jueves, 5 de diciembre de 2013

A Z A N I A (Sudáfrica) LA REVOLUCION Y LA INDEPENDENCIA


En homenaje a Nelson Mandela hoy, día de su fallecimiento, reproducimos nuestro trabajo sobre AZANIA, (Sudáfrica)


 A Z A N I A  
(Sudáfrica)




 LA REVOLUCION Y LA INDEPENDENCIA

1.   LA ÚLTIMA TRINCHERA DEL COLONIALISMO  CLÁSICO
Azania es el nombre correcto y auténtico de esa gran nación que constituye el sud del África negra. El colonialismo europeo, en especial el británico y el holandés, se apoderaron del territorio mucho antes de la célebre y tristemente famosa Conferencia de Berlín de 1884-5 bajo los auspicios del canciller alemán  Otto Von Bismarck, cuando los colonialistas europeos se repartieron como si se tratara de una torta el territorio africano. Extraña Conferencia en la que solamente los realmente interesados estaban ausentes.
Sin embargo, fueron los colonos holandeses, los llamados "Boers", una secta cristiana fundamentalista de la Iglesia Reformada Holandesa, los que instalándose primero en las costas se internaron en el país y pretendieron apoderarse de él completamente, aniquilar a la enorme población indígena multinacional y construir un país y un Estado racista. Gran Bretaña, la potencia colonial por excelencia tuvo que lidiar con los bóers en la famosa guerra anglo-bóer de 1899 a 1902, para afianzar su dominación en la región y en el país. Una sucesión dramática de dirigentes y presidentes sudafricanos a cual más racista y fascista se sucedió en esta llamada "república": J. H. Malan, Roy Welensky, J. G. Strijdom (1953-1957), Voerster, Hendrik Verwoerd (1958-1966), Pieter Botha y finalmente De Klerk.
Uno de ellos, J. G. Strijdom, declaraba en 1953:
«Nuestra política es que el europeo no ceda terreno y siga siendo baas (amo) en África del Sur. Si rechazamos el concepto de Herrenvolk y el principio de que el hombre blanco no puede seguir siendo baas si el derecho de voto se extiende a los no europeos, y si se les da representación y derecho de voto a los no europeos, y se permite que éstos se desarrollen en igualdad de condiciones que los europeos, entonces, ¿cómo podrá el europeo seguir siendo baas? Nuestra opinión es la de que, en todas las esferas, el europeo debe conservar el derecho de gobernar el país y hacer de él una nación de blancos.... El blanco no logrará permanecer en África del Sur más que si hay discriminación; en otras palabras, solamente si conservamos todo el poder en nuestras manos.....» (1)
Otro presidente racista, J. B. Vorster decía:
«Nuestra doctrina es el nacional-cristianismo, que es un aliado del nazismo. Si se quiere, al principio antidemocrático se le puede llamar dictadura. En Italia se llamó fascismo; en Alemania, nacional-socialismo, y en Suráfrica, nacional-cristianismo». (2)
Finalmente, Hendrik Verwoerd, predecesor de Vorster, manifestaba:
«Nuestro objetivo es crear un Estado blanco, una nación grande y fuerte, rodeada de diversas zonas bantúes…» (3)
Pensamos que no hay manifestación más clara y contundente del pensamiento de los europeos. Se podrá decir que no todos los europeos piensan como los señores  Strijdom, Vorster y Verwoerd, pero en realidad y muy profundamente este pensamiento racista y de tipo fascista existe aunque sea larvaria e inconscientemente en una mayoría abrumadora de los europeos, la prueba es que la política general de Europa con respecto a los pueblos del Tercer Mundo ha sido y es lo que es en la modernidad y en la actualidad. Es una política que puede ser calificada de "europea" típica. Incluso los pensadores más lúcidos tienen serios problemas para desembarazarse de su eurocentrismo enfermizo.

Shitole citado por nosotros, cita a su vez a Stuart Cloete que escribió un libro titulado The African Giant, que puede ser caracterizado como prototipo del racismo europeo en su máxima expresión. Dice Cloete en algunos de sus párrafos:
«Pero no nos hagamos ilusiones. El negro odia al blanco. Sobre todo, lo odia por ser blanco, porque esto es algo que él nunca podrá ser» (4).... «Su propio pueblo no confía en ellos (los africanos instruidos) ni los quiere..» (5) «El africano ha sido condicionado, por siglos de salvaje vida competitiva, para apoderarse de lo que desea, dondequiera que lo encuentre..»  (6)
La colonización europea de Azania fue muy traumática, como todo el proceso de la colonización, ya que en ese territorio agreste y hermoso habitaban comunidades originarias muy aguerridas y orgullosas de sus costumbres y sus tradiciones, como los hotentotes, los bosquimanos, los zulúes y otros. El gran jefe zulú Shaka, encabezó la resistencia azania contra la dominación europea infligiendo la más grande derrota a las fuerzas expedicionarias inglesas en la famosa batalla de Isandlwana. Empero cuando Shaka se volvió un dictador y pretendió dominar a otras tribus mediante la fuerza, fue repudiado por su propio pueblo y finalmente asesinado por él.

2.   UN PAÍS EXTRAORDINARIAMENTE RICO
Azania es un país extraordinariamente rico, un verdadero emporio de riquezas naturales, es el primer productor del mundo de  oro y de diamantes, tiene enormes reservas de carbón, de acero, de vanadio, de cromo, de platino, de todos los minerales radioactivos como  el uranio. Su riqueza es también animal y vegetal, es una de las naciones más pobladas y más grandes en todo sentido del África negra. Las enormes riquezas de esta nación de naciones fueron y son la razón del esfuerzo imperial y colonial de empecinarse en su dominación y explotación.

3.  EL APARTHEID
En 1934 y antes de la 2ª.  Guerra Mundial, se proclamó la "independencia" de la llamada "República Sudafricana", con amplio dominio de los colonos blancos racistas de origen holandés y británico, los que instituyeron el famoso sistema del Apartheid en 1948 por el Partido Nacionalista (racista blanco) y que dirigió el Estado desde entonces. El Apartheid es un método para mantener absolutamente separados a los blancos de origen europeo y a los negros nativos.
En este sentido debemos preguntarnos, ¿qué es y qué fue el Apartheid? El apartheid es una palabra del idioma afrikaan, una especie de inglés mezclado con el holandés de los colonos bóers, que indica separación y calidad de aparte.
«El sistema del apartheid tiene su origen en una forma específica de colonialismo y su lógica se deriva del modo de producción capitalista...... Como Israel, Suráfrica es una almena estratégica, un gendarme colonial regional para el imperialismo occidental... el apartheid --la sistemática superexplotación, opresión y esclavitud de la mayoría de la población nativa... Un sistema de segregación racial ha evolucionado desde hace muchos años en Suráfrica, estatuido en un cuerpo de leyes que data de 1913, el cual tiene dos objetivos: preservar el monopolio blanco del poder político y asegurar una reserva de mano de obra barata y coercible para las esferas industrial y agrícola.... Un sistema de trabajo migratorio, controlado por los burós de trabajo que asignan a los obreros a industrias o patronos específicos..... Legislaciones posteriores han regulado la circulación de la mano de obra negra en las minas y regiones industriales: cuando los contratos de los mineros se cumplen pueden ser devueltos a las reservaciones; a sus familias (muchos viven en zonas cuidadosamente segregadas y controladas por la policía); y, por supuesto, existe el sistema de salvoconducto.... el principio de segregación territorial ha sido utilizado para privar efectivamente a los negros de los más mínimos derechos cívicos y políticos. De hecho, cualquier africano que resida en una ciudad, no importa por cuanto tiempo o si nació allí, es un extranjero a los ojos de la ley...» (7)
Ya sabemos que según Marx, el salario paga el valor de la fuerza de trabajo que sin embargo, produce más valor que el que tiene, esto es la plusvalía. La superexplotación, que supone el sistema del apartheid, consiste en que se paga la fuerza de trabajo por debajo de su valor. La superexplotación es una constante en todos los países sometidos y oprimidos por el imperialismo.
Las leyes fundamentales del sistema del apartheid eran las siguientes:  «La Ley de Zonas de Grupos que establecía las zonas segregadas donde cada grupo racial podía vivir; la Ley de Empadronamiento de la Población, que clasificaba a todo (el) mundo en categorías raciales; la Ley de Tierras, que defendía el derecho de los  blancos de poseer el 87% de las tierras; y la Ley de Servicios Separados, que legalizaba la segregación de servicios públicos»  (8)
El sistema del Apartheid estaba íntimamente ligado al problema de la tierra, por ello mismo esta cuestión aparece como fundamental para el futuro de un conjunto de naciones que conforman Azania.

4.   EL PROBLEMA DE LA TIERRA
El problema más serio para la población azania es el de la tierra, según todos los datos se tiene que los blancos que constituyen el 13% de la población acaparan el 86% de la tierra, unos 60 000 granjeros comerciales blancos controlan 82 millones de hectáreas de tierra cultivable, mientras 1,2 millones de campesinos negros tienen 16 millones de hectáreas. Por ello, la publicación que comentamos, sostiene:
«La liberación de los negros de Azania es imposible sin hablar de la tierra. El pueblo azanio no puede ser libre sino hasta que haya una redistribución fundamental de la tierra por todo el país...» (9)
El problema de la tierra está íntimamente ligado al sistema de los bantustanes que viene a ser la estructura política del apartheid.

5.   EL SISTEMA DE LOS BANTUSTANES
Para efectivizar y hacer posible el plan de superexplotación esclavista se organizaron los llamados "bantustanes" o  "homelands", verdaderos ghettos y reducciones de la población nativa en territorios áridos de los cuales no podían salir so pena de graves castigos. Los bantustanes creados en el auge de la política del Apartheid, fueron 10: Ciskei, Transkei, Kwazulu, Bophuthatswana, Venda, Gazankulu, Lebowa, Kwa-Dnebele, Kangwahe y  Basotho-Qwaqwa. Todos estos bantustanes que son como dijimos verdaderos ghettos y reducciones o reservaciones racistas pretendieron ser  considerados como estados "independientes" para fines de exportación por parte de los gobernantes fascistas. De este modo se conseguían varios objetivos: en primer lugar considerar a los negros como extranjeros, en segundo lugar tener un colchón cómodo de mano de obra barata o gratuita, en tercer lugar un control completo de la población en cuanto a su movilidad y finalmente un aprovechamiento total de las mejores tierras usurpadas a los negros y la sesión de las peores tierras a los bantustanes.
Cada uno de estos  bantustanes estaba presidido por un "líder" aborigen completamente comprado por los racistas, el caso más saliente es el del cacique Gatsha Buthelezi y su movimiento Inkatha, como "presidente" del Estado libre de Kwazulu (con mayoría zulú) que se constituyó en una pieza maestra en la desnaturalización e impostura en la lucha por la independencia. No es cierto que la mayoría zulú apoyara a Inkatha y el títere Buthelezi, sino que la propaganda racista lo presentaba como representante de la nación zulú enemiga  del CNA y de Mandela. Este movimiento y sobre todo su líder jugaron el papel más sucio que se puede imaginar al servicio de los intereses bastardos del apartheid y en contra de sus propios hermanos.
«La propia política del Estado de minar el CNA y apuntalar a Inkatha, fomentando lo que llamarían "violencia de negros contra negros", y persiguiendo y dividiendo a los xhosas y zulúes, los dos grupos étnicos más numerosos, ya había estado en marcha desde los grandes alzamientos de los años 80.......... El jefe Buthelezi, el títere y jefe de policía de Kwazulu, el homeland asignado a los zulúes, sirvió de aliado complaciente al régimen blanco. Lejos de parecerse a la antigua región de los zulúes en Natal, Kwazulú lo formaron pequeñas parcelas de las peores tierras desparramadas en medio de prósperas plantaciones y granjas de blancos. Buthelezi ha cultivado el apoyo nacionalista por medio de la organización "cultural" Inkatha, para erigir su propia base de poder reaccionario, pero siempre sirviendo estrechamente al régimen del apartheid..»  (10)
Las mismas misiones cumplieron el esbirro y títere Lucien Mangope en el bantustán Bophuthatswana y  el pelele Oupa Gqozo en el bantustán Ciskei.
Los bantustanes, entonces, constituían territorios sumamente pobres que formalmente eran independientes de Sudáfrica, pero en realidad eran comunidades cautivas y esclavizadas. Su población solamente podía salir a trabajar y ofrendar su mano de obra barata a las minas, las fábricas y factorías de los blancos y munida de los salvoconductos que le proporcionaba la policía sudafricana, pues en rigor saliendo del bantustán, el negro ya era un extranjero en su milenaria patria de nacimiento, como lo expresamos líneas arriba.
Esta realidad estremecedora e inaudita no llamaba la atención de las democracias occidentales tan proclives y tan susceptibles en cuanto a "derechos humanos" cuando les conviene. Las Naciones Unidas, como es su costumbre aprobaban resoluciones que eran papeles mojados para la soberbia Sudáfrica racista. Nadie se inmutaba con la infamia hecha política en Sudáfrica. Los parlamentos europeos, las Cortes de La Haya, todos los organismos falsos e hipócritas, sellaban sus bocas y sus labios cuando se trataba de mostrar la infamia en Sudáfrica. Durante años y décadas, la opinión mundial verdaderamente democrática planteaba la cuestión de Sudáfrica, pero los poderes mundiales complacientes no solamente toleraban, sino que propiciaban la continuación agravada de las políticas de Sudáfrica.
Las "sanciones" proclamadas por las Naciones Unidas quedaban en el vacío frente al sabotaje a las mismas por parte de las potencias occidentales, en especial Estados Unidos y Gran Bretaña, padrinos mundiales de todos los genocidios y en especial del Apartheid.
Sin un poco de vergüenza proclamaban estos dinosaurios, la supremacía blanca en el corazón mismo del continente negro. La política racial de este engendro político fue realmente inconcebible pero se vio siempre respaldada por Occidente que públicamente "repudiaba" el Apartheid, pero por bajo cuerda apoyaba con todas sus fuerzas al régimen y sus políticas genocidas.

