14-07-13
N. No. 249
COMPARACIONES
INMORALES
Los escribas de la derecha, los
“analistas neutrales” y otros impostores, insisten machaconamente en hacer las
comparaciones más inmorales entorno a tres violaciones de los derechos humanos
en el país, pero que, efectivamente, son completamente diferentes en cuando a
su contenido.
24
de Mayo de 2008.
Comenzamos con el macabro y mil veces inmoral atropello a la dignidad de los
humildes campesinos chuquisaqueños que fueron víctimas de la humillación más descarada
un 24 de mayo de 2008. La reacción fascista
“sucrense” logró envenenar a toda una
población y así hordas alcoholizadas de enloquecidos “sucrenses” se lanzaron
como bestias humanas contra indios que pueden ser y son sus padres, sus abuelos
e incluso sus madres. La enajenación colectiva que sufre actualmente la
pobrísima población indígena y mestiza de Sucre tiene sus causas y sus
protagonistas que deben ser identificados. Las autoridades de la “oculta”
Charcas, desnudaron los indígenas, les hicieron besar el suelo, les hicieron
vivar a Sucre y maldecir al MAS, les quemaron sus banderas y cuanto atropello se
puede uno imaginar.
Jaime Barrón, “Rector” infame,
fundamentalista cruzado que ha manchado definitivamente al alto prestigio de la
tricentenaria Universidad de San Xavier.
Fidel Herrera, un delincuente común que
está involucrado en el asesinato de un conocido chuquisaqueño y abusos
incalificables contra su propia hija.
Aydee Nava, una mestiza miserable que
funge como alcaldesa.
John Cava, un conocido militante
derechista.
Se consumó un delito
mayúsculo que tiene, además carácter flagrante pues las declaraciones públicas
de esos “líderes” están gravadas en múltiples medios de comunicación masiva que
ha documentado todas las arengas para agredir a los “masistas” simplemente
porque son masistas y a los campesinos por ser indígenas. Es ésta la
“democracia” que predican estos fascistas, es esa la libertad y la justicia de
la que hacen alarde. Esa es realmente la “autonomía” que pretenden para Sucre.
Son estos cuatro “Jinetes
del Apocalipsis” de Sucre, que tarde o temprano tendrán que ser juzgados y
sentenciados por gravísimos delitos cometidos contra el pueblo boliviano y
chuquisaqueño, así como contra los
campesinos.
¿Pueden ser comparables
estos delitos de lesa humanidad con los sucesos de Chaparina donde ocurrió,
efectivamente un grave atropello policial, pero de NINGUNA MANERA comparable
con ese fatídico 24 de mayo.
Después tenemos el Porvenir:
Una pacífica marcha
campesina de trabajadores rurales del departamento de Pando se dirigía a la
capital Cobija para interponer sus quejas frente al abuso y las tropelías que
cometían los funcionarios de la Prefectura pandina de Leopoldo Fernández. Con
el fin de impedir la continuación de la marcha, Fernández destacó a la
localidad de Porvenir una “milicia” armada con el propósito firme de detener la
marcha. Se cavó una gran zanja en la carretera e inmediatamente se procedió a
ordenar la apertura de fuego indiscriminado contra la multitud. Los campesinos
totalmente sorprendidos tomaron diversos caminos se fuga, entre ellos la
posibilidad de cruzar el río Tahuamanu a nado. La criminal masacre produjo una
quincena comprobada de muertos y muchísimos heridos, así como una cantidad de
desaparecidos que se escondieron en la selva.
¿Como podría ser comparada
esta horrenda masacre en letras mayúsculas con una golpiza en Chaparina?
Chaparina. Como un error grave de
parte del Gobierno y la acción desleal de la Policía resentida por la pérdida
del Departamento de Identificaciones, tenemos el caso Chaparina. Una marcha
pacífica claramente anti-gubernamental (con todo derecho), que pretendía llegar
a la ciudad de La Paz para exigir al Gobierno que el Parque Nacional Isiboro-Sécure,
no fuere dividido por una carretera, fue interceptada por la Policía usando
excesivamente la fuerza y provocando heridos como consecuencia de la acción
violenta de la Policía. Todo censurable, pero principalmente como acción policial.
Chaparina fue una acción
censurable explicada por el Gobierno para evitar un choque de mayores
consecuencias por la acción con los interculturales cocaleros que amenazaban
impedir la marcha por la fuerza, No se puede justificar de ningún modo la
acción violenta policial, pero en Chaparina no hubo muertos, solamente heridos
de diversa gravedad. Las noticias alarmantes de “tres muertos, un anciano y dos niños,” divulgada por Yolanda
Herrera de “Derechos Humanos” fraudulentos, es una muestra de la maximización
de ese hecho lamentable.
No hay pues desde ningún
punto de vista comparación posible entre el 24 de mayo y Porvenir con los
sucesos de Chaparina. Por lo mismo las comparaciones malintencionadas son
inmorales.
Empero tenemos otro tipo de
comparaciones inmorales.
Se pretende comparar, por
parte de un escriba asiduo de “Panamericana”, a la prisión del gran Nelson Mandela con la del genocida
Leopoldo Fernández. ¡Una aberración!
Por otro lado, se pretende
comparar el corralito europeo
mundialmente censurado, al Presidente Morales, con el asilado en la
embajada de Brasil, el delincuente común Roger Pinto que simplemente intenta
eludir los juicios penales que tiene encima. ¡Otra comparación inmoral!
Uno de los más
despreciables escribas, con ínfulas de diplomático fracasado, abogado sin
título, pero “analista” con sueldo de USAID y la “embajada”, comparaba
maliciosamente el atentado contra Evo Morales en Europa con el cierre del
espacio aéreo decretado por le República Islámica de Irán que en su legítimo
derecho tomó esa decisión contra la aeronave alemana de Angela Merkel. ¿Cómo no
se iba a evitar el sobrevuelo de una nave de una nación que prácticamente había
declarado la guerra económica y política contra el régimen iraní? Esa nave militar alemana nunca informó al gobierno
iraní de la presencia de la Canciller germana y por tanto era solamente una
nave militar que precisaba una autorización especial iraní que naturalmente no
podía ser concedida envista de las relaciones tirantes entre ambas naciones. Esa
gran diferencia no puede ser percibida por el escriba.
Las comparaciones inmorales
expresan cómo grandes argumentos son esgrimidos para minimizar el atentado
contra el Presidente Morales, cuando por otro lado se pretender maximizar al
extremo episodios domésticos como el asilo en la embajada de Brasil de un
politiquero con una carga pesada de juicios criminales. Estas comparaciones
inmorales , tienen el sello inconfundible del cipayismo más descarado de los
escribas y fariseos que inundan los medios de comunicación nacional hasta el
cansancio y que pretenden ser propietarios de la verdad, cuando no constituyen
más que la comprobación del servilismo más repugnante.
PCmlm.
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