No. 154
15-04-13
LA
IMPORTANCIA DEL LIDER
Los marxistas hemos sostenido siempre el criterio de que los procesos
revolucionarios e incluso aquellos menores de cambio anti-imperialistas,
precisan, además de la lucha popular y de masas, la necesidad del partido
político y finalmente de un líder que se encuentre al nivel histórico
requerido.
Hoy, en Venezuela se ha hecho evidente que la ausencia de Hugo Chávez,
ha determinado un declive notorio del apoyo popular al nuevo gobierno chavista
de Nicolás Maduro. El triunfo electoral mínimo, tan inesperado, es una severa
llamada de atención para todos los pueblos de América Latina y el Caribe que
pretenden continuar victoriosamente el proceso abierto por la revolución
bolivariana de Hugo Chávez.
El imperialismo yanqui y las fuerzas reaccionarias internas de
Venezuela han logrado hacer desaparecer al líder histórico, porque, para
nosotros el Comandante Chávez no ha tenido una muerte natural, cada día se ve
más claro que ha sido una víctima, como tantas, del imperio que busca cualquier
medio así sea el más criminal, para “desaparecer” a los que considera, con
razón, sus enemigos políticos e ideológicos. Así, asesinó a Salvador Allende,
asesinó al Che Guevara, así asesino a Zapata, a Sandino, a Bishop, así derrocó
violentamente a Arbenz, a Bosch, etc., etc.
Es ésta la razón por la cual rechazamos desde todo punto de vista
aquel postulado revisionista y reaccionario de “el culto a la personalidad”
que fue el instrumento que tuvo la “virtud” de iniciar la decadencia de la
revolución bolchevique. Igualmente la desaparición del presidente Mao,
determinó la derrota de la gran revolución china, así la desaparición del Ho
Chi Minh, originó el deterioro de la revolución vienamita, etc., etc.
El líder histórico debe ser protegido siempre y considerado como un
elemento fundamental de la continuidad revolucionaria y ante su desaparición
natural, se debe educar a los futuros líderes para garantizar la continuidad
del proceso. De lo contrario, sobrevendrán ineludiblemente los procesos
regresivos que tanto daño hacen a los pueblos, de lo cual tenemos ya muchos
ejemplos.
En un anterior pronunciamiento decíamos que la presencia de un líder
revolucionario y de un equipo político de dirección de nuevos dirigentes que
puedan, en su caso, sustituirlo con los atributos que se precisan en estos
casos, era una necesidad imprescindible. La continuidad de los procesos
revolucionarios constituye en el presente, el lado flaco de todos nuestros
procesos populares, democráticos y anti-imperialistas que dependen, en el
momento, únicamente del líder.
Masas populares, partidos políticos revolucionarios y líderes
históricos son los requisitos de la victoria continuada de nuestras
revoluciones en el Siglo XXI.
PCmlm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario