01-12-13
N.
No. 265.
¿“CAMBIOS”
EN LA UMSA?
Las últimas consultas
del Claustro Universitario de la UMSA han dado como resultado el triunfo
aplastante de Waldo Albarracín como nuevo Rector de esa Universidad Pública y Autónoma
de La Paz.
Ha sido para nosotros
toda una sorpresa dicho resultado teniéndose en cuenta que la UMSA, así como
todas las universidades del sistema, habían sido cooptadas por un agresivo
neoliberalismo y el pensamiento único funcionalista sometido a los intereses de
los poderes dominantes nacionales y extranjeros. Nos sorprendió que un
candidato que hablaba de política
tuviera ese apoyo en el Claustro.
Según la opinión de
Gustavo Rodríguez., la Universidad en su conjunto y particularmente “la UMSA se encontraba en un limbo, había perdido
su centralidad política análoga a la de la COB”. Otros analistas
consideraban con justa razón que la universidad convirtió a su autonomía en una
prebendal y salarialista. En fin desde todos los ángulos se criticaba y se critica
a la Universidad por el abandono completo que hizo de sus principios ideológicos
consagrados en su Estatuto Orgánico como son “el carácter nacional, su cientificidad, su esencia democrática y
popular y fundamentalmente su claro y sostenido anti-imperialismo” (Artículo
6º. Del Estatuto Orgánico de la
Universidad Boliviana).
En los últimos
tiempos cuando se impuso brutalmente el modelo neoliberal en el país, la Universidad
tuvo momentos de resistencia heroica que fueron suprimidos violentamente por la
ofensiva del marketing funcionalista.
La Universidad se había convertido y continúa siendo una verdadera trinchera
del pensamiento conservador, reaccionario, elitista, prebendal y salarialista.
La verdad es que
tanto la Universidad cuanto la COB, abandonaron vergonzosamente esa “centralidad política” que tuvieron en
el siglo XX y se convirtieron en mansos instrumentos de la dominación ideológica
del neoliberalismo.
Es pues indiscutible
que desde la llegada maligna del neoliberalismo a nuestro país a mediados de la
década de los años 90 del siglo pasado, las Universidades del Sistema Nacional
Universitario, se vieron invadidas por el “pensamiento único”, el “funcionalismo
sociológico, político y económico” más cavernario y la “globalización
imperialista”.
Las estructuras
universitarias, tanto docentes cuanto estudiantiles, fueron poco a poco
transformadas en reductos de privilegio y de corrupción. Se instauró de manera
incluso violenta un programa mercantilista que convirtió a las universidades en
verdaderas empresas de lucro y ganancia. El combate agresivo se centró y
dirigió contra el marxismo, el socialismo y los conceptos de revolución,
anti-capitalismo y anti-imperialismo que fueron contrastados y finalmente
sustituidos con los del “mercado libre”, el “pensamiento único”, “la falsa
democracia” y la “libertad” que no es más que libertinaje académico.
El mercantilismo más
pedestre se impuso rabiosamente en los claustros y aulas universitarias.
Desconociéndose el carácter gratuito de la universidad pública comenzaron a cobrarse
altísimas matrículas y las llamadas “contribuciones voluntarias” que
sumaban cientos de bolivianos, e inclusive dólares. Los cursos pre-facultativos
de convirtieron en verdaderos negociados de catedráticos corruptos. Se procedía
a la compra de exámenes, a la compra y venta de notas e inclusive de títulos
académicos.
Los docentes
universitarios, en su gran mayoría, descuidaron y descuidan displicentemente su
propia capacitación y se dedicaron y dedican a conquistar el apoyo de los
estudiantes a través de dádivas “académicas” e incluso corrupción económica
directa. Así surgieron las famosas y canallescas camarillas de docentes que se
adueñaron directamente de carreras íntegras y de facultades como tales. De este
modo fraudulento se fue estructurando una verdadera dictadura docente corrupta
que se protegía como en una “fortaleza” en el co-gobierno paritario y
finalmente en la “Autonomía Universitaria” que pasó a ser una verdadera coraza
de la corrupción.
El poder estudiantil
ha desaparecido prácticamente porque los docentes incentivan la división
estudiantil de modo que muchas universidades han suprimido la representación
estudiantil. Todo esto fue y es de beneficio para las camarillas docentes.
Nuestro Partido revolucionario (PCmlm),
ha adoptado siempre una posición muy clara respecto a los problemas de la
Universidad Boliviana de la Autonomía Universitaria, en el pasado lejano, en el
pasado reciente y en la actual coyuntura política.
La Autonomía
Universitaria verdadera consiste en la creación de un ámbito científico y académico independiente del
Estado y sobre todo de los gobiernos reaccionarios de turno. Es un auténtico
"territorio" soberano de la ciencia, la conciencia, la investigación,
el espíritu crítico, la competencia sana, la igualdad de oportunidades, la
actividad creadora al margen de las imposiciones del Estado y de empresarios o
funcionarios corruptos, pragmáticos y tecnócratas.
Nuestra posición
respecto de la AUTONOMIA UNIVERSITARIA, es pues principista y se ciñe al
concepto arriba mencionado. Sostenemos ese principio como sustancial al
desarrollo de la educación superior. Ese campo verdaderamente democrático
significa que en el ámbito académico ninguna expresión de la cultura y la
ciencia puede ser discriminada y mucho menos marginada. La autonomía
universitaria significa adhesión principista al cambio social y a la
revolución, al anti-capitalismo y al antiimperialismo militante.
Sobre todo y ante
todo, la Autonomía Universitaria no puede sino apoyar con todas sus fuerzas la
emergencia del movimiento campesino y nacionalitario que hace presencia
política después de dos siglos de sumisión en la cuestión de la administración
del Estado.