6.   NELSON ROLIHLAHLA MANDELA Y  EL CONGRESO NACIONAL AFRICANO
El llamado Congreso Nacional Africano (CNA) fue fundado en 1912 con un  carácter anti-colonialista como medio para "mejorar" la condición de los negros dentro de la estructura de la sociedad existente
«El CNA apareció prácticamente al mismo tiempo que la tierra fue dividida en pobres bantustanes en sólo una fracción del territorio, de la que la mayoría negra habría de servir de mano de obra barata tres décadas y media antes que se instituyera formalmente el Apartheid.  Basado principalmente en intelectuales urbanos, representó y organizó la protesta de la educada elite negra contra las injusticias de la nueva república anglo-bóer forjada tras la guerra entre los colonos británicos y holandeses. De hecho, en sus comienzos el CNA envió con frecuencia delegaciones a Inglaterra para hacer súplicas en nombre de los nativos.....»(11)
El Congreso Nacional Africano ha sido y es, entonces una organización democrática burguesa que mantuvo íntimos contactos con el Partido Comunista Sudafricano de carácter revisionista. Sus campañas de defensa de masas y desobediencia civil se han acompañado a veces con esporádicas y aisladas acciones armadas más como presión política antes de ser una estrategia revolucionaria de toma del poder. Poco a poco fue alejando y aislando a los elementos revolucionarios de sus filas por el desconocimiento total del problema nacional y colonial. Textualmente abogó y aboga por el camino pacífico al socialismo en consonancia con la política internacional del revisionismo
Nelson Mandela, líder del CNA, fue apresado y juzgado arbitrariamente, fue encarcelado por largos años en las más tenebrosas cárceles racistas de Sudáfrica. Su resistencia fue realmente extraordinaria y no se puede negar el carácter anticolonial de ese sacrifico que se constituyó en un símbolo de la lucha popular y nacional del pueblo azanio.

7. STEVE BIKO, EL MOVIMIENTO "CONCIENCIA NEGRA".
Steve Biko, otro gran héroe azanio, fue mucho más radical que Mandela, sin embargo no obstante su entrega total, no logró organizar un movimiento marxista-leninista maoísta verdadero, a pesar de haber constituido el Movimiento Conciencia Negra (MCN) que hubiera sido una gran solución en medio de una gran revolución en un gran país.
«En la mitad de los años 70 surge el Movimiento de la Conciencia Negra, cuyo principal exponente será Steve Biko, y que incorpora nuevos elementos a la controversia. La Conciencia plantea centralmente la cuestión de la psicología del oprimido, la necesidad moral y cultural de reafirmar los propios valores de su nacionalidad y de su raza, criterios que son el origen de su famoso debate con Donald Woods, que lo trata en un principio como el defensor de un nuevo racismo, ¡un racismo negro!»  (12)
Precisamente por sus posiciones radicales y francamente revolucionarias, Steve Biko fue cruelmente asesinado de la manera más brutal por la policía política racista y fascista, después de una sangrienta golpiza que le paralizó el cuerpo; fue conducido hasta Pretoria (1400 kilómetros) en las peores condiciones precisamente para acelerar su muerte en septiembre de 1977, ya que el crecimiento político de su grupo y de su personalidad ponía en serio riesgo la "estabilidad" del Apartheid. La desaparición de Steve Biko fue una pérdida irreparable para el avance de las luchas revolucionarias del pueblo azanio.

