo; consideran que antes y con independencia del espíritu, del pensar,
del conocer, de los subjetivo. Con razón Stalin lo destaca en su trabajo… El problema fundamental de la filosofía es la
relación entre la naturaleza t el espíritu, entre la materia y la conciencia,
entre el ser y el pensar, entre lo objetivo y lo subjetivo... Con razón Stalin
lo destaca en su trabajo. Pero, de hecho, se le escapa
que este problema fundamental es inseparable de otra cuestión: no
hay materia sin movimiento ni movimiento sin materia.(Pág. 129)
Consideramos una
ingenuidad sin nombre sostener con alguna seriedad que a Stalin se les “escapó”
considerar el movimiento de la materia. Es tan superficial e ingenuo este cargo
contra Stalin que resulta insulso descalificarlo. Parece que Echague no ha
tenido la oportunidad de leer con un poco de atención los escritos de Stalin.
Continuando con los conceptos
críticos que “descubre” Echague en los escritos de Stalin, tenemos los
siguientes:
2.
“Stalin recae en el mecanicismo cuando en este
mismo texto aborda extensamente el tema de los cambios en las fuerzas
productivas y en las relaciones de producción, pues lo hace prescindiendo
absolutamente de la superestructura”. (Pág. 131).
3.
“Podría decirse que, al tratar
la concatenación, (Stalin) sólo ve la unidad y se le escapa
la lucha de contrarios” (Pág. 131)
4.
“Y trata la lucha de los
contrarios sin considerar, al mismo tiempo su unidad, su interdependencia…” (Págs.
131-132)
5.
“A Stalin se le escapó –dijo Mao- la conexión existente entre la lucha
y la unidad de los contrarios”. (Pág. 132).
6.
“En 1950, en su escrito Acerca
del marxismo en la Lingüística, Stalin trata en especial el tema de la
superestructura. En sus formulaciones campea el mecanicismo. Según él, la “superestructura
es creada por la base precisamente para que sirva a ésta. La superestructura es
producto de una época, en el curso de la cual vive y actúa una base económica
dada… no tiene una vida larga, se liquida y desaparece con la liquidación y la
desaparición de la base dada”. Si las cosas fuesen tan lineales… (Pág. 133).
7.
“Asimismo Stalin precisó
respecto de la URSS que las palabras “completa armonía” no deben ser
comprendidas en sentido absoluto. No deben ser comprendidas en el sentido de
que en el socialismo no existe ningún retraso de las relaciones de producción
con respecto al desarrollo de las fuerza productivas”. Sin embargo, continúa
sin enfocarlo como unidad de contrarios.
8.
Venimos considerando críticamente
rasgos metafísicos en las elaboraciones filosóficas de Stalin….” (Pág. 135).
I.
La única idea sería que
encontramos en el debilísimo artículo “filosófico” de Echague es aquella
afirmación de Mao en el sentido de que a “Stalin
se le escapó la conexión entre la lucha y la unidad de los contrarios”.
Vamos a refutar a Mao y a Echague con Mao Tse-tung y su capítulo cinco de “En torno a la Contradicción” que
titula; “La
identidad y la lucha entre los aspectos de la contradicción”.
“Después de comprendidas
la universalidad y la particularidad de la contradicción, debemos proceder al
estudio de la identidad y la lucha entre los aspectos de la contradicción”.
De
modo que la conexión según el propio Mao, NO
se da entre la lucha y la unidad,
sino entre la identidad y la lucha
en el seno de la unidad. (Pág. 110, Cinco Tesis Filosóficas. Edición
de lujo con tapa roja).
II.
Otra “escapada” de Stalin,
según el “filósofo” argentino es que Stalin se le escapa la consideración de la
superestructura en la totalidad social. Sin embargo en otro acápite nos habla
de la obra de Stalin sobre la
lingüística donde trata precisamente de la importancia de la superestructura
social. Esta es otra de las muestras de la ingenuidad inconcebible en un
marxista.
III.
Esta llamada “escapada” toca
todos los límites de la tolerancia. Ahora resulta que a Stalin se le escapa la lucha de los contrarios y solo ve la unidad de
éstos, cuando afirma que la dialéctica según definición de Lenin se concreta en
la unidad de los
contrarios. Preguntamos: ¿Por qué no le se hace esa “crítica”
ridícula a Lenin?
IV.
La siguiente escapada
staliniana tiene carácter indigerible. Ahora resulta que a Stalin se le escapa
la unidad y sólo ve la lucha. ¿Acaso
líneas arriba no se sostenía todo lo contrario? La filosofía ha sufrido un
golpe de gracia definitivo. Una prueba de ello es que para Echague no existe ni
por asomo el importante aspecto de la identidad
en el seno de la unidad como
oponente de la lucha, también en el
seno de la unidad. Esquemáticamente: la unidad (U) es la conjunción de Identidad (I) y Lucha (L).
V.
Esta última escapada de
Stalin, según Echague, es la única que tiene un viso de coherencia. Pues bien, se puede criticar a
Stalin el considerar a las superestructuras de las formaciones sociales como
estrechas y limitadas, pues efectivamente la cosa no es tan simple. Es evidente
que Stalin no considera la potencialidad que tienen, por ejemplo las
superestructuras ideológicas en la sociedad, las costumbres, la cultura, en fin,
y que pueden sobrevivir a las transformaciones en la base económica, fenómenos
que se hicieron presentes, por ejemplo, en la sociedad socialista soviética, en
la cual coexistían con mucha fuerza las superestructuras del pasado capitalista
y feudal de la Rusia zarista en la Unión Soviética que ya construía el
socialismo y cuando se transformaban radicalmente las estructuras económicas.
VI.
Finalmente. Según Echague,
Stalin no comprende (se le escapa)
la conexión entre las fuerzas productivas
y las relaciones de producción en el socialismo. Pero si precisamente Stalin,
defendía el criterio correcto de que esa conexión tan antagónica en el
capitalismo, tiende a atenuarse en el socialismo, pero que nunca llega a una
plena armonía. En fin, siguen las “filosofadas” del autor que criticamos.
VII.
La acusación de Stalin de ser
un perfecto “mecanicista” está sobrando
absolutamente en cualquier crítica honesta a Stalin. Y que no se piense que
tratamos de proteger, justificar o defender a Stalin, pues no lo necesita. Lo
que nos impulsa es poner en claro las primitivas e incluso ignorantes críticas
que tienen un sabor absolutamente anti-estalinistas. Las “críticas” de Echague
se aproximan a las falacias del XX Congreso, pero provienen de un dirigente que
se dice “estalinista”.
VIII.
Como se puede apreciar “todo” se le “escapa” a Stalin. Lo único que faltaba decir es que a
Stalin se le escapa el marxismo y el leninismo. Las “críticas” insulsas y
contradictorias hasta la incoherencia, no hacen sino mostrar lo atrasado del
marxismo en algunas regiones de nuestra América Latina.
Por
nuestra parte hemos criticado a Engels y su teoría de los “pueblos sin historia”
de sabor hegeliano. Hemos criticado los errores políticos de Mao y sus fallas
en cuanto a la lucha de clases en el propio Partido antes de su muerte. En fin no consideramos que nuestros
cinco maestros sean infalibles, empero la crítica debe ser seria y basada
en documentos idóneos y no en falsedades, tergiversaciones, ignorancias
filosóficas como las que comentamos y contradicciones flagrantes como las que
venimos observando, lamentablemente con mucha frecuencia.
Jorge Echazú Alvarado.
PCmlm.
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