La AUTONOMIA
UNIVERSITARIA, lograda por el sacrificio de muchas generaciones de docentes y
universitarios revolucionarios ha tenido momentos estelares y gloriosos de
combate revolucionario:
1.
Los tiempos de la independencia fueron
protagonizados por la lucha liberadora
de la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca en 1809 con sus paladines Los Zudáñez y los Monteagudo.
2.
La autonomía de principio se gestó
tanto en Chuquisaca como en Cochabamba con el aporte de destacados autonomistas
como José Antonio Arce, Ricardo Anaya y Alberto Echazú Donoso. (Universidad
Mayor de San Francisco y San Simón. 1930).
3.
La revolución universitaria de 1971, cuando el universitariado de San
Andrés logró el Gobierno paritario docente-estudiantil, en lucha ya contra las
dictaduras militares y,
4.
La lucha universitaria autonomista y revolucionaria
de la juventud alteña que en 2003 consiguió
el “Voto universal igualitario”.
Estas grandiosas
luchas, no tienen nada que ver con la actual “defensa” de la “autonomía” de
parte de las camarillas corruptas de docentes incapaces e ignorantes.
En el pasado
reciente, nuestro Partido, ha planteado la reconquista de la verdadera Autonomía Universitaria para
ponerla al servicio del pueblo. Ese movimiento tuvo un repunte que sin embargo,
no logró derrotar a las camarillas; por ejemplo, en la UMSA donde nuevamente un
rectorado derechista y salarialista volvió a ganar con el voto ponderado reaccionario
y corrupto desconociéndose la amplia mayoría estudiantil que apoyó una opción
favorable al voto universal igualitario.
El actual Sistema de
la Universidad Boliviana, como decíamos, se ha convertido en una trinchera de
la reacción más atrabiliaria. Las camarillas docentes, todas ellas corruptas,
ignorantes, incapaces de producir ciencia o tecnología, defienden únicamente un
salario cada vez más elevado.
Igualmente en el
pasado mediato nuestro Partido sostenía la necesidad de luchar en la universidad
por aumento del presupuesto que asignaba el Tesoro General de la Nación. Y lo
hacía precisamente porque los gobiernos de turno, teniendo en cuenta el
“peligro” que significa una real y auténtica Universidad Autónoma, cercenaba y
negaba recursos necesarios para una actividad productiva. En esas épocas la
lucha por el presupuesto era completamente legítima.
¡¡Ahora
en 2013, la cuestión es absolutamente diferente!!
Vuelven a ser
actuales, los ecos del “Llamamiento de
Córdova” que en sus más expresivos párrafos, decía un 21 de junio de 1918:
«Nuestro régimen universitario –aún el más reciente—es anacrónico. Está fundado sobre una
especie de derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se
crea a sí mismo. En él nace y en el muere. Mantiene un alejamiento
olímpico….Por eso queremos arrancar en el organismo universitario el arcaico y
bárbaro concepto de Autoridad que en estas Casas es un baluarte de absurda
tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa-dignidad y la
falsa-competencia…..La juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es
desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo de contaminarse…..La virtud de un
llamamiento a la lucha suprema por la libertad, ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria,
tiránica o obcecada, que ve en cada petición un agravio y en cada
pensamiento una semilla de rebelión…»
Faltan apenas cinco
años para completar el centenario de las luchas universitarias por la verdadera
autonomía y parece que no hemos avanzado nada.
Actualmente, como
consecuencia de la creación del IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos), las
Universidades del Sistema, incrementaron considerablemente sus presupuestos.
Como nunca antes las Universidades autónomas y públicas, han recibido ingentes
cantidades de recursos económicos adicionales.
Sin embargo, ¿cómo
utilizaron todas las Universidades estos recursos adicionales?, pues de la
forma más corrupta.
Violando las
disposiciones legales y en aplicación de una “autonomía corrupta”, esos
recursos han ido a parar a los bolsillos de rectores, decanos, jefes de
carrera, docentes eternos en detrimento de docentes de base y estudiantes que
reciben una formación deficiente, por decir lo menos. Expresamos esta verdad
porque tenemos pruebas y datos concretos del despilfarro en las Universidades,
en gastos superfluos como viajes, congresos, reuniones, empero lo peor y que ha
rebasado todo límite, constituyen los sueldos y beneficios, por ejemplo de
jubilación que han conseguido algunos docentes antiguos que haciendo escarnio
de los recursos que debían ser dedicados a la investigación, al equipamiento o
la relación con la sociedad, se emplearon de forma abusiva en todo tipo de
beneficios adicionales ilegales.
¡¡La lucha
autonomista universitaria ha cambiado radicalmente de objetivo!!:
AHORA SE TRATA DE
RESCATAR LA UNIVERSIDAD PUBLICA, AUTÓNOMA Y GRATUITA PARA EL PUEBLO Y LOS
SECTORES OPRIMIDOS Y CONTRA LAS CAMARILLAS DERECHISTAS QUE HAN CONSEGUIDO
“APODERARSE” DE UNA SUPUESTA “AUTONOMIA”
FRADULENTA.
Hoy, según las
expresiones del nuevo rector, la universidad debe “volver a ser ese interlocutor político, todo en torno al nuevo
rectorado”. Finalmente existe hoy un rector que habla de la política en el
sentido más amplio del concepto y deja de considerar a la Universidad como una
simple fábrica de profesionales ausentes del entorno social y dedicado
exclusivamente al ascenso social.
Empero, muchas veces
las declaraciones quedan en el papel y si realmente se quiere salvar a la
Universidad y ponerla a lado de su pueblo se debe comenzar por intentar un
cambio en la propia mentalidad universitaria.
PCmlm.
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