8.  EL PARTIDO "COMUNISTA" DE SUD-AFRICA
Fue fundado en 1921 por algunos pequeños grupos de marxistas de origen blanco. Uno de los grandes errores del PCSA fue su apoyo a la huelga general de 1922, "la huelga del rand" de los obreros blancos que protestaban por algunas mejoras a favor de los obreros negros. La incomprensión increíble del PCSA en torno al problema nacional ocasionó la total desconfianza de la población negra contra el "comunismo" al cual se consideró una doctrina extranjera.
«El partido comunista, formado exclusivamente por blancos, interpreta que la clase obrera blanca es la vanguardia e ignora los problemas nacionales de Sudáfrica»  (13)
A partir de 1950, se hizo cada vez más evidente la influencia del Partido Comunista de Sudáfrica (PCSA) de mayoría blanca-, y por ello mismo con fuerte tendencia hacia el revisionismo pacifista y no violento a ultranza y social demócrata-, sobre el CNA.
En 1950 se proclamó un Acta que declaro ilegal al Partido y su militancia era penada con 10 años de cárcel. Para 1953, en una Conferencia secreta y clandestina celebrada en Johanesburg se refunda el Partido con claras influencias ya revisionistas, pues la preponderancia de la militancia blanca hacía imposible una racionalización de la realidad sudafricana y la elaboración de una línea marxista correcta.
Esta es la razón y aquí radica, entonces, el carácter profundamente pacifista y democrático-burgués del Partido. El Partido "comunista" sudafricano tomó a partir de entonces una posición anti-maoísta y, por otro lado proclamó siempre su lealtad lacayuna y acrítica hacia la Unión Soviética y su partido al extremo de justificar y apoyar  los crímenes revisionistas de sus invasiones a Polonia, Checoslovaquia y Afganistán.
Lamentablemente para el África y para Azania, los grupos marxistas y maoístas jamás pudieron organizarse medianamente y esa es una de las causas por las cuales el CNA aliado del revisionismo, haya impuesto su política conciliadora, reformista, y francamente traidora de la lucha y el sacrificio del pueblo y las naciones azanias. Hace pues falta el partido marxista-leninista urgentemente en Azania ahora que el revisionismo está derrotado en todas partes y que, fuera de la línea marxista, leninista y maoísta, no existe otra que pueda responder efectivamente a las aspiraciones de todo un continente como es África.

9.  LAS GRANDES BATALLAS DE LA LUCHA POPULAR. LOS GENOCIDIOS RACISTAS: SHARPEVILLE, SOWETO, CISKEI y JOHANESBURGO.
Sharpeville es una ciudad sudafricana ubicada en el Transvaal, que fue escenario de la primera manifestación de rebeldía de la población negra contra el régimen infame del apartheid en marzo de 1960. En realidad Sharpeville significa una enorme masacre de la población negra que sufrió 69 muertos y 180 heridos de bala, todos ellos negros. Al año siguiente, el CNA formó un brazo armado para responder a las agresiones racistas.
La rebelión y masacre de Soweto de 1976, determinó el comienzo de la desestabilización del dominio racista sudafricano, porque fue seguida de varias otras en la década de los años 80. Los estudiantes manifestaron su enérgica oposición a la imposición del idioma afrikaner y la prohibición de sus idiomas nativos. La multitudinaria manifestación estudiantil chocó con la policía y el ejército sudafricanos que abrieron fuego indiscriminado contra la multitud. El resultado macabro fue de 700 muertos y más de  4000 heridos, bajo el régimen de P. Botha.
En septiembre de 1992, las llamadas "Fuerzas Armadas" de Ciskei abrieron fuego contra miles de manifestantes del CNA, asesinando y masacrando por lo menos 28 personas  e hiriendo a más de cien. Michel Slate reporta que:
«Los soldados de Ciskei formaron un arco de unos dos kilómetros y cuando los chavos cruzaron "la frontera", abrieron fuego con ametralladoras montadas en carros blindados... La indignación por la masacre fue instantánea. En ayuntamientos cercanos a Bish, la gente quemó casas de soldados, y en ciudades como Johanesburgo, hubo choques con la policía frente a los "consulados" de Ciskei..» (14)
Otra brutal masacre se produjo en la localidad de Boipatong algunos meses antes. A partir de entonces fueron muchas las rebeliones anti-apartheid reprimidas todas con la más descarada violencia fascista: Ciskei, Johanesburgo y casi todas las ciudades y bantustanes sudafricanos fueron escenarios de violentos encuentros anti-colonialistas.

10.  LOS REPORTAJES DE MICHEL SLATE SOBRE AZANIA.
El camarada Michel Slate, un periodista norteamericano, corresponsal del "Obrero revolucionario", semanario del PCR-EU, viajó varias veces a Azania y consiguió asombrosos e importantes reportajes sobre la lucha revolucionaria anti-colonial en el país. De ellos extractamos algunos acápites para ilustrar y orientar nuestro estudio de la lucha revolucionaria del pueblo azanio contra el racismo, el imperialismo y el pacifismo burgués.
«El 17 de marzo (1992) el sistema de apartheid de Sudáfrica llevó a cabo un plebiscito. Como de costumbre, solo pudieron votar los blancos. En el plebiscito el presidente F. W. De Klerk sometió a voto su plan de continuar las negociaciones para "compartir el Poder" con el Congreso Nacional Africano y otros partidos y organizaciones negras reformistas y colaboracionistas. El 85% de los blancos votaron, y dos contra uno dijeron que De Klerk debe continuar las negociaciones.... El plebiscito de los blancos fue pura arrogancia racista. De Klerk afirma que "terminó el capítulo" del apartheid, ¿pero acaso el voto no fue un ejemplo clásico del apartheid?.....» (15)
El plebiscito, según Slate, fue un intento más de proteger los intereses de los blancos y para ello era necesario hacer algunos cambios. Efectivamente, ante el avance impetuoso de la insurrección azania había que tomar algunas medidas entre ellas un plebiscito para evitar los desbordes. Se informa que el 85% de los blancos votaron y dos contra uno aceptaron el plan de De Klerk para continuar las negociaciones con el CNA. De Klerk no llamó a votar contra el apartheid sino para encontrar un camino para salir del atolladero.
Un nuevo reportaje de Slate de 1994, hace referencia al continuado proceso de negociaciones y el periodista recoge estas impresiones de los críticos respecto a las mismas:
«El proceso del acuerdo negociado nos tiene furiosos. ¿Quién sale ganando con eso? El gobierno seguirá llevando las riendas; puede que los negros más privilegiados consigan una que otra migaja, pero para la mayoría la cosa va a seguir igual. ¿Por qué Mandela y el CNA no hablan del capitalismo y de lo que nos ha hecho?  Tiene que ser que quieren mantener el capitalismo...» (16)
Efectivamente, como observa el entrevistado,  la explotación y opresión capitalistas sobre Azania no fue tocada al final  del llamado proceso de negociación.

11.  LA SUDÁFRICA ACTUAL
Actualmente Azania no ha podido hasta ahora ni siquiera recuperar su nombre. Los acuerdos que consiguieron Mandela y el CNA con los racistas, no le permiten cumplir con el pueblo azanio en el problema fundamental de la tierra. Sin embargo, debe reconocerse que por lo menos se ha terminado con los regímenes anacrónicos del Apartheid y los bantustanes, todo por la lucha revolucionaria del pueblo y ante el temor de los racistas de perderlo todo y no así por el triunfo de una política conciliadora como la que lleva adelante el actual gobierno del CNA.
Nelson Mandela, un verdadero símbolo de la lucha anti-apartheid, en realidad, ha desilusionado al pueblo azanio porque ha creído que desmotando el apartheid ya estaba solucionado el conflicto,  lo cual, naturalmente no es cierto. Queda con toda su fuerza el sistema capitalista que se apoderó de las tierras y no las quiere devolver a sus legítimos dueños, de las industrias, de las riquezas  de las naciones y estatuye un régimen de explotación con antifaz democrático y "anti-racista", cuando en realidad las cosas han cambiado muy poco. Mandela ha gobernado todo un período llevando el desencanto a las masas populares y campesinas azanias. Es decir ha presidido un gobierno reformista, pusilánime y lleno de compromisos con las clases dominantes y sobre todo con el imperialismo. Se ha conseguido a través, de los compromisos atenuar la lucha revolucionaria del pueblo mientras los blancos racistas mantienen el control de la economía sudafricana.
Concluido su mandato en 1998, Mandela cedió el poder a su sucesor Thabo Mbeki, que no suena ni truena en la política africana. El CNA es pues, como hemos ido viendo, un partido reformista y conciliador que jamás podrá llevar la verdadera liberación al pueblo azanio, el mismo que deberá volver a la lucha revolucionaria distorsionada por el llamado "proceso" de negociación.
Los racistas siguen agazapados en sus privilegios, mientras las masas populares lo único que han conseguido hasta ahora en el plano político ha sido el derecho "burgués" al voto y a la supresión de los bantustanes, como lo hemos explicado.
Naomi Klein, la autora de uno de los más sensacionales libros contra la globalización, comenta la situación actual de Sudáfrica y sostiene que un nuevo Apartheid reina en ese país. "El Apartheid basado en la raza fue reemplazado por un Apartheid basado en la clase social", dice citando a Trevor Ngwane, uno de los que encabezan el movimiento anti-Apartheid en Sudáfrica.
Cuando Mandela llegó al poder y mucho más con su sucesor Mbeki, se adoptaron los programas neoliberales del FMI y del Banco Mundial y:
«...los resultados son devastadores. Desde 1993, se han perdido medio millón de empleos. Los salarios disminuyeron en 21 %. Las zonas pobres han visto cómo se incrementa el costo del agua potable en 55 % y de la luz hasta en 400%. Muchos han recurrido a tomar agua contaminada, lo que llevó a un brote de cólera que infectó a 100 mil personas. En Soweto, a 20 mil hogares les cortan la luz cada mes ¿Y las inversiones? Aún las están esperando.....» (17).
Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, la lucha revolucionaria de los pueblos de las diversas nacionalidades de Azania continuará en el futuro próximo; de eso no tenemos la menor duda. Se ha cumplido una etapa que consistía en echar del poder político formal a los racistas blancos, ahora falta la etapa más importante: la de voltear la dominación capitalista en lucha conjunta de todos los demás heroicos pueblos del África negra.


NOTAS BIBLIOGRAFICAS


1.           Shitole, Ndabaningi. "El reto de Africa". Fondo de Cultura Económica. Tiempo Presente. Colección Popular. México 1961. Pág.  62 y 63 - 47. Shitole cita a John Gunther en "Inside Africa".  Pág. 481.
2.            Iepala. Editorial. Presentación. "Apartheid". Pág. 7.
3.            Ibidem. Pág. 7
4.            Shitole. Citada. Pág. 128.
5.            Shitole. Citada. Pág. 129.
6.            Shitole. Citada. Pág. 131.
7.            "Un mundo que ganar".  Revista. 1985. No. 3. "La economía política del Apartheid". Págs. 16 y 17.
8.            "Obrero revolucionario". Semanario norteamericano. No. 651. 12 de abril de 1992. Pág. 9.  
9.           "Obrero revolucionario". No. 755.  8 de mayo de  1994. Pág. 3.
10.             "Un mundo que ganar". No. 20 de 1995. Pág. 67.
11.            "Un Mundo que ganar". No. 20 de 1995. Pág. 57.
12.          "Obrero revolucionario". No. 673. 20 de septiembre de 1992.
13.          "Obrero revolucionario". No. 651. 12 de abril de 1992.
14.          Gutiérrez, José.  "Apartheid". Editorial Iepala. Pág. 92.
15.          Castel, Antoni.  "Apartheid". Editorial Iepala. Pág. 22.
16.          “Obrero revolucionario".  No. 749 de 27 de marzo de 1994.
17.          Klein, Naomí. "El nuevo apartheid".  Tiempo de Opinión.  No 24. 2 de diciembre de 2001. Pág. 2.

 PCmlm




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